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Carta de Evo Morales a la UE: Un documento para la historia
Por ANMCLA Bolivia - Wednesday, Jun. 11, 2008 at 6:22 PM
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En una carta abierta a los jerifaltes de la Unión Europea, el presidente de Bolivia Evo Morales denuncia la pretensión del bloque supremacista de dar luz verde a una “directiva” de la vergüenza que generalizará la persecución, encarcelamiento y expulsión de los y las inmigrantes no regularizados.

ANMCLA Bolivia - 11 de junio de 2006

En una carta abierta a los jerifaltes de la Unión Europea, el presidente de Bolivia Evo Morales denuncia la pretensión del bloque supremacista de dar luz verde a una “directiva” de la vergüenza que generalizará la persecución, encarcelamiento y expulsión de los y las inmigrantes no regularizados.

Morales canta las verdades a los descendientes de los imperios genocidas, y advierte con imponer recíprocamente visa para los europeos y con cesar las negociaciones con la UE, que pretende una nueva embestida para el saqueo ilimitado a través de un tratado de libre comercio.

La demanda del primer presidente indígena de la historia de América Latina se coloca en el mero vértice de la historia: el momento en que la UE comienza a erigir el dique definitivo del contraflujo de movimientos migratorios desde el sur.

"Vinieron a nuestro continente a explotar riquezas y a transferirlas a Europa, con un altísimo costo para las poblaciones originales de América.

"Ahora promueven la libertad de circulación de mercancías y finanzas, mientras en frente vemos encarcelamiento sin juicio para nuestros hermanos que trataron de circular libremente.

"¿Cómo podemos aceptar sin reaccionar que sean concentrados en campos compatriotas y hermanos latinoamericanos indocumentados, de los cuales la inmensa mayoría lleva años trabajando e integrándose?

"Los problemas de cohesión social que sufre Europa no son culpa de los migrantes, sino el resultado del modelo de desarrollo impuesto por el Norte, que destruye el planeta y desmiembra las sociedades de los hombres.

"Llamo a la Unión Europea a elaborar una política migratoria que cierre de una vez las venas todavía abiertas de América Latina. No pueden fallar hoy en sus “políticas de integración” como han fracasado con su supuesta “misión civilizatoria” del tiempo de las colonias"

El origen del crimen

En una carta abierta a los jerifaltes de la Unión Europea, el presidente de Bolivia Evo Morales denuncia la pretensión del bloque supremacista de dar luz verde a una “directiva” que generalizará la persecución de los y las inmigrantes de los países del sur que no hayan obtenido permiso de sus burocracias para legalizar su situación administrativa.

En la pausada y extensa carta, Evo Morales canta las verdades a los descendientes de los imperios genocidas que han pasado a la historia universal eurocentrista como grandes hazañas de civilización y progreso, y advierte con imponer recíprocamente visa para los europeos y con cesar las negociaciones con la UE, que pretende una nueva embestida para el saqueo ilimitado a través de un tratado de libre comercio.

El vértice de la historia

La demanda del primer presidente indígena de la historia de América Latina se coloca en el mero vértice de la historia: el momento en que la UE comienza a erigir el dique definitivo del contraflujo de movimientos migratorios desde el sur. Luego de siglos de “migraciones” imperialistas para el saqueo, pretenden echar el candado a la fortaleza en la que disfrutan de las riquezas del botín quinticentenario.

“Vinieron a nuestro continente a explotar riquezas y a transferirlas a Europa, con un altísimo costo para las poblaciones originales de América”, señala la carta. Ahora, pretenden “encarcelar” en centros de internamientos de los migrantes indocumentados hasta 18 meses antes de su “alejamiento”, eufemismo escogido por los tecnócratas de la exclusión para referirse a la expulsión de los inmigrantes.

El doble rasero del supremacismo

“¿Cómo podemos aceptar sin reaccionar que sean concentrados en campos compatriotas y hermanos latinoamericanos indocumentados, de los cuales la inmensa mayoría lleva años trabajando e integrándose?”, denuncia el presidente de los bolivianos.

“Pregunto, en ese caso ¿dónde está la “seguridad jurídica” para nuestras mujeres, adolescentes, niños y trabajadores que buscan mejores horizontes en Europa?”, señala en la carta Evo Morales, para luego ilustrar el rostro criminal de la imposición: “Promover la libertad de circulación de mercancías y finanzas, mientras en frente vemos encarcelamiento sin juicio para nuestros hermanos que trataron de circular libremente. Eso es negar los fundamentos de la libertad y de los derechos democráticos”.

Las remesas: un paliativo a la hipocresía de la “ayuda al desarrollo”

Mientras las familias inmigrantes “ofrecen una solución a los problemas demográficos y financieros de la UE”, en el Tercer Mundo las remesas producto de los flujos de migración sustituyen “la ayuda al desarrollo que los Europeos no nos dan”. Sólo en 2006, América Latina recibió en remesas “más que el total de las inversiones extranjeras en nuestros países”.

No obstante, esa entrada de recursos, que para Bolivia supone más del 10% del producto interno bruto, tiene efectos nefastos también para los países del sur, “ya que también perdemos a contingentes que suman millones de nuestra mano de obra calificada”, en la que “nuestros Estados, aunque pobres, han invertido recursos humanos y financieros”.

La crisis mundial es responsabilidad de los saqueadores

Evo, que ha denunciado en foros internacionales al capitalismo salvaje del norte como responsable de la crisis mundial, denuncia que Europa pretende hacer de los migrantes los chivos expiatorios de los problemas globales de los que ellos son responsables: "El mundo, sus continentes, sus océanos y sus polos conocen importantes dificultades globales: el calentamiento global, la contaminación, la desaparición lenta pero segura de recursos energéticos y biodiversidad mientras aumenta el hambre y la pobreza en todos los países, fragilizando nuestras sociedades".

Culpar de todos estos males a los migrantes, sean documentados o no, "no es ninguna solución" ni "corresponde a ninguna realidad". Esos problemas, y los conflictos de cohesión social que sufre Europa "no son culpa de los migrantes, sino el resultado del modelo de desarrollo impuesto por el Norte, que destruye el planeta y desmiembra las sociedades de los hombres".

Una oportunidad y una advertencia

A nombre del pueblo de Bolivia y de todos los pueblos hermanos del sur, hace un llamado a la conciencia para que no se apruebe la “directiva retorno”, y advierte: de aprobarse esta “directiva de la vergüenza”, “estaríamos en la imposibilidad ética de profundizar las negociaciones con la Unión Europea”, y se concretaría para los ciudadanos europeos las mismas obligaciones de visa que imponen a los Bolivianos desde el primero de abril de 2007.

Además, demanda de la Unión Europea una política migratoria respetuosa de los derechos humanos, que “repare de una vez por todas la tremenda deuda histórica, económica y ecológica que tienen los países de Europa con gran parte del Tercer Mundo, que cierre de una vez las venas todavía abiertas de América Latina”.

“No pueden fallar hoy en sus “políticas de integración” como han fracasado con su supuesta “misión civilizatoria” del tiempo de las colonias”, sentencia la carta, que concluye con una lección de dignidad sin concesiones:

Un saludo fraternal a los y las parlamentarios de Europa, quienes tienen la responsabilidad de ratificar o rechazar esta vuelta de tuerca del fascismo norteño, y una mención muy especial: “en particular nuestra solidaridad a todos los “clandestinos”.

ANMCLA Asociación Nacional de Medios Comunitarias, Libres y Alternativos de Venezuela

Corresponsalía Bolivia

Carta abierta de Evo Morales a propósito de la 'directiva retorno' de la UE

Texto de la carta

Difunde: Bolpress

Hasta finales de la Segunda guerra mundial, Europa fue un continente de emigrantes. Decenas de millones de Europeos partieron a las Américas para colonizar, escapar de las hambrunas, las crisis financieras, las guerras o de los totalitarismos europeos y de la persecución a minorías étnicas.

Hoy, estoy siguiendo con preocupación el proceso de la llamada “directiva retorno”. El texto, validado el pasado 5 de junio por los ministros del Interior de los 27 países de la Unión Europea, tiene que ser votado el 18 de junio en el Parlamento Europeo. Siento que endurece de manera drástica las condiciones de detención y expulsión a los migrantes indocumentados, cualquiera sea su tiempo de permanencia en los países europeos, su situación laboral, sus lazos familiares, su voluntad y sus logros de integración.

A los países de América Latina y Norteamérica llegaron los europeos, masivamente, sin visas ni condiciones impuestas por las autoridades. Fueron siempre bienvenidos, Y. lo siguen siendo, en nuestros países del continente americano, que absorbieron entonces la miseria económica europea y sus crisis políticas. Vinieron a nuestro continente a explotar riquezas y a transferirlas s Europa, con un altísimo costo para las poblaciones originales de América. Como en el caso de nuestro Cerro Rico de Potosí y sus fabulosas minas de plata que permitieron dar masa monetaria al continente europeo desde el siglo XVI hasta el XIX. Las personas, los bienes y los derechos de los migrantes europeos siempre fueron respetados.

Hoy, la Unión Europea es el principal destino de los migrantes del mundo lo cual es consecuencia de su positiva imagen de espacio de prosperidad y de libertades públicas. La inmensa mayoría de los migrantes viene a la UE para contribuir a esta prosperidad, no para aprovecharse de ella. Ocupan los empleos de obras públicas, construcción, en los servicios a la persona y hospitales, que no pueden o no quieren ocupar los europeos. Contribuyen al dinamismo demográfico del continente europeo, a mantener la relación entre activos e inactivos que vuelve posible sus generosos sistemas de seguridad social y dinamizan el mercado interno y la cohesión social. Los migrantes ofrecen una solución a los problemas demográficos y financieros de la UE.

Para nosotros, nuestros migrantes representan la ayuda al desarrollo que los Europeos no nos dan - ya que pocos países alcanzan realmente el mínimo objetivo del 0,7% de su PIB en la ayuda al desarrollo. América Latina recibió, en 2006, 68.000 millones de dólares de remesas, o sea más que el total de las inversiones extranjeras en nuestros países. A nivel mundial alcanzan 300.000 millones de dólares, que superan a los 104.000 millones otorgados por concepto de ayuda al desarrollo. Mi propio país, Bolivia, recibió mas del 10% del PIB en remesas (1.100 millones de dólares) o un tercio de nuestras exportaciones anuales de gas natural.

Es decir que los flujos de migración son benéficos tanto para los Europeos y de manera marginal para nosotros del Tercer Mundo ya que también perdemos a contingentes que suman millones de nuestra mano de obra calificada, en la que de una manera u otra nuestros Estados, aunque pobres, han invertido recursos humanos y financieros.

Lamentablemente, el proyecto de “directiva retorno” complica terriblemente esta realidad. Si concebimos que cada Estado o grupo de Estados puede definir sus políticas migratorias en toda soberanía, no podemos aceptar que los derechos fundamentales de las personas sean denegados a nuestros compatriotas y hermanos latinoamericanos. La “directiva retorno” prevé la posibilidad de un encarcelamiento de los migrantes indocumentados hasta 18 meses antes de su expulsión -o “alejamiento”, según el término de la directiva. ¡18 meses! ¡Sin juicio ni justicia! Tal como esta hoy el proyecto de texto de la directiva viola claramente los artículos 2, 3, 5, 6, 7, 8 y 9 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948. En particular el artículo 13 de la Declaración reza:

“1. Toda persona tiene derecho a circular libremente y a elegir su residencia en el territorio de un Estado.

2. Toda persona tiene derecho a salir de cualquier país, incluso del propio, y a regresar a su país”.

Y, lo peor de todo, existe la posibilidad de encarcelar a madres de familia y menores de edad, sin tomar en cuenta su situación familiar o escolar, en estos centros de internamientos donde sabemos ocurren depresiones, huelgas de hambre, suicidios. ¿Cómo podemos aceptar sin reaccionar que sean concentrados en campos compatriotas y hermanos latinoamericanos indocumentados, de los cuales la inmensa mayoría lleva años trabajando e integrándose? ¿De qué lado esta hoy el deber de ingerencia humanitaria? ¿Dónde está la “libertad de circular”, la protección contra encarcelamientos arbitrarios?

Paralelamente, la Unión Europea trata de convencer a la Comunidad Andina de Naciones (Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú) de firmar un “Acuerdo de Asociación” que incluye en su tercer pilar un Tratado de Libre Comercio, de misma naturaleza y contenido que los que imponen los Estados Unidos. Estamos bajo intensa presión de la Comisión Europea para aceptar condiciones de profunda liberalización para el comercio, los servicios financieros, propiedad intelectual o nuestros servicios públicos. Además a título de la protección jurídica se nos presiona por el proceso de nacionalización del agua, el gas y telecomunicaciones realizados en el Día Mundial de los Trabajadores. Pregunto, en ese caso ¿dónde está la “seguridad jurídica” para nuestras mujeres, adolescentes, niños y trabajadores que buscan mejores horizontes en Europa?

Promover la libertad de circulación de mercancías y finanzas, mientras en frente vemos encarcelamiento sin juicio para nuestros hermanos que trataron de circular libremente. Eso es negar los fundamentos de la libertad y de los derechos democráticos.

Bajo estas condiciones, de aprobarse esta “directiva retorno”, estaríamos en la imposibilidad ética de profundizar las negociaciones con la Unión Europea, y nos reservamos del derecho de normar con los ciudadanos europeos las mismas obligaciones de visa que nos imponen a los Bolivianos desde el primero de abril de 2007, según el principio diplomático de reciprocidad. No lo hemos ejercido hasta ahora, justamente por esperar buenas señales de la UE.

El mundo, sus continentes, sus océanos y sus polos conocen importantes dificultades globales: el calentamiento global, la contaminación, la desaparición lenta pero segura de recursos energéticos y biodiversidad mientras aumenta el hambre y la pobreza en todos los países, fragilizando nuestras sociedades. Hacer de los migrantes, que sean documentados o no, los chivos expiatorios de estos problemas globales, no es ninguna solución. No corresponde a ninguna realidad. Los problemas de cohesión social que sufre Europa no son culpa de los migrantes, sino el resultado del modelo de desarrollo impuesto por el Norte, que destruye el planeta y desmiembra las sociedades de los hombres.

A nombre del pueblo de Bolivia, de todos mis hermanos del continente regiones del mundo como el Maghreb, Asia y los países de Africa, hago un llamado a la conciencia de los líderes y diputados europeos, de los pueblos, ciudadanos y activistas de Europa, para que no se apruebe e1 texto de la “directiva retorno”.

Tal cual la conocemos hoy, es una directiva de la vergüenza. Llamo también a la Unión Europea a elaborar, en los próximos meses, una política migratoria respetuosa de los derechos humanos, que permita mantener este dinamismo provechoso para ambos continentes y que repare de una vez por todas la tremenda deuda histórica, económica y ecológica que tienen los países de Europa con gran parte del Tercer Mundo, que cierre de una vez las venas todavía abiertas de América Latina. No pueden fallar hoy en sus “políticas de integración” como han fracasado con su supuesta “misión civilizatoria” del tiempo de las colonias.

Reciban todos ustedes, autoridades, europarlamentarios, compañeras y compañeros saludos fraternales desde Bolivia. Y en particular nuestra solidaridad a todos los “clandestinos”.

Evo Morales Ayma

Presidente de la República de Bolivia

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Sr
Por juan guanus - Wednesday, Jul. 02, 2008 at 10:54 AM
juanguanus@mac.com

apoyo al presidente boliviano,por favor publiquen la respuesta del parlamento europeo a esta carta,apenas se reciba.

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