El trotskismo argentino promueve deliberadamente la confusión y el divisionismo : Argentina Indymedia (( i ))

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El trotskismo argentino promueve deliberadamente la confusión y el divisionismo
Por Brutus Fans Club - Monday, Jun. 08, 2009 at 6:34 PM
copiarem humanum est

La pura oposición electorera y sucia al nacionalismo progre y centroizquierdoso es la última cosa que ofrecen los grupos delincuenciales seudotrotskistas que pueblan la i$quierda garca argentina pro-europea.

Lejos de obrar por una perspectiva unitaria de toda la izquierda con independencia de clase y amplitud de criterio abriéndose con humildad al debate fraterno, están atascados en luchas internas insignificantes, en el belicismo electorero y charquero, y en el oportunismo burgués solapado, particularmente yendo a la cola del peronismo anti-K y la oligarquia rural, con insultos y golpes bajos a sus rivales, del más bajo nivel. Hecho insólito mundial para cualquier izquierda consecuente... Los mismos que se niegan a marchar con D'Elia o Libres del Sur, no le hacen asco a fraternizar con la Carrió y marchar tomaditos de la mano con los máximos jerarcas y explotadores de la Sociedad Rural.
La principal secta autoproclamada trotskista en Argentina es la del difunto agente policial Hugo Miguel Bressano Capacete (Nahuel Moreno) representada hoy en día por el escuálido Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST, ex-PST-MAS). En proporción decreciente vienen luego algunas de sus escisiones religiosas testimoniales, entre ellas el Partido de Trabajadores por el Socialismo (PTS), Izquierda Socialista, Convergencia Socialista, el “nuevo MAS” y otras tantas patrullas perdidas del morenismo, huerfanas de liderazgo personal. Porque muerto el perro se acabó la rabia.

Con sus inconfundibles y viborescas tácticas entristas, el Morenismo hizo del Trotskismo un modo especial de vida. Allá por los años 50, Nahuel Moreno se hacía pasar por peronista “de izquierda”; ¡Su periódico en esa época era publicado como “órgano del peronismo obrero revolucionario” y “bajo la disciplina del Gral. Perón y del Consejo Superior Peronista”! (Ver “La verdad sobre Moreno”, Spartacist {verión en castellano} No. 11, para la historia de esta tendencia.)
Durante la Guerra de las Malvinas, esta izquierda apoyó abiertamente a los militares genocidas en el poder en nombre del “antiimperialismo” que jamás practicaron. La tendencia morenista presumía de estar firmemente “en el campo militar de la dictadura argentina” (Correo Internacional, abril de 1982). Con el apoyo de la falsa izquierda, los generales utilizaron la guerra para decapitar una huelga general, la primera, como parte de una creciente lucha obrera en expansión contra el régimen militar.
Desde 1974 en adelante los Morenistas se negaron a defender a los presos politicos “por hechos de guerrilla”. En 1978 felicitaron a la mujer del general Videla por “el triunfo mundialista” de Argentina. En 1981no tuvieron reparos en respaldar abiertamente la institucionalización de la dictadura pergeñada por el nuevo dictador en jefe, general Viola.
En 1989, tras haber defendido a los militares genocidas que ejecutaron la masacre de La Tablada, le dieron apoyo encubierto a la instauración de un nuevo gobierno peronista bajo Menem. Declarando que “Menem recibió la mayoría de los votos del pueblo trabajador”, preguntaron por qué no utilizaba ese apoyo “para imponer las soluciones que dice que tiene” (El Cronista Comercial, 31 de mayo de 1989). Y eso fue exactamente lo que hizo Menem.
Hoy en día, con un PJ ampliamente desacreditado, la izquierda argentina trata de ocultar su reformismo neo-liberal capitulador disgregandose y depurando a sus sectores internos mas criticos.

En la secuela del estallido popular que derrocó a De la Rúa, la IU se unió a otro grupo seudotrotskista, el Partido Obrero (PO) de Jorge Altamira, y algunos grupos más pequeños en una declaración del 22 de diciembre que presentaba vagamente el llamado por un “gobierno popular y obrero”. Y el PTS, con una postura más pseudo-obrerista, promueve el mismo tipo de confusiones en sus volantes y declaraciones.
Todos estos grupos sostienen la perspectiva desastrosa y antirrevolucionaria del “frente único” contra Kirchner, que no es sino una frase en clave para la subordinación de la clase trabajadora a su “propia” Unión Democrática” en vias de recomposición con Biolcatti y Macri a la cabeza.. Atacan al Kirchnerismo, pero haciendo coro con la derecha más gorila y revanchista.
El descontento social en Argentina hoy en día involucra muchas capas de la sociedad, desde la clase obrera y los estudiantes hasta los desempleados y los pobres rurales. Si la clase trabajadora va a emerger como la fuerza dirigente luchando por el derrocamiento del orden capitalista y de la dominación imperialista, es crucial trazar una línea clara de clases. El MST, PO, PTS y demás, en contraste, mezclan todo junto en un guisado populachero, liberaloide y ultragorila inconsistente.
¿Y cómo debe lograrse esto? “Aún para abrir el camino a esta democracia generosa”, escribe el PTS, “hay que barrer el poder existente con una huelga general y un gran levantamiento nacional que complete la obra iniciada por las jornadas revolucionarias del 19 y 20 de diciembre”. (¡¡!!)
El llamado a favor de una asamblea constituyente es, en el mejor de los casos, una consigna democrática que puede ser utilizada en situaciones particulares contra regímenes capitalistas dictatoriales como un elemento subordinado en un programa por la revolución obrera. Pero Argentina actualmente tiene una forma democrática burguesa de dominio de clase capitalista con elecciones periódicas, y ese es el caso desde hace más de dos décadas. Bajo estas circunstancias, el llamado a una asamblea constituyente sirve solamente para fomentar, no para romper, las ilusiones democratistas entre los trabajadores y oprimidos.
En situaciones de agitación prerrevolucionaria, los trotskistas genuinos lucharían para forjar órganos de poder dual — comités de fábrica, etc.— como centros de organización en la lucha por la revolución proletaria. Pero para el reformista PTS, el llamado a una “asamblea de trabajadores” sólo es una fachada para su perspectiva de “gran insurrección nacional” para obtener...¡otro cuerpo parlamentario burgués!
A pesar de toda su retórica “antiimperialista”, los reformistas argentinos formaron una unidad con los gobernantes imperialistas estadounidenses apoyando las fuerzas de la contrarrevolución que destruyeron a la Unión Soviética, a los estados obreros deformados de Europa oriental y que ahora intentan destruir a los procesos revolucionarios emergentes en Bolivia, Ecuador y Venezuela.
Este plato es la gran especialidad de la “convergencia de servicios” (convergencia de izquierda), una de las tantas oscuras micro-sectas abocadas a denunciar (de forma exclusiva y diaria) el presunto cáracter “represivo y patronal” de ... los gobiernos de Venezuela y Bolivia. Para ellos, el enemigo central no son las fuerzas principales del capital ni las potencias imperialistas, sino Hugo Chávez y Evo Morales.
(sigue)