Julio López
está desaparecido
hace 6423 días
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“Andrea está viva”
Por Zula ((i)) - Tuesday, Sep. 09, 2008 at 5:04 PM
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Julia Ferreira es una mujer de contextura pequeña, de aspecto frágil. Su voz es calma. Sus palabras sencillas. Julia es una luchadora, sin prensa, sin grandes medios. Sabe que por delante tiene una pelea titánica. Lenta. Agotadora. Frustrante. Ella, busca a Andrea Noemí López, su hija. Al momento de su desaparición tenía 24 años y hace 6 años que nada se sabe de ella.

 “Andrea está viva”...
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Julia Ferreira es una mujer de contextura pequeña, de aspecto frágil. Su voz es calma. Sus palabras sencillas. Julia es una luchadora, sin prensa, sin grandes medios. Sabe que por delante tiene una pelea titánica. Lenta. Agotadora. Frustrante. Ella, busca a Andrea Noemí López, su hija. Al momento de su desaparición tenía 24 años y hace casi 5 años que nada se sabe de ella.

Andrea vivía en pareja con Víctor Manuel Purreta, campeón argentino de boxeo, en Santa Rosa, La Pampa. Algunos medios lo calificaban como “elegante boxeador” o “hábil en los contragolpes”. Purreta, además es un proxeneta, un rufián, un fiolo, un vividor. Obligaba a Andrea, mediante violencia y tortura, a ejercer la prostitución en la ruta, o en un prostíbulo que tenía con un socio en Pehuajó. Un día, para convencerla, la ató al paragolpe de su camioneta arrastrándola por la calle. Era frecuente verla con el rostro desfigurado. La violencia de Purreta no se descargaba solamente en Andrea, a veces tomaba al hijo de ambos, y lo sumergía en un recipiente de 20 litros, lleno de agua fría. Andrea, ante semejante bestialidad no podía negarse. Entonces, se paraba en la ruta y ofrecía su cuerpo. Julia asegura que si hija, siempre quiso escapar de él, pero no supo como. “Andrea no me llamaba mucho, porque yo no estaba de acuerdo con lo que el tipo la hacia hacer, no la dejaba verme. Entonces ella a veces se escapaba de la ruta y venia a mi casa, estaba algunos días y él aparecía, le prometía que no la iba a obligar más a prostituirse y la terminaba convenciendo. Después, la golpeaba, le desfiguraba la cara y la llevaba a la ruta de nuevo.”

La historia de Andrea es una muestra de la violencia cotidiana a la que son sometidas muchas mujeres y niñas. En esta historia de vulnerabilidad, no hay una única victima, como tampoco un único victimario. La violencia no sólo la ejerce quien da el puñetazo, el grito, la palabra descalificadora, también la ejerce el estado ausente. La justicia injusta y patriarcal. La sociedad que naturaliza la prostitución y los hombres que están dispuestos a pagar por el cuerpo de una mujer.

Julia vio por última vez a Andrea, el 8 de febrero de 2004, presume que la desaparición ocurrió entre el 9 y el 10 de ese mes, por la madrugada. La causa por su desaparación esta parada. Nadie la busca, salvo ella. “Para la justicia, Andrea, hizo abandono de hogar. Como no hay un cuerpo, ella se fue por su propia voluntad.” Julia no recibe ningún tipo de ayuda estatal, sólo la que le dan algunas organizaciones feministas e indivudos, que apenas sirven para costear los gastos de sus viajes a Buenos Aires. En una oportunidad, cuando la madre de Marita Verón estuvo en La Pampa se acercaron del gobierno provincial para ofrecerle ayuda, pero nunca llegó. “Lamentablemente no puedo hacer mucho, por Andrea, soy viuda hace 11 años y tengo que trabajar para mantener a mi otra hija de 19 años y a mi nieto. Todo el día trabajo limpiando casas. Mi nieto esta con atención psicológica particular y soy yo quien la paga. No tengo la posibilidad de dedicar un día a la búsqueda de mi hija. Pero cuando puedo y me pagan el pasaje, porque sino no podría ir a ningún lado, trato de estar presente aunque sea en las marchas.”

La tarea de Julia no se limita a buscar a su hija, sino que debe ayudar a su nieto a reconstruir su corta vida. Así, frontal como es, le explica que su mamá puede estar viva, pero también muerta. “A mi nieto no le miento. Le digo que la estoy buscando. Siempre que viajo le digo que voy a buscar a su mamá y le explico que existe la posibilidad de que la encuentre muerta. Cada vez que viajo él se ilusiona pensando que puedo volver con la mamá. Hay noche que llora mucho, la extraña. Lo van a derivar para tratarlo acá, en Buenos Aires, porque allá no hay profesionales preparados para atender un caso como el de él. Mi nieto también sufrió la violencia y vivió en la violencia, vio como su padre golpeaba a su madre.”

Desde hace 7 meses, Julia, tiene la custodia de su nieto, luego de una larga pelea judicial. Purreta, goza de un régimen de vistas otorgado por una jueza de menores sin que pese, al parecer, sus antecedentes penales y violentos. Tampoco esta obligado a entregar una cuota alimentaria. Se lleva al pequeño de 9 años, los sábados y lo entrega los domingos por la noche. “Mi abogada y yo pedimos que se le haga un test psicológico para saber si esta en condiciones de tener al nene. Según el informe del psicólogo de la cárcel tiene reacciones violentas, mi miedo es que golpee a mi nieto. También quiero iniciarle un juicio por alimentos, pero en este tramo del juicio por la tenencia no puedohacerlo, porque no tengo dinero para pagarle a la abogada”.

Purreta no es sospechoso por la desaparición de Andrea, a pesar de haber sido condenado, a cinco años de prisión, por obligae a prostituirse a Andrea, bajo amenaza e intimidación. Actualmente esta en libertad condicional por este delito. Él le dijo a los jueces, que estaba dormido cuando desapareció Andrea. Según sus dichos, él estaba con dos amigos y se fue a dormir. Mientras dormía, Andrea lo despertó porque quería hablar con él, le pido a sus amigos que se fueran, pero ella, luego, se negó ha conversar. Purreta dice que se volvió a dormir y que entre sueños escucho que sus amigos volvieron y después no supo más de Andrea.

Sin embargo, Julia cree otra cosa: “Como madre creo que Andrea está viva. Purreta la entrego por deudas, porque él estaba vinculado con el narcotráfico. Para mi él la quiso convencer de que se fuera con esos tipos y como ella se negó la obligó y la entrego a sus supuestos amigos.”

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wow
Por Nicos - Thursday, Sep. 11, 2008 at 1:30 AM

zarpada historia!
buena nota!

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Me parece reformista y pro estado
Por Loreley - Wednesday, Sep. 17, 2008 at 7:28 PM

Deberiamos ponernos de acuerdo si queremos que el "estado se haga presente" o simplemente que desaparezca o cambie su naturaleza ( que le da este sistema)
Esta bien que la madre se queje de que "el estado no le da una mano" pero creo que nosotros, los que escribimos, debemos plantear otras posiciones respecto del Estado. Nuestra posicion no puede ser "que el estado nos ayude", sino que este estado desaparezca y esta sociedad tambien. Debe ser un llamado a transformar la sociedad!. Sino como quieren acabar con los violadores, abusadores y golpeadores?? Con subcidios del estado argentino para las victimas?

Ese es el problema de este articulo.

Hay varias cuestiones de puntos de vista y de miradas que se me prestan a confucion.
Creo que estamos de acuerdo, (no se la autora), de que la violencia esta apoyada desde el estado capitalista. Entonces como se puede decir que la violencia se genera por "un estado ausente"
Si se dice esto es como que entiendo que para la autora la violencia viene dada no por el estado sino justamente por la ausencia de estado. Otra cosa que me surge es ¿Se esta reclamando la presencia de este estado o de otro tipo de estado? (porque no se aclara) Parece ser que en la nota se llora la ausencia de estado y se atribuye a esta la violencia existente.
Ahora resulta que el estado es violento proque esta ausente y no presta "ayuda estatal"?
Yo creo que cuando Zula cree que el "estado esta ausente" es precisamente cuando el estado esta mas presente que nunca, pero ella no parece darse del todo cuenta.

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