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LA TRATA DE PERSONAS ES MUY BUEN NEGOCIO
Por Alberto Ilieff -en Signos del Topo - Friday, Jun. 06, 2008 at 10:18 PM

La primera parte de un largo ensayo recopilatorio sobre la trata de personas en la Argentina y en el mundo. Alberto Ilieff es socio fundador de la Coalición Argentina contra la trata y tráfico de Personas y actual co-coordinador de la Red NO a la Trata


// Día a día se agravan las condiciones de vida en que se encuentran millones de mujeres, jóvenes, niñas y niños en el mundo (las víctimas directas, sus familias y allegados), esclavos "modernos" en situación de extrema indefensión, casi sin salida aparente, hundidos en la miseria al ritmo de la descomposición capitalista mundial.

Este importante ensayo, recopilatorio y para el análisis, ha sido publicado en primera instancia en forma privada en el foro de la Red No a la Trata [Argentina], en diciembre de 2007.

Constituye una herramienta fundamental para acceder a una visión global y pormenorizada de la problemática de la trata de personas a escala mundial, sus vínculos con los intereses privados, con las variadas formas de delincuencia organizada, con los Estados capitalistas y con sus poderes cómplices.

Signos del Topo se enorgullece de publicar íntegro (aunque en dos partes) este valioso trabajo, realizado con suma seriedad y responsabilidad. (•SdT) //


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La trata de personas es muy buen negocio





La presente es una recopilación de los principales datos aparecidos en algunas de las noticias periodísticas publicadas entre los meses de enero y setiembre de 2007.

Contienen un mínimo de elaboración, la necesaria para darle un contexto de significado y para colocar como figura central los datos económicos, de ahí que éstos hayan sido los que orientaran la elección de las noticias.

En algunas de las referencias se ha colocado, además de la dirección web, la fecha de publicación como un elemento indicativo.

Alguien podría objetar que por tratarse de una selección de noticias esta recopilación no resultaría confiable, pues los datos periodísticos no necesariamente implican rigor. Pero esto es relativo, dado que la mayoría de los datos publicados han sido tomados de documentos o suministrados por las organizaciones dedicadas al tema. Por otro lado, siendo la trata de personas una actividad netamente ilícita, con una enorme cifra negra, ni siquiera se puede tomar como referencia las denuncias policiales o judiciales, pues las personas en trata se hallan imposibilitadas de denunciar, y muchas de las que por sí mismas o por otros medios se han liberado, en general no radican denuncias. Es decir, en este tema no existen posibilidades de guarismos ni siquiera aproximados, siendo todos simples estimaciones. Por ello, a veces sucede que sobre un mismo aspecto difieren las cantidades enunciadas.

Un ejemplo significativo de esta dificultad aparece plasmado en el caso de la OEA, que no trabaja con estadísticas propias sino a partir de instancias como el Departamento de Estado de los Estados Unidos, de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Por este motivo las cifras son diferentes dado que resulta muy difícil conocer el número de víctimas. Por ejemplo, mientras que el Departamento de Estado habla de 600 mil a 800 mil víctimas en el mundo, la OIT eleva esta cantidad a 2 millones.

Alguien podrá notar que las noticias publicadas en la Argentina son las menos y esto es así en general y no responde a mi elección personal. Con relación al tema: trata de personas y sus modos de explotación, España y México encabezan las informaciones en circulación. Cuando alguna es publicada en nuestros medios, suele aparecer, con variaciones, en la mayoría de ellos y durante varios días.



También se podrá observar que en las notas periodísticas aparece confuso el uso de las palabras trata y tráfico, por lo que a veces es necesario leer con mucho cuidado para diferenciar una de otra. Esta dificultad seguramente obedece a la traducción pero también a que en la práctica en muchas oportunidades resulta muy difícil poder encasillar las conductas.

Como lo he dicho, esta recopilación no es casual, por el contrario es tendenciosa. No me alejo del argumento central que dice que la trata de personas es un tema netamente de derechos humanos y que desde esta perspectiva debe ser analizado. Simplemente busco llamar la atención al hecho de que mientras no exista una legislación precisa y una persecución real que ataquen las bases económicas de la trata de personas, difícilmente ésta podrá ser detenida.

Son imprescindibles la prédica y la educación en derechos humanos, pero sabemos que los cambios sociales son lentos y no siguen una línea recta. Mientras se espera que ese cambio llegue, podemos avanzar sobre las bases materiales que hacen posible, tentadora y muy redituable la trata de personas.

La finalidad última de la trata de personas es la explotación, fundamentalmente la explotación sexual y la laboral. Muchas veces este aspecto del delito tiende a quedar oculto, al centrarse el tema en las consideraciones legales o en la situación de las víctimas.

En todos los casos el móvil último de la explotación es la obtención de ganancias elevadas, lo que inserta y relaciona indeleblemente el tema con el sistema económico mundial, siendo esta inserción una de las causas principales de su estabilidad, crecimiento y globalidad. Esta condición es la que dificulta sobre todo el logro de un retroceso efectivo de la trata y explica la falta de voluntad política para actuar contra ella.

El enfatizar este punto de vista no significa reducir este complejo tema a la variable económica, sino hacer notar que además de las condiciones patriarcales, machistas, del modo en que la subjetividad de la mujer y el hombre son construidas, junto a los mitos y al imaginario social, es necesario también considerar el beneficio económico, pues éste aporta las bases materiales que se conjugan con los condicionamientos simbólicos.

La trata de personas, su explotación tanto sexual como laboral, la esclavitud y el servilismo, no pueden ser cabalmente entendidos si no se develan sus causas e implicaciones económicas y, a partir de éstas, sus ramificaciones impregnantes dentro de la comunidad y los gobiernos.

Los 32 mil millones de dólares que se supone son obtenidos anualmente por esta actividad criminal son suficientes para comprar voluntades, fijar políticas, hacer uso impune de la violencia y también financiar a algunos políticos, estudios académicos, artículos periodísticos y organizaciones pro legalización de la explotación.

Este dinero alcanza para que no se quiera ver los lugares de trabajo esclavo y para que se compre suficiente publicidad para convertir a los burdeles en lugares de placer, de esparcimiento y hasta de ejercicio de la libertad sexual, ocultando la explotación y denigración a la condición humana que en ellos se ejecuta, y a los centros agrarios o fabriles esclavistas como otra cara de la libertad de contratación.

Al hablar de ganancias no debemos perder de vista que las obtenidas mediante la explotación de la prostitución ajena son las mayoritarias, de ahí que el 90 % de las personas tratadas sean mujeres y niño/as con este destino.



Se debe tener presente que la esclavitud económica y sexual es una industria mundial muy lucrativa, controlada por poderosas organizaciones delictivas como la Yakuza, las Triadas y la Mafia. Por ejemplo, estos grupos amasan una cantidad estimada en 7.000 millones de dólares al año y utilizan tecnología electrónica para extender su red en los países desarrollados y en los países en desarrollo. [1]



El embajador de la República Checa en México da cuenta de la actividad de estos grupos delincuenciales organizados. Vladimir Eisenbruk, entrevistado en el marco del Primer Congreso de Seguridad, Narcotráfico y Delincuencia Organizada realizado en la ciudad mexicana de Monterrey, dijo que las mafias que trafican personas están enviando a México entre 200 y 300 mujeres checas cada año, para que trabajen como bailarinas en clubes nocturnos. Las mujeres llegan a través de España y dijo que la «mafia rusa» es una de las más activas en este tráfico de humanos.

Añadió que la mayoría de las víctimas pertenecen a la región de Moravia y que son mujeres a las que engañan con la promesa de darles empleo.

«Las mafias que trafican con seres humanos encontraron un nuevo mercado con la caída del muro que separaba Europa del este con occidente».

Eva Kousalova, directora de Seguridad del Gobierno de la República Checa, mencionó que las mafias checas están colaborando con la delincuencia organizada en el tráfico de personas, sobre todo de Rumania. [2]





Complicidad gubernamental



Miles de personas —sobre todo mujeres, niñas y niños— son engañadas, secuestradas, sometidas a explotación, trasladadas de una región a otra, expuestas públicamente en los prostíbulos legalmente prohibidos del país, sometidos en las tareas agrícolas así como en talleres y fábricas por todos conocidos. Aún con las muy severas restricciones que los países desarrollados actualmente imponen para el ingreso a sus territorios, las mismas son trasladadas internacionalmente, incluso de un continente a otro, víctimas en cantidades capaces de exceder cualquier fantasía. Todo esto no les sería posible a las organizaciones criminales sin la participación activa de algunos funcionarios gubernamentales y sin la vista gorda de muchos otros. [3]

Citemos como ejemplo el siguiente: «Un estudio preliminar de la Secretaría Ejecutiva de la Comisión Interamericana, indicó que desde América Latina a Japón, en un solo año, fueron traficadas 1.700 mujeres, y todas fueron a parar al sector espectáculo, donde las dedican a la explotación sexual... (...) en su mayoría eran mujeres procedentes de Colombia, Brasil, México, Perú y Bolivia». [4]



«.... factor que hace el negocio del sexo cualitativamente diferente hoy es que la prostitución no es ya la simple consecuencia de sobrevivir o conseguir ganancias materiales para mujeres desfavorecidas; es una estrategia escogida por algunos países para sobrevivir y desarrollarse. No es coincidencia que la mayoría de los países que optan a conseguir su desarrollo nacional alentando la industria del sexo directa o indirectamente sean pobres del tercer mundo y vagamente industrializados.» [5] (la cursiva es mía)



Es evidente que para que las redes de trata puedan operar en todo el país e incluso internacionalmente con tal movilidad e impunidad, necesitan de protección en todo el proceso por parte de policías, custodios de fronteras, funcionarios municipales, jueces, fiscales, diputados, senadores.

Como ejemplo podemos citar la investigación llevada adelante en la provincia argentina de Río Negro por la desaparición de la adolescente de 16 años Otoño Uriarte, en la que se comprobó mediante escuchas telefónicas que dos policías, el oficial César Cayumil y el subcomisario Moisés Rodríguez, tenían vinculación con un prostíbulo. Desde el burdel solicitaban al subcomisario «fichar» a una adolescente de 15 años. Hasta la fecha este hecho no ha sido investigado.



En este sentido, veamos lo que dijo el defensor del Pueblo de la Nación, Eduardo Mondino, durante la «Primera Jornada Internacional sobre Trata y Tráfico de Personas» desarrollada en Mar del Plata. Manifestó que la Argentina alberga «zonas liberadas donde campea la impunidad» para los delincuentes que practican la trata de personas, fundamentalmente centrada en la «compra» de mujeres que son sometidas a regímenes de esclavitud sexual; estos delitos cuentan con la complicidad de las autoridades.

Según cifras de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), se estima que en este negocio ilegal «participan directa o indirectamente, cerca de 500 mil personas en nuestro país», añadió Mondino.

«Por acción o por omisión, el Estado es negligente, cuando no cómplice, y su inacción frente a los operadores y las redes que generan y facilitan estas acciones es inadmisible. Renunciar al tratamiento adecuado de estos delitos equivale a contribuir a la consolidación de aquellas ´zonas liberadas´ dentro de las cuales se sigue consumando uno de los delitos más aberrantes». [6]



Esta complicidad deja de ser individual para volverse estructural; integra el engranaje mismo de los gobiernos cuando éstos obtienen réditos para su funcionamiento de la trata de personas y de sus formas de explotación, como por ejemplo la prostitución. De este modo, el propio sistema democrático se pervierte cuando para el funcionamiento de los partidos políticos y para las campañas electorales, se recurre al dinero que aporta la prostitución. Esta corrupción penetra en gran parte de los estratos de gobierno, aun en aquellos encargados de hacer cumplir la ley: una joven secuestrada y sometida a prostitución al ser rescatada y conducida a declarar ante un Juzgado se negó a hacerlo al reconocer al juez como uno de sus «clientes» habituales.

Esta corrupción que lleva a la pérdida de calidad de las instituciones democráticas es sumamente grave, porque conduce a la supresión de uno de sus principios básicos: la igualdad ante la ley, pues la aceptación de la prostitución como de cualquier otro tipo de explotación, y por ende de la trata, implica la aceptación de un sistema de desigualdad, de sometimiento, creando espacios donde la ley no llega. Además, abre la puerta a una serie de otros delitos, ya que es sabido que las organizaciones criminales, al mismo tiempo que tratan personas y las explotan, también trafican armas, drogas, cometen homicidios, secuestros y extorsiones.



En el siguiente párrafo Alison Phinney se refiere a la trata con fines sexuales, pero el sentido vale para cualquier otra forma:

«Las leyes nacionales e internacionales brillan por su ausencia o son insuficientes; donde hay leyes, las pautas de las sentencias no brindan disuasivos. Contribuye considerablemente a la impunidad real y supuesta la corrupción de los funcionarios policiales y de inmigración que coluden, aceptan sobornos o «miran para otro lado». Quizá los gobiernos no promueven directamente el tráfico, pero pueden mostrarse vacilantes para reprimirlo enérgicamente porque el comercio sexual es sumamente lucrativo y está vinculado con otros sectores, como el turismo». [7]





Trata y sistema económico



La trata de personas es consustancial con el sistema económico, no sólo en cuanto al financiamiento de las policías locales, también como «contribuciones» son un suplemento para los empleados y funcionarios públicos que deben ejercer control, igualmente como «colaboración» con algunos partidos políticos, sino también a niveles económicos mucho más importantes. La escala parte desde el simple policía que recibe un trago y un «servicio» gratis, y sigue ascendiendo hasta los niveles más altos.

El dinero obtenido por las organizaciones delictivas necesariamente circula, aceita y dispone de poderes para su uso propio, y revierte en otros negocios ilícitos y lícitos, por lo que es volcado al mercado mundial.



Es conocido que hay países que no sólo se hacen los disimulados, sino que participan activamente en la exportación de carne humana, ya sea por medio de la trata o del tráfico, porque ello le significa una enorme entrada de dinero por las remesas que desde el exterior son remitidas. [8]

Esto implica un desahogo importante para los sectores de menores recursos –aquellos que han aportado sus hijas, hermanas y hermanos– y, económicamente, un descenso en el cómputo del nivel de pobreza. De este modo los gobiernos ven mejorada la situación económica de algunos y aumentan el ingreso de divisas desde el exterior sin necesidad de actuar y buscar soluciones para las causas que favorecen la exportación humana.



Aún cuando hablemos de tráfico el esquema se mantiene. De acuerdo con un estudio hecho por la Asociación Guaraní de Cooperación Paraguay-España y presentado el lº de agosto de 2007, la colectividad paraguaya en España creció 4.000 % en los últimos 6 años. Otro dato digno de resaltar es que siete de cada diez paraguayos que están registrados en ese país son mujeres.

Mientras que los hombres a los pocos meses de estar en España dejan de mandar dinero a su familia, las mujeres lo siguen haciendo y mantienen el vínculo.

En este ejemplo vemos el cruce de dos variables, la búsqueda de una mejora económica por un lado, y el género por el otro.

En nuestros países latinoamericanos parecería que la carga por la subsistencia familiar se halla bajo responsabilidad de la mujer y que ésta es usada como variable, fusible y materia para exportar.



Otro ejemplo de la importancia del dinero que es enviado desde el exterior a las familias es el de El Salvador, uno de los países con mayor desigualdad de ingresos.

«Las remesas familiares de salvadoreños en el exterior, principalmente de los que residen en Estados Unidos, han catapultado hacia el bienestar económico a miles de familias rurales a las que el Estado les había negado por siglos acceso a educación y servicios básicos, revela un informe del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).»

Estos giros el pasado año alcanzaron la cifra de más de 3 millones de dólares, con lo que han logrado reducir «de manera directa» la pobreza; medio millón de personas «vivirían en situación de extrema pobreza si no recibieran remesas».

Hay que tener en cuenta que de acuerdo con datos oficiales, más de tres millones de salvadoreños han salido del país, primero por la guerra civil que vivió entre 1980 y 1992, y luego por la crisis económica y el desempleo. Sólo en los Estados Unidos viven 2.8 millones de emigrantes de este país. [9]



Las divisas que por este medio llegan a los países empobrecidos no son pocas; según datos del Fondo Multilateral de Inversiones (FOMIN) del Banco Interamericano de Desarrollo, los y las inmigrantes latinoamericanos enviaron unos 3.700 millones de euros (alrededor de 5.000 millones de dólares) únicamente desde España a sus países de origen durante el 2006. De mantenerse estas tendencias económicas y demográficas, para el 2010 las remesas desde ese país a América Latina podrían rondar los 5.000 millones de euros (unos 7.000 millones de dólares) anuales. [10]

En el caso de la trata ya desde el comienzo mismo de la captación hasta el final de la venta y explotación, circula dinero negro que favorece el enriquecimiento de algunos, la supervivencia de otros y el movimiento económico general.

Tengamos presente que se calcula que la trata de personas aproximadamente ronda en alrededor de 32 mil millones de dólares, unos 10 mil millones se derivan de la «venta» inicial de individuos y el remanente representa las ganancias estimadas de las actividades o las mercaderías producidas por las víctimas.



A partir de la implementación global de los principios neoliberales referidos al trabajo, precarizándolo, haciendo perder los beneficios y sistemas de protección de los trabajadores, priorizando de manera superlativa la ganancia, la puesta del capital a los efectos especulativos y no productivos, haciendo que el trabajador y su salario sean sistemáticamente convertidos en variable y devaluados, se ha logrado llegar a verdaderos sistemas de explotación legal. La elevación a principio rector supremo de la ecuación costo-beneficio, la fundamentación «negocios son negocios», el avance de la ideología empresarial que todo lo vuelve «gerenciable» (ya fuere el Estado mismo, la educación o la salud) explican por qué los distintos modos de exclusión y explotación incluida la trata de personas, prosperan geométricamente.



La trata de personas continúa el mismo esquema liberal y colonialista de las mercaderías, o sea la división del mundo entre productores y consumidores. Los países que fueran colonizados o los llamados en «vías de desarrollo» han sido los proveedores de mano de obra y materias primas para el goce de los países desarrollados.

Nuestras mujeres, niñas, niños y hombres siguen esta ruta. Internamente son llevados de las zonas más pobres de nuestras provincias a aquellas más ricas, internacionalmente de los países subdesarrollados a los desarrollados. [11]





Trata, prostitución, impuestos, o El Estado proxeneta



En mayo de 2007 en una nota publicada por el diario Die Welt y distribuida por la agencia Reuters, el economista de la Universidad de Erlangen-Nuremberg, Richard Reichel, autor del estudio «Prostitución - el factor económico no reconocido», estimó que las mujeres en situación de prostitución generan en Alemania cerca de 7.000 millones de euros por año.

La dificultad, según este autor, es que no existe en ese país un sistema más eficiente para lograr que las prostitutas paguen impuestos, dado que la gran mayoría no lo hace. Considera que la mayor parte de la mujeres en prostitución están en burdeles clandestinos o no declaran ingresos, por lo que pocas son las que cumplen con el erario público.

De poder modificarse esta situación la recaudación impositiva de Alemania podría aumentar en 1.400 millones de euros al año.

La nota concluye: «Cuando las ciudades de Colonia y Berlín introdujeron una tasa diaria de impuestos sobre los ingresos de las prostitutas, la recaudación tributaria aumentó», por lo que «el ministro de Finanzas, Peer Steinbrueck, deslizó recientemente la idea de una tasa plana impositiva diaria a nivel nacional para las prostitutas». [12]



Algo similar con relación a los impuestos ha sido considerado en la República Checa .

Se calcula que a más de 300 millones de euros al año ascienden las ganancias obtenidas por la prostitución en ese país, lo que sobrepasa la alcanzada por el negocio ilegal de la droga.

En éste, como en la gran mayoría de los países, no existen cifras confiables sobre el número de personas sometidas a la prostitución. En declaraciones al diario Pravo la asociación «Placer sin Riesgos», estima que podría tratarse de 12.000 individuos, sin embargo otras organizaciones llegan a hablar de 30.000 personas.

Pravo ha logrado establecer que unas 6.000 de estas mujeres son ofrecidas dentro de alguno de los 800 clubes que hay en el país.

Las ganancias pueden diferir enormemente, desde 3.000 euros por noche para una mujer en explotación «de lujo», descendiendo hasta apenas unos cuatro euros.



De la evaluación de las ganancias globales ha surgido la inquietud por los impuestos que el Estado deja de percibir por concepto de este tipo de explotación.

Según cifras obtenidas también por el diario Pravo, los estimativos para el año 2004 indicaban que, de aprobarse una iniciativa de reglamentación tributaria de la prostitución, podrán entrar al erario público por este concepto unos 540 millones de coronas, equivalentes a unos 19 millones de euros.

El Ministerio del Interior redactó un proyecto de ley en este sentido, el que no prosperó dada la oposición de algunos sectores políticos y porque no se tenía en claro «cómo se contabilizarían determinados costos de suministros, como vestuario, maquillaje y preservativos, señala Pravo. Cualquier falencia en la redacción de una ley semejante podría representar para el Estado una avalancha de demandas». [13]






La trata para explotación sexual como negocio seguro



Al hablar de ganancias debemos considerar que las obtenidas mediante la explotación de la prostitución ajena son las mayoritarias, de ahí que el 90 % de las personas tratadas sean mujeres y niño/as con este destino.

El convenio contra la Trata de Personas y la explotación de la Prostitución Ajena de Naciones Unidas de 1949 fue la consolidación a nivel internacional de trabajos e investigaciones previas que dieron por comprobado que la trata de personas y la prostitución son dos caras de la misma moneda.

La situación hasta la fecha no ha variado; dadas las condiciones actuales, una no podría existir sin la otra, al menos en la magnitud hoy conocida.



En términos generales la prostitución es un negocio seguro y de enormes ganancias. En el Seminario Internacional de Prevención y Sanción a la Trata de Personas, realizado en México el corriente año, el representante de la Organización Mundial del Trabajo (OIT), Roger Plant, dijo que el comercio sexual genera 19 mil millones de dólares anuales. [14]



Solidaridad.net (2007) estima que los españoles gastan 50 millones de euros diarios en prostitución. Se calcula que en España hay unas 300.000 prostitutas y que los proxenetas obtienen unos 110.000 euros al año por mujer.

Tengamos en cuenta que según esta misma publicación, en España estas cantidades son recaudadas en 4.895 prostíbulos; habría que hacer un cálculo de lo que puede suceder en nuestros países latinoamericanos.



Cualquier otra actividad ilegal, más allá de los riesgos que conlleva precisamente por ser ilegal y además del dinero que necesariamente debe circular en ámbitos oficiales para no ser descubierta, implica otro gastos. Éstos son los propios del tipo de mercadería que se quiera vender. En el caso de la droga puede ser la siembra, recolección, traslado, elaboración en laboratorios, traslado a los lugares de venta; en el caso del tráfico de armas el esquema es similar. En la trata de personas todo esto aparece minimizado, la persona ya está «hecha», existe, basta encontrarla, tomarla y comercializarla. Cada persona tratada puede tener un período de vida útil de alrededor de 10 -15 años, período en el cual sigue produciendo beneficios.

En el peor de los casos la pérdida es mínima, porque el costo lo es; en la Argentina, según el último informe de OIM, una mujer puede ser comprada en cifras que van de los 150 a los 5.000 pesos (es decir: entre 50 y 1.600 dólares); comparado esto con el cálculo de 1.000 dólares mensuales que se supone cada una arroja como ganancia, vemos que el riesgo económico para tratantes y proxenetas es sumamente escaso.



Este dinero da a las organizaciones delictivas transnacionales un poder suficiente para mantener su movilidad e impunidad: «Un montón de datos en diversos lugares del mundo atestiguan el hecho de que el negocio del sexo no es sólo un negocio trasnacional, sino un negocio que ocupa un puesto de privilegio entre los negocios industriales más lucrativos», dice Jyoti Sangera, y agrega :

«Este movimiento se ve facilitado y negociado a través de estructuras que se mueven tanto en la clandestinidad como de forma oficial. Esta característica especial, nominalmente, la naturaleza clandestina y oficial de la industria sexual trasnacionalizada se debe a su tremenda fuerza y su poderoso sustento. Una combinación de lo legal y lo ilegal le da a la industria sexual márgenes de beneficio astronómicos.

Según diversas informaciones, los beneficios materiales que acumulan los dirigentes de la industria sexual igualan en la actualidad los que se le suponen al negocio clandestino global de armas y narcóticos. La industria trasnacional del sexo busca más allá la forma de fortalecerse y expandirse a través de negociar fusiones con otros negocios multinacionales tal es como la industria del turismo, el sector del entretenimiento, la industria de los viajes y transportes, los intereses mediáticos internacionales, la industria clandestina de los narcóticos y el crimen organizado…» [15]



Esta movilidad y poder la convierte en un importante factor de poder a través de la corrupción de funcionarios o por medio del sostenimiento de aparatos políticos. En enero del corriente año apareció una noticia un tanto graciosa que pone en evidencia este hecho. Recordemos que en este país, por ley, están prohibidos los prostíbulos y condenado el proxenetismo. La noticia da cuenta de dos ladrones que ingresaron a un prostíbulo:

«Los hampones llegaron al burdel... pero no contaron con que la madama accionara la alarma intercomunicada con la policía. Minutos después agentes del Comando Radioeléctrico llegaron al lugar y apresaron a los dos hombres que estaban armados con pistolas automáticas.» (cursiva mía) [16]



Dentro de esta ideología los gobiernos han visto en la reglamentación de la prostitución una veta para obtener mayores ingresos, esto es, convertir una de las modalidades de explotación en «trabajo», y a los ahora criminales que la rodean y provocan en «industriales» . Esto implica con toda claridad un avance del desinterés del Estado con relación a los ciudadanos, su salud y bienestar, y una mayor apuesta que busca consolidar e incrementar las bases y circuitos económicos. De esta manera se cumple el ideario básico neoliberal en que el Estado no está para proteger sino solamente para intervenir cuando la ley de oferta y demanda no juega libremente, en términos criollos: está para ayudar a los negocios.

Aún más, esta complicidad también busca favorecer al crimen organizado en la medida en que les abre una conocida posibilidad para el lavado de dinero. A través de los grandes prostíbulos, ahora convertidos en negocio «blanco», es posible hacer pasar enormes cantidades de dinero logrando así su legalización.

Paralelamente implica para el gobierno un mayor ingreso al ampliar la base para la aplicación de las diferentes cargas impositivas.

Quienes argumentan en este sentido piensan que la reglamentación, el aumento de la base impositiva, hará aumentar el cálculo del producto bruto interno (PBI), lo que favorecerá que algunos países se vean enriquecidos.



Tengamos en cuenta que este lucrativo negocio ha llegado a un punto en que hasta cotiza en la Bolsa. Las terminales de explotación sexual —burdeles— también pueden cotizar en la Bolsa, como el caso del australiano Daily Planet, con sede en Melbourne, en el que son prostituidas entre 100 y 150 mujeres. Abierto en la década de los setenta y legalizado en los ochenta, salió a Bolsa en 2003 y en su primer día las acciones duplicaron su precio. [17]





Fuera de la calle



En los principales países europeos, sobre todo en España, donde la prostitución tiene un estatus cuasi reglamentario, pasando por México, Perú, y esporádicamente en la Argentina con diversos intentos, existe un fuerte movimiento que busca que la explotación sexual sea quitada de la vía pública.

Entiéndase bien, no se trata de movimientos abolicionistas que buscan que la explotación sexual termine eliminando las causas que la provocan; no reclaman por mejores condiciones de vida que saquen a las personas de esta situación. Es un reiterado pedido de vecinos y entidades, quienes esgrimen diversos argumentos (estéticos, protección a la infancia, seguridad, etc) para que la prostitución sea eliminada únicamente de las calles.

En la ciudad de Buenos Aires hubo un fuerte movimiento, especialmente impulsado por los llamados «vecinos de Palermo» (uno de los barrios donde se desarrollaba la prostitución en calle) los que junto a partidos políticos de derecha lograron que las personas en prostitución (especialmente personas trans) fueran prohibidas en el lugar. Esto se reflejó en el llamado Código Contravencional que prohíbe el ejercicio de la prostitución a menos de 200 metros de lugares habitados, escuelas o templos. Las personas en prostitución se trasladaron al llamado «Rosedal», una zona en los bosques de Palermo. De improviso la opinión pública nuevamente se vio atenazada periodísticamente ahora solicitando que tampoco se desarrollara esta actividad allí.

Detrás de todo esto, aun cuando los vecinos no estén al tanto, se hallan grupos económicos que buscan su propio beneficio, pues la finalidad última, reitero, no es la abolición de la prostitución, sino sacarla de la vía pública y llevarla al interior de locales o departamentos, lo que significa incentivar varios negocios.

Esto favorece en primer lugar

- al gobierno, dado que podrá mostrar, como una marca de eficacia y progreso, las calles sin prostitución; por otro lado habrá logrado fijar a las personas quitando la movilidad y el anonimato que la vía pública les brinda, lo que le abre camino para seguir avanzando hacia la reglamentación;

- al proxenetismo, pues sus ganancias aumentan al tener en un único espacio y bajo estricto control a sus «chicas», pudiendo ofrecer allí también a menores y ocultar sin riesgo a las tratadas; disminuyen los gastos para controlarlas y no se corre riesgo con los clientes cuando las llevan a un albergue transitorio. Un local o departamento permite funcionar las 24 horas todos los días del año, aun con muy mal tiempo;

- a los periódicos que ven incrementados sus avisos y por ende sus ganancias;

- se mueve el negocio inmobiliario al ser requeridas más propiedades pagando un alquiler elevado.



Veamos qué dicen las interesadas:

«El discurso de quienes dicen, como el legislador Enríquez, que la prostitución debe ejercerse en lugares privados (¿departamentos privados?), y alejarse de la calle, esconde las consecuencias que eso tiene: la prostitución ejercida en espacios privados es el negocio de la esclavitud y la trata de personas, que regentean los mismos sectores que piden represión en nombre de ‘‘la moral y las buenas costumbres’’. ¿O usted no sabe quiénes son los dueños de esos departamentos?». [18]





El negocio diario



El 30 de abril de 2007 fue publicada una noticia que da cuenta de una nota de la revista Capital de España [19]. En ella se muestra que en los principales diarios de información general de ese país más del 60% de los avisos clasificados son de contactos sexuales y prostitución, lo que para algunos rotativos significa un negocio millonario.

Como ejemplo aparece El País, que es el periódico más leído de España, como el que más recauda en concepto de anuncios dedicados a la prostitución. Según la revista Capital, recauda unos 13.000 euros al día por la publicación de este tipo de anuncios, lo que supone cinco millones de euros anuales.

Según esta misma nota, El País publica cerca de 800-900 anuncios diarios de este tipo, El Mundo unos 800, El Periódico 600, La Vanguardia 500, ABC 400 y La Razón 250.

El Congreso de Diputados ha solicitado a los medios de comunicación que no reciban anuncios sobre prostitución, pero con este volumen de negocio va a ser muy difícil que los medios acepten estas recomendaciones.

El periódico gratuito 20 minutos ha sido el primero, y hasta ahora el único, en cumplir con esta sugerencia.



Los negocios se entrelazan. Una noticia publicada en mayo del corriente año devela este entramado [20]. La asociación de «trabajadoras sexuales» peruana «manifestó que la prostitución callejera aumentará si dan luz verde al proyecto de ley que prohíbe la difusión de avisos sexuales en los medios de comunicación». Esto no carece de lógica, ya que la mujer en la calle es vista por todos, mientras que la prostitución que se ejerce a puerta cerrada requiere de publicidad.





Turismo sexual



El turismo sexual es otra de las finalidades de la trata de personas, otra forma de prostitución que es un provechoso negocio para delincuentes y gobiernos.

Mientras que la trata con fines de explotación sexual implica el transporte de mujeres y niños, por lo general de lugares pobres o países pobres, para satisfacer la demanda de los consumidores de prostitución en países desarrollados. En el turismo sexual sucede inversamente; son los clientes de la prostitución quienes viajan a los países pobres para satisfacer su deseo de sexo con mujeres y niños.

En ambos casos el denominador común es la demanda por parte de personas con capacidad económica de países ricos, y las víctimas son mujeres, hombres jóvenes, niños y niñas de países pobres.

«Para nivelar su cuenta de pagos y deudas, innumerables países de Asia, Latinoamérica y África han sido alentados por organizaciones internacionales tales como el Banco Mundial o el Fondo Monetario Internacional a desarrollar su turismo y sus industrias del entretenimiento. Enormes cantidades de préstamos se han adelantado a dichos países a través de esas organizaciones.

Tailandia, Filipinas, Nepal, Sri Lanka, México, Chile o Guatemala, por nombrar sólo unos cuantos, han sido motivados activamente a desarrollar su sector turístico. En cada uno de esos sitios (en algunos más que en otros), el florecimiento del turismo y la industria del ocio, sin excepción, ha incorporado y focalizado el desarrollo desproporcionado el negocio del sexo hacia toda una industria.» [21]

Para nuestros países subdesarrollados y ricos en belleza natural, el turismo representa una fuente de ingreso de divisas y un atractivo para la inversión internacional.

Del mismo modo que se promueve lo étnico, las comidas, la música, como otras alternativas los paisajes, también se promueve como una forma de entretenimiento el comercio sexual

A todo esto ayuda la pornografía, pues promueve el turismo sexual al incentivar o recrear mitos en torno a ciertos estereotipos, como la fogosidad de las latinas, la sumisión de las asiáticas, etc.

Alison Phinney nos dice que: «Las agencias dedicadas al turismo del sexo, cuyos clientes son varones de origen caucásico, anuncian a las mujeres latinoamericanas como dependientes, eróticas y poseídas por un frenesí sexual... (...) Por ejemplo, se ofrece las mujeres brasileñas como seres de piel oscura, fáciles y disponibles, propaganda que refuerza los estereotipos racistas y colonialistas.» [22]



El turismo sexual constituye un componente creciente de la industria sexual global que se calcula en 4 mil millones de dólares al año (U$S 4.000.000.000).

Alrededor de esta actividad se despliega una serie de actividades conexas dispuestas para facilitar al extranjero el acceso al tipo de sexualidad que desea: guías turísticas, personas en prostitución, casas de visita no oficiales, prostíbulos de diferentes niveles, casas de masajes, medios de transporte, etc.



Es en este tipo de turismo en el que se ve claramente la participación activa de los gobiernos, dado que son estos mismos en muchos casos los que promocionan que sus países se conviertan en destinos para el turismo sexual a fin de revitalizar sus economías.

Un ejemplo característico es el Sudeste Asiático. En países como Indonesia, Malasia, Filipinas y Tailandia la prostitución ha alcanzado las dimensiones de un pujante sector comercial, que emplea directa e indirectamente a millones de trabajadores y aporta una contribución significativa a los ingresos nacionales de los países.

Según algunas estimaciones, en estos países se dedica a la prostitución entre el 0,25 y el 1,5 % de la población femenina total.

Un buen ejemplo es Tailandia, un país que acoge anualmente a medio millón de turistas sexuales.

Las actividades relacionadas, como por ejemplo los numerosos bares, hoteles, salas de espectáculos y agencias de turismo, dan empleo a varios millones más de trabajadores.



Nuestra América está avanzando rápidamente en este sentido. Un estudio realizado por la socióloga Megan Rivers y citado en una nota de Prensa Libre [23], en Costa Rica existe una industria del turismo sexual fuerte, grande y más organizada que en el resto de países de Centroamérica, siendo concurrida especialmente por norteamericanos.

México es considerado como el principal destino del turismo sexual en toda Latinoamérica, de acuerdo al Informe Global de Monitoreo de la Red de Organizaciones Trabajando para la Eliminación de la Explotación Sexual Comercial de Niños, Niñas y Adolescentes.

Se ofrecen por Internet paquetes turísticos que incluyen el abuso sexual de menores. La mayor parte de los clientes son de Estados Unidos, Inglaterra, Holanda, Alemania, Canadá, Italia y Suiza.

De este modo, grandes sectores de la población sumidos en la miseria logran su supervivencia por el dinero que reciben de sus hijas en situación de prostitución; o por el doble beneficio que directamente obtienen al vender a las jóvenes para esta esclavitud: sacan una boca que alimentar del grupo familiar y reciben algún dinero.





Pornografía



Otra forma de prostitución, de compra o alquiler de un cuerpo con fines sexuales, es la pornografía. La pornografía mueve cada año alrededor de 60.000 millones de euros en el mundo y tiene unos 250 millones de consumidores, según datos de la revista Forbes. Con su amplio escaparate, la industria del cine y el vídeo es una de las que mayores beneficios obtiene dentro del mercado del sexo.

Este negocio se ve favorecido por Internet, donde existen más de 300 millones de páginas dedicadas a contenidos sexuales.



El beneficio económico que se obtiene por medio de la pornografía la ha convertido en una industria pujante.

Hoy en día es un negocio que mueve más dinero que los principales eventos deportivos de Estados Unidos y recauda más que la producción de películas convencionales de Hollywood.

Se estima que en ese país su contribución anual oscila entre 12 mil y 20 mil millones de dólares. En el mundo entero produce unos 57 mil millones de dólares.

Su importancia es tal que aparece en la cresta de las innovaciones y define la utilización de nuevas tecnologías, lo cual revierte en su crecimiento; por ejemplo, ayudó a definir el dominio de las cintas de vídeo VHS sobre el sistema Beta. También tuvo un papel importante en el desarrollo de vídeo a través de la Internet y ahora es pionera de los vídeos en teléfonos móviles.

Ha mejorado sus sistemas de distribución que le ha permitido bajar costos. Lo que explica cómo se pueden filmar unas doscientas películas a la semana en Estados Unidos.

Otros datos indican que en ese país se ruedan cada año 13.000 películas porno, y en Europa, unas 1.500. En España, durante 2004, el Ministerio de Cultura clasificó 1.198 títulos como «X», lo que supone un 28 por ciento del total de las películas exhibidas en los cines de nuestra geografía, frente al 41 por ciento de las catalogadas como «para todos los públicos».

La recaudación de las salas X españolas ascendió a casi un millón de euros (963.991). Estos cines tuvieron 314.309 espectadores, concentrados en su mayoría en Madrid y Valencia. [24]



Pero donde más se ha disparado el consumo de pornografía en los últimos años es en Internet, donde existen más de 300 millones de páginas dedicadas a contenidos sexuales.

Los internautas españoles son aficionados a las páginas de contenido sexual. Así lo revela un informe realizado por Retevisión, que afirma que hasta un 38 por ciento de los ciudadanos navega por webs de contenido pornográfico.

Un hecho que demuestra las enormes cifras que se mueven por la pornografía en internet es la venta del dominio porn.com.

Fue uno de los montos más altos que se pagaron en la historia, detrás del valor que alcanzó sex.com el año pasado (2006) en u$s14 millones. Este año el dominio porn.com fue vendido en u$s9 millones.

Este precio es posible porque esta dirección es visitada por millones de personas y por ende no necesita publicidad alguna.



En esta modalidad comercial aparece muy claramente distinguido el papel que juega la demanda: «el 12% de los sitios web son pornográficos, que el 25% de las búsquedas en internet son acerca de porno y que el 35% de las descargas se relacionan con el tema. Es más, cada segundo, 28.258 personas están viendo porno, cada día nacen 266 nuevas webs del tema y por segundo se gastan u$s89 en pornografía».



El negocio se halla presente tanto de un lado como del otro, tanto del lado de los sitios de pornografía como de las empresas dedicadas a combatirlos.

Un ejemplo es el de Australia: el gobierno invertirá 162 millones de dólares en el proyecto Netalert, un software de control de Internet para las familias, también invertirá en el seguimiento y la localización de los llamados «predadores online».



Por el otro lado, se estima que las temáticas pornográficas originan alrededor de 2.840 millones de dólares por año, representando evidentemente uno de los motores económicos de Internet.



Incluso algunas empresas cotizan en la Bolsa, como por ejemplo Private, que lo hace en el Nasdaq estadounidense.

Private no produce los contenidos que vende, sino que los compra especialmente en Brasil y en República Checa y luego los comercializa en diferentes formatos. Se dedica a la pornografía «hard», o sea dura.

Esta empresa tiene establecida su base de operaciones en la población catalana de Sant Cugat del Vallés, lo cual muestra con claridad el carácter transnacional de estas actividades.





Explotación laboral



Al hablar de millones de dólares, de delito transnacional, de organizaciones criminales, de participación gubernamental, nos puede llevar a creer que todo esto sucede en niveles que nos exceden o en algún punto desconocido del planeta. Al contrario, la captación de víctimas, su comercialización y explotación ocurre a nuestro lado. En este capítulo no puede quedar afuera la llamada explotación laboral.

En la Argentina, por ejemplo, la industria textil en negro, constituida por infinidad de talleres no legalmente reconocidos y dedicados a la confección de ropa de primera marca, hacen que estas marcas –aún vendiendo a precios dolarizados– obtengan una mayor ganancia al tener en la producción trabajadores esclavos, entre los que también se encuentran niños, reduciendo notoriamente sus costos.

El 30 de julio de2007 el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y la Defensoría del Pueblo de la Ciudad presentaron dos denuncias penales contra las marcas Puma, Fila, Topper, Le Coq Sportif y Arena por considerar que las mismas confeccionan sus prendas de vestir en talleres textiles clandestinos donde se tendrían obreros en explotación e incluso algunos víctimas de trata; ya habían sido denunciadas Kosiuko el año pasado, Cheeky a mediados de enero y SOHO en marzo.

Paralelamente, la confección de prendas de vestir imitación de las marcas reconocidas permite que aquellos sectores poblacionales que no tienen acceso a ellas por su elevado costo, puedan adquirir sus copias, que aunque de menor calidad, pueden ser lucidas creando la ilusión de una menor diferencia entre las clases a la par que crea y fomenta el hábito consumista.

Desde el punto de vista económico, el trabajo en negro y el trabajo esclavo implican un fuerte movilizador de la economía y multiplicador de ganancias para las empresas.

Los sucesos ocurridos en los talleres textiles de la ciudad de Buenos Aires mostraron cómo no son los pequeños productores los que para hacer competitiva sus productos recurren al trabajo esclavo, sino que son las marcas reconocidas, aquellas que cotizan sus productos a precio dólar, las que sostienen este sistema de esclavitud. Es decir, son las grandes corporaciones económicas las que usufructúan los beneficios de la explotación infantil.

Paralelamente en la medida en que esta situación favorece a los mercados, sobre todo a la posibilidad de que marcas extranjeras «inviertan» en nuestros países latinoamericanos, los Estados nacionales están dispuestos a «no darse cuenta» de esta explotación.



Más allá de las consideraciones morales y el significado que podría implicar, téngase en cuenta que en la trata el bien más barato es la persona, pero es precisamente ésta la que le proporcionará enormes ganancias al explotador. Prestemos atención en la siguiente noticia el precio pagado por una persona y pongámoslo en relación con lo que puede costar una prenda de vestir o cualquier otro producto producido por la misma. En el Norte de Texas, Estados Unidos, las autoridades federales detectaron a personas que son forzadas a trabajar jornadas de 10 a 14 horas y a recibir un pago de 1 dólar por hora. También informan que es posible comprar hombres, mujeres, niños y niñas en las calles por 90 dólares cada uno y ponerlos a trabajar como esclavos tanto para la prostitución como para trabajar en granjas o en restaurantes por poco o nada de dinero. «Algunos de ellos son llevados a dormir a garajes... Son encerrados en closets. Les dan mínimo alimento», «especialmente las mujeres sufren de abuso verbal y físico». [25]

Otro tanto sucede en Europa donde obreros rumanos, polacos, portugueses, africanos, chinos y suramericanos en condiciones de vida y trabajo infrahumanos, precariedad y superexplotación de la que son víctimas, abonan la prosperidad de esa sociedad.

Tomemos como ejemplo lo que sucede en España:

«En la turística Málaga se denuncia el trabajo semiesclavo entre el personal doméstico, con jornadas sin límites, sin descanso semanal y hasta sin remuneración. En Almería, que el 75 % de las empresas gastronómicas trabajan con empleados inmigrantes en negro y en condiciones de ‘semiesclavitud’. En Asturias, que la cámara empresaria busca cubrir sus vacantes con trabajadores contratados en Colombia y Portugal, a los que se los someten a jornadas interminables y cobran la cuarta parte de lo establecido por los convenios. En Madrid, que en la construcción existen unos 25.000 obreros trabajando en condiciones de extrema precariedad y clandestinidad. En Murcia, que 300 bolivianos eran empleados en tareas agrícolas y no se les pagaba. En el País Vasco, que detectaron un incremento de obreros inmigrantes en la construcción, la señalización de carreteras o la tala de árboles, que viven ‘situaciones de semiesclavitud’ que sufren graves accidentes en sus puestos de trabajo, y nadie se entera. En la vecina Navarra, prósperos viñateros y agricultores contaban con peones portugueses en condiciones de trabajo esclavo.» [26]



El siguiente extracto nos muestra cómo la búsqueda de mayores ganancias mediante el trabajo esclavo se halla presente en todo el mundo: «Un total de 1.340 personas, de las cuales 367 son minusválidos mentales, que eran utilizadas como trabajadores esclavos han sido liberadas desde el pasado junio... (...) El uso de trabajadores esclavizados saltó a los medios de comunicación después de que más de 400 padres de la provincia central de Henan publicasen en internet un artículo en el que pedían ayuda para rescatar a sus hijos secuestrados y retenidos en pequeños hornos de ladrillos en las provincias de Shanxi y Henan.» [27]





El fútbol profesional y la trata de personas



En el deporte en general y en el fútbol en especial se mueven enormes sumas de dinero que tienen un peso significativo para los directivos de clubes, los intermediarios o representantes de jugadores y para los jugadores mismos y sus familias. Igualmente para los países pues, según datos del Parlamento Europeo, los deportes generan entre un 3 y un 4 % del PIB anual de la Unión y su tasa de crecimiento media es del 4 % anual, superior a la economía total de la Unión.

Investigar el negocio de compra venta de jugadores de fútbol infantiles permite ampliar el repertorio de modos de la trata y tráfico de personas.

En general para los niños latinoamericanos y africanos y sus familias llegar a jugar en un club importante europeo significa un modo de «salvación»; no sólo fama sino dinero, una de las pocas formas que tienen a su alcance para escapar de la vida de miseria y sin proyecto en la que están sumidos. Aún cuando sepan que los riesgos son enormes, la esperanza es mayor.

En Europa la mayor parte de ellos empieza a jugar en equipos de categorías inferiores, y en el caso de ser exitosos –la ínfima minoría– quedan atados a contratistas que los negociarán como esclavos. Si fracasan son dejados librados a su propia suerte, sin visas, abandonados, por lo que deben aceptar cualquier tipo de trabajo.

Existen muchos atletas jóvenes africanos que deambulan por países de la ex Europa del Este después de ser abandonados a su suerte tras fracasar en su intento por escaparle a la pobreza a través del deporte en las naciones ricas. Este fenómeno afecta particularmente a los jugadores africanos que prueban suerte en el fútbol europeo y en especial a aquellos procedentes de República Democrática del Congo y Sierra Leona.

Ante el parlamento europeo el representante de la Ong Culture Foot Solidaire y ex futbolista camerunés Jean-Claude Mbvoumin dijo: «el tráfico de jóvenes jugadores de fútbol entre África y Europa es una realidad, justificada por el hecho de que «los futbolistas africanos son los más baratos» y también los que ofrecen «mejor relación calidad/precio». «Los clubes compran jugadores africanos para revenderlos», explicó, «o los contratan cuando aún son muy jóvenes sólo para ver si dan buen resultado». En el caso de que se decida no renovar el contrato «muchos acaban cayendo en la delincuencia o en situaciones imprevistas» .» [28]

«Es un problema que se da no sólo en Italia, sino en otros países desarrollados como Alemania, Francia o Bélgica, al que cientos y cientos de jóvenes atletas africanos llegan año tras año en busca del bienestar», explicó Filippo Fossati, de la Unión Italiana por un Deporte para Todos». Se trata de «…un ‘‘mercado de tráfico de personas en el deporte’’, según su propia definición».

La captación de niños para el fútbol le interesa a los clubes y representantes de jugadores porque significa que pueden ser preparados desde edad temprana y que apenas cumplidos los 18 años ya pueden ser comercializados o puestos a jugar competitivamente. (La FIFA prohíbe la venta o transferencia de menores de 18 años.)

Otro de los motivos para esta incorporación infantil es que si los jugadores llegan con más de 12 años ocupan plaza de extranjero y entonces no pueden competir en las ligas juveniles.

Por este motivo representantes de jugadores o de clubes buscan en las zonas pobres de los países subdesarrollados niños que ronden en los 10 años de edad para ser llevados y presentados a los clubes.

«En los clubes europeos hay miles de niños y jóvenes, de entre 9 y 17 años con licencia para jugar al fútbol. Por ejemplo en España, el mayor mercado del fútbol actual, hay más de 340.000 jóvenes en esas edades. Los técnicos sostienen por experiencia, que apenas el 4% de ellos llegará a jugar en un equipo de primera división.» [29]

El europarlamentario belga Ivo Belet, del Partido Popular Europeo, autor del informe «El futuro del fútbol profesional en Europa», muestra su preocupación ante la posibilidad de que estas prácticas «... ‘‘degeneren en tráfico de niños, con clubes ofreciendo contratos a menores de 16 años’’ por lo que pide a la Comisión ‘‘que aborde el problema de la trata de niños en el contexto de la Decisión marco del Consejo sobre la lucha contra la trata de seres humanos’’...» [30]

Dejando el deporte de lado, los clubes siguen la misma feroz lógica capitalista competitiva por la que el más grande devora o aplasta al más chico y donde la adquisición de niños pobres prometedores al menor costo posible, es vista como una inversión provechosa.

Una vez más el poder económico implica impunidad, los clubes del mundo han establecido una especie de código y estructura propia que en la mayoría de los países se rige más allá de las leyes y de la intervención de la justicia.

«El mercado del fútbol mundial, de miles de millones de dólares anuales, está lejos de todo control estatal, y las pocas veces que los estados u organizaciones internacionales, como la Unión Europea, han intentado legislar, han visto cómo sus ‘‘recomendaciones’’ han caído en saco roto, o simplemente no se respetan.» [31]

Aun en el caso en que el jugador consiga profesionalizarse, cerca del 50 por ciento no firman contratos de trabajo y cuando lo hacen estos contratos resultan problemáticos desde el punto de vista jurídico. El jugador individualmente se halla en franca desventaja, poco puede hacer ante el club, la asociación de fútbol nacional y la FIFA, sin contar que en el medio tiene un contratista que saca partido de ambas partes.

Para terminar, veamos esta parte de una noticia que tiene como título "Nuevas «estrellas»":

«Esta semana fue noticia que el poderoso equipo alemán, Bayern de Munich, fichó al jugador peruano Pierre Larrauri, de sólo 13 años, considerado una de las futuras estrellas del fútbol de su país.

Barcelona de España fichó a 6 niños que su jugador estrella, Samuel Eto’o, trajo de su escuela de fútbol en Camerún.

El Valencia cedió al Shalke04 alemán a Nikon Jevtic de 11 años, el joven inglés de origen yugoslavo que fue noticia porque su hermano lo entrena de niño para ser una figura del fútbol y nunca pisó un colegio.

El Getafe de Madrid consiguió el fichaje de Federico San Millán, de 12 años que estaba de vacaciones en España, se realizó una prueba y quedó en el club. El Atlético de Madrid fichó a Germán Pacheco un jugador del Vélez Sarsfield de Buenos Aires que recurrió por el caso al tribunal deportivo de Suiza.

El Espanyol de Barcelona, recibió a dos «promesas» de Argentina, Gastón Videla de 10 años y Lautaro Ludueña de 12 años. En este caso fueron acercados al club por dos contratistas, Miguel Meca y Sebastián Mercuri, abogados de Barcelona. Mercuri es argentino y su padre, Daniel, un experimentado técnico que dirigió en Colombia y hasta trabajó con Maradona hacia el final de su carrera en Newells Old Boys. En Argentina han denunciado además otros casos, como el de Oscar Trejo. Los padres invocaron la patria potestad y el chico de 18 años fue al Mallorca de España después de un litigio a través de la FIFA con su club, Boca Juniors.

Otro caso fue el de Fernando Forestieri, también de Boca. Los padres invocaron la patria potestad y se lo llevaron al Genoa de Italia y ya debutó en el Sub 17 de Italia.

«Estos son sólo algunos ejemplos de casos que han llegado a la prensa, pero todos los días decenas de niños se someten a pruebas en equipos europeos. Los clubes de los países subdesarrollados protestan, pero no preocupados por el tráfico de niños, sino porque se quedan sin cobrar los llamados "derechos formativos", es decir, recibir parte de la torta.» [32]





Trata para tráfico de órganos



Un negocio sumamente rentable y del que poco se habla, pues se halla íntimamente relacionado con trabajos académicos, importantes clínicas médicas y con laboratorios, es el de extracción y comercialización de órganos humanos para transplantes.

Del mismo modo en que las personas son convertidas en mercaderías por una lógica de mercado, de compra-venta y ganancia, los órganos de estas personas también lo son.

La trata para la extracción y venta de órganos es sumamente sofisticada. No cualquier persona es capaz de hacer las operaciones y tener los cuidados que se requieren para extraer y conservar, por ejemplo, un hígado, riñón o corazón.

Este tipo de delito requiere de conocimientos sumamente especializados —cirujanos— y de infraestructura importante, pues la extracción del órgano debe hacerse mediante cierta técnica y en determinadas condiciones que incluyen, una vez obtenido, también su resguardo, conservación y traslado, mediante reglas precisas que garantizan la confiabilidad del procedimiento y la conservación de aquel.

Para que este negocio pueda funcionar sin obstáculos es necesaria una organización bien aceitada, equipada con los requerimientos propios para estas operaciones delicadas, con conexiones con clínicas importantes a las que recurran los compradores con poder adquisitivo suficiente, y con complicidades políticas que les permitan traficar sin obstáculos, a través de continentes, las vísceras obtenidas. Es decir, a los responsables de estos actos no hay que buscarlos en el bajo mundo del hampa sino dentro de la conjunción de la profesión médica, el mundo académico y el de los negocios.

Como sucede con la explotación sexual adulta, se crea una división falsa basada en la supuesta ‘‘voluntad’’, en la libertad de elección. En este caso nadie discute cuándo la persona es engañada o secuestrada para tal fin, la controversia aparece cuando supuestamente es un trato voluntario entre alguien que "libremente vende" alguno de sus órganos y un comprador.

El comercio de órganos tiene una fuerte publicidad que busca su aceptación y naturalización quitando todo componente ético relacionado con la dignidad propia del ser humano. Esta propaganda está vinculada con el suculento negocio para clínicas médicas y laboratorios de los transplantes de órganos.

El argumento central que es utilizado apunta a justificar el acto del «vendedor» quitándole todo dramatismo y haciéndolo ver como una transacción más entre muchas otras. El esquema es el mismo utilizado en los casos de explotación sexual adulta (prostitución): la argumentación en torno a la ‘‘libertad’’, a un contrato. Este principio aplicado a lo personal aparece contaminado por las ideas liberales de mercado, por lo que el cuerpo es desgajado de la persona y convertido en un objeto susceptible de ser sometido a las leyes del mismo. El reconocimiento de la autonomía del individuo, del poder de decisión sobre sí mismo, de su libertad para contratar, incluye sus bienes y también su cuerpo y por lo tanto sus órganos. Una vez más hallamos conjugadas la libertad y la voluntariedad. La justificación ético-económica es simple, se halla fundada sobre las mismas premisas que las de un contrato, y esgrime el argumento de que en el negocio de la compra-venta de un órgano ambas partes resultan gananciosas: el comprador obtiene una mercancía y el vendedor el dinero correspondiente.

Esta subsumisión en el libre comercio implica el reconocimiento de la omnipotente ‘‘ley de oferta y demanda’’ lo que aparece avalado por el conjunto de los organismos (filósofos, abogados, psicólogos, médicos, expertos en Bioética, economistas, etc.).

Los órganos más requeridos para transplantes son: los riñones, el hígado, las córneas y la bóveda craneana (a ésta le extraen la duramadre, que es la membrana que envuelve el cerebro y es utilizada para las válvulas cardíacas); es así, entonces, que los traficantes necesitan muchos muertos, sobre todo jóvenes de 15 a 20 años. Para determinados tipos de patologías se utilizan órganos mucho más jóvenes, entonces requieren niños de entre 5 y 10 años

En EE.UU. el receptor final suele pagar 30 mil dólares por un riñón; en Israel, alrededor de 20 mil. En Irak se consigue un riñón por $500 de la misma moneda.

El país más importante en el mundo en venta de órganos es la República Popular de China. Un hígado en estos momentos cuesta allí 50 mil dólares y los más apetecidos son los riñones.

El representante en Asia de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) advirtió acerca del aumento, en la región, de los casos de tráfico con órganos humanos, siendo los más afectados los países pobres del sudeste (como China, Camboya, Indonesia, Laos, Myanmar –Birmania–, Filipinas o Vietnam).

Este funcionario dice: «‘‘las víctimas cada vez son más jóvenes (...) y en el Sudeste Asiático los traficantes se aprovechan del creciente índice de migración infantil’’ para vender sus cuerpos ‘‘por partes’’». [33]

A ello contribuye el hecho de que 30 millones de asiáticos viven y trabajan fuera de sus países constituyendo una mano de obra carente de cualquier tipo de protección legal.

De esta forma, muchos de estos desplazados se ven obligados a pedir limosna, delinquir, a dejarse explotar sexualmente o participar en redes de adopciones ilegales y matrimonios concertados, por lo que resultan ser víctimas fáciles para el comercio de órganos.

Sor María Juliana, misionera católica en Mozambique ha denunciado que niños son arrebatados de sus familias, mutilados, y encontrados despojados de sus órganos con el vientre abierto. Algunos de ellos han aparecido incluso en las proximidades del monasterio en Nampula del que es madre superiora.

Según la religiosa por un niño se pide 3.000 euros, «una cifra que puede alcanzar después de diversas operaciones de compraventa a unos 50.000». «Creo que se trata de un crimen protegido en el que puede estar implicada gente poderosa» (...) Sabemos quiénes son y dónde vive la gente relacionada con todo esto». [34]

La impunidad y el poder con que se manejan estas bandas se los ve reflejados en la actividad nocturna en el aeropuerto cerrado, situado a unos tres kilómetros del monasterio, lo que llamó la atención de la congregación: «Al principio creía que se trataba de temas de droga, luego ya pensamos en tráfico de personas». Paralelamente Graça Machel, ex ministra de Educación, denunció que en el 2006 desaparecieron 800 niños en ese país.

Una noticia publicada el 22 de julio de 2007 [35] informa que detrás de la muerte violenta –descuartizamiento– de jóvenes integrantes de maras o pandillas podrían estar los traficantes de órganos. Sólo en este año han muerto en condiciones misteriosas 80 jóvenes; algunos aparecieron sin cabeza u otras partes del cuerpo.

Los mismos informes transcendieron de otros países pobres de L

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