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Paraguay: La Verdadera Agenda De Emergencia En Ñeembucú
Por Alejandro Sánchez - Monday, Sep. 15, 2008 at 9:20 PM

Para Poner Fin A Lo Mismo De Siempre

 

Una emergencia generada por el clima es compleja, el clima abarca todo y a  todos. Por eso sus efectos son complejos. Son muchos temas en uno, pero lo que sí es más importante en una emergencia es la gente, los seres humanos, los más pobres, débiles y desprotegidos. Eso si somos humanistas y si nos preciamos de cristianos mucho más.

 

Además de lo más humildes, igualmente importante es la ecología, el medio ambiente. Esto es lo que nos enseña la ciencia y sus especialistas. Por esto toda emergencia climática es una emergencia ecológica y social. No es una opinión, es lo que la ciencia, en todo su conjunto, nos enseña.

 

Pero en Ñeembucú, Paraguay, muchos tienen otro tipo de emergencias, más limitadas a sus apetitos y deseos voraces de ganar dinero a como dé lugar. No es tampoco una opinión, es lo que históricamente ha sucedido en Paraguay por más de 61 años. Los que  gastaron miles de millones en muros que no sirven para nada, los que destruyeron los humedales de Ñeembucú, los que siempre han realizado todo tipo de fechorías y crímenes, hoy son los que quieren liderar el plan de supuesta “emergencia” en nuestra región.

 

El director intentan...
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El Destructor de Paso Pindó, Agustín "Piti" Cuevas, dirigiendo la "mitigación" de su crimen ecológico, impune a la fecha por no se sabe qué razón jugo$$$a. Hoy quiere dirigir su "emergencia" departamental ¿con aval del nuevo gobernador?

 

 

Ellos parece que quieren que Fernando Lugo le pida al venezolano Hugo Chávez un millón de dólares para hacer puentes y terraplenes de oro en Ñeembucú, mientras las vacas se mueren y los cultivos se secan totalmente; para que luego aparezca la otra emergencia que se viene en pocos meses: El Hambre.

 

A los apetitos personales de los personajes del pasado, a los celos políticos de los líderes regionales que apoyan a Fernando Lugo, a toda la confusión y el deseo de recibir dinero constante y  sonante, a todo eso se tiene que anteponer el criterio social, ecológico y científico-académico (como el que se adjunta con este artículo)

 

Para esto se le tiene que dar protagonismo principal a la ciudadanía, a las organizaciones sociales y a los técnicos. Es cierto que la ley de emergencia nacional no habla mucho de la ciudadanía, pero Fernando Lugo lo puede resolver todo por decretos que obliguen a dicha participación para la trasparentación total no solo de los gastos, sino de la gestión  de la emergencia.

 

De todas maneras, luego de haber consultado con técnicos, he podido conocer cuales son las prioridades más urgentes para Ñeembucú: 1- Recuperar Paso Pindó: El informe de los técnicos canadienses es claro, es urgente borrar ese terraplenado criminal que Agustín “Piti” Cuevas, Derlis Perez y Mecánica del Sur hicieron, los mismos personajes que quieren hoy liderar el trabajo de “emergencia” en la región. 2- Elaborar un plan de contingencia hídrica: Con motobombas y pozo artesianos cuidadosamente hechos (no sea que se pinche el mar salado subterráneo de Ñeembucú) con dichos pozos se podría crear momentáneamente algunos tajamares para el ganado vacuno, sobre todo para los pequeños y más pobres productores pecuarios, para quienes perder una vaca es perder el alimento diario. Lo mismo para el regadío artificial de cultivos de subsistencia o de agricultura familiar. Este plan deberá estar acompañado de un control social, ciudadano y técnico ecológico 3- Recién en tercer grado de importancia están los puentes y  caminos, que pueden recibir un arreglo mínimo y no el de convertirse en caminos de oro, gastando un millón de dólares por ellos.

 

Esta es la agenda ecológica y social urgente en Ñeembucú y no lo que los próceres citados están imponiendo a Fernando Lugo y  al ministro de emergencia Camilo Soares.

 

Abogado Alejandro Sánchez

Activista de Derechos Humanos  y  Ecologista.

Comunicador social.

 

El análisis técnico citado:

 

 

 

APORTES TEMÁTICOS DEL IBIS (UNP)

N° 1: Emergencias y Sequías

Preparado por Julio Rafael CONTRERAS ROQUÉ y Andrés Oscar CONTRERAS CHIALCHIA

 

La Situación de Emergencia generada por la sequía reinante en el sector sudoccidental de la Región Oriental del Paraguay.

Preparado por Julio Rafael CONTRERAS ROQUÉ y Andrés Oscar CONTRERAS CHIALCHIA

 

Consideraciones previas: el concepto general de emergencia carece aún de una definición operativa y legal precisa y dotada de la amplitud necesaria para abarcar los distintos grados y tonalidades que puede asumir una situación de esa naturaleza, que genéricamente significa la inminencia y el desarrollo de un fenómeno natural, social, sanitario o financiero, anómalo, en cuanto a su intensidad (que sobrepasa significativamente las cotas modales de variación dentro del funcionamiento “normal” del sistema o sistemas afectados, y se torna capaz de alterar en forma significativa y perdurable a los mismos.

 

En el Paraguay hemos experimentado las consecuencias de un uso laxo y poco normativizado del concepto de emergencia. Eso se puso de manifiesto en el Departamento Ñeembucú en general y en la Ciudad de Pilar en particular, entre octubre del 2006 y agosto del año siguiente, cuando una serie de disposiciones simplistas, mal formuladas y manejadas y escasamente reguladas, permitieron que funcionaran Comités de Emergencia cuyas debilidades e imprevisiones se revelaron en tres campos: 1) Falta de adecuada definición técnica del problema reinante y ausencia de especialistas siquiera medianamente válidos entre los referentes actuantes; 2) Ausencia e incluso rechazo de la transferencia especializada que pudieron brindar organismos capacitados, como fue -por ejemplo- el caso de la UNP y 3) Manejo discrecional de enormes sumas de dinero público que por las características señaladas en los párrafos precedentes, se malgastaron o contribuyeron a generar estructuras y acciones que seguramente van a agravar situaciones repetitivas del enunciado proceso en caso de reiteración. Como dato de interés adicional puede mencionarse que a partir del 13 de febrero de 2007 el fenómeno de “El Niño” (ENSO) había abortado desde el punto de vista geofísico y meteorológico, y sin embargo la Comisión de Emergencia  actuante lo mantuvo como “vigente” hasta varios meses después, haciendo aún más oneroso para la Nación el presupuesto manejado arbitrariamente como lo avalara el vacío legal preexistente.

 

En consecuencia, y dada la alta probabilidad de reiteración de emergencias de diversa naturaleza derivadas de estados funcionales globales (cambio climático, calentamiento global, crisis ecológica, amenaza de pandemias); regionales (reiteración del proceso recurrente del ENSO); y locales, (incendios de magnitud o generalizados, sequías, inundaciones no fluviales; colapso de la red vial, procesos epidémicos, etc.), es necesario elaborar a nivel legislativo, un marco referencial categorizando los diversos tipos de riesgo, abriendo paso a los diversos tipos de respuesta específica, que forzosamente deberían implicar organismos técnicos y científicos como el Sistema de Universidades Públicas del Paraguay; y, además prevean en forma adecuada el control de calidad de las medidas de respuesta y de control contable de los gastos realizados.

 

Solamente si se consuma este paso previo se puede llegar a dar respuesta satisfactoria a las situaciones planteadas o eventuales de riesgo que pudieran presentarse en el país.

 

Se sugiere que aquellos tipos de problemática con carácter repetitivo deben contar, en lo posible con organismos técnicos que previamente a la urgencia de los casos previsibles, estudien con la mayor profundidad posible los parámetros mayores de las eventuales situaciones de emergencia y que formulen modelos tendenciales incluyendo, en lo posible, sistemas de aviso temprano.

 

La Sequía en el Paraguay Oriental

Se define como sequía una situación sostenida de mengua en el aporte pluviométrico que supere el nivel medio de variación funcional del mismo localmente. Cada región terrestre está caracterizada por un nivel medio de precipitación pluvial, que incluye entre sus parámetros: 1) Variabilidad multianual, existiendo un margen medio expectable, que en general es siempre menor o igual al 20% del índice medio característico; 2) Distribución temporal de las precipitaciones, que puede ser regular, estacional, bimodal o multimodal.

 

Debe considerarse que en la llamada Región Natural Chaco-Pampeana (de la que el sudoeste del Paraguay Oriental participa marginalmente), existe un régimen cíclico multianual en el que cada fase alternante puede abarcar de una a varias décadas, de sequía o de exceso hídrico. En ese sentido actualmente reina en la Región enunciada y desde aproximadamente 1992, un período seco caracterizado por la escasa pluviometría, en el cual los episodios de lluvia -a veces intensos- son sólo episodios disruptivos en un proceso que básicamente implica sequía. El mencionado período seco se ha intensificado a partir del fenómeno de alta intensidad de “El Niño” de comienzos de 1998 (abril-mayo) y más señaladamente después del proceso abortivo del mismo fenómeno en el año 2006-2007, al que sucedió un contraepisodio de “La Niña”, alcanzando niveles alarmantes en la actualidad.

 

 El fenómeno es regional y afecta a las regiones Mesopotámica, Central y Chaqueña de la Argentina. También al Bajo Chaco Boreal Paraguayo y a departamentos vecinos como Paraguarí, Central, Caazapá e Itapúa en el Paraguay.

 

Características que hacen de una sequía un estado local de Emergencia:

Se puede resumir en 1) Consecuencias sensiblemente alteradoras, algunas reversibles otras no, del medio natural, particularmente del equilibrio ecosistémico, de la estabilidad del suelo orgánico y su sustrato mineral; de la persistencia de la biodiversidad dentro de niveles compatibles con su perduración sostenida, 2) Alteración de los sistemas económico, productivo, y de balance adecuado de sus obligaciones impositivas, crediticias y previsionales de los pobladores rurales y de poblaciones de mínimo tamaño. 3) Alteración de la calidad de la vida humana, de la de los animales domésticos y de la vegetación entornante a las moradas campesinas; 4) Ruptura  en caso extremo del equilibrio social con ruina económica, abandono del campo y de aldeas y retraso extremo en el desarrollo de procesos productivos básicos (carne, lácteos, aves de corral y huevos, vegetales de cosecha, fruta, etc.). Los estados enunciados muestran una secuencia progresiva a través del sostenimiento de una sequía, caso que se puede ver agravado por colateralidades tales como incendios, desecación de cursos, desecación de napas (anulación de los pozos de provisión de agua doméstica) y aparición de epidemias o zoonosis derivadas del estado de alteración sistémica.

 

En el caso particular de los departamentos Ñeembucú y Misiones la sequía continuada da lugar a una incentivación del mal manejo ambiental, en general descontrolado desde larga data, con incentivación de la construcción no regulada de embalses, desviación de cursos, alteración de microcuencas, aniquilación de la ictiofauna natural, salinización de suelos, erosión eólica, etc. También da lugar al acceso a sectores por lo común aislados y casi inaccesibles que sirven normalmente de reservorio para especies silvestres perseguidas, pudiendo dar lugar a extinciones locales, algunas de ellas, claramente perceptibles en este momento del proceso actual.

 

Desde el punto de vista productivo el productor ganadero, no sólo pierde por liquidación de planteles a precios subnormales, sino también por mortandad de rebaños y por necesidad de sacrificar vientres productivos. Este último aspecto es el más alarmante pues la reconstrucción de planteles productivos lleva generalmente años dada  la biología particular del ganado vacuno.

 

El proceso se da en cadena y el primer eslabón afectado es el de transmisión rural-urbano, con mengua de consumo de vituallas, enseres, herramientas, semillas y todo el atalaje rural, además de la compra de suntuarios, el gasto en entretenimiento e incluso en salud y educación. Además, se rompen cadenas básicas de pago, especialmente para el pequeño y mediano comercio. Eso significa una grave amenaza para la economía de los pequeños municipios y comunidades. Los primeros experimentan también la mengua o el cese del pago de contribuciones y de derechos, y eso paraliza la obra pública y otros gastos condicionados por ella, por lo tanto el ámbito rural y urbano pequeño experimentan paralelamente los daños de la sequía, e incluso la falta de agua potable (napas) y riesgo de contaminación e incendios.

 

La economía -de mayor dimensión en las ciudades de cierta envergadura también experimenta- los ecos de ese proceso y la economía regional se resiente.

 

El crédito rural es un instrumento normal de la dinámica agropecuaria, y sólo puede responderse a las obligaciones que del mismo dimanan si el sistema es previsible. La sequía introduce un factor de aletoriedad y puede llevar al quebranto total de los productores por impago de deudas crediticias. El mismo factor de aletoriedad impide planificar las cosechas y, aunque se superara naturalmente la sequía, las actividades de roturado y siembra se retrasan irreversiblemente, prolongando el daño en el tiempo.

 

Un sistema de emergencia, al activarse debe encarar: 1) Retención prioritaria de los planteles ganaderos productivos, las forestaciones, plantaciones multianuales (yerba, takuare’e, frutales) o atendidas bajo condiciones de incremento tecnológico (tendaleros o instalaciones similares); también del ganado menor y las aves de corral; 2) Asistencia crediticia (crédito blando y de tramitación rápida) para los afectados que lo requieran justificadamente. 3) Maximización del control y de la gestión de las intervenciones ambientales, referidas a cuencas, a la biodiversidad, a los reservorios hídricos; también a las masas forestales nativas, etc.; 4) Prevención de las eventualidades de incendio facilitado por la disponibilidad de biomasa seca; 5) Participación comunitaria (socialización del problema) en el conocimiento y/o ejecución de las medidas de respuesta a la emergencia; 6) Participación técnica de organismos especializados públicos o privados con idoneidad pre-establecida; 7) Asistencia nacional cuando el nivel local de respuesta a la catástrofe o a la emergencia grave se vea superado; 8) Detección y atención de los casos en los que el deterioro de la economía de subsistencia hubiera creado situaciones puntuales (particularmente familiares) de pobreza extrema o total (deben preverse fondos al efecto cuyo manejo es necesario entramar en un sistema riguroso de control, con transparencia oficial y socialmente comprobada).

 

El manejo de estas situaciones debe centralizarse o localizarse con criterio más funcional que político, siempre con participación de especialistas y no se trata de un problema particular de un ministerio, sino un estado emergente que requiere la concurrencia de la totalidad de los mecanismos idóneos del estado involucrables y posibles de ser afectados (y adicionalmente el de entes privados, sociales y comunitarios, en caso de haberlos disponibles y capacitados para la ocasión).

 

 

 

IBIS, UNIVERSIDAD NACIONAL DE PILAR, Pilar, 7 de septiembre de 2008.

 

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Artículo anterior relacionado
Por Alejandro Sánchez - Tuesday, Sep. 16, 2008 at 10:53 PM

El artículo anterior relacionado es Paraguay: Intendentes de Ñeembucú Retrasan Ayuda de Emergencia

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Entrevista al Ing. Carlos Duarte
Por Alejandro Sánchez - Thursday, Sep. 18, 2008 at 8:59 AM

audio: MP3 at 4.9 mebibytes

El Ing. Carlos Duarte hace aclaraciones sobre el posible impacto de la sequía en Ñeembucú.

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Entrevista al Intendente de Pilar Sobre Paso Pindó
Por Alejandro Sánchez - Saturday, Sep. 20, 2008 at 10:01 PM

audio: MP3 at 2.2 mebibytes

La entrevista al intendente de Pilar trató sobre la posible reparación del humedal de Paso Pindó.

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Audio de la Entrevista al Ecólogo Andrés Contreras Parte 1
Por Alejandro Sánchez - Sunday, Sep. 21, 2008 at 7:14 PM

audio: MP3 at 2.2 mebibytes

Primera parte de la entrevista al ecólogo-biólgo Andrés Contreras, sobre las medidas que se tomarán al ya aprobarse la emergencia ecológica en Ñeembucú.

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Parte 2 del Audio de la Entrevista al Ecólogo Andrés Contreras
Por Alejandro Sánchez - Sunday, Sep. 21, 2008 at 7:34 PM

audio: MP3 at 2.1 mebibytes

La sengunda parte del audio, más arriba está la primera parte.

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Parte 3 del Audio de la Entrevista Al Ecólogo Andrés Contreras
Por Alejandro Sánchez - Sunday, Sep. 21, 2008 at 7:47 PM

audio: MP3 at 2.7 mebibytes

La tercera parte del audio de la entrevista referida, más arriba está la primera y segunda parte.

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Las Consecuencias De La Destrucción Ya Se Ven
Por Alejandro Sánchez - Saturday, Oct. 11, 2008 at 10:38 AM

Las Consecuencias De...
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Esto no saldrá en tapa de ningún diario o medio comercial de Paraguay, por más que se les da pleno derecho para publicar la imagen, con la sola exigencia de mencionar la fuente (copyleft absoluto sobre la foto, ningún derecho reservado, excepto el de la autoría) Es que la naturaleza no es noticia o, mejor dicho, no es noticia sensacionalista. Si bien la Tierra en Ñeembucú sigue verde y florida (como se observa en la foto) de seguir la sequía en el Gran Chaco sudamericano (Sur de Bolivia, norte paraguayo y noreste argentino, incluído el departamento paraguayo de Ñeembucú. circunstancialmente separado del Chaco argentino por el río Paraguay desde hace 5 a 8 mil años) de seguir esta sequía por varios meses en esta hermosa tierra sudamericana, el pasto verde y las flores desaparecerán para dar lugar a un escenario más lúgubre y gris. Por ahora las obras irracionales hechas en los humedales de Ñeembucú, como la destrucción de Paso Pindó, han matado al arroyo Ñeembucú. La pregunta no es si no están muriendo los humedales de Ñeembucú, la pregunta es ¿podrá resucitar el Ñeembucú y sus humedales?, ¿la destrucción de los humedales provocará la desertificación definitiva de la región y la consecuente hambruna para los pobladores ñeembuqueños? Preguntas que se deben responder rápidamente, porque el tiempo se acaba para prevenir una catástrofe ecológica y humanitaria.

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Aclaración sobre la foto
Por Alejandro Sánchez - Saturday, Oct. 11, 2008 at 10:47 AM

En la imagen se observa el cause seco del arroyo Ñeembucú, a la altura de la compañía Valle Apu'a (distrito de Pilar) El cause estuvo así en sequías históricas de hace 40 o 70 años, según recuerdan pobladores de la zona. Pero actualmente vuelve a suceder no por ciclos naturales, sino por acción humana, lo cual lo convierte en potencialmente catastrófico.

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