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Reportaje a Iván Márquez de las FARC-EP
Por Partido Revolucionario Guevarista -
Friday, Aug. 01, 2008 at 5:56 AM
prg@prguevarista.org (Casilla de correo válida)
Reportaje al Comandante Iván Márquez de las FARC-EP
Entrevista a Iván Márquez
del Secretariado del Estado Mayor Central de las FARC EP
por Parra/ANNCOL/ABP
con ABP/26/07/2008
Las agencias ANNCOL y ABP Noticias
presentan a sus lectores la transcripción de las respuestas dadas por el
Comandante Iván Márquez, integrante del Secretariado del Estado Mayor Central de
las FARC-EP, a preguntas planteadas por el Periodista William Parra de TELESUR,
sobre diversos temas referidos a la realidad de la confrontación política y
social que se desenvuelve en Colombia.
En primer lugar, ¿qué
significa la muerte del comandante Manuel Marulanda Vélez y cómo ha sido
asimilada por las FARC la desaparición de su líder histórico?
Respuesta: Bien camarada, ante todo
mi saludo, nuestro saludo guerrillero, bolivariano, marulandista…, de esperanza
y optimismo pleno en la posibilidad real de la construcción de la Nueva, la
Patria Grande y el socialismo. Sobre esta pregunta creo debo responder con los
argumentos de conjunto, que como organización venimos expresando y fortaleciendo
con mucho fundamento en cada aniversario respecto al significado de este
aniversario 44 de lucha ininterrumpida y que tiene que ver con los propósitos
que nos trazamos incluso desde antes de la fundación propiamente de las FARC. Me
refiero a lo que ha sido el acumulado logrado desde los primeros tiempos en que
surge la resistencia armada comunista entre 1948 y 1949 para enfrentar la
agresión del régimen conservador en principio y luego para enfrentar la
represión bipartidista liberal-conservadora tanto en tiempos de la dictadura de
Rojas Pinilla impuesta por ese mismo bipartidismo como por el Frente Nacional.
Colombia
Estamos hablando entonces de la
victoria que significa haber mantenido durante 60 años la resistencia armada a
un régimen oligárquico de exclusión política e injusticia social, primero como
autodefensa campesina de orientación comunista y a partir de 1964 como guerrilla
revolucionaria también de orientación comunista, guiada por principios
marxistas-leninistas y bolivarianos.
Durante estos años de lucha hemos
logrado construir una verdadera oposición política y militar que se constituye
en alternativa a la histórica situación de miseria, guerra sucia y terrorismo de
Estado que tantas vidas, que tanta sangre de colombianos a cobrado por la sola
decisión de las clases poderosas de entregarse y entregar las riquezas, la
soberanía patria y la dignidad a Washington.
Hemos construido un modesto y firme
ejército revolucionario desplegado a lo largo y ancho del país, apoyado en
abnegados cuerpos de milicias y que se cohesiona como un todo con sólidas
estructuras de Partido Comunista como organización clandestina que hoy por hoy
impulsa un gran movimiento de masas, bolivariano, que denota la enorme capacidad
de resistencia y la dignidad ingente de nuestro pueblo que marcha en pos de una
Colombia Nueva, y que viene desenvolviendo un paciente trabajo organizativo
entre los campesinos, los obreros, los estudiantes, los indígenas y sectores
sociales diversos en general que lidian por un cambio social radical que
establezca la justicia social para las mayorías nacionales recomponiendo el
poder político…, colocándolo en manos del pueblo.
2. Se ha anunciado la muerte de
MARULANDA, ¿Qué representa él para las FARC?
Si, en el cierre de este mayo
Marquetalia, nuestro Secretariado Nacional, en el mismo comunicado que
tradicionalmente surge con motivo de la celebración del aniversario de
fundación, ha incluido el anuncio del deceso de nuestro Comandante en Jefe,
nuestro camarada y padre de la resistencia comunera, bolivariana, Manuel
Marulanda Vélez. Él, por sobre todas las campañas difamatorias que pretenden
desdibujar su imagen y la de la organización político-militar que lideró y forjó
durante tantas décadas, es símbolo del decoro popular y de la resistencia a la
opresión impuesta por las oligarquías y el imperialismo; es, entonces signo de
dignidad y lucha antioligárquica y antiimperialista desde los tiempos en que
como a millares de campesinos y gente humilde de las zonas rurales se les
persiguió y se les obligó a seguir el camino de la guerra como necesaria y
legítima defensa colectiva frente a tanta agresión que les quitó el trabajo, sus
pertenencias, la tierra, la tranquilidad. Manuel, ha dicho el cantautor
guerrillero Julián Conrado, en hermosa canción de homenaje al insigne dirigente
comunista, bolivariano, es la historia de un pueblo azotado por la violencia; un
campesino de hacha y azadón que aunque le obligaron a tomar el camino de la
guerra lleva una bandera de paz en el corazón. Mira, en una terrible
circunstancia personal de sobre vivencia en medio de las adversidades de la
persecución partidista de la Colombia de 1948 en que fuera asesinado por las
oligarquía y la Cía el caudillo popular Jorge Eliécer Gaitán, nuestro comandante
en Jefe Manuel Marulanda Vélez tiene la particularidad y la grandeza de haber
transitado de manera conciente y valerosa a asumir una posición política
profundamente humanista a favor de los pobres de Colombia y luego, como
bolivariano militante, en función de la emancipación continental. Él, como
conductor revolucionario, además de haber ido asimilando una experiencia
militar, desarrolló una propia visión sobre la necesidad de la revolución y las
vías y formas de concretarla fundándose en las enseñanzas del marxismo-leninismo
a las que tuvo acceso desde los tiempos de la resistencia del Davis, a
principios de los años cincuenta, 1953, que es cuando se vincula a las filas del
Partido Comunista de Colombia. Es dentro de esta militancia que logra llegar a
la comprensión cabal de las causas económicas, sociales y políticas los
profundos desequilibrios, violencias e injusticias que padece nuestra sociedad y
que él mismo sufría en carne propia incluso desde los días en que como
guerrillero liberal le toca tomar el monte obligado por la persecución del
gobierno conservador contra los gaitanistas y el movimiento popular en general.
Estamos hablando camarada, entonces,
de un dirigente vinculado consecutivamente a la lucha revolucionaria armada
desde 1948, de un combatiente fundador en 1964, al lado de otros insignes
dirigentes como Jacobo Arenas, de lo que hoy son las FARC-EP…, estamos hablando
de una vida emblemática, de quien cohesionó a los valientes que resistieron a la
criminal ofensiva militar contra el campesinado denominada Plan Laso, y que
fuera abiertamente dirigida por el pentágono norteamericano. Manuel Marulanda,
héroe de Marquetalia, héroe de la resistencia comunera bolivariana, héroe de mil
batallas…, quien al lado de 47 campesinos, luego de innumerables gestiones
políticas por la paz que no fueron atendidas, se alzó en armas para sobrevivir y
luego para luchar por el poder político y sentar las bases de una sociedad con
justicia social en marcha hacia el socialismo.
De tal manera que para caracterizar a
un compatriota, a un conductor, a un bolivariano que ha sido durante muchas
décadas esperanza de emancipación para los revolucionarios de Colombia y América
Latina principalmente, pero también para muchos revolucionarios del mundo, lo
menos que se podría expresar es lo dicho recientemente por el Secretariado de
nuestro Estado Mayor Central en cuanto a que ha sido Manuel Marulanda Vélez
“Inigualable estratega, conductor genial, guerrero invencible, líder invicto de
mil batallas políticas y militares libradas durante 60 años de brega
reivindicando los derechos de los pobres y enfrentando las violencias de los
poderosos”, ha sido “un revolucionario integral que asimiló la teoría de los
grandes pensadores fundiéndola con las verdades que extrajo a la vida en su
práctica diaria, forjándose como uno de los más destacados dirigentes
revolucionarios de todos los tiempos”. Es modesta y justa la valoración de que
“La humanidad no tiene antecedentes de un líder de las condiciones de Manuel
Marulanda Vélez que haya luchado ininterrumpidamente 60 años, desde la oposición
armada, y salido indemne y fortalecido luego de inmensos operativos militares de
arrasamiento como el Plan Laso en Marquetalia, la operación Sonora en la
Cordillera Central, la operación Casa Verde, operación Destructor 1 y Destructor
2, Plan Patriota, Plan Colombia, e indemne y fortalecido también, luego de
confrontaciones políticas de carácter estratégico como las desarrolladas en los
procesos de conversaciones con el Estado colombiano en Casa Verde, Caracas,
México y en el Yarí que pretendieron el sometimiento de la voluntad política y
de lucha de las FARC sin ningún cambio en las estructuras de la sociedad ni en
las correlaciones del poder político”. Por todo ello, camarada, Manuel Marulanda
Vélez seguirá siendo el padre y guía de esta gesta de libertad que encarnan las
FARC-EP, pues su ejemplo imperecedero estará presente en nuestras mentes
mostrándonos el camino para, como él lo hizo hasta ahora, salir siempre airosos
por muy adversas y difíciles que puedan presentarse las tormentas y los peligros
propios de la confrontación armada contra un régimen genocida como el que en
Colombia se enfrenta.
3. Opinión sobre la versión
gubernamental respecto a la muerte de Marulanda.
A Manuel Marulanda han tratado de
asesinarlo y de hecho han fabricado noticias de su muerte innumerables veces. Se
podría hacer un extenso libro sobre las versiones de uno u otro tipo que han
surgido alrededor de su muerte. En el día de ayer precisamente dimos lectura a
algunas de esas tantas historias e incluso a la visión que el camarada Manuel
tenía sobre esas invenciones. Eso denota la ansiedad patológica que desde
siempre tuvo el enemigo de clase, la oligarquía y sus gobernantes de turno por
lograr una muerte violenta, un final del legendario jefe guerrillero a manos de
ellos que tanto le han temido, que tanto le han odiado, que tanto le han
perseguido contribuyendo con ello, paradójicamente, a engrandecer lo que ya es
una heroica leyenda de resistencia sin igual en la historia contemporánea de
Colombia.
Arturo Alape, un prominente escritor
comunista recientemente fallecido, y quien fuera de las FARC uno de los
biógrafos más enterados de lo que ha sido la vida de nuestro Manuel, creo que ha
hecho narración brillante de la historia reciente de Colombia a través del
relato de la vida del comandante Marulanda, y uno de los aspectos de la historia
de esa vida de lucha que como hemos dicho es la historia de la Colombia de los
años cincuenta hasta nuestros días, es que quienes han odiado a Marulanda, el
régimen oligárquico y el imperialismo, concretamente, se han desvelado sin pausa
a masticar la materialización de su muerte pero con la desventura para muchos de
ellos que han muerto antes en la espera. Frente a ellos Marulanda se volvió
impenetrable, blindado contra sus malévolos deseos mientras, por sobre toda la
represión y las amenazas, por sobre todas las masacres y los desplazamientos
ejecutados por cada gobierno criminal que ha pasado por la casa de Nariño, en el
seno del pueblo el amor por Marulanda crecía, se agigantaba un amor que le
protegía y que hizo posible que aquellos 48 valientes de Marquetalia se
convirtieran en millares y millares de guerrilleros de las FARC, de milicianos
populares, de copartidarios y simpatizantes bolivarianos y militantes comunistas
que con él han soñado y entregado todo por hacer realidad la Nueva Colombia. Eso
para la oligarquía debe ser un karma, un sino trágico que a quien han querido
acribillar se les muera de muerte natural, quien han querido convertir en
bandido, se les erija en esperanza revolucionaria para los desposeídos. Ningún
vanidoso Presidentucho o Ministrillo lacayo de Washington podrá dar el parte de
haber dado de baja a Marulanda, el legendario comandante invicto de la guerrilla
bolivariana más grande del continente. Lo demás es sólo alucinación producto del
desengaño. Ahora sólo les resta hacer lo que están haciendo, guerra de
desinformación, guerra sicológica para impactar al pueblo, ofensivas mediáticas
para desestimular la resistencia a la que como a Marulanda le han declarado mil
muertes. Estamos en un nuevo anuncio del fin, del fin, del fin, del fin…, y no
se cuantos fines más de la guerrilla a la que siguen combatiendo aunque declaran
que ya no existe.
Murió de viejo nuestro Comandante en
Jefe, dirigiendo a sus guerrilleros, desde sus campamentos de Patria Grande y
socialismo; en algún lugar de la selva colombiana, en algún rincón de la Patria
se ha recostado a soñar el mismo sueño de Bolívar con el corazón regocijado por
la obra construida y la certeza de la posibilidad real de la victoria. Al
ministro Santos, a Uribe, a la rancia oligarquía apátrida no le queda más que
seguir lanzando sus bombas de aniquilamiento, seguir buscando su cadáver, un
cadáver que anhelan herido o con alguna imposible seña que les permita ingeniar
otro de sus falsos positivos…, ingeniar una victoria improbable sobre la figura
cimera del invencible guerrillero. Grande
Marulanda, camaradas, le ha hecho
pasar otro mal rato a sus perseguidores, a la oligarquía, con su forma misma de
partir hacia la eternidad al escapárseles como el viento de entre ese deseo
siniestro de aniquilarlo. La muerte natural del comandante luego de haber
forjado tanto ejemplo de lucha inquebrantable y el ejército revolucionario que
hoy se despliega a lo largo y ancho de Colombia, ha sido un golpe en el corazón
de odio de sus perseguidores, que los atormentará por los siglos de los siglos
cuando por fin la nueva Colombia resplandezca en alborada de libertad para los
pobres. Marulanda, compañeros, seguirá marchando en cada fariano y en cada
persona que luche por la patria diferente hasta cuando la guerra, como decía él
mismo, no sea humanizada sino terminada para siempre con el establecimiento de
la justicia y de la paz.
4. ¿Sobre la muerte de Raúl Reyes
el 1º. de marzo qué nos puede decir?. ¿Quien era y qué significa para las FARC?
Raúl Reyes, ¿Quién era? Un obrero,
sindicalista…, luchador…, un hombre obligado también por la violencia estatal,
por el terrorismo de estado y sus propias convicciones a tomar el camino de la
lucha guerrillera anhelando una Colombia diferente, con justicia y en paz.
El primero de aquel marzo aciago, con
el símbolo de la resistencia, con la imagen de Manuel Marulanda en su pecho,
Raúl Reyes cayó abatido en un rincón de selva de la América Nuestra, y fíjate
que en principio se discutía que si en Colombia o Ecuador. Y claro ya está
suficientemente establecido que el gobierno de Uribe violentó la soberanía
ecuatoriana para cometer aquel crimen. Pero, para nosotros, más allá de los
aspectos que tienen que ver con la definición de fronteras territoriales Raúl ha
caído en un recóndito lugar de la Patria Grande, como un genuino bolivariano
para quien las fronteras trazadas sobre la tierra de la Awy Ayala (es decir, la
madre tierra americana) no son sino parte de esa maleza anti-bolivariana que
poco a poco hemos de arrancar de raíz para que pronto fructifique el sueño de
unidad del Libertador.
Raúl Reyes, nació en un hogar
huilense en septiembre de 1949, en el municipio de la Plata. Su nombre era Luís
Eduardo Devia Silva.
Sus años juveniles pasaron entre el
estudio y la militancia política revolucionaria. Él se unió desde temprana edad
a la Juventud Comunista Colombiana; se graduó técnico medio con especialización
agropecuaria, y también hizo algunos estudios de contaduría. Con esos
conocimientos se vinculó como empleado de una empresa transnacional de productos
lácteos, que fue el mismo sitio donde también se inició en la lucha sindical en
defensa de los intereses de los obreros. La actividad laboral lo condujo hasta
el departamento del Valle del Cauca y después al Caquetá. Este último
departamento fue transitado por Devia también en aquellas memorables campañas
políticas en que desde los sectores revolucionarios se habían propiciado algunas
alianzas con sectores liberales como el que conducían Luís Carlos Galán
Sarmiento y Rodrigo Lara Bonilla, entre otros.
Después Raúl participaría del Frente
Democrático y Unión de la Patriótica en momentos diversos de la historia
política de Colombia, luchando por la apertura democrática al lado de Luciano
Marín Arango, el mismo Iván Márquez, quien hoy es integrante del Secretariado de
las FARC,
En su época de militante comunista
Raúl hizo parte del Comité Central del PCC, espacio desde el que con más arrojo
siguió combinando su trabajo político, sindical y el de la representación
popular que había asumido, siempre haciéndole quites a la muerte. Pero también
las circunstancias de represión y guerra sucia no le dejan otra alternativa que
la de la lucha armada. No obstante, la persistencia en el ideal de la paz llevan
a las FARC y aun conjunto de organizaciones democráticas a reintentar el camino
con la fundación de la Unión Patriótica que como proyecto político de
pacificación fue también ahogado por una nueva orgía de sangre desatada por el
régimen desde mediados de los años ochenta y que cobraría la vida de cerca de
5000 militantes upecistas. En todo el esfuerzo de impulso de la UP estuvo Raúl,
como el conjunto de la Dirección de las FARC.
Entonces, está claro que antes de
vincularse a la insurgencia armada Raúl, o Luís Eduardo, vivió las hostilidades
y la persecución implacable de los órganos de seguridad del Estado. El período
presidencial de Julio César Turbay Ayala entre 1.978 y l.982, en que se hizo
tristemente célebre el llamado Estatuto de Seguridad fue tiempo de margas
experiencias para todos los revolucionarios colombianos en tanto que mediante
tal instrumento aquel gobierno legalizó la tortura y desaparición de luchadores
populares. Luís Eduardo salvó su vida de varios atentados y escapó de diversos
intentos para desaparecerlo. Él jamás pensó en el exilio y por eso antes que
irse del país, como ha ocurrido con un gran número de dirigentes
revolucionarios, decide ingresar a las filas de las FARC precisamente en ese
período de acoso turbayista. En ese momento Raúl tenía su esposa Hilda, su
compañera, y sus pequeños hijos, Robespierre y Lida.
La oligarquía pretende enlodar la
imagen de los combatientes de las FARC, pero si se analiza en la historia de
cada combatiente y de cada conductor se encontrará el altruismo que ha motivado
la lucha de cada quien y del colectivo en general; se podrá encontrar razones
legítimas, de justicia, que motivan la rebeldía de los guerrilleros de las FARC
en ascensión hacia el objetivo del hombre nuevo, avanzando en la conquista de la
revolución colombiana, grancolombiana, de América Nuestra…, bolivariana. Porque
es que, nuestros combatientes, como es el caso de Raúl y de quienes como él han
entregado la vida desinteresadamente por la causa de los oprimidos, son cada uno
y de conjunto, expresión genuina de la perseverancia de todo el pueblo en armas
contra toda claudicación, y esa persistencia se agiganta cuando el alma se mueve
con la inspiración que dan los sueños de Patria Grande del Libertador.
De tal manera que el odio de la
oligarquía colombiana, las ofensas de las grandes cadenas transnacionales de la
desinformación, los ultrajes contra él como contra el comandante Iván Ríos y
contra el invencible Manuel Marulanda Vélez en su afán de desdibujarles su
condición de luchadores revolucionarios no hace más que rebajar más y más a la
oligarquía y al imperio. Todos ellos son modestos soldados de Bolívar, sencillos
y decorosos combatientes hijos del pueblo oprimidos, quienes al brindarse en
cuerpo y alma por la causa de la justicia social, aún muertos se convierten en
espectros peligrosos para el opresor. Con certeza, entre más les odian, más los
desean muertos y entre más lo hacen más les temen; pero con el inconveniente
para ellos, para los opresores que a quienes más odia la oligarquía es a quienes
más ama el pueblo.
Estamos hablando de revolucionarios
integrales, caracterizados por su profunda y generosa entrega a la causa
bolivariana de emancipación, que es el mérito que los coloca en los puestos de
Dirección que ocupaban; los tres eran integrantes del Secretariado del Estado
Mayor Central de las FARC-EP, que es el sitial que el conjunto de los
combatientes preservan a quienes van a la vanguardia del sacrificio por los
demás.
En el caso específico de Raúl, él
contribuyó a la creación de varios Frentes Guerrilleros que posibilitar la
creación del Bloque Sur de nuestro ejército insurgente; durante el mandato de
Belisario Betancur (l.982-l.986) participó de los diálogos de paz con el
gobierno nacional y fue uno de los firmantes de los acuerdos de “Cese al Fuego,
Tregua y Paz”, entre el gobierno y la insurgencia, y que dieron origen a la
Unión Patriótica. Como Colombia lo sabe, la UP sería exterminada a sangre y
fuego por el Estado, mediante el mayor genocidio político recordado en la
historia reciente de América Latina, frustrando así, una vez más, las
posibilidades de la paz para Colombia.
Cuando la VIII Conferencia Nacional
de Guerrilleros de las FARC-EP ordenó la creación de la Comisión
Político-diplomática, él fue elegido como su responsable. Entonces, como un
verdadero mensajero de la paz, se enfrenta al guerrerismo gubernamental en
escenarios internacionales. A raíz de esta labor se le conoció como El Canciller
de las FARC, y en esa calidad fue recibido en muchas partes del mundo por jefes
de Estado y de gobierno, cancillerías, personalidades, ONG´s, representantes del
mundo académico, etc.
En 1.999 Raúl encabezó la delegación
negociador de las FARC-EP frente al gobierno de Andrés Pastrana Arango
(l.998-2002) en aquel escenario colombiano que se llamó “Área Desmilitarizada”,
o “Zona de Despeje”, de San Vicente del Caguán. Ahí dejó sentadas a nombre de
las FARC las posiciones favorables al pueblo que siempre enarbolaba, como el
subsidio al desempleo, la redefinición salarial en beneficio de los
trabajadores, la discusión contra las políticas neoliberales y contra la
creciente miseria en que se hundían nuestros compatriotas, la erradicación
definitiva del problema del narcotráfico mediante un programa de sustitución y
legalización diseñado por el comandante Manuel. En fin, posiciones que
permitieran llegar alcanzar la paz instaurando la justicia social. Pero los
diálogos fueron rotos por el gobierno abruptamente, activando una operación de
aniquilamiento que dieron en llamar Operación Thanatos, el Ángel de la Muerte,
que fue con la que asesinaron otra opción de paz. Lo que seguiría serían años de
aplicación del plan colonialista de Washington, para cuya ejecución habían
estado haciendo una reingeniería de la fuerza. Plan Colombia llamaron a su nueva
aventura guerrerista que con el disfraz de un plan social desató una operación
militar de gran envergadura conocida como Plan Patriota. Pastrana inició la
reingeniería y la instalación del Plan, y Uribe la continuó con toda la saña de
su particular acento vengativo. Desde entonces y ya en el desarrollo del segundo
período de gobierno del narco-paramilitar presidente Uribe, las FARC han
resistido y derrotado al plan Patriota, asumiendo ya lo que se conoce como Plan
Consolidación; es decir, tierra arrasada contra el pueblo y avanzada militarista
para hacer de Colombia la punta de lanza que permita proceder contra el
continente.
Últimamente el Secretariado le había
dado la misión de profundizar, de acentuar, su búsqueda de contactos por la paz.
Hemos explicado que a fines de febrero del año en curso Raúl Reyes por orden de
la Dirección guerrillera se desplazó junto con su guardia personal para atender
un encuentro con delegados del gobierno francés que prepararían las condiciones
de una posible reunión entre el Comandante guerrillero y el Presidente de esa
nación, Nicolás Sarkozy, tratando de dar solución definitiva al caso de
retención política de la ciudadana colombo-francesa Ingrid Betancur, y buscar en
ese marco una nueva alternativa para iniciar un diálogo de paz duradera. Fue
para ese propósito principal que Raúl improvisó el campamento de tránsito, que
bombardeó el Comando Sur. Se trataba de un campamento más o menos acondicionado
para atender esa misión y a otros emisarios y personas del continente que
deseaban conocer de la realidad de la confrontación desde el punto de vista de
la insurgencia. Unas semanas antes había hecho el comandante diligencias en otro
país desde donde se venía desplazando por la línea sur de la frontera
brasilera-peruana-ecuatoriana- de la Patria Grande, hasta llegar a Santa Rosa.
En ese lugar lo alcanzó la muerte, dormido, mientras descansaba luego de recibir
a estudiantes y académicos que habían logrado una entrevista tras esperarlo
durante varios días. El mando militar del Comando Sur de los Estados Unidos, con
sus tropas y con cipayos del ejército colombiano, mediante una oscura operación
de guerra, por aire, agua y tierra, hicieron el asalto al campamento. A eso de
las 00:25 horas del primero de marzo comenzó la orgía de sangre en la que el
imperio y sus lacayos aniquilaron casi completamente a todo el que se encontraba
en aquel campamento de paz.
Pero no estaba fuera de las
posibilidades esto que ocurrió. Raúl mismo había dicho en alguna entrevista, que
era probable que él o cualquier integrante del Secretariado muriera en el
intento de búsqueda de la paz, más que en el desarrollo mismo de la guerra…;
Pero como fuere, aspiraba a que si eso ocurría, para entonces estuviera bastante
abierto el camino, o bastante acumulada la experiencia para que otros sigan
adelante con tan elevado propósito. Y lo cierto, es que su partida así, de esa
manera infamante como los enemigos de las pobrerías lo propiciaron ha sido un
atentado que –como lo indicó el Secretariado- lo mató a él y al mismo tiempo
hirió de muerte la dinámica alcanzada en la maltrecha senda del intercambio
humanitario de prisioneros de guerra, que sin duda era un paso esencial para
buscar el diálogo por la paz.
Este momento, por aciago que parezca
no es más que la expresión de una crisis social en la que las fuerzas se
polarizan de un lado y otro, fuerzas de la oligarquía con sus paramilitares a
bordo y fuerzas populares de entre las cuales la guerrilla es pueblo en armas; y
la crisis no es otra cosa que la antesala a grandes definiciones en favor de los
oprimidos, con el detalla de que para pesar de la oligarquía y el imperio,
Raules, Ivanes, Marulandas habrá para rato, en el ejemplo que hemos de asumir y
que estamos asumiendo quienes creemos en felicidad terrenal sin explotadores ni
explotados.
5. Crisis con Ecuador. Papel que
juega Uribe y participación de Estados Unidos.
Desde las FARC hemos precisado con
responsabilidad que la acción contra el campamento del Comandante Raúl Reyes fue
una operación que llevó a cabo el Comando Sur del ejército de los Estados Unidos
y sus subalternos colombianos; hemos dicho lo que el mundo entero constató en
cuanto a que se trató de una flagrante violación a la ley internacional, a la
soberanía y al territorio de una República hermana; que fue un agravio
inadmisible a la dignidad de todo un país y a la conciencia latinoamericana.
Frente a tantas evidencias que muestran al gobierno de Uribe como una máquina de
crímenes y desestabilización en la región no hay argumentos de ninguna índole
que justifiquen al agresor, ni la cacareada defensa preventiva, ni la
persecución en caliente o guerra al terrorismo, esgrimidos por el gobierno de
Colombia, pueden justificar un accionar que se fundamenta en la triste y penosa
subordinación que el régimen colombiano ha asumido frente a los propósitos
expansionistas, recolonizadotes de estados Unidos.
A nadie le cabe duda de que el Estado
colombiano está haciendo el papel del "Israel" de Latinoamérica, según se
vislumbró en la reunión del grupo de Río en Santo Domingo y en el seno de la
misma OEA por siempre timorata y subordinada a Washington.
La crisis generada a partir de los
sucesos de Ecuador, entonces, no es sino la precipitación con una excusa de
bulto de planes que están trazados hace mucho tiempo por los sectores más
reaccionarios y retardatarios del poder permanente yanqui en su decisión de
mantener y fortalecer su control imperial sobre América Latina. Las FARC en este
caso si bien son miradas por le imperio como una piedra en el zapato de la
recolonización, modestamente debemos decir que es al conjunto del latente
espíritu emancipador bolivariano que retumba desde el norte de sur América a lo
que le teme Washington. Nosotros si es que somos excusa, ello sólo sería para
acelerar una agresión que está planificada con o sin FARC en el escenario; en
últimas si como excusa nos quieren tomar, sería para acelerar la las agresiones;
por eso hemos dicho que es inadmisible el chantaje que se ha montado y se trata
de mantener a toda costa y sin fundamento fáctico serio y posible contra los
gobiernos de Ecuador y Venezuela a través del supercomputador o los
supercomputadores que de manera inverosímil, según la mentalidad perversa y
falsa del imperio y sus lacayos, resistieron el bombardeo que pulverizó todo a
su alrededor.
Se está frente al espectáculo
tenebroso de un régimen espurio, el de Uribe Vélez, un régimen de horca y
motosierra, criminal, destripador, que avalado por otro régimen de peor calaña,
tiene la pretensión de convertirse en el juzgador de todo aquel que no siga los
dictámenes de Estados Unidos. Pretende Uribe desviar la atención del país que le
exige renunciar a la Presidencia por genocida, narco mafioso y paramilitar.
Quienes conocen a las FARC-EP, lo
decimos con mucho respeto y gran consideración por los revolucionarios del mundo
que en todo caso nos han dispensado su solidaridad, saben que ningún favor le
debemos a nadie, que somos una fuerza autónoma en todos los sentidos…, que con
la honrosa excepción de las organizaciones danesas OPROR, "Guerreros y Amantes",
algunos sindicalistas y veteranos de la guerra antifascista de los años cuarenta
que hicieron simbólicas donaciones económicas a las FARC, no hemos recibido ni
dólares, ni euros, ni bolívares, ni armas de nadie. A diferencia de los millones
de dólares, la tecnología mediática y armamentista de punta utilizada para la
destrucción que si recibe el gobierno colombiano de parte de Estados Unidos para
disparar contra nuestro pueblo y para amenazar a sus vecinos. ¿Desde cuando esto
es legítimo? Hemos dicho que lo ético sería ayudar al débil, no al poderoso. La
ayuda debiera ser para los oprimidos, no para los opresores. Nadie que tenga
conciencia revolucionaria puede permanecer impasible ante ese crimen continuado
que significa el apoyo militar y económico de Washington a sus títeres de
Colombia. Nadie que tenga conciencia debe guardar silencio frente al terrorismo
de Estado que ha causado y está causando tantos apresamientos, desapariciones,
masacres, desplazamientos y la desestabilización regional que puede conducir al
continente a una guerra pero que la que padece Irak y la Colombia empobrecida
por obra de la oligarquía. Que no se siga llamando terrorismo a la guerra de los
débiles contra la opresión y guerra al terrorismo de los Estados poderosos
contra los pueblos.
6. Sobre los computadores y las
versiones en cuanto a las supuestas relaciones entre las FARC y los gobiernos de
Venezuela y Ecuador
Hay una maquinaria mediática que debe
ser denunciada y condenada en tanto está activada para mentir y vomitar sus
agravios contra Ecuador y Venezuela; y contra el pueblo que se ha levantado en
resistencia a la opresión. Los medios de radio, prensa y televisión del imperio
y las oligarquías están desplegados de manera meticulosamente planificada como
verdaderos batallones orientados a impactar en la conciencia colectiva con las
técnicas más acabadas de la desinformación, de la manipulación que les permite
encubrir a los responsables siniestros de la guerra sucia, como instigadores de
la guerra contra el pueblo, disparando juicios y falacias que matan y hieren más
que las balas y las bombas.
Pero tanta ferocidad desbocada, lo
que hace es develar que en medio de la arrogancia, existe un temor de las
oligarquías al despertar del sentimiento bolivariano, al resurgimiento de la
Colombia de Bolívar. Y por eso se exacerban en el engaño y en el odio sin
límites contra la población a la que tratan como si fuera masa desprovista de
raciocinio, presentando mentiras abominables e increíbles como esa de la
existencia de uranio en manos de las FARC, que es un absurdo tan grande como el
de la existencia de los computadores indestructibles.
Todo ello hace parte del entramado de
los pretextos que Estados Unidos ha ido tejiendo para hostigar, provocar y
agredir a Venezuela y al Ecuador haciendo el ariete que les permita tumbar la
resistencia antiimperialista que se ha establecido en Nuestra América y así
continuar el robo de nuestros recursos naturales, pero especialmente el petróleo
que no han podido sustraer de Irak.
A nadie debe caberle duda del
carácter político, de organización revolucionaria bolivariana de las FARC y que
es en ello donde están las coincidencias con revolucionarios de América y del
mundo. Es ahí donde están los vínculos con hombres excepcionales como ese
Presidente de los oprimidos que es el comandante Chávez o ese otro digno
compatriota grancolombiano que es el Presidente Correa. Cómo no sentir
identidad, aún teniendo muchas diferencias, con gente digna, decorosa que como
en los casos de Chávez, Correa, Evo Morales, Daniel Ortega o el Comandante Fidel
Castro luchan no solamente por sus países sino por la unidad de Nuestra América
y el establecimiento de la justicia en el continente y en el mundo. Ese es el
vínculo que tenemos, repito. Pero lo que si preocuparía es que se nos diga que
existe vinculo alguno con genocidas como George Bush, que existe algún tipo de
contacto con elementos de la CIA…, o con elementos de un régimen criminal como
el de Álvaro Uribe Vélez.
Somos una organización política, de
revolucionarios y por mucho que mientan nuestros enemigos de clase será muy
difícil que logren desdibujar esa condición alcanzada con sacrifico y lucha,
dispensando la sangre y la vida de nuestros combatientes sin pedir nada a cambio
diferente a la felicidad de los oprimidos. Vergüenza nos daría que se nos
vincule con los destripadores paramilitares de la motosierra, con los
parlamentarios uribistas cómplices de masacres, genocidios, despojos y, en fin,
de la tragedia humanitaria que padece nuestra Colombia comunera. Entonces, los
vínculos que las oligarquías pretenden ubicar en otros rebuscados aspectos que
en nada tienen que ver con la realidad también hacen parte de la campaña
mediática que parte de la descalificación de las FARC para continuar con la
descalificación de todo aquel que tenga realmente una relación con nosotros o a
quien se le haya inventado tal relación. Yo pienso que nadie debe dejarse
arrinconar con ese argumento detestable; nadie está obligado a revelar un
vínculo cuando existe una persecución miserable contra los revolucionarios, pero
es absurdo que se marque distancia con las FARC cayendo en la trampa de decir
que no se tiene relación con ningún terrorista o violento como suele ocurrir con
algunas personas que se han dejado atemorizar por el imperialismo y han
comenzado a utilizar sus mismos marcos conceptuales. Con ello, en función de
defenderse le seden terreno en la lucha ideológica a ese siniestro enemigo que
pretende uniformar el pensamiento con sus propias valoraciones. Las FARC no son
terroristas y si bien nadie está obligado a tener relaciones con nosotros ni a
reconocerlas, quien las tenga no por ello debe ser condenado que es lo que
pretende hacer el imperio con los revolucionaros en todo el mundo con su aviesa
guerra contra el terrorismo, o lo que pretende hacer Uribe rebuscando e
inventando compromisos inexistentes de personalidades colombianas y extranjeras
con las FARC, para, repito, a partir de la valoración de que somos terroristas,
comenzar a perseguir y a judicializar a quienes se opongan a sus política
fascista de seguridad democrática. En realidad lo que se está es desplegando una
versión mucho más malévola de macartismo, una verdadera cacería de brujas de la
que ahora con más saña que nunca hace papel protagónico el Estado Colombiano
utilizando su sistema judicial acusatorio salpicado por sangre de inocentes y su
aparato inquisidor representado por la Fiscal General de la nación que está en
cabeza del fulano doctor Mario Iguarán, el mismo que protagonizó con Yidis
Medina, Teodolindo, Sabas Pretel de la Vega y otros el cohecho, el delito contra
la misma constitución de la oligarquía colombiana que permitió la reelección
adulterina del narco-paramilitar Álvaro Uribe Vélez. Esto mismo que hacen
utilizando a las FARC, lo harán más adelante, o pretenderán hacerlo con otras
organizaciones que luchan por la justicia y la dignidad. A eso tenemos que
oponernos sin lugar a dudas, conexionándonos como revolucionarios, sin temer a
ser solidarios entre nosotros mismos, sin renegar de nuestra identidad
ideológica que es lo que nos vincula, repito, no solamente con Chávez, sino con
la gran masa de pueblos y de la gente pensante de Nuestra América. Da
satisfacción repetir una y mil veces que con muchos dirigentes del continente
coincidimos en el ideario bolivariano; repetir que en Bolívar y en nuestros
próceres nos encontramos todos; no en la Doctrina Monroe, ni en la de Santander,
ni en la de Seguridad Nacional, o de Seguridad Democrática, que son doctrinas
perversamente criminales ideadas por Washington y ejecutadas por sus cipayos a
favor de las políticas geoestratégicas de expolio y dominación del imperialismo.
Ahora bien, si existe un vínculo que
enorgullezca a las FARC es aquel que ha logrado con las mayorías empobrecidas de
Colombia que no tienen lugar a expresarse en los grandes medios ni en el trabajo
político abierto, debido a la guerra sucia que existe en nuestra patria. Si
siguen en esa cacería de brujas de la que he estado hablando, como en efecto
parece que lo seguirán haciendo, tendrán que apresar a millares y millares de
colombianos empobrecidos que son los que sostienen con su fuerza moral y sus
anhelos a las FARC. Y eso no será sino la mayor polarización de este conflicto
de clases en el que veremos de un lado a la oligarquía con sus paramilitares
bregando a favor de los intereses del imperio y del otro lado al pueblo
levantado con las FARC y muchas otras fuerzas revolucionaria, porque si algo es
seguro es que en Colombia se han acumulado profundas razones de injusticia
social que tienen al pueblo a punto de estallar contra tanta iniquidad que han
diseminado quienes están en el poder. No pierda nadie de vista que América
Latina se está estremeciendo, que los pueblos esperan a Bolívar y a sus héroes
de la independencia porque son ellos esperanza de dignidad y soberanía, de
justicia social, unidad y paz; que ellos están en la conciencia colectiva como
sagrada fuerza moral que ha de conducir a las mas hasta la toma del poder les ha
sido arrebatado por siglos.
Cierro diciendo que si hay algo que
tenemos que agradecerle de manera especial al Presidente Chávez y es, como lo
hemos dicho en algún comunicado, “su apostolado por la paz, su persistencia
humanitaria en el canje de prisioneros, su convicción de que el camino de la paz
empieza por el reconocimiento de las FARC y del ELN como fuerzas beligerantes, y
su oferta del territorio de Venezuela, como escenario para la paz entre el
gobierno de Colombia y las insurgencias de las FARC y del ELN”. Es indudable que
el Presidente Chávez ha sido en teoría y en práctica el mandatario que más ha
lidiado por la paz de Colombia, hasta el momento, entendiendo cabalmente que
esta es también la paz de Venezuela, y la paz del continente. Al menos por ahora
no ha cedido a las presiones que pretenden colocarlo sólo en la posición de
pelear por la liberación de los prisioneros que están en nuestras manos sino que
él se ha mantenido contra toda presión en una posición de justo equilibrio
humanitario, entendiendo que los prisioneros de uno y otro lado tienen condición
humana similar, a favor del canje, del intercambio, como un paso real y
necesario para alcanzar un escenario en el que se puedan iniciar diálogos por la
paz de Colombia.
7. A las FARC se le señala como
grupo narcotraficante y terrorista. ¿Por qué? ¿Cual es la opinión de las FARC
frente al narcotráfico y al terrorismo?
Mira, el sentido más genérico de lo
que es el terrorismo significa la dominación por el terror, es decir mediante
acciones que generen un miedo muy intenso; se trata de la aplicación de métodos
expeditos de violencia ejecutados para crear angustia y zozobra en la población
que se pretende mantener bajo dominio. La sóla amenaza de utilizar ese tipo de
violencia es considerado terrorismo, como te digo, según la definición más
genérica. Pero resulta que hoy por hoy, llegar a una definición sobre lo que es
el terrorismo y sobre quienes pueden ser considerados terroristas pasa por el
tamiz de los intereses políticos que existan en una confrontación de clases
sociales. Sobre todo cuando hay una lucha por el poder y de un lado están
quienes enfrentan a los explotadores y opresores y de otro están esos opresores
que por lo general se mantienen con sus privilegios utilizando mecanismo de
coerción y de fuerza, quien tiene la posibilidad de legislar, quien tienen el
control del poder estatal y del poder mediático es quien impone sus
definiciones, sus valoraciones, sus marcos teóricos que por lo general están
encaminados a descalificar a quienes se le opongan en esa confrontación de
clases. A partir de esta reflexión se debe entender que al uso de la violencia
que hacen los oprimidos, los menos fuertes es a lo que hoy los imperios y las
oligarquías le llaman terrorismo, tratando siempre de ocultar que los oprimidos
lo que han hecho históricamente es reaccionar ante la violencia que imponen los
opresores.
En el caso de las FARC, nuestro
levantamiento armado tiene suficiente justificación por la violencia terrible
que durante décadas ha impuesto el bipartidismo liberal-conservador en Colombia
y que ha cegado la vida de centenares de miles de personas, dirigiendo métodos
crueles de muerte tanto contra víctimas individualizadas como contra amplios y
pequeños grupos de personas que se levantan contra las injusticias o que la
oligarquía “preventivamente” atemoriza, aterroriza, o elimina cuando los
considera potencialmente peligrosos a sus privilegios.
Jamás las FARC ha premeditado
acciones tendientes a intimidar a la población, a la cual por razones de
conciencia, de convencimiento humanista histórico se deben y por la cual
combaten contra la opresión de un régimen al que sí, efectivamente, con razones
suficientes y sobradas considera terrorista, en cuanto actúa por mano de sus
propios aparatos de seguridad o mediante grupos paraestatales y secretos en
contra de la población y de la oposición por fuera de los parámetros habituales
de las guerras, aplicando desapariciones, torturas, asesinatos, masacres,
desplazamientos masivos y una infinidad de crímenes que están ampliamente
ejemplificados por diversos organismos internacionales humanitarios. Las FARC,
sencillamente han tenido que responder con violencia revolucionaria a la
violencia reaccionaria del régimen, y sobre todo al terrorismo de sus fuerzas
militares y paramilitares que han sido apoyadas de manera descarada por casi la
totalidad de su podrida institucionalidad burguesa. Miremos nada más el ejemplo
de los más de ochenta parlamentarios uribistas y el caso del Presidente mismo
involucrados en los crímenes de lesa humanidad cometidos contra millares de
campesinos y gente humilde que ha sido descuartizada en Colombia, para
arrebatarles la tierra y la posibilidad de la opción política.
Terrorismo entonces, no es la
legítima defensa que ejerce el pueblo cuando ha tenido que armarse para
defenderse de la opresión de la oligarquías y de las agresiones del
imperialismo, que al mismo tiempo que asesinan, desaparecen gente, torturan,
encarcelan, etc., difaman y con calumnias pretenden mostrarnos como
narcotraficantes cuando sabido es que en el seno de la oligarquía es donde están
los ricos emergentes que controlan ese negocio abominable del cual se lucran
también grupos trasnacionales que en nada tienen que ver con un proyecto
altruista como el que encarna la guerrilla revolucionaria de las FARC. Mire nada
más la manera como con calumnias y para chantajear a las FARC, el gobierno
colombiano en contubernio con el gobierno yanqui extraditaron a Simón Trinidad
imputándole cargos de narcotráfico que finalmente con todo y los montajes de
mentiras y falsas pruebas, no han podido demostrarle los tribunales gringos. A
Simón han tenido que condenarle por asuntos de orden político, endilgándole como
secuestro la captura de tres estadounidenses que fueron legítimamente capturados
por las FARC en una acción de guerra mientras ellos realizaban acciones de
espionaje.
Está descartado, hablando en
justicia, que las FARC en el desarrollo de su accionar político-militar tenga
por propósito la propagación del pánico sobre las comunidades que habitan el
escenario donde se realiza la confrontación. Está descartado que la aceptación
de las FARC entre las ingentes masas oprimidas en Colombia, y que es lo que nos
da la fortaleza que tenemos, sea el producto de la coacción. Más bien, o de esa
farsa y asquerosidad que llaman la comunidad internacional y que no es mas que
el rebaño de lacayos que siguen los dictámenes de Washington y del imperialismo.
Si no fuera porque el Estado criminal que encabeza Uribe no hubiese generado
tanto terror y muerte, tanta desolación…, y si ese Estado terrorista no hubiese
encontrado tanto silencio frente a sus atrocidades de parte de ese esperpento,
de la tal comunidad internacional, hacía mucho rato hubiese caído. Es tan
terrible y evidente la inmundicia que entraña el régimen colombiano que debiera
ser una vergüenza para el mundo que personajes como Uribe se mantengan en el
poder y que exista aún quien en el contexto internacional lo catalogue como si
se tratara de un prohombre al frente de una democracia inmejorable. Eso debe
avergonzar tanto como el hecho de que personajes siniestros como George Bush,
aniquilen a pueblos enteros contando incluso con el celestinaje de la ONU y de
otros organismos internacionales y Estados del planeta que se dicen democráticos
y civilizados.
8. Quién fue el Comandante Iván
Ríos y cómo se produjo su muerte.
Un comunista bolivariano de profundas
convicciones humanistas y revolucionarias; un combatiente valeroso, un hombre
entregado con el alma a la causa de la Colombia Nueva.
Su nombre era Manuel de Jesús Muñoz.
Dentro de la dimensión y la compartimentación que tienen las FARC, es imposible
que entre todos nos conozcamos en los detalles del historial familiar;
particularmente con el camarada Iván mi relación personal no fue muy extensa ni
muy profunda. Nos vimos unas tres veces en algunos lugares diferentes, por
motivos de trabajo…, y especialmente tuvimos oportunidad de departir un poco más
en la región del Caguán en tiempos en que se desarrollaban los diálogos de paz
con el gobierno de Andrés Pastrana Arango. Ahí tuve la oportunidad de conocerlo
más a fondo y reafirmar la idea que de él tenía por referencias de muchos
camaradas que lo conocían en el calor de la amistad como una persona sencilla,
amable, recta y consecuente con sus principios. Yo sabía que él se había
vinculado a las FARC en el área de trabajo del Bloque José María Córdova que
precisamente ahora lleva el nombre de Bloque Iván Ríos en su memoria y en su
homenaje. Entonces, su ingreso como guerrillero que es en los años ochenta,
cuando él tendría por ahí entre 20 y 25 años se produce cuando ese Bloque estaba
bajo el mando del Camarada Nariño, Efraín Guzmán, quien para todos es sabido que
fue uno de los principales constructores de Partido y organización de masas en
el nor occidente del país. Ahí ingresa Iván Ríos en el Quinto Frente, en el
Urabá, y desde entonces su vida guerrillera, como expresa el comunicado en que
nuestro secretariado informa al país sobre su muerte, transcurrió forjando
conciencias, organizando pueblo.
Como dije, tuve la oportunidad de
departir con él en la zona desmilitarizada del Caguán. En medio de sus
ocupaciones que eran muchas porque estaba al frente del equipo de guerrilleros
que hacían parte de la dinámica Comisión Temática de las FARC, sacamos algunas
horas para dialogar de todos esos problemas de orden social que tiene el país y
que era los que la gente llegaba a analizar en las mesas temáticas de Villa
Nueva Colombia, trayendo propuestas que jamás fueron atendidas por el gobierno.
Iván manejaba muy bien los asuntos
que abordaba la Mesa Temática, desde los económicos, políticos y sociales en
general, hasta sencillos problemas de la cotidianidad familiares que también
llegaba a plantear la gente con la esperanza en que la guerrilla diera sus
orientaciones en procura de una solución.
Como un detalle particular, se que a
Iván le gustaba mucho escuchar música folclórica colombiana igual que música
clásica de diversos países. Creo que se agradaba hablando del tema, porque en
cuatro oportunidades que tuvimos de prolongar nuestros diálogos hasta altas
horas de la noche, en todas él mismo llegaba al tema.
Me recuerdo por ejemplo de una
extensa disertación que hizo sobre los géneros musicales y las características
de la obra de Beethoven en comparación con la de Haydn y Mozart, quienes según
él habían influido notoriamente en la definición del estilo de Beethoven así
éste no lo admitiera. Esa noche, colocando música de uno y otros personaje,
sobre todo de Mozart y de Beethoven, habló de cuantas eran las sinfonías,
conciertos, cuartetos de cuerda, sonatas, operas, overturas y no se qué cantidad
de cosas más. Amena charla que tenía el inconveniente de que de mi parte no
había noción del asunto, pero al fin y al cavo supe por él que Beethoven era el
puente hacia el romanticismo, y que era considerado el último gran representante
de la escuela vienesa clásica, que en vez de proseguir las escuelas o la escuela
romántica se dedicó a desarrollar la música heredada de Mozart y Haydn. Una
conversación que abrió poniendo de fondo la composición Adelaida, de la que dijo
que estaba inspirada en estructuras italianas, la cerró con música de una
cantautora colombiana de nombre Eliana, que cantaba viejas canciones como “Qué
más quieren los señores”, “la paloma blanca” y una canción dedicada a Manuel
Marulanda Vélez que yo no conocía .
Aprecié mucho su forma de ser en
pequeños detalles. Ese día me regaló uno de los discos que había puesto durante
la noche para que lo utilizara en la emisora, era una selección de música de
José Barros, un compositor colombiano…, unos de los más grandes decía él. Entre
las canciones que escuchamos puso “La momposina”. Yo pensaba que era una
composición de Nelson Pineda, un soledeño que la interpreta de manera
maravillosa…, pero no, Iván Ríos me preciso que era una de las centenares de
canciones de José Barros…, hay gente que sólo sabe que La Piragua es de él, y
entonces hizo una broma diciendo que incluso esa canción tan popular y apreciada
en Colombia, muchos creen que no es de José Barros sino de Guillermo Cubillos,
en alusión a un fragmento en coro de esa canción que dice “era la Piragua, era,
la Piragua, era la piragua de Guillermo Cubillos”.
Fíjate que Iván puso esa noche la
música y al tiempo que hablaba de su compositor, de la melodía y de los detalles
de la música, cuando expresaba que el autor era de la población de El Banco
(Magdalena) indagaba y opinaba sobre la terrible situación de miseria y guerra
sucia que padecía ese departamento de la Costa Caribe, y en la misma dinámica
hacía algo de historia explicando que es canción, La Piragua, era la que se
había interpretado en la ceremonia de entrega del Premio Novel de literatura a
Gabriel García Márquez. Y claro, no desaprovechaba para realzar a Antioquia y
los territorios paisas en son de broma y en son de seriedad diciendo que José
Barros no lo hacía famoso el haber nacido en el Banco, en la Costa, sino el
haber estado en Segovia y en Medellín, cantando en las primeras emisoras de
radio que ahí surgieron y que lo lanzaron a la fama, y que no era con cumbias
sino con un tango que arrancó su fama, un tango cantado en tierra paisa,
reafirmó.
Bueno, no tengo otras anécdotas
especiales, creo que hay compañeros que lo conocieron en su parte personal y
pueden dar mejor detalle de él. Con lo que mostró en su vida como revolucionario
bastaba para tener certeza que un hombre como él en el Secretariado o en
cualquier lugar que lo ubicara la organización era un apoyo valiosísimo, que
además tenía en él la garantía de una firmeza indoblegable en cabeza de una
persona muy joven. Creo que a estas alturas no sobre pasaba los 45 o 47 años.
Ese fue el gran hombre que reemplazó
al comandante Efraín Guzmán cuando murió en el año 2003, pasando desde noviembre
de aquel año, a ser parte del Secretariado.
Era sí el integrante más joven de esa
instancia superior de conducción de nuestra organización. Quizás el de menos
experiencia entre todos. En todo caso un guerrillero bolivariano Consecuente con
su juramento ofrendar hasta la vida por la causa de los pobres.
Murió asesinado en las montañas de
Aguadas. Mediante una pérfida acción criminal, un infiltrado asesina en zona
rural del departamento de Caldas. Creo que lo dicho por el comandante Iván
Márquez en una reciente entrevista para las agencias ABP y ANNCOL, sintetiza muy
bien la valoración que hacemos los farianos sobre las muerte de Iván Ríos y del
camarada Raúl Reyes, cuando expresa que fue un golpe muy duro que nos estremeció
el alma. Con todos nuestros camaradas, cuando cae alguno, eso suscita dolor,
pero estamos en una confrontación muy dura en la que quienes nos vinculamos
somos concientes que el compromiso es hasta la victorias o hasta la muerte y que
cualquiera de nosotros puede caer en el momento menos pensado; tratamos de
evitar al máximo los riesgos innecesarios, pero nadie en una guerra en la que
nos comprometemos a fondo en la tarea de la emancipación y la paz con justicia
social, está exento de la muerte en combate o como producto de alguna acción
pérfida del enemigo. No podemos entonces sentarnos a llorar y a lamentarnos
eternamente y compungirnos por cada situación que se nos presente por grave que
parezca. Mira hay una letra de un himno nuestro, un himno guerrillero, fariano
que lleva por nombre En Vanguardia, y que expresa que llama a que “el dolor
nuestro optimismo no arrebate y que sea más bien de la victoria un nuevo
anuncio”. Y así debe ser, así es. En este caso de Iván Ríos como en el de Raúl,
y sin duda más aún en el caso de la muerte de nuestro Comandante en Jefe, en
tratándose de camaradas tan pero tan valiosos se siente cierto vacío, es
indudable que es un dolor que estremece el alma, pero que al mismo tiempo genera
una fuerza moral superior que nos impulsa con mayor determinación a seguir
adelante. En los dos primeros casos como en todo lo que ocurre antes del 26 de
marzo siempre contábamos con el aliento y el optimismo pleno del camarada
Manuel, quien era oportuno y acertado en sus orientaciones. Ahora la diferencia
fundamental es que él ya no está, pero lo que ha dejado construido tiene toda la
carga esencial de sus capacidades y sus previsiones. Él mismo había previsto que
en la intensificación de la guerra era posible que cayeran algunos mandos medios
y de Estados Mayores de Frentes y Bloques, o del mismo Estado Mayor Central,
incluyendo integrantes del Secretariado y que había que tener las estructuras
sólidamente definidas para que no nos tomara nada por sorpresa.
9. ¿Dé que manera han repercutido
estas muertes, las de los camaradas Iván, Raúl Manuel? ¿Tendrá alguna variación
la línea de las FARC, sobre todo con el hecho de quien asume la comandancia es
Alfonso Cano?
Bueno, acabo de mencionar al camarada
Manuel, su capacidad, su genio político y militar y las previsiones para cada
circunstancia. En tal sentido, desde antes de la novena conferencia había
ajustes hechos para asumir dificultades del tipo que se han presentado ahora, e
incluso peores circunstancias de guerra. Recuerda que esta es una organización
político-militar, es una organización guerrillera con más de 40 años de
experiencia que no está aventurando y que considera que la lucha no es un retozo
folclórico. Estamos enfrentando a un Estado Criminal, a un Estado que nos ha
sacado de la escena política legal a punta de bala, de masacres. Un estado que
en la historia más próxima, en el pasado inmediato más tibio asesinó a alrededor
de cinco mil militantes de la Unión Patriótica; un régimen que todos los días
hace masacres y descuartiza a inocentes; entonces no hay de qué sorprenderse.
Nos pueden doler las cosas pero no causándonos estupor ni parálisis. Nosotros,
te repito, somos guerrilleros, revolucionarios de patria o muerte, con el
absoluto convencimiento de estar actuando con razones justas y con la certeza en
que vamos a vencer. Nosotros no estamos actuando de manera coyunturalista, no
estamos asumiendo una línea diferente todos los días. Tenemos una estrategia
trazada como resultado de una experiencia histórica y como producto de un
paciente análisis político de la situación nacional no para desplegarlo en uno o
dos días sino para adelantar una lucha de largo aliento. Esa estrategia no se
cambia según como vayan los vientos de la guerra para uno u otro lado. Las
coyunturas obligan a hacer ajustes y variantes mínimas, pero lo fundamental de
la estrategia está definido y todas las instancia de Dirección y todos los
combatientes actúan según esta estrategia como un solo cuerpo, sólidamente
unidos, sólidamente cohesionados, sin improvisación, ajustando solamente lo que
haya que ajustar en el desenvolvimiento de hechos que en muchas ocasiones pueden
traer consigo situaciones militares o políticas adversas a la organización o
especialmente al pueblo. El gobierno así asuma posturas triunfalistas, que
tampoco son nuevas, sabe todo lo que somos y por ello despliega una feroz
campaña bélica y mediática que también está inserta dentro de lo militar, en la
que invierte millones y millones de dólares desarrollando el Plan de guerra de
Washington que es contra quien en realidad nosotros estamos combatiendo, porque
si fuera contra esta oligarquía cobarde y sanguinaria solamente, ya la habríamos
derrocado mil veces.
La oligarquía parece ebria de
satisfacción, parece estar sacando cuentas alegres,… pero no, la oligarquía sabe
lo que de verdad está ocurriendo en el campo de batalla y a veces, como le
ocurrió a Uribe en su reciente viaje a México, se le resbala la verdad y la
preocupación. Allá se lamentó y pidió condenar a las FARC por que en sus tropas
tenía más de mil doscientos mutilados producto de la confrontación más reciente,
es decir producto de su fracasado Plan Patriota. Esto también es doloroso porque
la mayoría de los soldados que caen son hijos de familias humildes, pero a la
agresión militarista del régimen que utiliza a sus soldados como carne de cañón
no hay otra forma de responderle que con la legítima resistencia armada. Ya
habrá el momento para pasar un detallado parte de los resultados de este
conflicto y habrá el tiempo de ver la inconformidad popular que está incubando
este régimen fascista de cocaína y motosierra.
Ahora el gobierno de Uribe, la clase
oligarca en el poder, tiene que sumar que a nosotros no se nos olvidan las
experiencias vividas, y que esta forma pérfida de actuar contra un comandante
que para el caso de Raúl estaba buscando caminos para el canje humanitario y
para la paz con justicia social es algo que tomaremos muy en cuenta en la toma
de decisiones. Aquí no pierden sólo las FARC. El gobierno por orden de
Washington y con la participación mefítica de Israel ha lanzado a la basura otra
gran posibilidad y esperanza de encontrar salidas menos cruentas a esta
confrontación. Y de esto va tomando nota el pueblo. Y en el caso de la muerte de
Iván Ríos, el régimen de Uribe ha vuelto a dejar constancia de su degradación.
Una degradación que entra a hacer parte de todas las razones que tenemos para no
confiar en una oligarquía infame y sanguinaria como la que rige en Colombia,
acostumbrada y que quiere acostumbrar a todo el mundo a ver como normal que sus
organismos armados militares y paramilitares sigan cortando no solamente manos a
sus opositores sino cabezas, piernas y esperanzas a punta de motosierras y las
más terribles métodos de carnicería humana. La sevicia del régimen colombiano,
no de ahora, sino de siempre debería ser una vergüenza para el mundo. A Iván lo
han asesinado de manera vil y han hecho hasta burla del suceso infausto y
deplorable: los asesinos cortaron la mano derecha del comandante para
presentarla como trofeo y como prueba de su acción que es la manera como ahora
le han pedido a sus infiltrados que lo hagan. No es la primera vez que actúan
así, y seguramente no será la última. No creo que sea el primer trofeo de la
guerra sucia que le llega al alto mando militar, para el caso al coronel que
está al mando de la VIII Brigada del ejército. Creo que él ha hecho exigencias
más macabras con gente inerme incluso que nada tiene que ver con la guerrilla.
Ellos son adictos a la motosierra, al descuartizamiento. En esa escuela los
formó el Comando Sur yanqui. Y los lacayos del régimen más pusilánimes que
cualquiera aplauden, justifican y hasta pretenden darle sustento jurídico a
estas atrocidades como ha ocurrido con el Fiscal General, Mario Iguarán, quien
de manera cobarde y vil, ha querido mostrar el macabro hecho como un acto de
legítima defensa.
Desafortunadamente aun entre muchos
sectores revolucionarios del mundo parece no haber conciencia suficiente de la
gravedad de lo que ocurre en Colombia por cuenta del imperialismo yanqui y con
el silencio cómplice de muchos Estados que vanaglorian a criminales de la laya
de Uribe Vélez. Así ocurre con los gobernantes del Estado español, por ejemplo,
y con toda la cuerda de los corifeos del capitalismo en el mundo.
Pero repito que esta no es hora de
lamentaciones sino de determinación y optimismo. Nosotros tenemos absoluta fe en
las masas. No creemos ese argumento desesperado de algunos que dicen que en
Colombia la gente está adormitada o hechizada por los trucos mediáticos del
uribismo. Sí ha habido pánico generado por el terrorismo de Estado y la gente
sufre los desplazamientos, las torturas, las desapariciones, los apresamientos
masivos y tanta persecución, pero aún así nuestro pueblo es heroico, protesta,
se organizan, se arma…, lucha. Las FARC no son sino expresión de esa tremenda
capacidad de lucha de nuestro pueblo…, o qué era Marulanda, qué es Marulanda,
nuestro comandante Manuel, sino un símbolo de es pueblo oprimido que se levanta,
que resiste y que lucha. La inconformidad social está creciendo en la
clandestinidad y no solamente. Hay mucha protesta silenciada en los medios de la
oligarquía pero que existe, y ya se verá como esto que el régimen hace pasar
asquerosamente como victorias, me refiero a los asesinatos de Raúl, de Iván y de
tantos otros, es acicate de un levantamiento que vendrá mas temprano que tarde.
Y hemos dicho ya que las FARC, como gran realización especialmente de nuestro
Comandante en Jefe Manuel Marulanda, de quien la oligarquía también ha querido
convertir su muerte natural en un triunfo derivado de acciones del ejercito, no
son uno, ni dos, ni tres, ni cinco comandantes, ni varias columnas…sino el
conjunto del pueblo con un ansia incontenible de victoria, que ahora con su
resistencia valerosa y pronto con un alzamiento general mostrará que el destino
de Colombia no puede ser otro que el de la emancipación, la Patria Grande y el
socialismo.
En esta senda la estructura de las
FARC funciona sobre principios de organización donde la Direcciónla Organización
llega como parte de un capaz equipo de trabajo que tiene sus líneas de acción
suficientemente definidas en las Conferencia y los Plenos de la organización.
Precisamente en el mes de enero de 2007 de realizó la Novena Conferencia
Nacional de guerrilleros en la que bajo la conducción del Comandante en jefe,
del camarada Manuel que es quien tiene y tendrá por siempre la dignidad de ese
título, trazó todos los ajustes, variaciones y definiciones para los tiempos
venideros tanto en materia política como en materia militar. Le repito que aquí
nadie llegará a improvisar y que en el camarada Alfonso Cano como en el conjunto
del Secretariado como del Estado mayor Central hay una garantía total de sacar
adelante una Campaña Bolivariana por la Nueva Colombia que nos ha de llevar por
el rumbo de la victoria, así que esos cuentos de que hay una línea dura o una
línea blanda no es más que guerra mediática. Pienso que si alguien quiere
precisar un poco más sobre lo que viene puede orientarse por dos documentos que
son fundamentales y que fueron producto de la discusión que se llevó a
realización durante la Novena, y me refiero a la Plataforma bolivariana por la
Nueva Colombia Y al manifiesto Político de las FARC. colectiva es su gran
fortaleza, donde la sólida línea de mando cohesionada en torno a un Plan
Estratégico, es una garantía sustancial en la medida en que sea quien fuere el
que asuma como Comandante de Conferencia
10. Qué opinión tiene sobre eso
que han dado en llamar el fin del fin de las FARC.
Mira, han caído en los últimos meses
como en otros tiempos, comandantes virtuosos en el campo político y militar.
Ahora se está desplegando una campaña mediática muy intensa y cada suceso que se
presenta en el campo de batalla o fuera de él se magnifica en las dimensiones en
que más le pueda sacar provecho el régimen. No es la primera y no será la última
vez que caigan camaradas y se presenten bajas o deserciones en nuestra
organización que es una organización no tan pequeña. Esta es una guerra y en las
guerras hay bajas de lado y lado. Hay gente inconsecuente también que nos
soporta los rigores de la confrontación o que se deja arrollar por
circunstancias de orden personal que le impiden mantenerse en la senda de la
confrontación al régimen o que en algunos pocos casos traiciona la causa. Esto
último es muchísimo más difícil que se presente en una organización
revolucionaria, pero no imposible sobre todo cuando se trata de una
confrontación prolongada y sangrienta como la que nosotros enfrentamos. Quien no
tenga claro esto, sencillamente no conoce la realidad histórica del conflicto en
Colombia o si lo conoce tiene un interés de manipulación con algún particular
propósito como ocurre con los medios de desinformación del régimen que utilizan
los sucesos del día a día de la confrontación para profundizar su guerra
sicológica. Tú no aspires a que el gobierno va a pasar un parte objetivo sobre
la situación real del campo de batalla; no, púes va a mezclar verdades con
mentiras para dar la apariencia de la victoria y desmotivar así a las masas que
estén en inconformidad, va tratar de generar derrotismo y desmotivación interna
en las filas guerrilleras y en el movimiento revolucionario y al mismo tiempo
trata de generar sentimientos de triunfo en sus propias filas y en el seno de la
masa oligárquica. Esto hace parte de la guerra, es guerra de la llamada cuarta
generación. Ya antes la hemos sufrido quizás no con tanta saña, pero la sufrimos
de manera muy cruda cuando se produjo la caída del campo socialista. Por
entonces quedamos casi solos y no defeccionamos de nuestra lucha por el
socialismo. Menos lo haremos ahora que tenemos mayor fortaleza, mayor
experiencia y una correlación de fuerzas en gran medida no tan favorable para el
imperialismo y para esta oligarquía que cada vez está más aislada en el
concierto de los pueblos que se levantan con la esperanza que está dando el
ideario bolivariano…, la presencia de la revolución bolivariana en Venezuela y
el espíritu de emancipación en el continente, en Nuestra América.
El fin del fin lo ha declarado la
oligarquía desde los comienzos de la lucha de las FARC. Hubo un fin del fin
declarado durante la resistencia de Villarrica, un fin del fin en Marquetalia
con el lanzamiento del Plan LASO (Operación para la seguridad de América Latina
por sus siglas en inglés), un fin del fin durante la caída del campo socialista,
un fin del fin durante la operación Sonora, un fin del fin durante la operación
Thanatos, un fin del fin con el Plan Colombia, un fin del fin, del fin, del fin
que no se cuantas versiones pueda tener ya en el Plan Patriota, o en el Plan
Victoria, o en el Plan Consolidación, etc., etc. O en tantos otros Planes que
están desplegando contra una fuerza que según los argumentos de la oligarquía ya
ha sido derrotada.
Dentro de esa reciente versión del
nuevo fin del fin de las FARC existen verdaderos “especialistas” que hablan de
signos y síntomas de nuestra supuesta debacle; hablan de indicadores
incuestionables, etc. Entre ellos por ejemplo está el señor Alfredo Rangel,
agente de la CIA, editorialista del Ministerio de la Defensa, que es un
verdadero escatólogo en los dos sentidos de la acepción, tanto en aquella que
habla de las cosas de ultratumba como puede ser su deseo de ver a las FARC en el
más allá, o en el sentido de sus fantasías excrementicias. No hacen sino crear
verdaderos tratados en los que lo que subyace son las más fétidas excreciones de
la retórica que puede crear esa cloaca del pensamiento fascista al servicio de
la propaganda del imperio. Obviamente este columnista del Tiempo debe ser un
bicho muy bien pagado para hacer su trabajo. Hacen ellos sesgados análisis sobre
DESERCIONES dejando sentada su tesis de que estamos debilitados y entre más lo
estemos más difícil nos sería negociar con el gobierno. Incluso presenta
indicadores de nuestra situación en los últimos cinco años: Dice que éramos 18
mil combatientes y hemos pasado a 12 al perder el 30 % de la fuerza, porque la
mayoría han desertado y se han vinculado a programas de reinserción, lo mismo
que se ha perdido capacidad de reclutamiento por el desprestigio frente a los
campesinos (han despoblado el campo con sus procedimientos de guerra sucia y
terrorismo de Estado que se orientan por esa perversa teoría de sacarle o
acabarle el agua al pez, y eso no lo dice sino que vanagloria el programa
soldados de mi pueblo, que es otro procedimiento paramilitar. Dice que por
primera vez en nuestra historia disminuyó nuestro pie de fuerza, etc. Quién sabe
qué lectura de la historia estén haciendo, deben estar seguramente en del
desbocamiento de frustrados deseos que jamás tendrán concreción en cuanto a la
destrucción no solo de las FARC sino del sentimiento de emancipación de los
desposeídos. Las FARC si han tenido situaciones difíciles no previstas,
situaciones adversas propias de la confrontación como la crisis de entre la 2ª y
3ª conferencia cuando efectivamente se perdió el 70 % de la fuerza, pero no es
el caso de las FARC del presente, con una experiencia, con una consolidación,
con una estrategia irreductible, sólidamente definida hacia la toma del poder.
Dicen que los ingresos de las FARC
han decaído en 40 por ciento a pesar del mayor involucramiento en el
narcotráfico. Ellos mismos hacen invenciones que crean contrasentidos que
mirándolas en perspectiva develan las mentiras: Nos sobre el dinero porque somos
narcotraficantes y con esa opulencia financiamos candidatos presidenciales,
grupos revolucionarios en el continente, operaciones trasnacionales…, y al mismo
tiempo solicitamos ayudas como la que dan por cierta respecto al supuesto
préstamo que se solicitó al gobierno venezolano. Nos muestran como buena vida
por que el narcotráfico nos genera dividendos, al tiempo que notician que
estamos sobreviviendo caso sin alimentos ni pertrechos, ni comida…, en fin.,
estamos aniquilados en todos los aspectos, pero gastan sumas fabulosas en sus
planes mediáticos, políticos y militares para enfrentarnos.
Lo cierto es que siempre hemos sido
una modesta fuerza que desenvuelve sus planes con austeridad y según las
posibilidades que nos brinden nuestros propios esfuerzos y la invaluable
solidaridad del pueblo y de los impuestos para la paz que se cosechan de las
ganancias mal habidas de la oligarquía. Por nuestra parte pueden cargar contra
el narcotráfico, lo único que deben tomar en cuenta es que ese fenómeno es parte
de un problema social creado por el mismo régimen y del cual los lucros
fundamentales se quedan en poder de los gringos y de sus calanchines criollos
que están incrustados en el mismo seno de las oligarquías. Nosotros hemos hecho
propuestas para acabar con ese flagelo terrible del narcotráfico, incluyendo
soluciones de tipo social que implican no una solución militar donde a quienes
se golpea es a los campesinos cada vez más pobres y relegados. Hemos hablado de
sustitución, de solución a las necesidades de las millares y millares de
familias que han sido lanzadas a tener que sobrevivir de los cultivos de la hoja
de coca; hemos propuesto la legalización que genere una situación de mercadeo
que ponga por el suelo los precios enormes y las ingentes ganancias que ese
negocio oscuro y sucio produce. Se trata de una legalización que implique la
educación a las juventudes que prevenga el consumo y termine con ese lastre que
aqueja a la sociedad.
Yo quiero resaltar que por más que
traten de presentarnos como narcotraficantes para desdibujar nuestra imagen
política como parte de la guerra mediática desatada contra el movimiento
revolucionario, nosotros no tenemos un Pablo Escobar Gaviria propulsando el
destino de nuestra estrategia como si lo ha tenido el señor Urbe Vélez, el
Varito Corleone colombiano, Ni contra nosotros se puede diseñar con argumentos
veraces un Proceso Ocho Mil, ni se podrá establecer vínculo alguno con esos
testaferros de la para-política que hoy carcomen de manera ostensible la llamada
institucionalidad burguesa, por más que nos difamen desprestigiando a
revolucionarios valiosos como el Negro Acacio o el mismo Simón Trinidad a quien
con patrañas extraditaron hacia Estados Unidos para ponerlo frente a un juicio
por narcotráfico que jamás pudo ni podrá prosperar con todo y que se desarrolló
en los venales estrados gringos.
Nuestra estrategia, en últimas, no
depende de dinero sino de la acción política de las masas. Nunca le hemos debido
nada a nadie ni le deberemos nada a nadie más allá, repito, de la gratitud por
la solidaridad que puede en cualquier campo brindarnos quienes tengan conciencia
revolucionaria, y eso no se valora propiamente en dinero. Para nadie es un
secreto que durante muchos años hemos evaluado lograr una reserva de 300
millones de dólares para el desenvolvimiento de algunas tareas. Esas cifras las
maneja la inteligencia Colombiana porque ha tenido acceso a algunos documentos
internos desde principios de los años 90, y si fuésemos narcotraficantes no
tendríamos necesidad de ello porque como lo ha dicho el mismo don Diego ellos
solos y de un brinco liberaron 4000 millones de dólares para apoyar a Uribe.
Carlos Léder en algún momento alcanzó a proponer pagar la Deuda colombiana, etc.
y por lo demás la economía del país depende de los recursos subterráneos del
narcotráfico, o si no pregunten a Uribe que fue lo que logró la transformación
de montería en narco-urbe de última generación. Con esos recursos inimaginables
que genera ese sucio negocio habríamos tenido esa mencionada suma sin necesidad
de recurrir a nadie. Externa
Hay otras especulaciones que van en
contravía de las concepciones tácticas de la guerra de guerrillas que siempre ha
tenido en práctica la insurgencia, y ese sólo hecho de no coincidir con nuestras
concepciones tácticas les quita cualquier peso específico, como eso que
argumentan sobre la pérdida de la territorialidad en 40 %, como eso de la
ausencia de ataques, o la perdida de presencia en Cundinamarca mientras nos
endilgan el atentado a la Escuela Superior de Guerra y otros hechos que hoy ya
se han clasificado dentro de los llamados “falsos positivos del ejército de
Uribe.
Supuestamente, también hemos perdido
la retaguardia en el tiempo de ejecución del nefando Plan Patriota. Habrá
lectores de tanta mentira que seguramente deben estar imaginando que estamos
habitando el ciberespacio porque aquí en Colombia ya no tenemos donde estar.
Pretenden, entonces, que les indiquemos coordenadas de ubicación.
Y lo más ridículo es la afirmación de
que hemos perdido la capacidad operacional descendiendo de 399 a 214 ataque a la
Fuerza Pública, que según esos cálculos correspondería a una reducción a la
mitad del accionar. Entonces uno se pregunta contra quién pelea la Fuerza
pública y sus paramilitares. Esto es de locos. Para que y contra quién
incrementan tanto su pie de fuerza. En que acciones es que se han perdido, como
ellos dicen “significativamente” los mandos guerrilleros. Entonces hablan de
entre verdades pocas y fantasías abundantes, de bajas, capturas, deserciones, en
todos los niveles de dirección, desde los Frentes hasta el Secretariado, en un
escenario de desangre patrio en el que según la visión del gobierno no hay
guerra, cuando efectivamente esta es una etapa de la confrontación en que fue
derrotado el Plan patriota, en que la sociedad colombiana ha debido resistir
toda la furia del terrorismo de Estado, en un momento en que la insurgencia de
la mano de los sectores más sufridos del pueblo ha enfrentado heroicamente al
ejército mejor armado de América Latina, y de por si ha enfrentado es el
intervencionismo letal de Estados Unidos que ha dotado de la tecnología militar
y de inteligencia más avanzada a sus lacayos en Colombia. Eso es lo que ocurre
en Colombia, eso es lo que hay que evaluar, qué tipo de guerrilla es la que
logra resistir y enfrentar semejante ofensiva que no es sólo contra las FARC
sino contra las posibilidades del movimiento revolucionario en el continente.
En esta confrontación todos los
farianos estamos dispuestos a entregarlo todo, hasta la vida misma. Y dentro de
esa concepción es que desarrollamos nuestra lucha; por ello la organización que
hemos dispuesto cuenta con las previsiones que implica una eventualidad de
muerte de cualquiera de los nuestros; por eso ninguna adversidad va a menguar
nuestra moral ni nuestra capacidad de resistencia y menos nuestra determinación
de lucha hasta la victoria.
Hay que tomar en cuenta que la
capacidad y la experiencia de los mandos y los combatientes de una organización
revolucionaria como las FARC, que se mueve dentro de concepciones
marxistas-leninistas y bolivarianas en su construcción paciente ha cimentado los
principios de conducción colectiva con mucha fuerza. En tal sentido ninguno de
sus integrantes se puede considerar irremplazable. Y sobre todo en una justa
guerra de emancipación y construcción socialista hay que considerar que la misma
confrontación se convierte en un proceso donde los mandos y guerrilleros se
forjan todos los días. La confrontación misma se torna en un semillero de nuevos
cuadros que permite que cuando se producen pérdidas, por sensibles que sean no
motivan resquebrajamientos ni retrocesos. Seguramente quienes creen que las FARC
estarán en debilidad no habrán conocido a grandes combatientes y dirigentes
revolucionarios que ya no están de cuerpo presente pero han dejado una historia
de ejemplo y formación de cuadros, como son los casos de Jacobo Prías Alape, de
Isaías Pardo, del comandante Richard, de Isauro Yosa…, en fin, cuadros
revolucionarios cuyo mejor carácter es que han dejado tras de si una verdadera
pléyade de nuevos dirigentes que han sabido y sabrán proseguir el camino que nos
hemos trazado desde nuestros orígenes.
La oligarquía se ha equivocado cuando
cree que descabezando a millares de dirigentes el proceso decaerá, como
pretendieron con la Unión Patriótica. Cada día al calor del combate se forjan
nuevos cuadros con nuevas experiencia que deberán hacer honor a quienes han
dejado su ejemplo porque lo que sí es cierto es que los verdaderos
revolucionarios van hasta la victoria o hasta la muerte.
11. ¿Camarada y el tema de las
comunicaciones?
No creo que sea necesario detenernos
en detallar respuestas ahora sobre cada tesis que surja del albañal mediático de
las trasnacionales de la desinformación que se rebosan con las deyecciones de
las oligarquías vende patria. Sólo haré alguna breve reflexión en torno al
asunto. Han dicho que las FARC están prácticamente incomunicadas y que esto ha
deteriorado la capacidad de conducción y control de sus comandantes, propiciado
el relajamiento, la indisciplina, la desmotivación de la tropa, la extensión de
la corrupción, la fuga de recursos entre los mandos medios y cualquier otra
cantidad de sandeces. Pero bien, el enemigo está en derecho de decir lo que se
le venga en gana contra nosotros. Es la manera de hacer su guerra sucia. No hay
principios, no hay ética en el proceder. Con eso pretenden ganar la guerra y
tomar la coyuntura como una mampara que le permita sortear su enorme
desprestigio. Pero es que resulta que las FARC no es el ejército del Estado
colombiano. Hay golpes indudablemente, pero es seguro que la madurez de las FARC
está en niveles superiores. Sólo con un ejemplo le explico que hay comando y hay
control. Cuando murió el comandante en jefe, en menos de 48 horas estuvieron
tomadas las decisiones para establecer los reajustes al mando y ello ocurrió de
manera similar en los casos de los camaradas Raúl reyes e Iván Ríos. Hay
coordinación plena y el enemigo no logra tener detalles de cómo se procede en lo
fundamental. Otra cosa es que en la última etapa de comunicación a mandos medios
y combatientes el enemigo haya captado la comunicación de quien informa a
unidades de una compañía el asunto pocos días antes de darse a conocer. Pero los
honores, el sepelio y las medidas estaban tomados. Esta es una fuerza política y
militar que está enfrentando la mayor agresión que haya sufrido movimiento
revolucionaria alguno en el continente. No estamos metidos en una caja de
cristal donde nada nos pueda tocar o afectar. Nuestro desarrollo se da entre
golpes y contra golpes, entre bajas, muertos, heridos…, entre toda la
podredumbre de la guerra sucia del régimen desatada contra el pueblo. Nuestra
fortaleza política y moral se forja en medio de las adversidades; no es un logro
de oropel. De tal manera que es la historia la que dará el veredicto final de
esta confrontación llena de amor y justicia de parte de nuestros combatientes.
Actuamos con principios y no de manera coyunturera. No procedemos por presiones
y menos si vienen de parte de una oligarquía criminal, sangrienta y farsante
como la colombiana. En conclusión, nosotros no obedecemos a chantajes de nada ni
de nadie, sencillamente porque tenemos absoluto convencimiento de nuestros
propósitos, y de la justeza y legitimidad de nuestra lucha. Nos han obligado a
optar por la lucha armada y mientras las razones que han generado esa lucha
armada no cesen, históricamente es imprescindible, necesario y humano
mantenerla.
Excuse que tomé otros asuntos en la
respuesta, pero es que todo esto tiene que ver con el cacareado fin del fin de
las FARC, que quieren hacer resonar en este 44 aniversario que de por si es un
parte de victoria. Pero ya esto está como el asunto de las muertes del
comandante Manuel. Del camarada el ejército anunció muchas veces su muerte,
hasta que finalmente, como ocurre a todo ser humano, se cumplió su ciclo vital.
Él mismo había hablado de sus muertes como un hecho natural que puede ocurrir en
cualquier momento; mejor dicho, la muerte, aunque no nos terminemos de
acostumbrar a ella, es un hecho que siempre hay que esperar. Entonces en el caso
de la oligarquía colombiana, su inquina, su odio, les enferma la mente; así como
pensaban en la muerte del comandante Marulanda de manera enfermiza, de manera
obsesivo, también el aniquilar a las FARC se les ha convertido en una obsesión.
Ya el anuncio del fin de las FARC es como el anuncio del fin de Marulanda que
nunca lograron y se les convirtió en tormentosa frustración. Ahora estos
anuncios del fin del fin de las FARC, que vienen desde los días de la
resistencia de Marquetalia son también como esos anuncios de la muerte de
Marulanda. Ese fin del fin que tanto anhelan de manera enfermiza es una quimera.
La asquerosa excrescencia mediática, amenazante, no nos va atemorizar ni a
desmovilizar. Más cuando percibimos que la guerra sucia no ha menguado al pueblo
que más allá de las cávalas y de las dubitaciones de algunos que creen en que
falta reacción de las masas, este continúa con fe en el futuro y luchando tal
como lo mostró la marcha del 6 de marzo, presionada, amenazada, obstruida y
luego abaleada, pero digna y visible por encima de aquella otra del 4 de febrero
que fue financiada por el régimen.
A esa realidad le teme Uribe, la
oligarquía y el imperio. Saben que hay una potencia que está a punto de estallar
con todo su poder de dignidad acumulado, con ese decoro que están mostrando
hombres de la talla de Simón Trinidad o mujeres combatientes como Sonia, o ese
pueblo que no se ha doblegado con las masacres de espanto que han desangrado a
Colombia..
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Comunicado FARC-EP
Significa la ausencia dolorosa de un imprescindible; del constructor del
Ejército del Pueblo; del estratega de la Campaña Bolivariana por la Nueva
Colombia; del legendario comandante, artesano de la concepción táctica,
operacional y estratégica de las FARC y de la guerra de guerrillas móviles; del
conductor político de la insurgencia… Manuel Marulanda Vélez -como en los versos
de Neruda- “no ha muerto. Está en medio de la pólvora, de pie, como mecha
ardiendo”. Sigue combatiendo desde las montañas rebeldes de la eternidad. Sigue
vivo en los fusiles de los guerrilleros farianos, en el Plan Estratégico, en la
Plataforma Bolivariana por la Nueva Colombia y en el anhelo colectivo de Patria
Grande y Socialismo, que son una inmensa bandera al viento. Ante nuestro
Comandante en Jefe, ante el altar de la patria, hemos jurado vencer, y
venceremos. ¿Cómo asimilamos esta ausencia? Reafirmando nuestra determinación de
lucha. Estrechando nuestra cohesión. Ratificándonos en nuestros principios.
Empuñando con más fuerza el libro y los fusiles del imbatible escudo guerrillero
de las FARC.
Según su punto de vista ¿cuál es el
mayor legado que ha dejado Manuel Marulanda Vélez al país?
Haber sentado las bases para el Nuevo Poder con la construcción de un ejército
popular bolivariano, cohesionado en sus estructuras, en torno al Plan
Estratégico, irreversible en su propósito de toma del poder para el pueblo.
Manuel Marulanda Vélez es ejemplo de convicción, de perseverancia y de lucha
inclaudicable. Jamás seremos inferiores a la fe que han depositado los pueblos
de Nuestra América en la lucha de resistencia de las FARC. Sus manifestaciones
abrumadoras de solidaridad nos hacen exclamar con el Libertador Simón Bolívar
que “es imperturbable nuestra resolución de independencia o nada”.
¿Nos puede hacer una breve semblanza de
Manuel Marulanda Vélez?
Estoy trabajando una semblanza titulada MANUEL MARULANDA VÉLEZ el héroe
insurgente de la Colombia de Bolívar. Por ahora sólo atino responder su
requerimiento con los destellantes versos épicos del poeta Luis Vidales: “Canto
Colombia a Manuel, el guerrillero/ es éste, América Latina, el que yo canto/ a
éste, mundo de hoy, os lo presento/ Manuel es el padre de la selva colombiana/
es el pastor de la paz en el rebaño/ Manuel es hermano de los ríos y del viento/
y allá donde es más libre la montaña/ dulce patria hacia el cielo, allá lo
siento/ En su loor la noche iluminada/ suelta su tiroteo de luceros/ Las altas
tierras limpias lo vieron colombiano/ y el aire puro le fue dócil a su sueño/ El
águila que pasa es un disparo/ cada ave es como un papel que cruza el cielo/
Para hablarle de patria los árboles susurran/ y el mástil de la palma flamea su
bandera/ para indicar que pasa el guerrillero/ ¡Un momento! le dice la límpida
mañana/ y sobre un risco del ande americano/ le saca una foto espectral de
cuerpo entero/ Los árboles son como escuadras de su ejército/ por defensor del
pobre, pariente próximo del trigo/ como a éste le sucede: que cuarenta veces lo
han dejado muerto/ sólo para quedar cuarenta veces vivo.
Murió el comandante Marulanda en un mal
momento para las FARC; el mes de marzo fue muy duro para la organización
insurgente; perdieron no sólo a Raúl Reyes y a Iván Ríos… ¿Qué comentario le
merecen las circunstancias que caracterizaron este marzo de trances tan
luctuosos?
Los revolucionarios no escogemos un momento para morir, pero en cualquier lugar
donde nos sorprenda la muerte, bienvenida sea, como dice el Che, siempre que
éste, nuestro grito de lucha –y esto lo digo yo- de lucha por la paz con
justicia social, de independencia, de Socialismo y Patria Grande, llegue a un
oído receptivo. La lucha que libramos es hasta las últimas consecuencias por que
“en una revolución se triunfa o se muere si es verdadera”. Los desenlaces
dolorosos son previsibles en una confrontación y mucho más si se enfrenta a un
enemigo con un gran poder de fuego, que ha llevado la guerra a la degradación y
que tiene todo el respaldo de la tecnología militar de punta y los dólares que
le proporciona el gobierno de los Estados Unidos en el marco de su expoliadora
estrategia de predominio y subyugación. Pero podemos afirmar que pese al
triunfalismo mediático, estamos saliendo de la horrible noche de marzo con
nuevas experiencias y con un horizonte claro para continuar la pelea por la paz,
la justicia social, la democracia verdadera y la dignidad.
Para muchos, estos golpes, estas
muertes, dejan a las FARC en difícil situación. Hay varios analistas que
consideran que esta guerrilla está casi derrotada militarmente. ¿Están en lo
cierto?
No conocen a las FARC. Confunden el deseo con la realidad y se engañan con sus
propias fantasías. Las FARC no son un ejército de soldados bisoños. A estas les
sucede lo que a Bolívar, que se crecía en medio de la adversidad. Del fin del
fin de las FARC están hablando desde el ataque a Marquetalia en mayo de 1964. En
44 años han lanzado todos los planes y operaciones militares para aniquilarlas,
y no han podido… Primero, el Plan LASO, sigla en inglés que significa Operación
Latinoamericana de Seguridad; el objetivo: impedir el surgimiento de una nueva
Cuba en el continente, ese era el propósito de la Operación Marquetalia. Luego
desplegaron la operación Sonora que buscaba derrotar militarmente a las FARC en
la Cordillera Central, pero no tuvieron en cuenta que enfrentaban a los
guerreros de Manuel. Después lanzaron la Operación Centauro o Casa Verde, pero
los agresores tuvieron que regresar con el rabo entre las piernas a Tolemaida,
donde los esperaban sus mentores e instructores norteamericanos. A estas
agresiones le siguieron como oleadas los planes Thanatos, Destructor 1,
Destructor 2, el Plan Colombia; y paralelamente a estos desataron el horror del
paramilitarismo, criminal estrategia contrainsurgente del Estado que buscaba
destruir lo que consideraban bases sociales de la guerrilla a través de las
masacres, las fosas comunes y las motosierras.
Y ahora con el Plan Patriota diseñado por los estrategas del Comando Sur del
ejército de los Estados Unidos, con el uso de sofisticadas tecnologías
militares, con satélites, con aviones y aparatos no tripulados, con un pie de
fuerza que sobrepasa los 400 mil efectivos y miles de asesores y mercenarios
gringos, con la “ayuda” militar de Washington con decenas de helicópteros y 10
mil millones de dólares en el último período, aspiran en un esfuerzo desesperado
a derrotar a la insurgencia y el descontento popular. Ni el fuego, ni las bombas
de las operaciones militares de las oligarquías y el imperio, ni las marchas
manipuladas lograrán desarticular la resistencia y la lucha por una Colombia
Nueva, bolivariana. La lucha armada en Colombia es vigente y tiene lugar porque
los problemas políticos, económicos y sociales que la motivaron no han
desaparecido.
En 1984, con el Acuerdo de La Uribe, intentamos la lucha por la vía electoral,
pero la alternativa política que planteamos, la Unión patriótica, fue barrida a
tiros. Cinco mil fueron los muertos por la intransigencia del régimen
santanderista que oprime a Colombia. Por eso ahora luchamos clandestinamente a
través del Movimiento Bolivariano por la Nueva Colombia. En las FARC hay gente
de principios. Somos indios bravos. No nos seducen con cantos de sirenas.
Estamos listos para entrarle al combate, con paso de vencedores, al Ayacucho del
siglo XXI, al cual convocamos a todos los pueblos de Nuestra América.
Parafraseando a Bolívar: estamos como el sol; brotando rayos por todas partes.
¿Qué nos puede decir de la versión del
Presidente Uribe y del ministro de defensa de Colombia Juan Manuel Santos,
quienes insisten en que el comandante Marulanda murió no como consecuencia de un
paro cardiaco, sino por los intensos bombardeos o por susto?
Con tal ocurrencia tanto el Presidente Uribe, como el ministro de defensa
Santos, están haciendo uso de la más increíble como extraordinaria asnalidad.
Sólo a un imbécil le podría caber en la cabeza que el legendario guerrillero que
se enfrentó durante 60 años a 17 gobiernos y a todos los estados mayores de las
fuerzas armadas oficiales en ese lapso, pudiera morir de susto. Esa pretensión
de tontivanos sólo provoca hilaridad e indignación. Como dijo el mismo
comandante Manuel: “a uno no lo pueden matar con disparos de palabras”.
¿Cómo se decidió la designación de
Alfonso Cano como comandante máximo de las FARC y qué variaciones implica esta
determinación en la conducción de la organización?
Implica la continuidad de los planes. Y en cuanto a cómo se designó a Alfonso
como nuevo comandante de las FARC, debo decir que por unanimidad el 27 de marzo,
cuando nos enteramos de la infausta noticia del deceso del Comandante en Jefe.
Ese mismo día tomamos la decisión también de posponer esta información hasta el
23 de mayo para hacerlo en el marco del 44 aniversario de las FARC. Todo el
Estado Mayor Central, el Secretariado y los combatientes farianos rodean
férreamente unidos al comandante Alfonso Cano.
Muchos críticos y analistas aseguran
que con la llegada del comandante Cano se abren nuevas posibilidades para
iniciar una negociación; una nueva oportunidad para el intercambio humanitario y
la paz. ¿Qué valoración le da a estas afirmaciones?
Las políticas de las FARC ya están definidas, determinadas por nuestras
Conferencias Nacionales y los Plenos del Estado Mayor Central. Hay una línea
táctica y estratégica elaborada colectivamente. La paz ha sido siempre nuestro
principal objetivo estratégico, y en esto coincidimos con el Libertador para
quien “la insurrección se anuncia con el espíritu de paz, se resiste contra el
despotismo porque éste destruye la paz, y no toma las armas sino para obligar a
sus enemigos a la paz”.
Los acontecimientos del 2 de julio que
desembocaron en la liberación de 15 prisioneros parecieran indicar que los
rescates militares son una solución al problema. ¿Que sucedió en las selvas del
Guaviare?
En el inesperado rescate de 15 prisioneros de guerra en las selvas del Guaviare,
ni Uribe ni Santos, ni los generales Padilla ni Montoya son los héroes que se
reclaman. En la pretendida operación sólo colocaron los helicópteros; todo el
trabajo fue realizado por dos traidores, quienes a su vez resultaron
traicionados por los generales y el gobierno. El suceso fue utilizado a fondo
para echarle flores al Presidente, a los militares, a la política de Seguridad
Democrática, y sobre todo, para tapar la escandalosa ilegitimidad e ilegalidad
del segundo mandato del señor Uribe, surgido del delito de cohecho que favoreció
su reelección inmediata. Buscaba el Presidente Uribe disimular su talante de
desaforado dictador que ataca con todos los fuegos de su ira los fallos de la
Corte que le son adversos. Actuando por fuera de su propio estado de derecho
pretende derribar desde el Palacio de Nariño, con poderosas cargas explosivas,
la independencia de la Corte. Ya tiene sometida la rama legislativa del poder
público; ahora va por la jurisdiccional.
A propósito de esta liberación del 2 de
julio el comandante Fidel Castro ha dicho que las FARC jamás debieron capturar a
Ingrid Betancurt y que tampoco debieron tener en las condiciones de la selva en
prisión a los soldados y a los civiles que tenían las FARC, y esto lo señala
como un acto de crueldad. ¿Qué opina sobre ese argumento del comandante?
No quisiera exteriorizar sentimientos que provocan este tipo de posiciones.
Solamente quiero decir que las FARC están en todo su derecho de buscar por todos
los medios la libertad de los combatientes guerrilleros presos tanto en las
cárceles del régimen como en las del imperio. Buscamos una salida que ponga
término al sufrimiento del cautiverio de los prisioneros de las dos partes
contendientes. Hay que pensar también en la crueldad y en las cadenas que
soportan los nuestros en las mazmorras del régimen uribista y en las del
imperio, que son las mismas que padecen los 5 héroes cubanos y los miles de
prisioneros violentados en sus derechos como ocurre en las cárceles de Abu Graih
y de Guantánamo. Quiero agregar que en Colombia algunos dirigentes políticos son
más militaritas y guerreristas que los propios militares. Muchos de ellos
instrumentan y son protagonistas activos de la legislación de guerra y de la
represión contra el pueblo de Colombia por cuenta del terrorismo de Estado.
El presidente Uribe habla de cercos
humanitarios sobre los posibles campamentos donde se encuentran los prisioneros
de guerra. ¿Qué significado tiene para las FARC este anuncio; continúa la orden
de no permitir el rescate a sangre y fuego?
No existen cercos humanitarios, sino cercos militares. Lo de los cercos
humanitarios es un engaño para dar la sensación de un control territorial que
nunca ha existido. De por medio lo que existe es una orden infame del Presidente
Uribe a sus generales de rescatar a sangre y fuego a los prisioneros, sin que
importen las consecuencias. En estas circunstancias, cualquier desenlace fatal
será responsabilidad del señor Uribe.
El gobierno francés ha ofrecido recibir
a todos los miembros de las FARC que estén incluidos en el intercambio. ¿Si se
concreta el intercambio, estarían las FARC dispuestas a dejar que los
guerrilleros liberados, vayan a otro país?
Ese planteamiento es de por sí una afrenta a la dignidad de los guerrilleros de
las FARC. Los verdaderos combatientes no cambian las montañas de la patria ni
sus convicciones por un humillante destierro en ultramar.
Francia asumió el primero de julio la
presidencia de la Unión Europea. ¿Por el interés de este país en el intercambio
humanitario, las FARC pensarán la posibilidad de buscar el reconocimiento
político, el reconocimiento de beligerancia y el retiro de su nombre de la lista
de grupos terroristas?
De hecho somos una fuerza beligerante a la espera de que quienes quieran
coadyuvar a la paz de Colombia, hagan ese reconocimiento. Es una condición
temporal mientras se resuelve el conflicto de legitimidades. El calificativo de
terroristas no es más que una imposición del más grande terrorista que ha tenido
la humanidad: el gobierno de los Estados Unidos.
Los medios hablan profusamente de unas
FARC golpeadas política y militarmente, y diezmadas tanto en número de
combatientes como en recursos económicos. Expresan los analistas que las FARC
pasan por el peor momento de su historia; ¿Qué tan golpeadas están las FARC?
En realidad lo que les preocupa es un eventual desencadenamiento de la
inconformidad social con la existencia de una guerrilla bolivariana como las
FARC, que ya ha completado el despliegue estratégico de su fuerza por todo el
territorio nacional. Por eso el Plan patriota. Por eso el escalamiento de la
intervención militar de los Estados Unidos en Colombia. Por eso la conversión de
la base aérea de Tres Esquinas, en base militar estadounidense en la amazonía
que codician. Si las FARC estuviesen resquebrajadas no estarían anunciando el
traslado de la base de Manta para Colombia. Lo que se está resquebrajando es la
podrida institucionalidad colombiana salpicada de sangre y cocaína, narco-paramilitarismo
e ilegitimidad.
¿En los actuales momentos es posible
que se pueda llegar a una negociación de paz con el gobierno Uribe?
Con Uribe la paz no es más que una quimera. La solución política del conflicto
sólo es posible con otro gobierno, y mucho más si es el resultado de un Gran
Acuerdo Nacional en el que jueguen papel protagónico las fuerzas del cambio y el
soberano que es el pueblo. Un nuevo gobierno que haciendo de la paz su objetivo
cimero recoja las tropas en sus cuarteles y mande a los gringos para su casa.
Cuál es la caracterización que las FARC
tienen en este momento del gobierno de Uribe y de la situación de la
institucionalidad colombiana en medio del aquelarre de la narco-para-política y
otros escándalos más como el de la Yidis-política?
Es un gobierno narco-paramilitar, ilegítimo e ilegal. Sólo lo sostiene el
criminal apoyo del gobierno de Washington, el terrorismo de Estado, la
manipulación de la opinión a través de campañas mediáticas, las masacres, el
despojo de tierras, el desplazamiento forzoso, la motosierra, los fraudes y el
cohecho. Estados Unidos necesita un régimen como el de Colombia, para utilizarlo
como cabeza de playa para el asalto neoliberal al continente.
Las FARC han dicho que el gobierno de
Uribe Vélez es ilegal e ilegítimo. ¿Por qué entonces se mantiene, según lo
difunde la prensa colombiana, en los más altos niveles de popularidad; por qué
no cae este gobierno?
Las encuestas no consultan el 70 por ciento de la población que se debate en la
pobreza y en la miseria, ni a los más de 4 millones de desplazados por el
terrorismo de Estado. No consultan al 50 por ciento de la población
económicamente activa que sufre la angustia cotidiana del desempleo y del
subempleo. No consultan a los sindicalistas perseguidos, ni a los indígenas
violentados, ni a las negritudes olvidadas, ni a los estudiantes reprimidos. El
80 por ciento de la popularidad de Uribe es una farsa y es el resultado de la
más asquerosa manipulación de la opinión.
¿Qué se puede esperar de la nueva
generación de comandantes que ha asumido la conducción de las FARC: una línea
militar más dura o por el contrario el arribo a la política total?
Continuar el camino trazado por el inolvidable Comandante en jefe Manuel
Marulanda Vélez, es decir, el de la política total, que es la lucha estratégica
por la toma del poder por la vía de las armas y de la insurrección con lo que se
llegaría a un gobierno revolucionario, o por la vía de las alianzas políticas
hacia la instauración de un gobierno verdaderamente democrático, en consonancia
con la Plataforma Bolivariana por la Nueva Colombia.
Según los supuestos computadores
incautados al comandante Raúl Reyes las FARC han sido financiadas por el
gobierno del Presidente Hugo Chávez. ¿Qué hay de cierto en eso?
Si eso hubiese sido así, ya habríamos tumbado a este gobierno títere de los
Estados Unidos. Esa afirmación es un pretexto intervencionista. Lo que debe
llamar la atención de Latinoamérica y el mundo son los 10 mil millones de
dólares que la Casa Blanca ha aportado al gobierno terrorista de Uribe para
masacrar al pueblo, desaparecerlo, despojarlo, desplazarlo… Colombia es el
primer receptor de ayuda militar de los Estados Unidos en el hemisferio, y el
tercer receptor en el mundo. Claro, el gobierno de Washington apoya de esta
manera a su testaferro predilecto en la desestabilización de la región, pensando
en la contención de la poderosa fuerza bolivariana que ya se ve venir en el
horizonte de este siglo. Un tribunal de los pueblos debe conducir al banquillo
de los acusados al imperio rapaz y violento que quiere seguir subyugando a los
pueblos.
¿Financiaron las FARC la campaña
presidencial de Rafael Correa en Ecuador? ¿Y con qué?
Eso es un contrasentido. Son las FARC las que necesitan la acción del
internacionalismo solidario de los pueblos del mundo.
¿Con todas las dificultades que se han presentado en torno al tema de la
presencia guerrillera como excusa que ha generado la crisis diplomática entre
Colombia y Ecuador ó Colombia y Venezuela, no se plantea la necesidad de un
replanteamiento en la persistencia de esta forma de lucha, sobre todo cuando
está latente la amenaza de Estados Unidos con el argumento de que actuará contra
quienes consideren que apoyan el terrorismo? La lucha armada no está en
cuestión. Las causas que la motivaron no se han modificado. Las oligarquías sólo
quieren una paz que no toque sus privilegios, que no modifique las injustas
estructuras políticas, económicas y sociales que han causado la pobreza pública.
La estrategia de dominación de los Estados Unidos ya está trazada y el pretexto
es lo de menos. Lo que los gringos quieren es el petróleo de Venezuela, el gas
de Bolivia, las riquezas de la Amazonia, y la miseria para nuestros pueblos. Lo
que se impone es la articulación de la resistencia a las políticas agresivas del
imperio. Quiero recordar que en los fusiles guerrilleros de las FARC resisten
los pueblos de Nuestra América. Y en cuanto a la pertinencia de la lucha armada,
una reflexión del Libertador: “Aun cuando sean alarmantes las consecuencias de
la resistencia al poder, no es menos cierto que existe en la naturaleza del
hombre social un derecho inalienable que legitima la insurrección”. Mientras
existan las FARC nadie podrá quitarle el fusil al Che.
¿La Guajira es de Venezuela
como dice el Presidente Chávez?
Sin duda, la Guajira pertenece a la Colombia de Bolívar y del primer precursor
de la independencia de Nuestra América, el generalísimo Francisco de Miranda.
Nuestro criterio es el mismo expuesto por el libertador a Páez: “Se me olvidó
decir a usted que hemos pensado fundir juntas dos o tres mitades de los
departamentos de Boyacá, Zulia y Barinas para que no haya más frontera de
Venezuela ni de Nueva Granada, porque esta división es la que nos está matando,
y por lo mismo debemos destruirla”.
Una reafirmación final:
Hemos jurado vencer, y
Venceremos. 1.
Significado de haber llegado a los 44 años de lucha armada.
Ninguna guerra hay que humanizarla, hay que acabarla.