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En su primer reunión en el país la Caoi hizo un balance de la lucha indígena en la región
Por Hernán Scandizzo ((i)) - Thursday, Dec. 06, 2007 at 1:50 PM
herscan@yahoo.com.ar

El 14 de noviembre la Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas (Caoi) realizó en Buenos Aires un seminario taller para sus integrantes y convocó al Foro Público: “Situación de los Territorios Indígenas y Recursos Naturales” en la Facultad de Ciencias Médicas de la UBA, primera actividad en Argentina de esta estructura fundada en julio de 2006. Referentes de la Organización Nacional Indígena de Colombia (Onic), el Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyo (Conamaq) de Bolivia, la Confederación de los Pueblos de la Nacionalidad Kichwa del Ecuador (Ecuarunari), la Coordinadora de Identidades Territoriales Mapuche (Citem) de Chile, la Coordinadora Nacional de Comunidades del Perú Afectadas por la Minería (Conacami) y la Organización de Naciones y Pueblos Indígenas en Argentina (Onpia) delinearon un escenario en el que marcaron como amenzas comunes los modelos extractivos y las políticas de criminalización de la protesta social. También manifestaron su apoyo al proceso político boliviano conducido por el presidente Evo Morales Ayma y reafirmaron la voluntad de transformarse en "un espacio de unidad y acción de los pueblos indígenas de América del Sur".


Fotos: Georgina García
Texto: Hernán Scandizzo ((i))

Darío Mejía, de la Comisión de Territorio de la ONIC, señaló que la lucha indígena no es sectaria y explicó que en ese camino se encontraron con los no indígenas excluidos por el sistema de acumulación, pero advirtió que "al interior del movimiento social también hay que descolonizar la relación hombre-naturaleza" y lo planteó como un desafío de la CAOI. También se refierió al proceso de recolonización de Latinoamérica por parte de las corporaciones españolas que en los años '90 consolidaron su presencia en el sectores estratégicos como el energético, vial y de telecomunicaciones, que se tradujo en una mayor injerencia de Madrid en la política regional. Por otra parte el dirigente mencionó el peligro que encarna el 'mercenarismo' - la seguridad pública en manos de empresas privadas - como una estrategia de control social común. Más adelante advirtió sobre la amenza que representa la implementación del modelo de agrocombustibles y denunció la utilización del cambio climático como pantalla para su imposición en nuestros países.

Luego Joaquín Toroshina tomó la palabra y se remitió al origen del actual movimiento indígena del Ecuador, a las luchas iniciadas en las décadas del '40 y '50 contra el poder de los terratenientes y curas que, en 1972, dieron lugar a la constitución legal de Ecuarunari. Remarcó que si bien a lo largo de los años recuperon tierras aún siguen existiendo grandes haciendas - como las del ex candidato a presidente Alvaro Noboa, que concentra alrededor de 2 millones de Has -, y sostuvo que la situación se agrava por la invasión de territorios por mineras, hidroeléctricas y petroleras. En este punto informó que durante las administraciones de Gustavo Noboa (2000-2003) y Lucio Guitiérrez (2003-2005) se entregaron 4.522 concesiones mineras, que ya han solicitado al presidente Rafael Correa deje sin efecto. También remarcó que el 85% de las aguas está en manos de grandes hacendados y empresarios fruticultores transnacionales.

Toroshina habló del potencial transformador de la Asamblea Constituyente en Ecuador, de la necesidad inminente de poner freno a las empresas transnacionales - "para tener mejores días venideros" - y aseveró: "Evo tiene que ser un referente para los países latinoamericanos".

Por su parte Tomás Huanacu Tito, del Conamaq, bregó por la reconstrucción del Kollasuyu, inmediatamente recordó que el 15 de noviembre de 1781 fue descuartizado el líder aymara Tupaj Katari y detalló el cruel asesinato de su esposa, Bartolina Sisa, con quien condujo la rebelión contra la corona española. En su intervención también rememoró que al triunfar su proyecto emancipador Simón Bolívar desconoció el sistema de markas, suyus y ayllus imperante y también a la autoridad originaria de aquellos territorios. Reivindicó el ayllu como sistema de organización político, económico y social y se explayó sobre la cosmovisión andina.

Lo siguió en el uso de la palabra Miguel Palacín Quispe, coordinador CAOI, quien afirmó que los Estados uninacionales están en crisis, reivindicó la lucha que para su transformación llevan adelante los movimientos indígenas en Ecuador y Bolivia, y destacó que el objetivo es: "Refundar los Estados para toda la sociedad, sin responder con revancha. Crear poder para transformar, gobernar y lograr la paz y la justicia". El ex presidente de Conacami explicó que en Perú el proceso político para oponerse a las empresas multinacionales y a las políticas gubernamentales que aseguran beneficios a éstas fue alentado desde las comunidades locales. No ocultó su asombro en cómo "de la noche a la mañana" Argentina se transformó en un país minero y enfatizó que el gran desafío es "fortalecer la articulación para construir una coordinadora continental". Sobre el final de su intevención recordó que en enero el Tribunal de los Pueblos juzgará en Lima a la minera canadiense Barrick Gold.


Más tarde Pérsida Cheuquenao Aillapan, de la Identidad Territorial Lafkenche/Citem, enumeró las "invasiones" a territorio mapuche consumadas con la instalación de centrales hidroeléctricas, vertederos, empresas forestales, explotación de minas y plantas de celulosa, y puso énfasis en la aplicación de la Ley Antiterrorista por parte del Estado chileno para reprimir la demanda de su pueblo. Luego de detallar la situación general en el Gulumapu se refirió a los avances logrados meses atrás en el proyecto de ley que crea el Espacio Costero Marino de Pueblos Originarios, en el cual llevan 15 años trabajando: en noviembre 2005 fue aprobado en Diputados y el mes pasado sucedió la mismo en Senadores, cámara desde donde fue remitido nuevamente a Diputados con algunas observaciones. La dirigente lafkenche dio cuenta del amplio marco de alianzas construido con organizaciones sociales, ong's e incluso partidos tradicionales para poder avanzar y rescató el valor de las transformaciones que se pueden concretar en el ámbito local a pesar de no ser reconocidos por el Estado.

En tanto Marcos Pastrana, de la comunidad diaguita calchaquí de Tafí del Valle, aseguró que estas políticas extractivas son posibles porque a través de los años "nos licuaron el concepto de territorialidad": desapareció de la mayor parte de la población la idea de pertenecer a espacios más amplios que las parcelas que ocupa y ejercer soberanía sobre ellos. Habló también de la contaminación generada por la mina de Bajo La Alumbrera - que comprende Catamarca, Tucumán, Santiago del Estero, Córdoba y Santa Fe -, advirtió sobre el peligro que representa la puesta en explotación de las minas de Agua Rica y Cerro Colorado e hizo hincapié en la depresión econónica sufrida por las localidades catamarqueñas vecinas al yacimiento - que han visto decaer producciones tradicionales como el pimentón, ajo, tomate y nuez. Según el dirigente un importante porcentaje de la población de Belén, Santa María y Andalgalá pasó a depender de los bolsones de comida que distribuye el Estado. Por último apuntó contra los funcionarios locales y nacionales que reciben incentivos de las corporaciones, denunció la política de Responsabilidad Social Empresaria como pantalla para comprar voluntades y dejó para el final a los grandes medios de información, a quienes acusó de cubrir los impactos mineros con un manto de silencio.

Sobre el cierre de la actividad Rodrigo Carpio Challque, secretario de Economía y Planificaciones de la Conacami, vinculó al poder económico con la militarización de regiones donde se han puesto en marcha - o se proyectan - emprendimientos extractivos que son resistidos por las comunidades locales. También se refierió al andamiaje jurídico favorable con que cuentan las corporaciones para desembarcar en los territorios y afirmó que "el Estado se ha convertido en un facilitador del capital".

"Poder para proteger los avances y construir esas mismas experiencias en los demás países"

Al concluir el Foro Carpio Challque, Palacín Quispe y Jorge Ñancucheo - vicepresidente de la Onpia- hablaron sobre la situación planteada a lo largo de las diferentes intervenciones e hicieron un balance de la reunión de Caoi en Buenos Aires.

Rodrigo Carpio Challque
Secretario de Economía y Planificaciones de la Conacami

-¿Qué inquietudes trajo Conacami a esta reunión de la Caoi?

La discusión principal que estamos dando es el tema del territorio, que implica nuestra forma de vida, que es el espacio donde los pueblos originarios en Perú, América Latina y el resto del mundo se desarrollan, se realizan. En ese sentido la discusión ha sido frente a estos Estados que están implementando políticas neoliberales donde se está extremando la extración y el robo de nuestra naturaleza y con ello afectando a nuestra forma de vida, contaminando nuestras aguas, de donde nosotros tomamos; contaminando nuestras tierras, en donde nosotros producimos; y además alterando nuestras formas, usos y costumbres. Por eso hoy en día estamos discutiendo cómo, a nivel internacional, podemos hacer incidencia y trabajar juntos para reclamar nuestros derechos.

-Antes cuando intervino destacó como temas de importancia tanto los impactos ambientales y sociales generados las transnacionales como la escalada represiva, la militarización en América Latina. Ante ese panorama sombrío ¿cómo se hace para no quedar inmovilizado y dar un salto hacia adelante para cambiar este estado de las cosas?

Este proceso de militarización no es nuevo. Históricamente cuando los pueblos se han levantado para reclamar sus derechos el Estado justifica paramilitarizar para garantizar la presencia de las transnacionales, atribuyendo hoy día la remanencia de terrorismo y narcotráfico. Y frente a eso es justamente la discusión: ¿Cómo enfrentar este nuevo reto que nos pone en perjuicio de nuestros derechos y de nuestra seguridad como organizaciones y movimientos sociales? En ese sentido creo que hay una gran tarea de incidencia y justamente los eventos que se vienen mayo, [Cumbre de los Pueblos 2008 en paralelo a la Cumbre de Presidentes y Jefes de Estado de la Unión Europea, América Latina y el Caribe en Lima], es donde pretendemos hacer presente que los movimientos sociales no vamos a ceder un paso frente a esta arremetida que vienen haciendo las transnacionales en todos los países.

Hoy el tiempo de Pachakutik se está cumpliendo, los pueblos nos estamos volviendo a juntar, los pueblos estamos levantando nuestra voz, los pueblos estamos poniendo nuestro color, nuestra cultura y nuestro pensamiento como alternativa a este modelo que se está implementando. En este sentido yo creo que [esta reunión de la Caoi en Buenos Aires] ha sido muy fructífera, ha sido un avance, donde estamos tomando en conjunto acciones a nivel internacional.



Miguel Palacín Quispe
Coordinador General de la Caoi
Ex presidente de Conacami

- Ante una situación adversa como la planteada en el Foro respecto de la militarización y el avance de las transnacionales, ¿cómo no empantanarse y dar el salto político hacia el cambio?

Con la lucha minera nosotros tenemos una rica experiencia aunque los contextos han cambiado. Frente a esto lo que hay que hacer es construir un poder, porque no resolverán los problemas ni los Estados, ni los políticos, ni mucho menos los estudios técnicos, la lucha es política. Nosotros hemos entendido eso: crear poder, sacar a las multinacionales desde las comunidades y siempre con una propuesta alternativa que está en los marcos legales internacionales como el Convenio 169 - que tenemos derecho a decidir el modelo de desarrollo que queremos, que previamente al ingreso de nuestros territorios tenemos que ser debidamente consultados. Hay mecanismos legales en cada uno de los países también par proteger los derechos de las poblaciones locales.

- Construir poder no es una tarea sencilla ya a nivel de las comunidades locales y se complica más a escala nacional. ¿Cómo es construir poder desde la Caoi?

Lo que hemos hecho a nivel local, de las comunidades que tienen organización propia, es capacitarlos en lo que corresponde a derechos fundamentalmente, a la forma en la toma de decisiones, a lo que es la práctica de las multinacionales y las políticas internacionales que vienen tras ellos con la imposición de un modelo económico extractivista. Eso es lo primero, lo segundo es la organización social articulada a otras en base al intercambio de experiencias, y, consecuentemente después de ello, formar una organización nacional, pero con pensamiento propio. De ahí hemos dado el siguiente paso: poder articularnos con los hermanos de América del Sur y las organizaciones.

- También asumen el desafío de la articulación a nivel continental.

Sí, estamos en ese camino. Nos toca el 2009 tener la articulación continental en toda América, el Abya Yala, por eso venimos coordinando con los pueblos indígenas de los Estados Unidos, México, Centroamérica, porque tenemos que ir fortaleciendo, porque también las multinacionales, la derecha y el neoliberalismo vienen trabajando mucho en socavar los casos exitosos que hemos tenido en nuestros pueblos con gobiernos alternativos, como en el caso de Evo Morales. Entonces, frente a eso hay que seguir construyendo un poder para cuidarnos, para proteger los avances que hemos tenido, sobre todo para construir esas mismas experiencias en los demás países, como el caso ahora que está Ecuador, luego será el Perú y así hay que seguir yendo a otros lados.

- ¿Qué balance hace de esta reunión en Buenos Aires?

Nosotros hacemos reuniones descentralizadas en cada país, hemos venido después de un año de habernos constituido como Coordinadora Andina, nos hemos propuesto hacer un taller con los hermanos de Onpia y demás organizaciones para ir trabajando el fortalecimiento. Hemos elaborado ya nuestro balance anual de actividades que hemos desarrollado, hemos planificado las siguientes y, sobre todo, queríamos también articularnos con los demás movimientos sociales. Yo creo que hemos iniciado un nuevo proceso interesante aquí, en el lado sur de América y sí, pues queremos ahora enviar a hermanos nuestros a hacer intercambio de experiencia a las propias comunidades y creo que a partir de ahí podremos articular mucho más nuestro proceso. Es importante ahora que de estos éxitos pasemos a trascender mucho más allá, a crear poder y ocupar los espacios del Estado que nos corresponden como pueblos también.


Jorge Ñancucheo
Vicepresidente de la Onpia

-¿Qué balance hacen de la situación de los pueblos originarios en el continente finalizada tras esta reunión de Caoi?

Desde la Onpia son varios los temas en evaluación. Existe un tema trascendental hoy en los movimientos indígenas en América, dadas las políticas que se están aplicando en algunos países, el caso de Venezuela, el caso de Ecuador o el caso del mismo hermano Evo Morales. La Caoi está teniendo participación en diferentes foros internacionales pero también ayudando en las asambleas constituyentes, en el caso del Ecuador, y en el caso de Bolivia, más o menos, no estamos muy metidos ya que no se ponen de acuerdo las organizaciones indígenas que pertenecen a la Coordinadora Andina. Yo creo que eso nos da a que nos replanteemos algunas cosas y eso lo vamos a terminar de reformular en la reunión próxima que se hace en Bolivia en los primeros días de diciembre. Pero también nosotros estamos haciendo un avance de coordinación con otros sectores sociales, con la Alianza Continental Social - ahí estamos participando a través de la Caoi - estamos haciendo una alianza para la próxima reunión de los gobiernos. Queremos que todos los frente sociales, las organizaciones sociales, hagamos la contracumbre en Lima para el 8 de mayo.

También estamos nosotros avanzando como organizaciones indígenas, presentando la criminalización por la protesta de los dirigentes indígenas o por las organizaciones indígenas a nivel continental. Formamos una delegación indígena que viajó hacia Europa para hacer la presentación de las criminalizaciones más trascendentales que se han dado en el continente por la lucha indígena, o sea, el caso de Colombia, Perú y Chile. El caso de Chile sabemos todos que un gobierno "democrático" como el de [Michelle] Bachelet todavía sigue manteniendo una Ley Antiterrorista como la del proceso de [Augusto] Pinochet. En el caso del Perú la cuestión emblemática es la lucha de nuestras comunidades y organizaciones contra las mineras y que hoy desde el gobierno de Alan García se está encarcelando y metiendo preso a dirigentes indígenas por estar reunidos, hoy dos dirigentes indígenas no pueden andar juntos porque los acusan de terroristas y van presos. Y en el caso de Colombia es que las organizaciones indígenas están cruzadas por dos fuegos, tienen el fuego de las FARC, de los paramilitares y del gobierno y están invadiendo los terriotorios de nuestras comunidades.

- ¿Por algún motivo en particular se eligió Buenos Aires para esta reunión?

No, le tocaba a Argentina dado que la Coordinadora Andina la componemos seis países y las diferentes reuniones se habían hecho en Perú, Colombia, Ecuador, Chile, ahora le tocaba a Argentina y la última se va a hacer en Bolivia.

- Si bien Onpia aspira a hacer una organización con fuerte presencia a nivel naiconal, hoy no tiene ese alcance. ¿Qué desafíos se le presentan ya que además de proyectarse hacia el interior de Argentina trabaja con otros pueblos desde la Caoi?

La expectativa es grande, yo creo que una cosa fundamental es armar cuadros de dirigentes jóvenes dentro de diferentes pueblos, de diferentes comunidades, para que hagan un trabajo organizativo en los diferentes territorios. La otra es que para Onpia es un desafío salir a buscar urgentemente recursos, porque si no tenés recursos no te podés mover, y si vos querés ser autónomo, si vos no querés depender del Estado, tenemos que salir a buscar recursos con organizaciones que realmente sean amigas y apoyen los proyectos que vos presentas. Y esa es una de las cuestiones que ha tenido inmovilizada la Onpia este año. Al no tener recursos no podés hacer reuniones, viajar y tener presencia en algunos fundamentales y estratégicos del país.

El nuevo desafío de Onpia es hacer esas conexiones con medios alternativos para que se difunda y llegue realmente a la gente que sabe del tema de la lucha de los pueblos indígenas, del tema campesino. La política de la Onpia es seguir creciendo, seguir difundiendo y poder llegar a ser de aquí a un tiempo más una organización realmente fuerte.

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