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El régimen detrás de la “Campaña del Desierto” nunca cayó
Por La Flecha (Radio Estación Sur / La Plata) -
Monday, Jun. 08, 2009 at 6:14 PM
laflecharadio@gmail.com
Entrevista al historiador y antropólogo Walter Delrío.
Audio 1° Parte: 02:26
audio: MP3 at 1.1 mebibytes
A diferencia de los Juicios a las Juntas Militares de la última dictadura
argentina, en 1985, o los Juicios de Núremberg a los nazis, entre
1945 y 1949, no hubo una instancia similar de juzgamiento a los responsables
de implementar políticas y prácticas genocidas contra los pueblos originarios.
Esto por una sencilla razón: nunca cayó el régimen que implementó las campañas
militares de fines de siglo XIX y principios del XX que derrotaron la autonomía
indígena, a fuerza de masacres, para consolidar al Estado Nacional. "Hay
una continuidad hasta nuestro presente", explicó a La Flecha (Radio
Estación Sur FM 91.7) el historiador y antropólogo Walter Delrío,
co-director de la Red de Estudios Sobre Genocidio en la política indígena
argentina y profesor de la Universidad Nacional de Río Negro.
A posterior de la conquista militar de las tierras pampeano-patagónicas
y chaqueñas el Estado construyó un discurso de negación de la realidad indígena
del país. El crisol de razas negó lo originario. La invisibilización
fue una estrategia de dominación, fue lo que permitió el desarrollo de distintas
prácticas genocidas, como el traslado masivo de personas, la separación
de familias y la supresión de la identidad de menores, la utilización de
prisioneros como mano de obra esclava y la reducción en campos de concentración.
Para Walter Delrío, quien en 2005 publicó el libro Memorias de
la expropiación. Sometimiento e incorporación indígena en la Patagonia (1872-1943),
el sistema educativo sigue jugando un rol importante en la negación a los
pueblos originarios. "¿Qué imágenes tienen los chicos para pensar que después
de la Campaña del Desierto existieron pueblos indígenas? No aparecen
en ningún contenido", afirmó.
-La historia oficial invisibiliza a los pueblos originarios, se los presenta
como algo del pasado, como que han sido eliminados para construir este Estado
Nación.
Lo que ha habido es la construcción de un discurso oficial con la idea de
una Nación sin pueblos indígenas. Y sin reconocimiento de su influencia,
incluso cuando se habla del crisol de razas. Este discurso oficial
se construyó desde muchas agencias: desde el Poder Ejecutivo, pero
además el Congreso Nacional y también fue trasladado al ámbito
educativo. Tuvo que ver con momentos concretos en los cuales las políticas
estatales fueron muy claras y muy orientadoras de los procesos. En el contexto
de la Conquista del Desierto, hacia 1879-1885, se producen una serie
de procesos políticos muy significativos: campañas militares, sometimiento,
deportación, concentración de población, disperción de las mismas familias,
utilización de la población indígena como fuerza de trabajo. Pero al
mismo tiempo que sucede todo esto, también se construye la idea de "Punto
Final". La idea de que, a partir de ese momento, el "problema indígena"
ya no es un problema, no es un tema. Y esto no es nuevo de la Generación
del 80'. En 1810 también hay un desconocimiento de los Tratados
que la Corona Española había firmado con las poblaciones indígenas.
Después de la Revolución de Mayo, los gobiernos criollos incumplen
todos los pactos preexistentes.
El desconocimiento, lo que podemos llamar como invisibilización del Otro,
es una estrategia para poder dominarlo. Si yo no reconozco que existe Otro,
no puedo darle un status de derecho, no se constituyen personas de derecho
y mucho menos como Colectivo, como Pueblo. Y eso fue lo que pasó. No solamente
pasó en Argentina, sino en muchos lugares del mundo se operó el borramiento
de ese Otro, para que desaparezca como sujeto de derecho y por lo tanto
se pueden arbitrar cualquier tipo de medidas. Y ese tipo de medidas son
precisamente las que se describen en el derecho actual como "prácticas
genocidas".
-¿Cómo ve el sistema educativo hoy en relación a estos temas?
La Campaña del Desierto hoy en día se sigue enseñando anclado
en el pasado. Incluso con una perspectiva distinta. Hoy los chicos quizás
en el colegio escuchan hablar de esto en términos de algo injusto. Pero
la pregunta es: ¿Qué imágenes tienen los chicos (o los adultos que pasamos
por el sistema educativo) para pensar que después de esa Campaña existieron
pueblos indígenas? La respuesta es totalmente negativa. Porque ni siquiera
aparecen en ningún contenido, por ejemplo en el libro de historia (y hablo
de los actuales). Solamente quizás en algún capítulo sobre formación ciudadana,
con respecto a la población del presente.
Ese vacío que va de la Campaña del Desierto hasta ahora, es muy importante.
En esos años se operaron medidas que si las escuchamos de algún Imperio
como el Británico haciéndolas en Sudáfrica o en la India, diríamos es esclavismo,
es genocidio. Pero nosotros no las podemos pensar que hayan ocurrido
en nuestro territorio, o en lo que llamamos territorio argentino.
Y esto pasó en Patagonia, en Pampa, en el Chaco, en distintos lugares.
-¿Qué nos podés mencionar sobre la relación entre las comunidades originarias
y el naciente Estado argentino?
Hay que pensar que es un Estado en consolidación. Y este proceso de consolidación
ha sido estudiado en muchos lados. En el mismo momento ocurre la unificación
de Alemania, de Italia, y no nos causa impresión cuando vemos la relación
entre estos nuevos Estados nacionales, el caso argentino es uno, y la población
marginalizada. Es decir, aquellas poblaciones que no hablaban la lengua
predominante, por ejemplo el italiano, el alemán prusiano.
En nuestro caso lo que caracterizó fue la construcción de una Nación con
el concepto de crisol de razas que involucraba a todos los ciudadanos que
quisieran venir a suelo argentino pero que excluía totalmente a lo indígena,
a los pueblos originarios. Y esta invisibilización era sumamente operativa
a los procesos que fueron luego negados por la historiografía. Hasta hace
muy poquito los historiadores decían que no había habido una política de
Estado. Es decir, que los indígenas no habían representado "nada importante"
como mano de obra, que solamente lo que importaba era sacarles la tierra.
Hoy en día, por el contrario, lo que vamos viendo es que los pueblos
originarios fueron utilizados como fuerza de trabajo y como fuerza de trabajo
esclavizada. Incluso un miembro disidente del mismo partido de (Julio
Argentino) Roca llegó a decir en el Congreso Nacional que al indígena se
lo había "esclavizado".
Las décadas que tenemos a partir de la Campaña del Desierto van marcando
cómo esos mecanismos se perfeccionaron. Porque las Campañas siguieron, se
siguió conquistando los territorios del área Chaqueña, lo que se llamó la
Conquista del Desierto Verde. Y la gente sometida fue utilizada como
mano de obra para industrias subsidiadas: la caña de azúcar, la industria
vitivinícola, los chicos y las mujeres eran repartidos para el trabajo domiciliario
en las ciudades que estaban creciendo. También las Fuerzas Armadas:
compulsivamente se reclutaba a la gente, que era trasladada a otras áreas.
Trabajaban en la Marina, en el Ejército.
Estos recorridos son recorridos invisibles. Porque todas estas personas,
oficialmente, había sido decretado de que ya no formaban pueblos. Esto permitía
hacer medidas que hoy a más de uno le puede llamar la atención. Los primeros
campos de concentración en Argentina se produjeron, por ejemplo en la
Guerra del Paraguay en las Campañas contra los indígenas.
-Es un quiebre importante dentro de la Historia como disciplina hablar
de Genocidio para referirse a la Campaña del Desierto. ¿Qué reacciones tuvo
su trabajo en los demás historiadores, los docentes y los investigadores?
Hablar de Genocidio ha sido criticado en el medio académico. Hay
algunos que sostienen que, al ser un término elaborado a mitad de siglo
XX para hablar de lo que sucedió en la Segunda Guerra Mundial, básicamente
las atrocidades del Régimen Nazi, sería un término descontextuado.
Estaríamos aplicando una categoría de hoy para hablar de algo que pasó mucho
tiempo atrás. Pero si uno analiza los discursos contrahegemónicos
de la época, puede ver es que en ese momento se discutía si lo que estaba
pasando podía ser encuadrado en términos de Crímenes de Lesa Humanidad.
Hay un trabajo de la antropóloga Diana Lenton que demuestra cómo
el mismo Diario La Nación, meses antes de que se inicie la Campaña
del Desierto, llamaba a lo que las autoridades militares hacían en la
Frontera contra las poblaciones indígenas como Crímenes de Lesa Humanidad.
Hablaban de fusilamientos en un corral de gente que tenían prisionera. Es
decir, en esa época sí se denunciaban esas prácticas, y con lujo de detalles.
No podemos quedarnos con la idea de que las personas de aquella época no
se preguntaban porqué se estaba matando a la gente de esa forma indefensa.
Lo que tenemos que preguntarnos en todo caso es porqué construimos un olvido
de todo eso.
Por otro lado, algunos consideran que técnicamente habría que hablar de
Etnocidio y no Genocidio, porque se apuntó a destruir las costumbres
indígenas y no a los indígenas. Es decir, se los quería "educar", "civilizar"
pero no matar. Con lo cual también es un error conceptual: porque el término
Genocidio implica, incluso, toda acción destinada a la pérdida de identidad.
Por ejemplo, cortar la relación de madre con hijo. El secuestro de niños
es considerado como un Genocidio. Y esto fue lo que ocurrió: traslados masivos,
separación de familias, borramiento de identidad. ¿Cuántos miles de chicos
fueron entregados a familias criollas y se les cambió el nombre y se les
dio otra educación?
Nosotros no tendríamos ningún problema de entender esto cuando hablamos
de la historia reciente de Argentina. Pero a mucha gente le genera ruido
pensar que todas estas cosas pueden ser atribuidas al período de formación
del Estado. Principalmente por una razón: luego de la Segunda Guerra
Mundial, se hicieron los Juicios de Núremberg en la cual se juzga
a los caídos del Régimen Nazi. En Argentina tenemos el Juicio
a las Juntas Militares de la última dictadura, y cómo se intentó construir
como "Punto Final". Pero en ningún momento tenemos un Juicio de
Núremberg con respecto a lo que pasó con los pueblos originarios. De
alguna forma nos sentimos todos como herederos de lo que sucedió ahí.
Es decir, estamos hablando de un Régimen que nunca cayó. Hay una
continuidad hasta nuestro presente. Y eso es lo que más duele, porque obviamente
nadie quiere identificarse con una Nación y con una Patria que es fruto
de un genocidio.
-Hay una parte de la historia que no quieren mostrar. Y en esto también
está la representación de lugares, como el Museo Nacional de La Plata, un
lugar bastante cuestionado por el papel que jugó, o como la Isla Martín
García, donde llegaban los prisioneros traídos por el Ejército de Roca a
trabajar como esclavos.
Está la construcción del olvido, pero también el no querer ver. Muchas veces
elegimos no querer ver. Hay instituciones como el Museo, la Universidad
donde estudiamos, o donde se llevan a los nenes a pasar el fin de semana,
que están vinculadas con esta historia. Porque esta historia no es tan lejana.
¿Adónde fueron trasladadadas todas las personas que vivían en la Patagonia?
Cuando Francisco Moreno (fundador del Museo de La Plata) viaja al
Sur unos años después de la Conquista, dice: epa, donde había antes miles
y miles de personas, tolderías, pueblos, hoy hay dos terratenientes. Toda
esa gente fue trasladada.
La Isla Martín García era uno de los lugares de concentración. También
uno de los lugares donde se hacían las cuarentenas de los barcos que viajaban.
Básicamente era un lugar donde mucha gente iba destinada a morir. Y precisamente,
uno puede hacer el circuito de la Isla Martín García y no encontrar
esa historia. No saber que en la misma Isla hay varios cementerios y
fosas comunes de pueblos originarios. Además del cementerio de los marineros,
de los viajantes de los barcos. Y esto recién ahora se empezó a trabajar.
Hay dos investigadores de la Universidad de Buenos Aires, Alexis
Papazian y Mariano Nagy que están trabajando en el en reconstruir
cómo fueron esos Centros de Detención y qué pasó en ese contexto.
-Muchas gracias por esta comunicación telefónica, lo estaremos
volviendo a llamar más adelante si no es molestia.
Un gusto, les agradezco mucho y cuando quieran hablamos.
La Flecha. Desde el monte al cemento. Información de Pueblos Originarios. Jueves de 17 a 19 horas.
Radio Estación Sur 91.7 FM. Tel (0221) 4823215. La Plata. Escuchá también en www.radioestacionsur.org
Realización: Manuel Lonkopan, Florencia Yanniello, Zulema Enriquez, Florencia Ruiz y Pablo Badano
2° Parte (01:48)
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3° Parte (03:20)
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4° Parte (04:15)
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5° Parte (02:27)
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Monday, Jun. 08, 2009 at 6:14 PM
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