Julio López
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Victima del abuso policial en San Francisco, Cordoba
Por Alejandro - Friday, Jul. 31, 2009 at 3:31 PM

El pasado domingo 26 de julio, en la ciudad de San Francisco, alrededor de las 8 de la mañana, me encontraba junto a tres amigos en la vereda del bar Petak´s por calle córdoba a no más de veinte metros de la esquina con calle libertad. Momentos antes habíamos salido de dicho bar.

Sentí un fuerte golpe en la espalda al grito de váyanse!, me doy vuelta y un policía se encontraba detrás mío, le respondo que no hacía falta golpearme así, que ya nos estábamos retirando. Otra vez con su palo sostenido entre las dos manos de forma horizontal golpea mi pecho. En ese momento uno de mis amigos que estaba de visita por la ciudad, sorprendido por tal acto de abuso y violencia saca una cámara filmadora que llevaba con él y la apunta al policia. Éste se transformó en un demonio, me dió un macanazo en la zona genital y salta sobre mi compañero que comienza a correr frente a tal amenaza. Apenas merecupero del golpe empiezo a correr detrás del policía detras de mi amigo. El macaco, exhausto a la media cuadra, se detiene. Nosotros corremos tres cuadras mas. Nos frenamos y llega un patrullero, se bajan dos monos y nos aplastan contra la pared. Nos aplastan luego en la parte trasera del apatrullero para inmovilizarnos, todo el viaje gritándonos y amenazándonos. Llegamos a la jefatura, Libertador esquina Libertad (ni libertad tengo, ni libertador que me liberte). Nos llevaron a una sala pequeña, un cubículo con dos puertas, una a cada lado de las paredes mas lejanas entre sí. Entre las paredes más amplias y mas cercanas entre sí nos ubicaron de espaldas a una y cinco policías frente a nosotros, dos detras del escritorio, uno frente a mi y otro frente a mi amigo.

Nos ordenaron estar rectos, cualquier flexión traía un duro golpe corrigiendo la postura (estaban notablemente bajos los efectos de la cocaína, rectos, su cara hecha piedra, la mandibula masticando, el aguita de la nariz cayendo), asi empezaron un juego que es el que tienen que saber para ser miembros de la policía de la Provincia de Córdoba, la cual está adoctrinada en sus métodos por el Instituto Manhattan, pero luego hablaremos de ello. El juego consistia en una especie de tortura psicologica, el fin es desorientar y destruir las defensas de los individuos (nosotros) mediante preguntas, juicios y amenazas.

Preguntaba uno, juzgaba otro, amenazaba un tercero, un cuarto amenazaba de nuevo mientras el quinto pegaba, corregia la postura a golpes, imposibilitando primero pensar y asi tambien responder. El juego paso despues a la etapa de requisa, nos hicieron desnudar a los dos frente a ellos. Nos sacaron las pertenencias, entre ellas una caja de papeles de arroz, papel de liar o seda como usted prefiera, cuando dije seda me imputaron la palabra a comportamiento de adicto y me incautaron la caja como droga peligrosa. Les dije que los usaba para fumar tabaco, me preguntaron que marca fumaba, les nombre como diez, me dijeron drogon y me pegaron de nuevo. A mi amigo le encontraron un pedazo de papel con restos de marihuana. Recomenzo el ataque, el juego se centro en juzgarnos de drogadictos, esos monos nos juzgaban de lacra! Siguieron corrigiendo nuestros cuerpos desnudos a golpes y debilitando nuestra mente con continuos gritos y amenazas.

-Ya vas a ver drogadicto de mierda con tu viejo, levoy a contar que sos un puto drogon.
Conocia a mi padre, un medico de la ciudad, el Doctor Bo.

Cuando nos dejan completamente vulnerables e indefensos, a golpes y tortura psicologica me dejan hacer una llamada, llamo a mi madre y le digo que estoy en la comisaria, insiste ella en juzgarme, le digo que no me entiende. Antes de llevarnos a el calabozo viene un mono de traje, de drogas peligrosas (el que se toma la mejor), y nos empieza a hablar de la moral, mientras los otros citaban leyes que yo se no existen este habla de la moral, como si ahi nada hubiera ocurrido, claro, el llego cuando habian pasado las vejaciones, a decirnos que no iban a trasladar la causa a federales porque no era suficiente la cantidad de marihuana. Ya en el calabozo, con otras diez personas dentro que nos recien muy bien (es que son personas, no macacos) y comenzamos a charlar, les pido que en ronda cada uno diga su nombre y comente porque se encuentra ahi. Tres de los diez habian cometido delito (tener 300 grs de cocaina cada uno), o sea que la mayoria habiamos sido coaccionados, segun la ley, injustamente. Pero so no es lo importante, sino que para mi lo importante fue notar que todos eramos victimas de lo mismo, del deliberado y sistematico abuso policial. Ellos mientras estabamos nosotros en el cuarto delas vejaciones escucharon todo y estaban preocupados porque escucharon que nos pegaron mucho, ello nos unia mas, pero ver al pibe que estaba tirado en el piso temblando con la cara deformada a golpes, que habia sido baldeado con agua fria en el patio a las 6 de la mañana, me quebraba al medio, me hacia notar que ellos, de tez mas oscura que la mia, de ropa mas modesta, sufrian esto bien seguido y mas violentamente, esto froma parte de su realidad diaria, con dimensiones mas perversas de las que yo habia experimentado.

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