Julio López
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Golpe de Estado en Honduras
Por Razón y Revolucion - Monday, Jun. 29, 2009 at 2:48 AM
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Comunicado de prensa

Un nuevo ataque a los trabajadores

Golpe de Estado en Honduras. 28 de Junio de 2009.


Por la mañana del domingo 28 de junio, unidades militares ametrallaron la casa del Presidente de Honduras, Manuel Zelaya, llevándolo secuestrado a Costa Rica, donde aún permanece hospedado por el gobierno. Inmediatamente, mandatarios y organizaciones de todo el mundo salieron a denunciar un nuevo atropello contra la “democracia”. Hasta la OEA, Obama y la CNN llamaron a rechazar el golpe en nombre de la institucionalidad republicana. Sin embargo, el ataque de las Fuerzas Armadas hondureñas no es contra la “democracia”.

América Latina vive, desde hace más de una década, un proceso revolucionario que, lejos de cerrarse, se profundiza al calor de la crisis capitalista. Y son las masas, sus Partidos y organizaciones, quienes llevaron al poder a gobiernos que debieron, para congelar el proceso, otorgar una serie de concesiones a los trabajadores y el pueblo movilizados. Claro que, para eso, los diferentes bonapartismos, desde el venezolano hasta el boliviano, pasando por el ecuatoriano y el argentino, debieron avanzar sobre mayores porciones de la renta (petrolífera, gasífera o sojera). Las diferentes burguesías saludaron, en un principio, la restauración del orden, apelando a la capacidad de estos gobiernos “populistas” para desmovilizar a las masas. Pero es este elemento el que ha fallado, determinando la radicalización del proceso. Los trabajadores latinoamericanos no han dejado de pelear por sus intereses, forzando a los gobiernos a profundizar y mantener sus concesiones. Allí se encuentra el nudo que la burguesía busca desatar apelando a la acción directa: el golpe de Estado en Venezuela, en 2002; la insurrección de la Medialuna en Bolivia y la “rebelión del campo” en Argentina, en 2008, expresan este proceso.

El golpe de Estado en Honduras es un nuevo eslabón en esta cadena de sucesos que buscan detener el avance del proceso revolucionario y eliminar las conquistas que los trabajadores hemos conseguido en este tiempo. A la hora en que los soldados dispararon las primeras balas, el país se encontraba en medio de una consulta popular para reformar la constitución. Defienden el llamado a una Asamblea Constituyente las organizaciones obreras, campesinas y estudiantiles, que buscan profundizar su incidencia en el control y manejo del Estado. El mismo Zelaya declaró que la reforma serviría para acabar con un sistema “que sólo defiende a los poderosos, los ricos y los banqueros”. Frente a ellos, y luego de intentar todo tipo de boicot a la votación, el ejército dio el golpe reclamado por los empresarios, la Iglesia, el Tribunal Supremo Electoral, la Corte Suprema, la Fiscalía General, el Congreso y la Procuraduría General. El obispo auxiliar de Tegucigalpa, monseñor Darwin Andino, había afirmado que “la Iglesia católica y todo cristiano no respaldan la ilegítima consulta del gobierno por ser inaceptable, y en el que está la mano del presidente Hugo Chávez''. El jueves, el ejército se había negado a repartir las urnas, por lo que el Presidente destituyó a su jefe, el General Romeo Vásquez, y aceptó la renuncia del ministro de Defensa, Edmundo Orellana. Pero la Corte Suprema y el Congreso restituyeron al general en su puesto. Mientras la OEA “auditaba” el proceso y llamaba al “diálogo nacional amplio”, la burguesía hondureña, que es conciente de la imposibilidad de semejante consigna, pergeñó el ataque.

Las declaraciones de Chávez señalaron correctamente al responsable: la burguesía hondureña. “Fue un ataque contra todos nosotros” dijo, aunque tampoco debemos confiarnos de sus palabras, que representan a la boliburguesía y los burócratas que reprimen a los obreros venezolanos.

Ni contra la “democracia”, ni “contra todos”, el golpe hondureño está dirigido contra aquellas clases que están luchando todavía confusamente, por evitar que la crisis la paguen los mismos de siempre. Razón y Revolución llama al conjunto de los trabajadores y el pueblo, los verdaderos destinatarios de este nuevo zarpazo burgués, a defender sus conquistas a través del único método que se ha mostrado infalible: la organización, la movilización y la acción directa. Como ya está haciendo el pueblo hondureño, que al cerrarse este artículo, gritaba en las calles de Tegucigalpa: “¡El Pueblo unido jamás será vencido!”.

Organización Cultural Razón y Revolución

- Fuera los militares del gobierno.
- Juicio y castigo de los civiles y militares que llevaron adelante el golpe contra el pueblo.
- Convocatoria a un Asamblea Constituyente que garantice la defensa de las conquistas populares y reorganice el sistema sobre nuevas bases sociales.

LUNES 29 DE JUNIO - 17 HS
CONCENTRACIÓN EN PLAZA CONGRESO Y MARCHA A EMBAJADA DE HONDURAS (CALLAO AL 1400)




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