Julio López
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Salta: Otra vez, desnutrición y muerte de niños aborígenes
Por Agensur.info - Wednesday, Oct. 08, 2008 at 8:21 PM

Ocurrió en el norte salteño, como casi siempre: dos niños aborígenes, muy pequeños, murieron por desnutrición y deshidratación aguda. Se suman al estrago que el hambre viene provocando entre los pobladores originarios de esa región. Más acá, todo es silencio.

Entre el tráfago informativo general, donde las noticias de los mercados abunda en teorías y especulaciones económicas y políticas, o donde los gobernantes como Juan Manuel Urtubey y Cristina Fernández creen que tienen la razón, aún a costa de la razón misma frente a los conflictos de todo tipo existentes en la provincia y el país, hay noticias que, por insignificantes para el mundo mediático, pasan desapercibidas, salvo para la Muerte.

Porque de eso se trata: dos niños de muy corta edad murieron como consecuencia de la desnutrición y deshidratación aguda que padecían. Uno, tenía un año y once meses y el otro, era apenas un bebé de un mes. Eran niños aborígenes, es decir, niños que crecerían (de seguir viviendo) en el olvido de un Estado moralmente insignificante que contempla, abúlico, cómo van quedando las vidas de los antiguos habitantes de esta tierra, bajo el estrago del hambre.

Ocurrió el viernes pasado, en el paraje denominado Caraguatá, a 80 kilómetros de la ciudad de Tartagal, cabecera del departamento de San Martín, uno de los más ricos de la provincia y se podría inferir que está entre los más importantes del país, de no ser por las políticas económicas que supieron apoyar la actual presidente Fernández y el hoy gobernador Urtubey, que acabaron con las posibilidades de desarrollo de la región.

El hecho ocurrió el viernes pasado y fue constatado por un oficial de la Policía con un médico forense quienes encontraron los cuerpitos de los niños en el lugar donde les indicaron los padres de los mismos, un hombre y una mujer que trabajaban como peones "golondrinas" o temporarios, en la finca "Nuevo Horizonte".

La familia aborigen vivía a la intemperie y sus fríos eran cubiertos por mantas y arbustos del lugar. Poco para comer y poco para beber en una zona donde, según aseguran los que la conocen, los desmontes han devastado lo que quedaba en pie de árboles y montes.

Los niños tenían la boca ampollada, seguramente por la falta de hidratación y por infecciones de distintos tipos. El padre de las criaturas sólo atinó a pedirle al encargado de la finca que le lleve "aspirinetas", un remedio que, ante la gravedad del cuadro, sólo podía parecer una pastilla inocua. Los policías relataron que el encargado de "Nuevo Horizonte", les comentó que el papá de los chicos muertos, nunca le comentó para qué o quiénes eran las "aspirinetas".

Pero, el mismo oficial informante de la Policía está seguro de que los propietarios de la finca conocían las condiciones en las que vivía la familia, así como saben la situación de cada uno de los trabajadores "golondrinas". En el Gobierno, todo es silencio para este tipo de cuestiones. Las internas del justicialismo (o de cualquier partido político) parecen más importantes que la vida de las personas. O el trabajo sin contemplación, bajo la atenta mirada del explotador mientras los ministerios miran cómo castigar docentes o críticos.

(Nuestro agradecimiento a Tartagal - VideoTar)

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