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Corralitos: urbanización a sangre, fuego e impunidad | Informe de urgencia (Parte I)
Por Susana Lara - Monday, Oct. 20, 2008 at 3:40 PM
slara65@yahoo.com.ar

En ocho años puede advertirse que la apertura de esta calle pública fue decisiva para la incorporación violenta del área Corralitos al proceso de urbanización acelerada que sufre y goza Villa La Angostura (Neuquén). La calle, pedida por las familias de Manuela Cándido (a la derecha) y Quintriqueo (ahora a la izquierda), era vista como lo que debiera ser: un servicio para mejorar las condiciones de vida. En ese momento no pudieron percibirla como una puerta/trampa al aluvión inmobiliario asentado sobre dos hechos criminales que permanecen impunes: tres muertes por incineración el 23 de diciembre de 2000 y el ataque armado para el desalojo ilegal de noviembre de 2007.

 Corralitos: urbaniz...
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Ocho años es tiempo suficiente para ver el conflicto en perspectiva, tanto para un análisis de comportamiento del poder ante la apropiación ilegal e ilegítima del espacio territorial de estas familias, como desde la experiencia acumulada de resistencia de las víctimas.
Hace ocho años exactos además que esta cronista conoció a Manuela Cándido denunciando públicamente la persecución en una reunión informativa realizada en la Casa de la Cultura de VLA, luego que profesionales de la consultura Funes y Asociados informaran sobre el proyecto de instalación de la planta de líquidos cloacales que preveía a Corralitos como una de las alternativas de localización. Para ese entonces, en el estudio técnico de base de la planta de tratamiento, el antiguo lote 12 que incluye el actual lote 39 Corralitos permanecía indiviso. ¿Cómo, quién, en qué momento y con la firma de quién o quiénes se produjo la subdivisión del área es un misterio administrativo que deben explicar Catastro de la provincia y Catastro del municipio, entre otros organismos del Estado cuya participación es indispensable para que terceros ajenos a estas dos familias aleguen supuestos derechos y presuntos títulos. Los Estados provincial y municipal además, deben asumir la responsabilidad política e institucional de que el hecho de otorgar esos supuestos derechos tienen relación directa con los dos hechos criminales impunes que señalamos más arriba.

Convivencia al modo “de antes”

La subdivisión es una necesidad del mercado de tierras que violentó el uso tradicional del espacio territorial de estas dos familias que compartieron el lugar desde que la familia de Manuela Cándido se asentó en lugar a mediados de la década del ’60 proveniente de San Martín de los Andes. Se pierde la memoria de cuando hicieron lo propio los Quintriqueo décadas antes.
Independientemente de si se reconocen o no como miembros de pueblos originarios, la práctica concreta de vida de estas dos familias en el territorio es la propia de los pueblos indígenas: usan los espacios abiertos, no reconocen ni necesitan la propiedad privada del suelo, las familias de los hijos se asientan y crecen en torno al mismo espacio libre de convivencia; necesitan suelo, agua y pasturas para los animales y la siembra de autosustento.
Ante esta práctica cultural y cosmovisión de la vida, los sectores dominantes de VLA manifiestan dos “miedos” centrales:
· que la autoidentificación y autoreconocimiento como territorio ancestral indígena lesione la seguridad jurídica del negocio inmobiliario;
· y que las prácticas culturales de estas familias que viven y defienden vivir como “los antiguos, como antes” ponga en duda el perfil VIP del modelo de “aldea de montaña” blanca y racista que se pretende imponer desde el propio Estado.
Por eso, el poder fue visionario cuando concretó esa apertura de calle destruyendo la unidad territorial Corralitos y dejando expuestas a cada familia ante un interés inmobiliario distinto, causas judiciales distintas.

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Espacio territorial Quintriqueo
Por Susana Lara - Monday, Oct. 20, 2008 at 4:00 PM

Espacio territorial ...
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Abajo a la derecha está levantada la nueva cabaña de la familia Quintriqueo, en el mismo lugar donde fue incinerada la que ocupaban doña Elvira con su compañero e hijo hasta su muerte. Detrás correo el Arroyo del Muerto, referencia geográfica antigua que identificó siempre la localización de los potreros de esta rama de los Quintriqueo. (Incluso la ordenanza local de Toponimia recoge estos antecedentes).
En medio del bosque nativo que aún no ha sido desmontado, una serie de cabañas de alquiler construídas inmediatamente después de la triple muerte del 2000. Al fondo, la razón de fondo de la codicia inmobiliaria: la vista al lado Nahuel Huapi, la península boscosa Quetrihué y el cordón nevado de la Cordillera.
Una fuente ligada al mercado local indicó que en esta zona el metro cuadrado de tierra se comercializa entre 35 y 40 dólares el metro cuadrado. Cualquier inversión con esa vista aumenta notablemente esos precios de mercado, mientras que en la escala de valores de los Quintriqueo y Cándido-Copas no tiene precio a juzgar por su histórica resistencia ante el poder.
Pesan sobre Luis Quintriqueo, hijo de doña Elvira, varias causas judiciales y órdenes de desalojo.
Espacio territorial Cándido-Copas

Actualmente son una veintena de personas las que ocupan las casi 7 hectáreas que defiende la familia Cándido-Copas. Hace 8 años la vivienda principal de la pareja mayor era sólo de planta baja; los hijos crecieron, formaron sus propias familias y levantaros sus viviendas. Siete son las viviendas levantadas en el predio que pretende un núcleo de personas ligadas al abogado Juan Antonio Vivas Carreras, cordobés radicado en Neuquén capital desde hace unos años.
El valor de mercado del predio familiar oscila entre 2,4 y 2,8 millones de dólares. Esa suma –aproximada- debe estar en la base de cualquier análisis que se haga de sucesos aparentemente independientes entre sí, pero que es el motor dinamizador del proceso de legitimación y legalización del despojo jurídico y administrativo a estas dos familias.

La clase política y los grupos inmobiliarios que operan en la zona no descansarán hasta resolver en su favor dos conflictos que atacan al corazón del modelo violento e injusto de urbanización de VLA: Corralitos y Belvedere.
Las víctimas tampoco descansarán.


Susana Lara
Villa La Angostura, 11 de octubre de 2008.
slara65@yahoo.com.ar

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