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Los niños y niñas Mbyás (Parte I, II y III)
Por Elena Luz González Bazán - Tuesday, Oct. 07, 2008 at 3:04 AM
egbazan@villacrespomibarrio.com.ar

La niñez y adolescencia: una inexistente política de Estado. En el caso de las comunidades originarias aún mayor, son invisibles.

Parte I

Por Elena Luz González Bazán especial para Villa Crespo Digital

29 de septiembre del 2008

Nuevamente desnudar las profundas injusticias que padecen los niños y niñas Mybás, es una obligación, porque su realidad no es óptima, ni saludable, con escuela, juegos y una alimentación adecuada, vivienda y sus padres laborando la tierra. El tiempo pasa, la realidad persiste, las soluciones no llegan…

Alimentación y falta de leche

En estos meses, en dos nuevas oportunidades, se alerta sobre su situación social. En el diario el Territorio de Misiones del 22 de noviembre del 2007 se informaba que había niños Mbyás con la vacunación incompleta, sin atención médica, sin la medicación adecuada. Este contexto se venía padeciendo desde la mitad del año 2007, como un registro en ese momento actual y en la actualidad perseverante.

Asimismo, los representantes de las comunidades guaraníes de Arroyo Isla y Pasarela, en el Departamento de Montecarlo, en la provincia de Misiones, le manifestaron a la intendenta electa: Elba Ausmendi sobre las deficiencias en las salas de primeras auxilios en las aldeas, su lamentable estado. Por ello, le solicitaban capacitación sanitaria para los integrantes de las comunidades.

En aquel momento la intendenta: Auzmendi comentaba que “los guaraníes plantearon la situación de la nueva comunidad que se estableció en arroyo Anta, proveniente del Paraguay, que no hablan castellano y que podrían tener mayores problemas porque no conocen los mecanismos locales. Hay muchos niños en esa zona y la misma gente de Arroyo Isla manifestaba su preocupación por esos chicos, que por ahí no tienen las vacunas y no están siendo controlados como corresponde”.

Falta de leche para los niños y niñas mybás

El Cacique Omar Benítez, de la comunidad guaraní mbyá de Ysyry, denunciaba hacia fines del 2006, el 9 de diciembre más exactamente, que los niños y niñas de su aldea no recibían leche del Ministerio de Salud de Misiones. Donde hay un informe oficial que advertía sobre un 57 por ciento de los chicos de las comunidades con problemas de desnutrición en el 2005.

“Me preocupa porque hay muchos chicos con bajo peso y no tenemos siquiera un médico, y le pido a la jefa de Zona Norte de Salud, Miriam Blas, que se acerque a nuestra comunidad y que vea las necesidades que tenemos porque casi nunca viene por acá”, dijo el cacique de Ysyry, una comunidad con 45 personas, de las cuales 22 son niñas y niños.

Muertes

Las muertes de cuatro niños a comienzos de septiembre del 2006, por enfermedades respiratorias tratables, se habían sumado a las de otros 17 fallecidos entre junio y agosto entre la población mbyá. La población calculada era de 4.800 miembros en la provincia, siendo cuatro años atrás de 5.500, un descenso que la Dirección de Asuntos Guaraníes atribuyó al éxodo de ese pueblo hacia Paraguay y Brasil, pero también una “cadena de decesos” en sus aldeas. Tema ampliamente tratado en los artículos ¨Estamos muriendo como pajarito¨ Parte I y II de agosto y septiembre del 2006.

Asistencia sanitaria

Por su lado, en abril de este año, en el medio de Posadas, Noticias del 6, se informaba que ante la llegada del invierno y la muertes de niños registradas el año anterior, los caciques mbyas planteaban la necesidad de mejorar la asistencia sanitaria en distintas aldeas. Por el mal estado de los caminos, los médicos no entran en días de lluvia.

Albino Flores, cacique de la zona de Montecarlo, dijo que antes que festejar, refiriéndose a la Semana de los Pueblos Originarios, debemos “trabajar para mejorar nuestra situación”. Declaró que han informado de su situación al gobernador y al vicegobernador, indicando que con buen tiempo los médicos ingresan a las aldeas cada quince días o una vez al mes. “Pero no lo hacen si hay mal tiempo, por el mal estado de los caminos. Los médicos traen remedios, pero cuando no vienen nosotros buscamos remedios en el monte”, concluyó.

Confirmaba su preocupación por la proximidad de los tiempos fríos y la muerte de los niños que se había registrado en el año 2007, que para ello hacía falta mejorar la asistencia sanitaria.

Desnutrición

El martes 13 de noviembre del 2007, el diario El Territorio de Misiones revelaba sobre la desnutrición de los niños y niñas mbyá, con una contracara que era el sobrepeso, donde se adjudicaba dicha realidad a la desinformación de las madres.

Mientras tanto, el responsable sanitario de las comunidades de Yriapú y Fortín Mbororé de Puerto Iguazú admitía en su momento el riesgo alimentario entre los niños y que los más graves llegaban desde la República del Paraguay. Arturo Sosa, confirmaba que existen chicos al límite de la desnutrición en esa región y advirtió casos de sobrepeso por lo cual responsabilizó a las madres.

Sin dar cifras exactas, informaba que “hay chicos en riesgo de desnutrición en las dos aldeas”, pero además manifestó su intención de “llegar a establecer, a pesar de que ya tenemos un panorama de las causas, porque tengo en una misma comunidad chicos con sobrepeso”.

También afirmaba que este contraste entre desnutrición de primer grado y sobrepeso tenía que ver con la capacitación. Por ese motivo, explicó, los agentes sanitarios de las comunidades están brindando educación materna a las mujeres con materiales enviados desde el Ministerio de Salud de la Nación. “La comunidad Yryapú es la que mejor está en ese sentido, a pesar de que también hay casos al límite de la desnutrición”, señalaba.

Otra postal de la situación social fue que en la escuela bilingüe hubo muchos pacientes haciendo filas para ser atendidos durante la mañana de aquel 12 de noviembre. ¨Unos 33 niños fueron controlados. Sucede que hace tan sólo tres meses que las comunidades cuentan con un médico nombrado por el Ministerio de Salud de la provincia para la asistencia de las aldeas, ya que carecían de atención desde el 2005. Hasta entonces, Sosa trabajó ad honorem, pero después los profesionales fueron rotando y abandonando la atención¨. Información suministrada por El territorio.

En ese momento el ministro de Salud de la Nación, Ginés González García, aseguraba que en Iguazú la crisis de los guaraníes “es cultural”.

El doctor Sosa manifestaba que “uno puede intervenir en algunas cosas, pero en otras no”. La información agregaba que se había llamado a una reunión a los chamanes quienes son los “curanderos” de las comunidades y se acordó con los profesionales en formar una integración entre ambos trabajos. “Ahora, con el verano, se viene la diarrea. Entonces, para adelantarnos, tuvimos una reunión con algunas de las personas que curan (los chamanes) para poder unir criterios y enfrentar la situación... Eso me produce mucha alegría que acepten la idea para fortalecer la unión”, detalló Arturo Sosa. El profesional también explicó que en el 90 por ciento de los casos, las madres acuden primero a los chamanes antes que ir a ver al médico. Por lo tanto, se acordó que, cuando los consulten, sean citados nuevamente por los chamanes para constatar los resultados de la medicina natural. Y si eso no funcionó, que los deriven al profesional sin dejar pasar más tiempo para que no progrese la enfermedad, hecho que hace al tratamiento tardío de la patología. “La idea es que haya una relación entre la medicina convencional y la medicina que se realiza dentro de la comunidad sin que ninguna de las dos vaya en perjuicio de los habitantes”, indicó Sosa. Recalcó que “tenemos muchas expectativas de mejorar cosas que aún faltan por resolver”.

La crisis de los guaraníes también está siendo investigada por los profesionales de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que en su último informe reveló que el índice de mortalidad infantil asciende a un 84 por mil nacidos vivos. Esto implica que cada mil niños, 84 mbyá mueren. El registro nacional es de 12,5 por mil.

En la misma noticia se notificaba que en los tres meses precedentes, se habían registrado 16 nacimientos entre las comunidades de Fortín Mbororé e Yryapú, sin complicaciones, excepto un bebé con 1.500 gramos que evolucionaba favorablemente.

El médico de las comunidades aborígenes aseguró que el sistema de asistencia que ofrece el Ministerio de Salud de la provincia “sirve para paliar la situación actual, por ahora”, pero opinaba que no era la solución a la crisis guaraní. Por otra parte afirmó que siempre hay problemas respiratorios debido a sus hábitos y las fogatas dentro de las chozas. Y evaluó que por eso los niños presentan problemas de bronco espasmos.

Algunos aspectos que podemos reafirmar para que queden claros: el ex ministro Ginés González García afirmaba que la crisis de los guaraníes es CULTURAL.

A los CHAMANES les dicen curanderos.

Las últimas cifras arrojan que el 84 por mil de los niños guaraníes mueren, la media es del 12,5 por mil.

Las familias guaraníes a quienes también se los ha expulsado de las tierras, viven en chozas, en situación de máxima pobreza, sin alimentos y el ejemplo más claro es un niño recién nacido de un kilo y medio.

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Los niños y niñas Mbyás: Parte II
Por Elena Luz González Bazán - Tuesday, Oct. 07, 2008 at 3:07 AM
egbazan@villacrespomibarrio.com.ar

Por Elena Luz González Bazán especial para Villa Crespo Digital

30 de septiembre del 2008

El martes 13 de noviembre del 2007, una nota se titulaba "Diez veces más alto que el de los blancos", publicada en el diario Territorio de Misiones.

En su Capital, Posadas, se afirmaba que una investigación concretada durante el año 2000, había revelado que en la región el índice de desnutrición entre los mbya es diez veces más alto que en la población blanca.

Esto lo afirmaba una profesional que atiende a los guaraníes en el puesto de salud de Ruiz de Montoya. En dicho puesto sanitario se informó que se lleva adelante la atención a los integrantes de las siete comunidades indígenas de la zona, ¨a quienes se los atienden de forma regular una vez a la semana¨.

El total de la población son 400 personas, con ¨un promedio de vida menor al de los blancos¨. Siendo el índice de mortalidad más alta en los primeros años de vida.

Asimismo, se detalló que en el marco de una nueva investigación concretada durante el 2004: ¨el 51,4 por ciento de los niños estaba desnutrido, aunque en la actualidad ronda el 40 por ciento en la zona de Ruiz de Montoya¨.

¨La doctora que atiende prácticamente todos los días las 24 horas, se mostró preocupada por el hecho que “todavía la Constitución de Misiones no fue adaptada a la de la Nación, es decir, la enmienda no se hizo y eso es un hecho preocupante, porque está afectando a muchas vidas...hay que recordar que el convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) establece la aplicación de todos los derechos pero no se cumplen, como sí en las provincias de Salta, Chaco y Jujuy”, reafirmó la doctora.

El Convenio (N. 169) sobre pueblos indígenas y tribales en países independientes fue Adoptado el 27 de junio de 1989 por la Conferencia General de la Organización Internacional del Trabajo en su septuagésima sexta reunión. Entrada en vigor: 5 de septiembre de 1991, de conformidad con el artículo 38, en sus artículos 3 y 4 queda claro cuales son los derechos de los pueblos originarios.

Artículo 3

1. Los pueblos indígenas y tribales deberán gozar plenamente de los derechos humanos y libertades fundamentales, sin obstáculos ni discriminación. Las disposiciones de este Convenio se aplicarán sin discriminación a los hombres y mujeres de esos pueblos.

2. No deberá emplearse ninguna forma de fuerza o de coerción que viole los derechos humanos y las libertades fundamentales de los pueblos interesados, incluidos los derechos contenidos en el presente Convenio.

Artículo 4

1. Deberán adoptarse las medidas especiales que se precisen para salvaguardar las personas, las instituciones, los bienes, el trabajo, las culturas y el medio ambiente de los pueblos interesados.

2. Tales medidas especiales no deberán ser contrarias a los deseos expresados libremente por los pueblos interesados.

3. El goce sin discriminación de los derechos generales de ciudadanía no deberá sufrir menoscabo alguno como consecuencia de tales medidas especiales.

Además, la médica que atiende Montoya afirmaba que el reparto de bolsas de comida ayuda, tanto a adultos como niños y niñas, porque mejora la alimentación, pero la falta de comida no sólo es por la desnutrición, “sino la falta de territorio, de tierras para cazar y entonces no tienen más perspectiva de vida lo cual los lleva también al suicidio...”.

Sobre el tema del suicidio desarrollamos posteriormente la información de dos jóvenes que se quitaron la vida. Sobre esto la doctora afirmaba: ¨Comienza en general en la adolescencia, hay apatía, desculturalización por el simple hecho de no poder continuar con su forma de vida”, explicó. Y otro ejemplo más que preocupante, según la profesional, es que en la actualidad haya solamente un hombre de 80 años. “En los últimos tiempos el Gobierno se interesó, hay cosas positivas y aunque la desnutrición bajó, sigue siendo altísima y como médicos hay que formarse para atender a los aborígenes”, admitió e insistió que “lo que es importante para ellos, como el monte, se lo sacamos y al ser de una cultura de no agresión, tampoco pelean para recuperarlo”.

Casos desde el Paraguay

En ese momento un niño desde la hermana República de Paraguay era derivado al hospital Samic de Eldorado, el mismo presentaba un tercer grado de desnutrición. El niño mbya presentaba una patología respiratoria y otra diarreica, lo que hizo que disminuyera nuevamente el peso luego de haberse tratado en el hospital Marta T. Schwartz.

“Tenemos la problemática de pacientes que vienen del Paraguay, que supongo por la necesidad de tener una cobertura médica o una sala de primeros auxilios. Vienen niños en un estado comprometido en la parte nutricional”, revelaba Sosa.

Se informó a la vez que uno de los pocos casos de desnutrición en adultos se dio con Eliana Pereira, que llegó desde Presidente Franco, Paraguay, luego la paciente fue a la aldea Fortín Mbororé realizando el tratamiento de recuperación inmediatamente de haber estado varios días internada.

Algunos aspectos relevantes:

Niveles de desnutrición superiores a la media nacional.

Niveles elevados de desnutrición como el tercer grado.

Las diferencias que hacen desde la territorialidad argentina o paraguaya corre por cuenta de las divisiones fronterizas, las comunidades guaraníes son parte de un territorio ancestral y con una cultura que no tiene estas concepciones.

Y algo que llama la atención, mientras que, a la baja de pobladores mybá, el Director de Asuntos Aborígenes dice que es porque se han ido a Paraguay y Brasil, por otro lado, desde Paraguay vienen para atenderse y con altos niveles de desnutrición…

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Los niños y niñas Mbyás: Parte III
Por Elena Luz González Bazán - Tuesday, Oct. 07, 2008 at 3:09 AM
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Por Elena Luz González Bazán especial para Villa Crespo Digital


1º de octubre del 2008

El pasado martes 22 de julio del corriente año, otra nota sobre Posadas, capital de Misiones nos informaba que ¨Los pequeños mbya otra vez mendigando¨

¨Otra familia mbya guaraní con sus pequeños hijos en situación de riesgo, nuevamente abandonó su comunidad natal para vender sus pocas artesanías y mendigar por las calles del corazón de la ciudad capital¨. Y continuaba la información: ¨A pesar de las políticas de contención y reinserción en sus comunidades que implementó el Estado para con las familias mbya guaraní de menos recursos, desde ayer otra vez los más pequeños se mezclaron entre los vehículos para pedir monedas, mientras los mayores ofrecían sus artesanías a irrisorios precios en algunos casos¨.

¨Quizás empujados por la crisis etnoeconómica de sus comunidades, se ven obligados a dejar por unos días sus aldeas en lo que queda del monte, para adentrarse en la perversa selva de cemento de la capital provincial.
Esta vez son integrantes de la comunidad Marangatú, ubicada en la localidad de Capioví, quienes entregaron una triste escena a los turistas que siguen arribando a esta capital¨.

Una realidad recurrente

El 17 de abril del 2008, un conjunto de unas 15 mujeres y sus niños viajaron de regreso a sus comunidades. Habían permanecido unos días pidiendo en Posadas. La confluencia es viajar a Posadas, pedir limosna o mendigar y luego retornar.

La Dirección de Asuntos Guaraníes explicó que las mujeres llegan desde distintas aldeas del interior de la provincia con sus hijos para que pidan monedas. En ese mismo mes, se dio intervención a la Justicia provincial para que actúe de oficio en defensa de los derechos de la niñez. Y luego también se denunció, ante la Justicia, que 3 menores de una aldea de San Ignacio estaban en Posadas con mayores de otra comunidad.

Por esta misma fecha, especialistas consultados por el diario Página 12 debían aceptar que faltaban políticas gubernamentales en el tema de evitar o erradicar el trabajo infantil.

Nora Schulman, especialista en el tema de trabajo infantil sostuvo que: ¨Hay mucha declamación y buenas intenciones, pero poca acción”,

“Se avanzó mucho en diagnóstico y en la información sobre el tema, que son aspectos necesarios, pero no suficientes”, evaluó Duro.

“Estamos muy en deuda”, reconoció Victoria Martínez, representante del Ministerio de Justicia en la mesa interministerial convocada por el Gobierno para temas de infancia.

La solución pasa “por la generación de trabajo adulto para los padres y la inclusión de los chicos en el sistema educativo”, agregó Martínez, directora de Grupos Vulnerables de la Secretaría de Derechos Humanos.

Por su lado el 10 de agosto del corriente año, en Aristóbulo del Valle y Posadas el Equipo Nacional de Pastoral Aborigen (Endepa) y del Equipo Misionera de Pastoral Aborígen (Emipa) afirmaban que “en algunos casos como en el de Pozo Azul, el territorio con título se trata de un corredor estrecho y largo, aparecen como suficientes pero no son aptos para su desarrollo cultural, físico, espiritual y comunitario. En muchos casos sus tierras no reúnen las dos cualidades”.

El Vasco Baigorri, integrante del Emipa, remarcó también que “faltan títulos, no hay una intención de política del Estado Provincial de otorgarlos, las autoridades que debieran ocuparse de esto no están ni gestionando ni viendo la titularización de las tierras”.

De su lado, María Josefa Ramírez señaló que “un mecanismo que usa el Gobierno para debilitar y desalentarlos en su lucha por las tierras es la entrega de mercaderías. Entonces la gente se desliga de la tierra, de sus chacras, y están pendientes de las provisiones y lentamente van tomando un hábito de no sembrar, de no buscar sus propios alimentos, comienza a no tener necesidad de la tierra”.


Baigorri y Ramírez coincidieron en que “la gente está muy amenazada porque las tierras por las que se está luchando están siendo despojadas de la madera y de los recursos naturales”.

Igualmente, el director de Asuntos Guaraníes, Arnulfo Verón, precisó que desde el Estado todo lo que se hace “es siempre a favor, nunca en contra de los pueblos originarios”.

Con respecto al reclamo de los títulos, consideró que “los títulos no impidieron que en las comunidades de Perutí y Liniers estén devastadas... La titularidad no garantiza la no irrupción de personas que van a extraer o delinquir en cosas contrarias a la ley”.

“Lo que plantean las organizaciones es que como no tienen títulos no pueden ejercer sus derechos, pero esto es falso, porque los títulos no impidieron la tala ilegal en muchas comunidades”, agregó Verón. El titular de Asuntos Guaraníes también se refirió sobre la entrega de mercaderías. Al respecto indicó que los “aborígenes no viven de la mendicidad y la entrega de mercadería es una ayuda”.

En el mismo sentido, Verón habló sobre la entrega de cocinas a leña a las comunidades: “es una propuesta para que ellos tengan una herramienta, tengan el abrigo, mientras siguen teniendo sus costumbres en los fogones. No puede sustituir su práctica y las cocinas deben ser incorporadas como herramientas para cocinar los núcleos húmedos”.

En el artículo 75, inciso 17, de la Constitución Nacional se establece que las tierras para las comunidades deben ser “aptas y suficientes”.

El valor de la FIRMA

Baigorri comentó que “una de las herramientas más hábil y más fuerte que tiene Asuntos Guaraníes es que muchísima gente no sabe leer ni escribir y los que lo saben no están habituados a leer un acta antes de firmarla, porque les cuesta mucho leer. La herramienta es ‘¡Firmá!’ y culturalmente la importancia de la firma no es la misma que para el blanco. Por ahí las comunidades hablan de una cosa y luego firman otra, porque en una reunión, Asuntos Guaraníes, les puso un acta y en el texto había cosas metidas que no tenían nada que ver con la reunión”.
Un hecho que fue denunciado posteriormente por un grupo de caciques en la última Cumbre de los Pueblos, realizado el 2 y 3 de junio en Ojo de Agua, cerca de Concepción de la Sierra, donde habrían firmado algo de lo que se había hablado, según integrantes del Emipa y Endepa.

Por su parte, el director de Asuntos Guaraníes, indicó que las comunidades se reúnen y deciden en asamblea todos los temas. “Pero tras cartón, después de la cumbre en Ojo de Agua, sale un documento donde decía que los caciques no estaban de acuerdo con lo que habían firmado... Pero eso son cosas de las organizaciones intermedias, de denuncias de blancos a blancos, porque los hermanos guaraníes no tienen contradicciones”.

Denuncias en el Congreso de Antropología

En Alecrín “queda solo capuera” Enrique Benítez, cacique de la comunidad de Alecrín, cerca de la localidad de San Pedro, señaló, con la ayuda del traductor, Benítez, en el Congreso de Antropología que “muchos blancos están entrando en la comunidad y sacando madera sin nuestro permiso”. “Estamos muy preocupados porque nosotros sacamos todo de la selva, alimentos, medicinas y los materiales para hacer nuestras chozas y artesanías”, lamentó. “Estamos pidiendo ayuda para recuperar el territorio, porque ya no es más monte, queda solo capuera, en esta comunidad está todo destruido”, sentenció.

El cacique de Alecrín relató también que “los obrajeros ingresan a nuestro territorio y destruyen las trampas que ponemos, además ya casi no hay bichos, algunos mueren por el agua contaminada de arroyos con agrotóxicos”.

En la exposición que realizó en el panel invitado, contó como los tractores de empresas privadas destruyeron el cementerio. Benítez contó que parte del territorio que ocupan para la obtención de plantas medicinales están “marcadas por los privados” y que integrantes de la comunidad “igual ingresan al sector, aunque con mucho miedo”.

Algunos comentarios: por un lado el Director de Asuntos Guaraníes afirma que no es importante el título de propiedad, hay que remitirse a la Constitución Nacional que en forma contundente, en este sentido, quien no tiene título de propiedad es usurpador de un espacio geográfico determinado. En este sistema capitalista al cual adherimos y practicamos desde las leyes a las denominadas reglas del mercado, el que no tiene título de propiedad es expulsado.

En cuanto a la entrega de mercancías, las comunidades necesitan trabajo y la tierra para plantar y autoabastecerse de ella.

Las contradicciones del Director de Asuntos guaraníes son claras cuando afirma la responsabilidad única de las familias que llevan a sus niños a mendigar.

Por otro lado, nada se dice de los atropellos de las empresas privadas, de la agresión al medio ambiente y de los miedos y temores de las comunidades.

La pregunta nos surge en materia de la protección de la niñez: ¿Dónde están las políticas de Estado para la contención de la niñez mybá?

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