Julio López
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ESTAR CON LOS BOLIVIANOS O ESTAR CON LOS OTROS
Por GaceMail TEA - Friday, Sep. 19, 2008 at 10:05 AM

ESCRIBE ORLANDO BARONE / EL EJEMPLO DE EVO. ESCRIBE HIPÓLITO COVARRUBIAS

EL PENSAMIENTO DOMINANTE: LOS INDÍGENAS FUERON VENCIDOS EN LA CONQUISTA POR UNA CULTURA SUPERIOR.

Cada uno debería hacerse un test íntimo acerca de su posición emocional e intelectual acerca de Bolivia. De ese modo evitaría la hipócrita o retórica posición de lo políticamente correcto. Uno de los primeros interrogantes del test que deberíamos hacernos es éste: ¿ Si usted en lugar de argentino fuera boliviano pero no indígena, y respondiese a las características culturales y de estatus de las regiones ricas y productivas, en qué lugar estaría? ¿ Hubiera votado a Evo Morales o a los otros? ¿ Se resignaría al abrumador resultado del voto o estaría conspirando para torcer la historia? Otra de las preguntas podría ser ésta: ¿En algún momento se me cruza por la cabeza que la elección del primer presidente indígena es un retroceso para Bolivia?

Es que hay un pensamiento simplista dominante que decreta que los indígenas fueron vencidos en la conquista por una cultura superior y que es anacrónica la ideología de querer reivindicarlos en el mundo global.

Lo que pretende ignorarse es que Bolivia estuvo habitada desde hace 12.000 años y que sus habitantes originarios tienen algunos pequeños derechos sobre toda esa historia.

De seguir las preguntas y uno tener la libre conciencia de respondérselas, nos reconoceríamos como somos. Personalmente no me acuerdo de cuánto y cuándo me preocupó antes Bolivia. Tampoco sé si nos preocupó su destino.

¿A ver cuántos bolivianos famosos memorizamos, cuántos poetas, cuántos músicos, cuántos? Y no es que no tenga. A veces uno se olvida de que se llama Bolivia por Bolívar y eso que es fácil. Solo tratamos y de paso a la pintoresca vendedora de especies en la puerta del supermercado. Es probable que a la mayoría de los argentinos Bolivia no le haya preocupado nunca.

París es una fiesta y es otra cosa. Y no nos van a comparar los shoppings de Miami. Eso sí, nos preocuparon mucho los pulóveres nativos que usó al asumir Evo Morales y que no lucían formales para un presidente. También habría que confesarse otras cosas: ¿Siente o no uno prejuicios de superioridad étnica cada vez que está ante un boliviano o ante un igual de origen indígena? ¿ Estamos entre quienes creen que antes de que allá avance el socialismo lo mejor es que se lo impidan, y si no se pudo con el voto porque la mayoría es ignorante, que sea por la fuerza? Es obvio que es más probable que se le haga un golpe brutal a un gobierno popular antes que a un gobierno promedio que no moleste los grandes intereses. Y que un proyecto como el de Evo Morales es más vulnerable que uno que no los contradiga. Una última pregunta: ¿Cree usted que el que corre peligro es solamente el Gobierno boliviano o es el país? Si cree que es solo un problema para Evo Morales ha completado su test para el otro lado.

Por Orlando Barone
Fuente: La Nación
Más información: http://www.lanacion.com
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EL EJEMPLO DE EVO

Siglos de historia ahogados en la más profunda de las mentiras y del desprecio por la vida encuentran, actualmente en la vida política de la República de Bolivia, el aire que emana la reivindicación de los dueños auténticos y postergados de este continente.

Hace no más de dos años y medio Evo Morales asumía la presidencia de ese país: uno de los más castigados, con inmensos bolsones de injusticia en esta parte del Hemisferio Sur y tal vez con la mayor brecha existente entre quienes tienen y quienes ni siquiera son tenidos en consideración.

Asumió como auténtico representante de los habitantes originarios de estas tierras en nombre de los indígenas, los pobres, los desposeídos, los marginados, los desclasados. Seguramente, en las metrópolis centrales, se apostaba a ver cuánto duraría en el poder.
Simple, sencillo y sin olvidar su origen, comenzó con la ardua tarea de fundar una nación y comenzó haciéndolo para todos, no solamente para los de su misma condición social o cultural. Pero sabemos que una patria para todos es una tarea difícil, no exenta de intereses contrapuestos que intentarán, por los medios más ruines y viles, impedir que la justicia social llegue al conjunto de los ciudadanos.

Evo Morales es, como dicen los muchachos de hoy, lo más. Más sabio que inteligente embretó a la derecha de su país –la que no quiere dejar sus privilegios, sustentados en la explotación y en la marginación de las mayorías– subiéndole la apuesta del último referéndum y poniendo su cargo a la decisión popular de sacarlo o de ratificarlo en el poder. Ganó con cerca del 70 por ciento de los votos. Aun así, la derecha conspira y trata de impedir los cambios necesarios para que los sectores desposeídos de la historia sean parte de ella.

Para Evo Morales parece que no hay posibilidad de vuelta al pasado. Va hacia adelante y sin medias tintas, concreto y sin escudarse en el “no se puede”. Es lo más auténtico en el plano político que hay en la actualidad.
Sabe que él es el garante para que cientos de miles de bolivianos encuentren la dignidad de una vida que merece ser vivida.

Los presidentes de América del Sur se reúnen en Santiago de Chile, donde hace treinta y cinco años asesinaban a un gran estadista: Salvador Allende, por rara coincidencia histórica, y siendo hombres de distintas extracciones sociales y culturales, uno tuvo y el otro sostiene los mismos principios: no mentir, hacer realidad lo prometido, no robar, comprometerse.

Está muy bien que los presidentes apoyen a Evo Morales y a su proceso revolucionario, que no lo dejen aislado, ponerse de su lado y de la mayoría del pueblo de Bolivia, sostener la democracia a toda costa –aun con los costos que haya que pagar–. Sería mucho mejor que en esa decisión de acompañarlo también se lo imite en sus valores. Sería una manera más de ahondar ese respaldo.

Por Hipólito Covarrubias
Fuente: Página 12
Más información: http://www.pagina12.com.ar

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EL RACISMO EN BOLIVIA
Por ALTERNATIVA BOLIVIANA - Friday, Sep. 19, 2008 at 4:36 PM
alterboliviana@yahoo.com.ar

Maniqueístas del indigenismo quieren "descolonizar" el Estado y la cultura de la burguesía terrateniente sin modificar las relaciones de clase

Racismo y lucha de clases del POR de Bolivia.(Masas).- Los fermentos coloniales se encienden -puesto que nunca estuvieron ausentes- en las representaciones mentales de la pequeña burguesía citadina para ser escupidos en el momento de polarización política.

El origen histórico-social del racismo se asienta en la conquista española, donde el conquistador cimentó su ideología explotadora de la fuerza de trabajo indígena en base a una supuesta superioridad racial; se refuerza posteriormente con la creación de la república de Bolivia, un país fraguado no en base a objetivos políticos de una burguesía que estuvo ausente como clase, sino como capricho mezquino de los criollos mineros y terratenientes que fundaron el país consolidando la opresión de las nacionalidades nativas que lo preexistían.Por su parte, la revolución de abril del 52 tampoco significa un paso adelante en la liquidación del prejuicio racial por dos razones: a) porque la intención de crear un próspero estado nacional-burgués acabó frustrada dado el desarrollo alcanzado por el imperialismo, que impide, socava y coopta cualquier intento de las burguesías (o sus representantes) nacionales de un país atrasado de desarrollar el capitalismo; b) porque la superación de la opresión nacional sobre las nacionalidades nativas del país sólo puede efectivizarse mediante la autodeterminación de éstas, hecho que no se contempla ni peor se materializa bajo un gobierno burgués (ni siquiera autodenominado "indígena" como el del MAS).Sobre la opresión secular, el estado burgués ha sedimentado, en sus distintas fases de desarrollo desde la fundación de la república pasando por el nacionalismo hasta el neoliberalismo, la opresión y consecuente discriminación de las nacionalidades indígenas. La clase dominante, que ha construido este Estado, presume su blancura al pueblo mayoritariamente indígena y mestizo y lo educa en base a este prejuicio, que no es más que el resultado de los propios complejos de inferioridad de la clase dominante boliviana ante sus pares de Europa y Norteamérica.El racismo se ha convertido en una clave de la educación ideológica de la nación oprimida. Y cuando nos referimos a "educación" no aludimos sólo al sistema educativo, sino en su sentido más general: a la cultura dominante sobre la cual la burguesía terrateniente ha forjado su Estado.El racismo se reproduce históricamente en base a la miseria del campesinado boliviano, que al aparejar su pequeña propiedad de la tierra con la extrema pobreza, emigra a la ciudad a desclasarse, pocas veces a proletarizarse dado el poco desarrollo industrial y las más de las veces a acomodarse a algún segmento de la clase media empobrecida de la ciudad.Así, la mujer indígena que emigra a la ciudad, convertida ahora en chola, ha formado a sus hijos en la educación de la vergüenza y complejos, incluso el odio, hacia todo aquello que recuerde o sea parte de su ser indio. Ciertamente, el sistema educativo cumple una tarea en este proceso de aculturación, pero sólo a los maniqueístas del indigenismo académico como Félix Patzi, se les puede ocurrir que la reconversión de la escuela mediante la "descolonización" puede transformar esta alienación cultural, cuando la disposición fundamental de ésta se encuentra en las relaciones de clase sobre las que se ha forjado el Estado de la burguesía blancoide. El niño que ya no utiliza ojotas sino zapatos, lo mismo que la niña a quien le repugna la pollera de su madre, crecen marcados sino por su rechazo abierto, talvez por su compasión al pobre indio, aunque generalmente ambas convicciones aparecen amalgamadas y dando preeminencia una sobre otra cuando se acentúa la lucha de clases.A medida que avanza la pauperización de la clase media citadina se profundiza también su barbarismo. Los "grupos de choque" organizados por la burguesía y los terratenientes, reciben por parte del régimen burgués la legitimación ideológica y cultural para que puedan golpear e insultar libremente a quienes consideran indios.Ahora bien, el racismo en Bolivia está peculiarmente ligado al atraso económico del país. La inexistencia de un Estado nacional consolidado y sus consecuencias; el regionalismo, las tendencias centrífugas incluso el separatismo, arrancan del carácter combinado de la estructura social del país donde la unidad nacional es una ficción y la disputa entre las regiones y el Estado central o también la disputa inter-regionales o ambas juntas, son la constante de la realidad histórica.Cada región no solamente no está integrada plenamente al Estado central, sino que no se siente parte de él y puede llegar fácilmente a considerarlo su enemigo, lo mismo respecto a otras regiones. Según Trotsky (Ver "¿Qué es el Nacionalsocialismo?") el racismo en el plano de la política "es una variedad superficial y altisonante de chovinismo asociado a la frenología[1]", para el caso boliviano está claro ver que el chovinismo regional se manifiesta con frecuencia en racismo entre collas, cambas, chapacos, etc. Y dado que es la clase dominante quien infunde sus propios complejos a la sociedad, "Así como la nobleza arruinada busca consuelo en la aristocracia de su sangre, la pequeña burguesía pauperizada se embriaga con cuentos sobre las superioridades especiales de su raza". Aunque psicológicamente, la pequeña burguesía empobrecida de la ciudad no está embriagada tanto por la superioridad de su condición racial, sino sobre todo por la inferioridad de la del indio.El racismo es pues una de las expresiones más patéticas y repugnantes de la descomposición social del régimen burgués, y puesto que le sirve a la burguesía como mecanismo ideológico para perpetuar su dominación, tendrá recurrentes apariciones tanto cotidianas como políticas, en tanto el capitalismo siga en pie. Sólo la nueva educación y la nueva cultura socialistas podrán extirpar este síntoma de regresión social.

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[1] La frenología es una caduca concepción anatómica del cerebro desarrollada por Gall hacia 1796. Se puede decir que la frenología es a la fisiología lo que la alquimia es a la química. Derivaba las facultades mentales de la conformación anatómica del cerebro humano, donde cada facultad mental podría ser específicamente localizada en la corteza cerebral. Sirvió para la justificación aristocrática de razas superiores e inferiores, en Bolivia influyó en personajes como René Moreno y fundamentalmente su maestro Nicomedes Antelo. Recordemos que por este tipo de planteamientos estos dos personajes son "apreciados" por la burguesía terrateniente de Santa Cruz.

Tomado de Masas, principal órgano de prensa del Partido Obrero Revolucionario (POR) de Bolivia.


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