Julio López
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Artículo imperdible de León Rozitchner
Por Juankacongreso - Sunday, Jan. 11, 2009 at 11:50 PM
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Este es un artículo escrito por León Rozitchner sobre el genocidio del pueblo Palestino por parte de los israelies. Leanlo, no tiene desperdicio

"Plomo fundido" sobre la conciencia judía

Por León Rozitchner -


"Si nosotros nos revelamos incapaces de alcanzar una cohabitación y acuerdos con los árabes, entonces no habremos aprendido estrictamente nada durante nuestros dos mil años de sufrimientos y mereceremos todo lo que llegue a sucedernos." Albert Einstein, carta a Weismann, 1929.

¿Recuerdan cuando hace dos mil años los judíos palestinos, nuestros antepasados en Massada sitiada, enfrentaron las legiones del Imperio romano y se suicidaron en masa para no rendirse? ¿Recuerdan la rebelión popular y nacional de nuestros macabeos contra la invasión romana, cuando murieron decenas de miles de judíos y se acabó la resistencia judía en Palestina y nos dispersamos otra vez por el mundo? ¿No piensan que esa misma dignidad extrema que nuestros antepasados tuvieron, de la que quizá ya no seamos dignos, es la que lleva a la resistencia de los palestinos que ocupan en el presente el lugar que antes, hace casi dos mil años, ocupamos nosotros como judíos? ¿No se inscribe en cambio esta masacre cometida por el Estado de Israel en la estela de la "solución final" occidental y cristiana de la cuestión judía? ¿Han perdido la memoria los judíos israelíes? No: sucede que se han convertido en neoliberales y se han cristianizado como sus perseguidores europeos, que, luego de exterminarlos, empujaron a los que quedaron vivos para que se fueran a vivir a Palestina con el terror del exterminio a cuestas.
El meollo de la actual tragedia está en la Shoá. Si la memoria de su pasado define el sentido histórico que marcó el "destino" del pueblo judío, donde se van hilando las cuentas de nuestro derrotero, y si el acto final en el que culmina ese destino convoca a los judíos israelíes a aniquilar la resistencia de otros pueblos inocentes, algo del sentido histórico ha desaparecido de la memoria de los israelíes. ¿Puede ser invocada la Shoá sin ser infieles a los desaparecidos, cuando al mismo tiempo el sentido completo de ese acontecimiento monstruoso ha quedado oscurecido? ¿Cómo podríamos "hacer memoria" si la construimos con los únicos recuerdos de nuestro pasado que los culpables europeos del genocidio nos autorizan? Es cierto: si los israelíes recuerdan todo, pierden a sus aliados. Porque la memoria de la Shoá que llevó al retorno a una tierra perdida hace mucho tiempo tendría que volver a ser pensada.
Lo primero a recordar: nuestros perseguidores históricos no fueron ni son los palestinos. Nuestros perseguidores estaban y siguen estando en las naciones de cultura europea que nos expulsaron y masacraron, y sin embargo son ellos los que siguen marcando el destino de todos nosotros, sobre todo de los judíos israelíes. ¿Será por eso que se busca olvidar a los verdaderos culpables de la Shoá? Los israelíes ya no se preguntan por el pasado bimilenario judío. Nunca los judíos, salvo excepciones, acusan del exterminio judío a la religión cristiana y a la economía capitalista que produjeron necesariamente la Shoá, como la conclusión de un silogismo que se venía desarrollando en Europa cristiana desde su mismo origen, como si el nazismo hubiera sido sólo un accidente sin antecedente en la historia europea y todo comenzara con Hitler. ¿No será que luego de la Shoá ustedes, los descendientes de los judíos europeos asimilados, se aliaron luego con los exterminadores en un pacto oscuro que el terror dictaba, y volvieron ahora todos, de cierta manera, a ser judeo-cristianos? Porque seamos honestos: el Tercer Reich se ha prolongado en el 4º Reich del Imperio norteamericano. Es claro: prefieren no saberlo porque el Estado de Israel está -nosotros los judíos latinoamericanos sí lo sabemos- al servicio del poder cristiano-imperial de los EE.UU. ¿O van a creerse que los EE.UU. y Europa combatieron al nazismo para salvar a los judíos? ¿Por qué ahora habrían de seguir persiguiéndolos si mantienen lo que tienen de judíos congelado sólo en lo arcaico religioso? Pero ¿no les dice nada pasar a ocupar ahora el lugar impiadoso, como brazo armado de los poderosos capitalistas cristianos, contra una población civil asediada y asesinada por osar defenderse contra la expropiación ilimitada de un territorio que debía ser compartido?
Recordemos. Karl Schmitt, filósofo católico del nazismo, había puesto de relieve lo que la hipocresía democrática ocultaba: la categorías políticas son todas ellas categorías teológicas. Es decir: la política occidental (democrática y capitalista) tiene su fundamento en la teología cristiana. Es notable: Schmitt coincide con lo que Marx joven decía en Sobre la cuestión judía: el fundamento cristiano del Estado germano se prolonga como premisa también en el Estado democrático.
Y si la política occidental al desnudarse muestra su fundamento teológico oculto, sin el cual no hubiera habido capitalismo, entonces toda política de Estado capitalista era antijudía, porque ése era el escollo que el cristianismo había encontrado para consolidarse como religión universal. No contra los judíos cristianizados que, como ustedes en Israel, apoyan esa política, es cierto. Ustedes tienen de cristianos, sin saberlo, lo que ocultan en su propia memoria al ocultar que la Shoá como "solución final" fue un exterminio teológico (cristiano) político europeo. Schmitt la tenía clara. Lo que el sutil filósofo alemán católico necesitaba activar, en momentos de peligro extremo para el cristianismo y el capitalismo frente a la amenaza de la Revolución Rusa y las rebeliones socialistas, era el fundamento cristiano escondido en la política: el odio visceral y alucinado religioso antijudío para que en Europa reverdeciera con toda intensidad el fundamento grabado durante siglos en el imaginario popular cristiano. Y con ese vigor arcaico reverdecido pudieran enfrentar la amenaza revolucionaria del judeo-marxismo.
Por eso, frente a la apariencia liberal de la política democrática como una relación "amigo-amigo", el fundamento de la política nazi extremaba las categorías de "amigo-enemigo" que Schmitt vuelve a poner de relieve en el "estado de excepción" como la verdad oculta de la democracia: el único enemigo histórico cuando entra en crisis el fundamento social europeo son nuevamente los judíos. En 1933, frente a la amenaza del socialismo tildado quizá con cierta razón de judío, resurgía para muchos europeos todo su pasado y encontraban en los judíos el fundamento más profundo de lo más temido para su concepción cristiana: las premisas judías de un materialismo consagrado, no meramente físico cartesiano como la economía capitalista requería. Por eso Schmitt vuelve a desnudar las categorías fundantes adormecidas que la teología católica mantenía vivas: volvía al fundamento religioso de la política cristiana del Estado democrático para enfrentar el peligro del "comunismo ateo y judío".
Sucede que en ese momento los judíos laicos formaban parte de la creatividad moderna que en Europa alimentó el pensamiento político y científico: eran rebeldes todavía, no como tantos de ahora, y por eso Marx de joven pensaba que los judíos, una vez superada su etapa religiosa y se hicieran laicos prolongando la esencia judía más allá de lo religioso, podrían pasar a formar parte activa de la liberación humana.
Y cuando al fin los europeos creían haber logrado en el siglo XIX la universalización del cristiano-capitalismo que se expandía colonizando a sangre y fuego el mundo, aparece otra vez el materialismo judaico como premisa del socialismo, que no es físicamente metafísico sino que parte de la Naturaleza como fundamento de la vida del espíritu humano. Tiemblan entonces en Europa los fundamentos cristianos de la política y de la economía: un nuevo fantasma la recorre y se manifiesta en una teoría judía revolucionaria. De lo cual resulta que en momentos de crisis Hitler sólo representó, en términos estrictamente religiosos, culturales y políticos, el temor de toda la cultura occidental ante los comunistas y los judíos como los máximos enemigos de ambos, ahora renovados: del capitalismo y del cristianismo. El racismo de los nazis -esa "teozoología política"- no es más que el espiritualismo cristiano secularizado que el Estado nazi consagró laicamente en las pulsiones de los cuerpos arios.
Una vez aniquilados los millones de judíos -como luego fueron arrasando y aniquilando con la misma consigna a millones de soviéticos "judeo-comunistas"- el impacto aterrorizante de la "solución final" hizo que los judíos casi nunca, salvo muy pocos, se atrevieran a señalar a los verdaderos culpables del genocidio (como pasó entre nosotros con los genocidas). Con la derrota de los nazis como únicos culpables -según cuenta la historia de los vencedores- desapareció en Europa la historia de los pogromos y las persecuciones cristianas medievales y modernas que nos aterraron durante siglos: la de los franceses tanto como la de los italianos, los españoles, los polacos y los rusos mismos. Sólo los nazis alemanes fueron antijudíos.
Los judíos cristianizados por el terror del cristiano-capitalismo en Europa luego de la Shoá buscaron su "hogar" fuera de Europa: se instalaron en Palestina, como si el reloj de la historia, ahora teológica, se hubiera detenido hacía dos mil años. No se dieron cuenta de que la mayoría de los judíos que volvían a Israel no eran como nuestros antepasados que se habían ido: los descendientes de los defensores de Massada o de los macabeos. Buber, Gershon Scholem y tantos otros sí lo recordaban. Nadie quería que nos volviera a pasar otra vez lo mismo, es cierto; pero en vez de enfrentar y denunciar a los verdaderos culpables del genocidio -que ahora nos apoyaban para que nos fuéramos para siempre de Europa y termináramos nosotros mismos la etapa final democrática de la "solución final" judía que ellos comenzaron- los israelíes terminaron sometiendo a los palestinos como los romanos, los europeos y los nazis lo hicieron antes con nosotros. Pero primero tuvieron que vencer la resistencia de nuestros pioneros socialistas.
Los israelíes, apoyados ahora por el Imperio cristiano-capitalista que los había perseguido, crearon también en Israel un Estado teológico, pero la "parte" secularizada dentro de ese Estado judío siguió siendo la del Estado cristiano. Volvieron como judíos para culminar en Israel la cristianización comenzada en Europa: mitad judíos eternos en lo religioso, mitad cristianos secularizados en lo político y en lo económico. Por eso ahora en Israel el Estado mantiene la economía neoliberal capitalista y cristiana sostenida por los religiosos judíos sedentarios, detenidos en el tiempo arcaico de su rumiar imaginario. Y por el otro lado los iraelíes son neoliberales en la política y en la economía y en la ciencia "neutral", cuyas premisas iluministas son cristianas. Mitad judíos en el sentimiento, mitad cristianos en el pensamiento.
Y por eso quieren que todos, también aquí y ahora, seamos como ellos: judeo-cristianos como el rabino Bermann, avalado por el cardenal Bergoglio, o judíos-laicos como Aguinis, neoliberal letrado avalado por el obispo Laguna. O como los directivos de la AMIA, que tienen la potestad de determinar si soy o no judío. Si soy judío "progresista" y no me secularicé como cristiano, entonces no soy judío, no podré aspirar a ser enterrado en un cementerio comunitario porque me faltaría la parte cristiana de mi ser judío. Pero judíos-judíos, esos que prolongan en lo que hacen o piensan los valores culturales judíos, quedan al parecer muy pocos, aunque sean muchos los que leen hebreo o reciten kaddish en la tumba de sus padres. Todos están aureolados con la coronita del cristiano-capitalismo que al fin los ha vencido por el terror cristiano luego de dos mil años de resistencia empecinada: convertidos ahora al "judeo-cristianismo".
Por eso la creación del Hogar Judío en Palestina tiene un doble sentido: la "solución final" europea tuvo éxito, logró su objetivo, el cristianismo europeo se desembarazó de los judíos y muchos de los que se salvaron se fueron de Europa casi agradecidos, sin querer recordar por qué se iban y quiénes los habían exterminado. La Europa cristiana y democrática se había sacado el milenario peso judío de encima. Pero mis padres, que llegaron a las colonias judías de Entre Ríos, sí lo sabían.
Todos los judíos estamos pagando esta inmerecida transacción, ese "olvido" del Estado de Israel, al que seguramente se habrían negado los defensores del Ghetto de Varsovia, que murieron, ellos sí, sabiendo quiénes eran los responsables políticos, económicos y religiosos -estaban a la vista-- como los millones de judíos europeos que murieron en los campos de exterminio. Los judíos que vinieron luego, esos que estamos viendo, no quisieron ni pensar a fondo en los culpables: se unieron a los poderosos y saludaron alborozados que el socialismo stalinista antisemita se derrumbara arrastrando al olvido al mismo tiempo, como si fuera lo mismo, la memoria de los pioneros judíos revolucionarios asesinados por Stalin. Por eso sus sueños mesiánicos dependen ahora únicamente de los cristianos y del capitalismo para poder realizarse. Sólo tenían que hacer una cosa: permutar al enemigo verdadero por un enemigo falso.
Estamos pagando muy cara esta conversión judía. Los israelíes, ya vencidos en lo más entrañable que tenían de judíos históricos, se han transformado en la punta de lanza del capitalismo cristiano que los armó hasta los dientes para enfrentar el mayor y nuevo peligro que tiene el cristianismo: los mil millones de musulmanes que pueblan el mundo. Pero ni los musulmanes ni los palestinos fueron los culpables de la Shoá: los culpables del genocidio son ahora sus amigos, que los mandan al frente.
Y aquí cierra la ecuación política amigo-enemigo de Karl Schmitt. Antes, hasta la Segunda Guerra Mundial, el fundamento teológico de la política era "amigo/cristiano-enemigo/judío". Ahora que los judíos vencidos se cristianizaron como Estado teológico neoliberal la ecuación es otra: "amigo/judeocristiano-enemigo/musulmán". ¿Este es el lamentable destino que Jehová nos reservaba a los judíos? Porque de lo que hacen ustedes en Israel depende también el destino de todos nosotros.

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Se parece...
Por no importa - Monday, Jan. 12, 2009 at 8:33 AM

Las críticas de Rozitchner al Estado de Israel se asemejan a las críticas de Michael Moore a EEUU. Según ellos el problema es que los que son no son lo que dicen ser. Digamos, para Rozitchner los israelitas no son judíos, porque un judío no puede hacer lo que ellos hacen. Y si lo hacen es porque YA no son judíos: se han cristianizado.
Jodido tufillo racista en el fondo de ese pensamiento.

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Demasiado simplista lo tuyo
Por --- - Monday, Jan. 12, 2009 at 9:11 AM

A mí me parece positiva la existencia de las críticas de Moore, y lo mismo pienso de la de Rozitchner. ¿Para vos sería preferible su anuencia al actual estado de cosas?

No coincido con Rozirchner en la idea de que Israel o, de conjunto, la política moderna (es decir burguesa) se definan como un afecto de "cristianización", ni coincido en su tesis del "fundamento teológico" de la política moderna (argumento que Rozitchner comparte, sin ocultarlo, con conspicuas figuras conservadoras, derechistas, etc.).

Pero, a diferencia de tu crítica barata, no me parece malo sino bueno que surjan críticas internas: que haya yankees que ponen en tela de juicio las acciones del estado norteamericano, o que aparezcan judíos que desde su sentimiento judío, pongan en tela de juicio los actos del estado sionista de Israel.
Probablemente, en la práctica esta clase de críticas tengan un efecto mayor que muchas (presuntamente) lúcidas críticas marxistas.

Tampoco es nueva, ni me parece en principio desacertada, la idea de que el sionismo y el estado de Israel previerten o corrompen algo esencial de la identidad judía (con todas las precauciones que cabe tomar ante ambos términos: esencia e identidad).

Aunque, como dije, no comparto el enfoque de Rotizchner, creo que hay mucho de verdad en la idea de que el sionismo y el estado de Israel han corrompido un elemento crucial del aporte judío a la cultura y la especie humanas, como puedo creer que las acciones del estado norteamericano representan para muchos estadounidenses una desfiguración monstruosa de su "sueño americano".
Estas apreciaciones son, simplemente, expresiones de lo que la tradición marxista llama "el desarrollo de una contradicción".

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Respondo y termino acá.
Por no importa - Monday, Jan. 12, 2009 at 11:11 AM

Lo primero que tengo para contestarte es que sos un irrespetuoso que comenzas una discusión descalificando al otro. Eso, de movida, a quien descalifica es a vos.
Yendo a lo concreto, mi crítica va dirigida específicamente a aquello que vos en el segundo punto de tu escrito decis: su teoría de la cristianización (es decir, transformación en otro) y su, por supuesto, coincidencia conceptual con los sectores mas reaccionarios. Esa transformación del judío original en otra cosa para explicar sus acciones implica una convicción de cierta probidad que les es propia a aquellos que no se han “contaminado”. Eso ya es grave. Pero cuando vemos que esa “contaminación” es llamada “Cristianización” es peor todavía. Es ahí donde se profundiza el componente racista. Algo así como un “antisemitismo” pero contra los cristianos. Y por supuesto una terrible falta de respeto hacia millones de cristianos que no son iguales al Papa (al que sea). Aclaro que no soy religioso y tengo mucho (demasiado) para criticarle al cristianismo en gral. y al catolicismo en particular. Pero hay que ser justo: si se quiere diferenciar al judío anónimo del Estado de Israel también cabe tomar al cristiano de base que está con los pobres y vive honestamente ayudando a otros y diferenciarlo del Vaticano.
Por otro lado, a vos no te molesta que haya yankees que critiquen a los EEUU. Lo que quiero decir en mi crítica, que vos insolentemente calificas de barata, es que a mi lo que me importa es desde donde se crítica. No me interesa la crítica de aquellos que, desde los mismos valores y convicciones que Bush, lo atacan porque consideran que él no está a la altura de lo que los EEUU merece. El “sueño americano” no es inocente y no está construido sobre un principio de igualdad entre los EEUU y el mundo. Está sostenido sobre un principio de superioridad por sobre las demás naciones y una idea de Líder Mundial con la capacidad (y el derecho) de dirigir el rumbo de la humanidad. Vale como ejemplo lo dicho por un votante anónimo respecto del triunfo de Obama: “estoy feliz porque el mundo necesita un cambio”.
Creer que Bush es un hecho aislado o maldito en la historia norteamericana implica un acto de ignorancia mayúsculo. Es desconocer la historia de los EEUU y su desarrollo y posicionamiento en América y el mundo en los últimos 150 años. Por eso no me interesa la crítica hipócrita de aquellos que me quieren convencer que el problema empezó en los 80 o los 90.
De igual modo que critico a los Moore por poner la responsabilidad en otro (otro sujeto, otro lugar) y no ponerse a analizar si Bush no es la lógica consecuencia del “Ser Americano”, Rozichner debería analizar si el Estado de Israel no resultó de la lógica consecuencia del Ser Judío. No lo se, tal vez si o tal vez no. Ojalá que no. Solo creo que es bueno, también, ponerse en duda a uno mismo y darse cuenta que, a lo mejor, no éramos tan sanos, tan nobles y tan inteligentes como creíamos y que no teníamos derecho a dirigir la vida de los otros, ni a “cuidarlos” y mandarlos. Y que llegamos a donde llegamos porque fue el camino que escogimos.
Estas apreciaciones son, simplemente, expresiones de lo que la tradición del barrio llama "buena leche y deseo de superación".

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que ganas de hacerme perder tiempo
Por que pelotudo este tipo - Monday, Jan. 12, 2009 at 12:30 PM

no puedo creer la cantidad de barbaridades y boludeces que escribe este tipo,creo que Argentina es el unico pais del mundo donde un pseudofilosofo mediocre y facho como este puede ser catalogado de "intelectual",en primer lugar ahora resulta que la culpa de la masacre de los judios a los palestinos la tiene !!el cristianismo!!jaja creo que este tipo es un fundamentalista y aparte un ignorante porque no debe olvidar que los dos grandes totalitarismos del siglo XX son ateos,eso solo ya descalifica su teoria,en segundo lugar si estas tan en contra del capitalismo liberal "cristiano"como mierda podes apoyar un gobierno como el de Kirchner!!!!!y en tercer lugar si sos tan banana y las sabes todas,como puede ser que tu hijo sea un Nazi recalcitrante defensor de los genocidas,Grondona y funcionario de Macri,o tambien tendra la culpa Jesus de tu idiotez y tu fracaso como padre?verdaderamente una perdida de tiempo.

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Quantum of insolence
Por --- - Monday, Jan. 12, 2009 at 1:04 PM

Ya que lo planteás en esos términos, en los mismos términos te contestaré.

No es más irrespetuoso que yo haya considerado barata tu crítica (especialmente porque lo es) que que vos livianamente afirmes que “no importan” las críticas de León Rozitchner o Michael Moore. Teniendo en cuenta el (nulo) nivel de tus argumentos yo tendería más bien a pensar que las críticas tuyas son las que “no importan” (y, dicho sea de paso: ¿a quién "no le importan"? ¿lo que no te importa a vos no le importa a nadie? ¿no es soberbia esa actitud?).

Se mire como se mire, las críticas del Moore molestan mucho más que las tuyas al establishment yankee.
Y al estado de Israel lo perturban mucho más las críticas de los judíos que las tuyas.
Así que el primer insolente (barato, insisto) sos vos, que ningunea a figuras significativas desde tu sola nulidad.
En todo caso, creo que hoy conocemos críticas de judíos al accionar del estado de Israel que son más efectivas que la de Rozitchner (que, al fin de cuentas, es un profesor de filosofía de no demasiada relevancia intelectual).

Que digas que “el sueño americano” no es inocente, es una negación más bien banal (¿qué cosa sí es “inocente” en este mundo?) y lo único que deja claro es que tenés bastante poca idea de qué significó “el sueño americano” para millones de individuos humildes y trabajadores.

El "sueño americano" -que vos caprichosa y falsamente identificás con un supuesto "ser americano"- lejos del purismo etnocéntrico que caracteriza normalmente los esencialismos nacionales, fue un mito de redención, de progreso, igualdad y libertad para muchos inmigrantes pobres de todo el mundo que allí se afincaron, durante el siglo XIX y la primera parte del XX, mientras la mayor parte del mundo estaba regida por monarquías más o menos tiránicas.
Otro rasgo notable de los USA a principios de siglo era su no-beligerancia. Todo eso formó parte de la fantasía conocida como "sueño americano".

Incluso forma parte de la mitología del "sueño americano" la fantasía de que las tropas norteamericanas intervinieron en la segunda guerra mundial para salvar la democracia contra el despotismo nazi.
Por supuesto, esa no es verdad sino una engañifa, pero como sueño de millones de hombres y como aspiración de quienes marcharon a la guerra, yo diría que es bastante respetable.

Lo que estoy tratando de señalar (aunque no debería ser necesario) es que el “sueño americano”, con toda la ambigüedad que caracteriza a los sueños, los mitos y las fantasías, en muchos aspectos se opone y se opuso a la realidad (norte)americana.
Como imaginario, vale lo que valen todas las ilusiones de redención de cualquier pueblo del mundo. Son ilusiones, pero son ilusiones de redención.

El sionismo también se vistió con mitos redencionistas (por otra parte ¿que religión mesiánica no lo hace?) pero si algo queda claro hoy en los hechos, e incluso debe quedar claro para los propios judíos de Israel, es que la práctica efectiva del estado de Israel es el opuesto diametral a cualquier sueño de redención universal. Es la compresión de este hecho lo que está comenzando a despertar la conciencia de los judíos del mundo.

Lejos de lo que suponés, la tesis schmidtiana de la modernidad como cristianización no tiene su eje en la obediencia papista, del mismo modo que el cristianismo no se circunscribe al catolicismo.
Tampoco viene al caso tu chamuyo sobre los “cristianos de base”.
Volvés a pecar de insolencia cuando te metés a criticar una idea que, por criticable que fuera, desconocés en su planteo. Te guste o no te guste, ESO es simplismo y es una crítica barata.

Decís que las críticas importan según desde donde vienen.
Estoy de acuerdo, con la salvedad de que muchas veces las críticas que afectan más profundamente a un régimen social o a una nación son las que provienen de las raíces o las entrañas de ese régimen o de esa nación.
Por eso es importante que surjan críticas judías a la acción racista del estado de Israel, y especialmente importante es que esas críticas surjan dentro del propio territorio israelí.
Plantear que la crítica de Moore no es válida porque viene de un yankee… ¡eso sí es racismo! Ahora resultaría que todo el mundo puede criticar al imperialismo yankee menos… el pueblo estadounidense! Te fuiste al reverendo carajo, muchacho.

En oposición a eso, yo te recuerdo que las tropas yankees debieron retirarse de Vietnam no solamente a causa de la enconada resistencia vietnamita (que yo reivindico tanto como reivindico la resistencia palestina) sino por la propia resistencia del pueblo norteamericano a seguir sosteniendo esa guerra.

Yo aplaudo la actitud del millón de hombres y mujeres estadounidenses que manifestó reclamando las tropas de su propio país abandonaran Vietnam, como aplaudo de pie a los norteamericanos que dicen "no en mi nombre" ante la agresión militar yanke contra el pieblo de Irak.
Seguramente sus críticas tenían y tienen mil y una limitaciones pero, contrariamente a lo que vos sostenés desde su soberbia nulidad, eso no les quitó ni les quita “importancia”.

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Solo adjetivación y ninguna idea
Por Juankacongreso - Tuesday, Jan. 13, 2009 at 12:01 AM

Con relación a lo que decís de Alejandro, su hijo, hasta me atrevería a decir que te quedaste corto, pero yo creo que León debe ser el más apesadumbrado por su progenie.
Con respecto a la adjetivación de pseudofilósofo mediocre y facho, yo creo que hay que tomarlo de donde viene, no sé de quién , pero lo cierto es que alguien que es incapaz rebatir con un pensamiento lógico y lúcido no puede calificar de mediocre a otro, y mucho menos calificar de “Facho” quien salta por el “Capitalismo cristiano” y aprovecha a repartir palos para la revolución Rusa y Cubana.

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aprende a leer
Por aprende a leer - Tuesday, Jan. 13, 2009 at 9:08 AM

deberias ser mas inteligente ya que alardeas de lucides en los pensamientos y saber que cuando me referia a los dos totalitarismos del siglo XX me estaba refiriendo al Stalinismo y al Nazismo,ya que Leon demuestra una gran ignorancia sobre el tema,el Nazismo fue una ideologia absolutamente pagana y su plana mayor practicaba el ocultismo,en segundo lugar no defiendo el capitalismo,si soy Cristiano y tengo muchos amigos "cristianos" que le podrian dar clases de comunismo a este marxista de cafe lambiscoide del gobierno mas vendepatria y corrupto que yo recuerde,en tercer lugar es un facho ya que segun el la culpa de todos los males de la humanidad la tiene el cristianismo,decime que diferencia hay entre ese pensamiento y el de Hitler que reducia todo los males de Alemania a los judios?que yo sepa en paises donde el cristianismo ni existe como Israel o Iran por nombrarte dos el capitalismo liberal goza de buena salud o no? a lo que yo voy es que segun Marx el mundo se divide en clases sociales y no en religiones,razas y todas las demas pavadas por lo tanto considero que es tan capitalista y liberal la oligarquia tanto Cristiana como Judia como Musulmana es cuestion de plata y no de religiones y lo que plantea Rozichtner me parece un pensamiento semi nazi y si no coincidis argumenta y lo debatimos.

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Vos sos el que tiene que aprender (y no sólo a leer)
Por --- - Tuesday, Jan. 13, 2009 at 9:46 AM

Pará un poco la moto, flaco, no podés criticar una idea que no conocés ni estás en condiciones de entender.

No es que Rozitchner crea que sólo los cristianos son capitalistas o sonceras porel estilo. Por poco respeto que pueda merecterte Rozitchner, no podés bajarlo al nivel de tu propia ignorancia.

Vos sos el que tiene que aprender a leer aunque sea un poco mejor: Rozitchner dice que Israel es una expresión de cristianización de los judíos, con lo cual debería resultar evidente que no está hablando del culto explícitamente profesado.

Por poco respeto que pueda merecerte Rozitchner, es verdaderamente idiota suponer que desconoce datos tan elementales que hasta un gil como vos puede conocerlos. La idea no es esa.

La idea es un tanto más abstracta: tomando aspectos estructurales, relativamente abstractos, del pensamiento cristiano, postula que la política moderna es una expresión SECULARIZADA de aquel pensamiento.
Aunque yo no soy entendido en el tema y sólo puedo aproximarme a grosso modo, aquella es una idea que fue muy popular entre los pensadores alemanes de la segunda mitad del siglo XIX, por ejemplo Nietzche y los jóvenes hegelianos. De hecho, Rozitchner se referencia en Carl Schmidt (un pensador claramente reaccionario, por cierto, no más que Nietzche diría yo).

Desde otro ángulo (y entiendo que no es esta la idea que está en juego), el sociólogo burgués -y también alemán- Max Weber escribió sobre el protestantismo -que por si no lo sabías forma parte del cristianismo- y su papel en la formación de la mentalidad capitalista.

En fin, yo puedo estar de acuerdo con que Rozitchner ha sido a menudo sobreestimado (aunque por no tantas personas), pero ése es otro tema.
Tampoco es el tema historiar las ideas o las adhesiones políticas de Rozitchner, sin duda cuestionables (por ejemplo, es memorable su apoyo a Frondizi en el '58, que el propio Rozitchner presenta como un giro a la izquierda de los intelectuales y como una toma de compromiso político de índole progresista, etc.). Insisto: eso no es lo que importa aquí y ahora, en este contexto.

Acá lo que importa no son los aspectos criticables de Rozitchner, sino el hecho de que se suma a las críticas contra el accionar del estado de Israel, y que lo hace desde su identidad de judío.

En consecuencia, no es fructífero enmarcar la toma de posición de Rozitchner dentro de su trayectoria intelectual o sus adhesiones políticas, sino que hay que enmarcarlo dentro de la creciente oleada de rechazos que el ataque israelí a la franja de Gaza está cosechando entre los propios judíos del mundo y, en especial, de Israel.

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ok sigo en desacuerdo
Por ok sigo en desacuerdo - Tuesday, Jan. 13, 2009 at 11:29 AM

Sos demasiado soberbio para ser tan ignorante,y deberias aprender a leer y no responder como quinceañera histerica,Rozitchner acusa al cristianismo de el exterminio judio, el imperialismo Norteamericano del Nazismo de la persecucion del comunismo y de querer usar a los judios para exterminar a los musulmanes,se PARECE MAS A UN PANFLETO FUNDAMENTALISTA QUE A UNA REFLEXION,se le nota demasiado el odio al Cristianismo,es simplemente un panfleto pelotudo,lo mismo que se podria esperar de cualquier Sionista criminal que fundamenta el asesinato a los Palestinos con la supremacia racial,solo que Rozichtner lo hace excusando a "LOS POBRES JUDIOS" de actuar asi por estar corrompidos por el Cristianismo,es una idea absurda,discriminatoria y suena mas a una excusa que a critica,por eso te sugiero que releas el texto antes de defender lo indefendible,y ya no voy a postear mas es darle trasendencia a algo que no lo merece,suerte.

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¿OK o KO?
Por --- - Tuesday, Jan. 13, 2009 at 12:21 PM

Yo creo que el que no merece trascendencia sos vos.

En cuanto a capacidad de leer... no veo que hayas podido citar ninguna frase de Rozitchner para avalar tu "interpretación" (berreta a más no poder).

En verdad, no noté que en ningún momento Rozitchner use la expresión "los pobres judíos", como decís vos.

Es más, encuentro muy sospechosa tu "crítica", porque Rozitchner no está justificando sino atacando a los sionistas y al estado de Israel, pero no a los judíos en general (que es lo que, parecés sugerir, habría que hacer, lo que te ubica en un campo ya no antisionista sino simplemente antisemita).

Quizás es por esto último que te molesta tanto que las críticas al accionar del estado de Israel provengan de judíos (que es, precisamente, lo que yo encuentro particularmente valorable).
Siendo así, creo que mi intervención dio netamente en la tecla.

A este último respecto, hay en indymedia un interesante artículo en: http://argentina.indymedia.org/news/2009/01/648779.php

Vuelvo a insistir con el paralelo que ya señalé entre las impugnaciones de judíos al accionar sionista y el repudio de la juventud norteamericana de los '70 a la intervención yankee en Vietnam. Creo que el paralelo pone en evidencia que el enfoque equivocado es el tuyo.

Decís que la tesis de que la política moderna es una expresión secularizada del paradigma cristiano sería discriminatoria. Sería, según vos, una expresión del racismo sionista.
Eso es un disparate de pe a pa: en primer lugar porque no es una tesis sionista, en segundo lugar porque Rozitchner la orienta en un sentido adverso al estado de Israel ¡que es el baluarte del sionismo! y, en tercer lugar, porque esa tesis fue elaborada por intelectuales no judíos, como el mencionado Schmidt o como Nietzche, aunque algunos jóvenes hegelianos eran de procedencia judía (aunque no religiosos).

Por lo demás, me parece perfecto que ejerzas tu derecho al desacuerdo.

Lo que no creo es que, precisamente vos, tengas condiciones para llamar soberbio o ignorante a nadie.

Suerte para vos también.

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Ser israelí es ser nazi, ser cristiano es ser capitalista, ser musulmán es ser democrático
Por Pascal - Tuesday, Sep. 14, 2010 at 6:19 PM

Busqué artículos sobre "La cosa y la cruz" esperando encontrar una reflexión falaz (ya que no esperaba otra cosa de León Rozitchner), pero a la vez de cierta profundad, sobre la relación entre capitalismo y cristianismo. No me soprendió que además de falaz, el argumento de Rozitchner es un disparate: la "esclavitud a Dios" del judaísmo es -si se acepta la teoría marxista de la explotación del capital- mucho más compatible con el capitalismo, y de hecho así lo fue con las formas primitivas del mismo, sino que además el cristianismo católico y su ascetismo extramundano influenciaron a todas las clases sociales, retrayendo el espíritu protoburgués de la época y abriendo el paso a otra curiosidad occidental: el feudalismo como una de las tantas formas de relación social (manorialismo, aldeas campesinas libres, comunismo rural, etc.) que se volvieron necesarias para el regreso a la vida agraria y el desprecio a la vida cosmopolita.
Pero, tal vez, la peor parte del argumento de León Rozitchner sea la que demuestra su total ignorancia para que con uno de los objetos de estudio: el cristianismo. Jamás el cristianismo plantea la "ausencia de lo carnal fundante" en donde tres componentes de la Trinidad estarían "elevados a la infinitud sin cuerpo". Precisamente es al contrario: Cristo entra encarnado al reino de los Cielos junto con la misma Virgen María. La inmaculada concepción permite a María el goce del cuerpo sin caer en pecado. La resurrección de la carne significa exactamente eso: una eternidad en el mundo, luego de que la naturaleza haya cambiado. Como bien demuestra Le Goff, no hay religión más carnal que la cristiana, y no hubo época más corporal que la Edad Media: http://www.arqueologiamedieval.com/noticias/2342/ Nuestro filósofo nos quiere hacer pasar el cristianismo por un catarismo, con el solo fin de hacer un juicio positivo del cuerpo, pero esto, paradójicamente, no en nombre de un hedonismo dionisíaco y nietzscheano sino en nombre de los valores cristianos que él hace suyos, sin los cuales el socialismo como intento planificado de emancipación de los asalariados ya no podría ser un requerimiento ético.
Todas las demás religiones separan al hombre de su cuerpo, o bien, al ser del individuo (cuerpo incluído), mientras que en la unión substancial cristiana el alma es sólo la forma del cuerpo y lo espiritual es la preservación de la forma para luego ser restituída en un cuerpo mediante la materia. En el cristianismo (al menos el católico) no hay hombre sin cuerpo. Hasta la parusía todos los seres humanos están a la espera. Las demás religiones tampoco asocian tácitamente a Dios con el Bien en todas sus formas: altruísmo, piedad, compasión. Porque la materialidad no es sólo gozosa, sino a la vez trágica y contradictoria, es que el cristianismo resuelve la contradicción mediante la resurrección de la carne. Es su intento de salvar al cuerpo de la muerte lo que lleva a la crítica del goce inmanente del cuerpo corrompible, en función del goce no contradictorio del cuerpo incorrupto. Hay una conciencia casi freudiana de esta unión entre sexo y muerte que la reproducción de la vida imprime sobre los hombres mediante las formas de selección por muerte y depredación de los individuos, de competencia entre especies y dentro de cada especie mediante la reproducción sexual. El cristianismo se dirige, pues, dialécticamente, contra la vida y a favor de la vida. El mal en el mundo no es, para el cristiano, algo contra lo que no se deba luchar, pero en ningún caso hay esperanzas de que su origen pueda ser resuelto socialmente: el egoísmo, la enfermedad y la muerte son connaturales a "esta" vida. Sólo puede lucharse contra sus fenómenos a escala humana. Por tanto deben ser resueltas biológicamente. Y esta resolución no puede depender de los hombres, de su manipulación de la naturaleza. Y es por esto que el transhumanismo y no el marxismo es el verdadero desafío para el cristiano futuro, que espera en un ente infinito absoluto (Cantor dixit) la perfecta emancipación respecto de una naturaleza caída, y a su vez la única forma del hombre de llegar a la perfección, ya que jamás podrá éste hacerse perfecto a sí mismo (idea que desde el Renacimiento antropocéntrico los pensadores tanto individualistas como colectivistas comparten mutuamente).
La máxima cristiana de obedecer a Dios y no a los hombres convierte a cualquier cristiano que considerara opresión al capitalismo en un opositor al trabajo asalariado, y como cuyo corolario es el desprecio por los bienes materiales cuya búsqueda es necesaria para la autoperpetuación del capitalismo, tal abandono del orden capitalista es parte de la poca aceptación que tiene la cultura católica comunitaria del ocio y la contemplación para con el ascetismo intramundano del protestantismo calvinista que posibilita una ética capitalista de austeridad para con el capital y de sometimiento al trabajo racionalizado en la búsqueda individual del éxito. Sobra decir que recomiendo al lector interesado entre una posible relación entre cristianismo y capitalismo, que tire el libro de Rozitchner y compre uno de valor: "La ética protestante y el espíritu del capitalismo" (de la editorial Alianza o mejor de Fondo de Cultura)
El capitalismo contemporáneo de consumo contra el cual Rozitchner se dirige ya no se parece en nada al capitalismo del siglo XIX: el presente ha regresado al culto pagano al cuerpo (no a su valoración católica) el cual se adapta perfectamente a la asociación entre la negación del ocio en el trabajo y su recuperación mediante un falso ocio a través de la carrera en las diferentes competencias que son parte de la sociedad de mercado. Es al público de esa sociedad al cual Rozitchner se dirige, intentando sin éxito criticar al capitalismo con los valores antropológicos de un socialismo (el marxista) que comparte todas las premisas del homo oeconomicus burgués pero intentando universalizarlas mediante la redistribución de recursos y el traspaso al Estado de la propiedad sobre el capital en vez de a una clase proletaria considerada como incapaz de ejercer ningún tipo de propiedad. Y, paradójicamente, la concepción lineal de la historia que exige el paso por un período burocrático (capitalismo y socialismo) como parte del viaje histórico de los modos de producción occidentales desde el edén del comunismo salvaje hacia el milenarismo del comunismo futuro, es una copia de Marx casi calcada del cristianismo.

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Teocracias, populismos islámicos, estados terroristas, todos contra el Israel desarrollado
Por Golda Meir - Friday, Sep. 17, 2010 at 8:28 PM

Rozitchner critica de imperialista a los judíos de Israel por intentar recuperar las tierras conquistadas por un Islam imperial, que fue el que mediante la conquista y el despojo dibujó durante siglos la geografía política de Oriente Medio (y más allá porque invadieron España). Los judíos son acá el "pueblo originario" de Israel, y no los palestinos, ni la gente del Líbano, ni ningún musulmán. Acusar de nazis a los judíos sionistas es acusar de nazis a todos los judíos (con lo cual el genocidio habría sido igual a cero: nazis asesinados por nazis), ya que que la historia del judaísmo es la historia de la diáspora y la espera por la recuperación de Israel y de Jerusalén, robada por los romanos primero y luego por los islamistas. El llamado "lobby israelí" de New York es la prueba de que hay judíos ricos que invierten sus fortunas para algo más que seguir ganando plata, llevando remesas a una tierra cuya productividad es más costosa que lucrativa, por motivos históricos, étnicos y religiosos. Y hay otros que se dicen judíos pero son parte de la elite intelectual progresista que domina los medios de comunicación de masas y ataca al único Estado que dió refugio a su pueblo porque es un próspero país capitalista de interés geopolítico para Estados Unidos. Al final la izquierda se vuelve antisemita y los antisemitas de izquierda, y entre ambos terminan defendiendo a engendros como Hezbollah (partido doctrinalmente nazi) y la "democrática" teocracia de Irán. Si lo hacen es porque el fascismo no viene precisamente a salvar al capitalismo, o no les importa, o lo que más odian es el liberalismo. No importa.
Quien no defiende a Israel en manos de los judíos no es judío: es un traidor a su pueblo.
http://www.jewishvirtuallibrary.org/jsource/spanish/spanishcvr.html
La verdadera prensa independiente es la que defiende a Israel: http://www.camera.org/

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Teocracias, populismos islámicos, estados terroristas, todos contra el Israel desarrollado
Por Golda Meir - Friday, Sep. 17, 2010 at 8:31 PM

Rozitchner critica de imperialista a los judíos de Israel por intentar recuperar las tierras conquistadas por un Islam imperial, que fue el que mediante la conquista y el despojo dibujó durante siglos la geografía política de Oriente Medio (y más allá porque invadieron España). Los judíos son acá el "pueblo originario" de Israel, y no los palestinos, ni la gente del Líbano, ni ningún musulmán. Acusar de nazis a los judíos sionistas es acusar de nazis a todos los judíos (con lo cual el genocidio habría sido igual a cero: nazis asesinados por nazis), ya que que la historia del judaísmo es la historia de la diáspora y la espera por la recuperación de Israel y de Jerusalén, robada por los romanos primero y luego por los islamistas. El llamado "lobby israelí" de New York es la prueba de que hay judíos ricos que invierten sus fortunas para algo más que seguir ganando plata, llevando remesas a una tierra cuya productividad es más costosa que lucrativa, por motivos históricos, étnicos y religiosos. Y hay otros que se dicen judíos pero son parte de la elite intelectual progresista que domina los medios de comunicación de masas y ataca al único Estado que dió refugio a su pueblo porque es un próspero país capitalista de interés geopolítico para Estados Unidos. Al final la izquierda se vuelve antisemita y los antisemitas de izquierda, y entre ambos terminan defendiendo a engendros como Hezbollah (partido doctrinalmente nazi) y la "democrática" teocracia de Irán. Si lo hacen es porque el fascismo no viene precisamente a salvar al capitalismo, o no les importa, o lo que más odian es el liberalismo. No importa.
Quien no defiende a Israel en manos de los judíos no es judío: es un traidor a su pueblo.
http://www.jewishvirtuallibrary.org/jsource/spanish/spanishcvr.html
La verdadera prensa independiente es la que defiende a Israel: http://www.camera.org/

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