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Asamblea de vecinos de Nuevo Alberdi - El que no llora no mama
Por Fuente: EnREDando.org.ar - Friday, Jun. 29, 2007 at 7:30 PM

Hace dos años que los vecinos autoconvocados trabajan junto al Cura Daniel Siñeriz e integrantes de la ONG Giros por mejores condiciones de vida. Lograron un reconocimiento estatal histórico, el resarcimiento económico luego de las últimas inundaciones.

Asamblea de vecinos ...
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Imagen: Centro de evacuados durante las inundaciones.

Es un miércoles de junio, llovizna y el frío traspasa la ropa. Hay quienes se apuran para llegar a su casa, quienes abren rápido el paraguas y le escapan a las gotas como si éstas ensuciaran. La manía de correr cuando llueve se ve comúnmente en el centro de las ciudades, no así en los barrios, menos aún en los pueblos, donde el tiempo y la lluvia se interpretan de manera más natural. Estamos en el barrio Nuevo Alberdi, las calles se ven deshabitadas, unos chicos pasan con un carro, un perro duerme en la cuneta, sin embargo, vemos a un grupo importante de gente que entra a la Capilla San Joaquín y Santa Ana. Algunas mamás con sus chicos se limpian el barro en la puerta, una señora busca a su vecina para sentarse al lado.

Como cada miércoles a la siesta, está por empezar la asamblea vecinal en la Capilla del barrio, se sigue acercando gente y acomodándose, los presentes son cerca de cien. No los acobardó la lluvia, es que están acostumbrados a ponerle el cuerpo al frío y a la pobreza, pero nunca resignados a ella. Precisamente, para vivir en mejores condiciones y hacer oír sus voces, hace dos años decidieron hacer reuniones participativas, transformadas luego en multitudinarias asambleas. Acompañados por el padre Daniel Siñeriz y jóvenes de la ONG Giros vienen trabajando en este espacio abierto a la expresión. Juntos discuten problemáticas como la falta de servicios públicos de luz y agua, también han presentado proyectos ante diferentes niveles del Estado para abordar cuestiones estructurales referidos a la vivienda y el empleo. Los vecinos autoconvocados hablan de un “nosotros”, de una inclusión posible, trabajan por el real ejercicio de los derechos, tan bien redactados en la Constitución. Pasadas las 15 hs. arranca la reunión, el megáfono abre camino y las palabras empiezan a recorrer el salón. El Cura hace un breve recorrido por las acciones del grupo, poniendo al tanto a quienes asisten por primera vez.

Con el agua en las rodillas...

Nuevo Alberdi fue la zona más afectada por el temporal de marzo pasado, muchos vecinos, como tantos otros de la ciudad, perdieron sus cosas e incluso el trabajo. El barrio es bastante extenso, abarca la zona rural, la de asentamientos, cristalería, municipal, y al oeste la parte de los propietarios. Históricamente se inunda, más aún las zonas cercanas a los canales Ibarlucea y Salvat, cuyas obras de canalización están aprobadas y aún pendientes. Pero esta vez el agua encontró a muchos vecinos organizados, con un año de estar constituidos en asamblea, dispuestos a luchar por lo justo. Ante la desesperación y los lentos tiempos políticos enseguida crearon un Centro autogestionado de evacuados, fueron asistiéndose entre ellos, de ahí para adelante sobrellevaron las consecuencias del temporal, el cuál evidenció una vez más la ausencia del Estado en un barrio postergado. Después de las inundaciones el espacio de interacción fue creciendo, fueron discutiendo la manera de reclamarle al Estado por los daños sufridos y la exigencia de la realización de las obras. A su vez, el accionar de la asamblea tuvo réplicas en otros puntos del barrio, otros vecinos también se autoconvocaron.

Siñeriz recuerda lo que pasó en la reunión del 10 de abril, “En ese momento dijimos que una ayuda no era lo que correspondía sino mucho más que eso, y era justamente el resarcimiento económico, que tiene como punto de partida la falta de responsabilidad de parte del gobierno. Del gobierno provincial, de realizar las obras de la canalización del Ibarlucea y el Salvat; y del municipal, de controlar que esas obras se realicen como estaban proyectadas”. Daniel explica que las obras estaban anunciadas, proyectadas, legalizadas y no hechas y que por eso la responsabilidad estatal se traduce en la responsabilidad de resarcir a los ciudadanos. “Parecía una cosa imposible conseguir, nunca consiguió más que una ayuda. De este camino participó mucha gente, nos hemos organizados por delegados de manzanas como una forma organizativa y para hacer los trámites”, continúa. Pasaron más de dos meses de trabajo agotador, de reuniones y persistencia en los reclamos. Entre las acciones realizadas armaron una carpa frente a la Municipalidad para que les dieran una audiencia. Resistiendo, discutiendo y tomando decisiones por consenso lograron un reconocimiento histórico: el resarcimiento económico para los vecinos afectados por el temporal.

Aparejado estaba el reclamo por la realización de las obras, “le pedimos a la Municipalidad la inmediata realización de las obras que no habían sido hechas. También le hicimos el reclamo a la provincia, respondieron que ya habían entregado la plata al municipio y que éste tenía que hacerse cargo de resarcir a los vecinos. Uno de los resultados ha sido que las obras se comenzaron a hacer, se está limpiando todo el Ibarlucea y la municipalidad encaró la posibilidad de un resarcimiento económico”, continúa Daniel, megáfono en mano. No es un tema menor que se realizaron a medias los relevamientos y que quedó gente sin censar. “El municipio trabajó mal, las asistentes sociales en muchas casas ni siquiera se fijaron si vivía gente. Hay un montón de casos de personas que realmente lo necesitan y quedó afuera”, expresa un vecino. “Estuve 22 días en el agua y no cobré nada de nada”, se queja un abuelo con la boina que le tapa la cara. “Hace unas semanas nos hicimos presentes en la municipalidad y discutimos a cerca de los vecinos que no habían sido censados, les presentamos un listado. Dijeron que ese listado va a ser considerado en parte, que no había más censo para hacer y que sólo se iba a censar aquellas casas marcadas con un número, como las que visiblemente fueron dañadas por la inundación. Hay que seguir discutiendo una segunda lista con las casas menos dañadas”, explica Siñeriz.

Delegados por manzana...

Nora es delegada de su manzana, cuenta que cada jueves los delegados participan de las reuniones de Distrito en Villa Hortensia y que cada uno expone los problemas a nivel barrial. Llegaron a ser 60 delegados por manzana, “hoy somos casi 20 los que continuamos firmes como rulo de estatua”, dice con el buen humor que la acompaña en la lucha. “Los grandes problemas en mi manzana son la luz, el agua, el zanjeo, que podamos caminar un buen pedazo sin embarrarnos. Siento que ésta es una gran responsabilidad sin sueldo”, agrega. “Es la primera vez que me pongo a trabajar por el barrio, hace más de veinte años que vivo acá, pasé muchas inundaciones y no quiero que me vuelva a pasar. Ya no tengo veinte años y seguir en la lucha se hace demasiado cruel”. La vecina comenta que antes de la inundación participaba de las reuniones, por la tierra, la vivienda y por todos los problemas pendientes desde hace años. Las palabras van pasando de boca en boca: “Somos todos iguales, reclamemos ante quien corresponda”. “No nos enfrentemos entre nosotros, no pongamos palos en la rueda”, son expresiones de la mayoría que toma el megáfono. Otra de las cuestiones planteadas es la de conformar Comisiones de trabajo por grupos. Éstas serían: Tierra y vivienda; Resarcimiento; Luz y agua; y Seguimiento de obras. Al finalizar la asamblea las listas por tema empezaron a llenarse de voluntarios para asumir los trabajos.

La lucha sigue...

Una problemática compleja e histórica que seguirán enfrentando los vecinos es la de tierras y viviendas. “Vamos a tener que pelear duro porque del otro lado se vienen los que quieren vivir bien, en sus countries privados, bien alambrados, que cuando vean que el arroyo, peleado por nosotros, esté canalizado, se van a beneficiar con lo que van a valer esas tierras y van a querer hacer sus proyectos para los ricos y famosos. Eso va a ser una competencia feroz” La gente asiente con la cabeza, más que nadie saben de qué se trata vivir en una situaciones extremas y enfrentar las injusticias. La mayoría coincide en seguir adelante como hasta ahora, para seguir tomando conciencia. “La lucha sigue, con el tema tierra y vivienda hay que volver a empezar, igual lo del resarcimiento fue algo momentáneo, no estaba en el planteo de la Municipalidad. El Estado estaba en deuda con nosotros porque si no hacíamos lo que hicimos, no hubiéramos logrado nada, tuvimos muchas inundaciones y jamás el estado nos reconoció nada”, reflexiona Nora sobre el final de la nota.

Contactos:

Reuniones: miércoles de 15 a 17 hs. Capilla San Joaquín y Santa Ana

Grupo Giros: (0341) 156-531218 - (0341)156-531647.

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