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Leyendo a Gerónimo
Por Fuente: Raúl Calvo Trenado / Rebelion - Monday, Dec. 14, 2009 at 2:52 PM

Raúl Calvo Trenado/ Ilustración Juan Kalvellido

Leyendo a Gerónimo...
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Recientemente cayó en mis manos un pequeño libro que desde hace tiempo tenía ganas de leer: las memorias del jefe apache Gerónimo. Y esas ganas me hubieran durado de no ser porque en 2008 la editorial Mono Azul [1] las ha editado por primera vez en castellano coincidiendo con el casi centésimo aniversario del fallecimiento del mismo, que nació en 1823 y murió en 1909.

Bajo el título “Soy apache” [2] se ha publicado esta autobiografía que Gerónimo dictó al inspector escolar S . M . Barret en 1906, ya anciano , estando preso en la reserva de Fort Sill, Oklahoma. ¿Por qué estas memorias han sido publicadas con ese título? Recordemos : Son las dos palabras que pronunció la mujer que fue en nombre de Marlon Brando a la ceremonia de entrega de Óscar, cuando éste rechazó el premio al mejor actor en 1973 por “El Padrino”.

Si lo que esperas de este relato --querido lector, querida lectora-- es una autobiografía de un gran personaje histórico- a lo Napoleón Bonaparte- llena de chismes, intrigas y grandes declaraciones, entonces te vas a sentir decepcionado ante lo que puedes considerar el recuerdo de las aventuras de un abuelo.

Si, por el contrario, adviertes que estás frente a un relato único de un pueblo nómada que apenas dejó testimonios y que es la “otra versión” de lo que se ha venido en llamar la “conquista del salvaje oeste” , la lectura cambia: El Gerónimo real no es simplemente el jefe indio bandolero y sanguinario que nos cuenta “La Diligencia”- al margen de que no niego que esta película dirigida por John Ford es una obra maestra de la historia del cine- .

También nos sirve la lectura de esta pequeña obra para no caer en el otro extremo e imaginar que los pueblos nativos de América vivían en una Arcadia paradisiaca con todos sus tópicos: su forma de vida era la guerra. Pero, insistimos, lejos de ser esos criminales sádicos de la historiografía oficial los apaches tenían sus propios códigos de honor incluso en el combate .

El nombre de Gerónimo- que tanto miedo daba a sus enemigos cuando lo escuchaban- se lo pusieron los mexicanos durante una de sus muchas guerras por defender a su pueblo de la invasión. En realidad su nombre original no era precisamente fiero, Goyaałé , que significa “el que bosteza” y así le llamó su padre porque de niño se cansaba fácilmente .

Pero este bostezador ha pasado merecidamente a la historia como un símbolo de la resistencia contra el imperialismo, por su lucha por la libertad de su pueblo - e incluso sería correcto hablar de nación apache - pese a su triste final . Gerónimo es el mito fundacional de la rebeldía contemporánea: es el Espartaco de nuestro tiempo.

Su pueblo estaba dividido en varias tribus, concretamente Gerónimo era apache chiricahua , y tenían justa fama de ser unos fieros guerreros tal y como muestra el hecho de que fueron los últimos nativos norteamericanos en ser sometidos. La lengua natal de nuestro personaje era precisamente el chiricahua pero también era capaz de comunicarse en castellano, que fue la lengua en la que dictó sus memorias.

Luchó sin cuartel para no vivir en reservas y arengaba a su pueblo a resistir contra el invasor norteamericano y mexicano. Casi al final de su vida en libertad, un pequeño puñado de chiricahuas resistentes - 16 guerreros, 14 mujeres y 6 niños- era acosado por 5 mil soldados, nada menos que la tercera parte del ejército yanqui . G erónimo daba miedo. Y a desde entonces es difícil saber qué era realidad y qué leyenda de las historias de sus cabalgadas por la sierra y las praderas.

Sin embargo, el gran motivo de odio de Gerónimo no fue el ejército gringo sino los mexicanos que mataron a su mujer y sus tres hijos pequeños. Ahora que en 2010 se cumple el bicentenario de la independencia de México y que la burguesía se prepara para henchir de orgullo patriótico el pecho de todas las mexicanas y mexicanos, no está de más recordar que la burguesía de este país es tan imperialista como todas por más que se presente de forma victimista por su lucha contra la corona española, la invasión francesa y la norteamericana. Toda la burguesía es imperialista, sólo se trata de si puede o no serlo. La mexicana, en cuanto ha tenido ocasión, también lo ha sido bien exterminando apaches, robándole Chiapas a Guatemala o anex ionándose el Yucatán.

Pese a que acabó su vida en una reserva y siendo exhibido como atracción de feri a sin ninguna dignidad y ganándose unas monedas por posar en fotografías o por estampar su firma , Gerónimo es un mito que representa de alguna manera la resistencia contra el imperialismo. Fue el último gran jefe que luchó por la libertad de su pueblo- se calcula que en la juventud de Gerónimo vivían unos 20 mil apaches y solo quedaban unos centenares a su muerte que malcomían y vestían andrajos en las reservas - .

Pero Gerónimo sigue dando miedo, desde entonces hasta la presidencia de Barack Obama, el gobierno estadounidense se niega a darle una sepultura digna y que sus descendientes recuperen sus restos. En 1918 o 19 su cadáver fue robado por la sociedad secreta Skull & Bones de la Universidad de Yale, a la que entre otros pertenecen los expresidentes George Bush (padre e hijo) , Jo h n Negroponte o John Rockefeller . Ahora que está muerto, temen más aún que su coraje y rebeldía prenda en los corazones de los oprimidos.

“Soy apache” es el grito de los vietnamitas y Ho Chi Minh, el de los sudamericanos y Che Guevara, el de los congoleños y Lumumba... y particularmente en estos momentos, el de los saharauis y Aminetu Haidar

Raúl Calvo Trenado

Acabando 2009

[1] Mono Azul editora: http://monoazuleditora.blogspot.com/

[2] Gerónimo: Soy apache. http://monoazuleditora.blogspot.com/2008/03/soy-apache-gernimo.html

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Editan por vez primera en español las memorias completas del indio Gerónimo
Por Fuente: Revista Opción - Monday, Dec. 14, 2009 at 3:16 PM

Editan por vez prime...
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August 24, 2009 by Revista Opción

Las memorias que el último gran jefe de los apaches chiricahuas, Gerónimo (1829-1909), dictó a su intérprete, S.M. Barrett, y que se publicaron con el apoyo del presidente Theodore Roosevelt, han sido editadas en español en el centenario de su muerte por la editorial Mono Azul con el título ‘Soy apache’.
‘Soy apache’ es un título de resonancias épicas no muy lejanas, puesto que, ha dicho a Efe el director de la editorial sevillana, Javier Hernández Pizarroso, fueron las dos únicas palabras que pronunció la india apache a la que, en la ceremonia de los Oscar de 1973, en Hollywood, Marlon Brando le encargó que recogiera su premio.
El editor también ha destacado que el idioma que Gerónimo utilizó siempre para entenderse con el hombre blanco fue el español -de hecho S.M. Barrett le hizo de intérprete en ese idioma, que vertía al inglés- y sus grandes enemigos no fueron los casacas azules del norte sino las tropas mexicanas.
Tropas mexicanas fueron las que, en una incursión comercial al sur de los chiricahuas, masacraron a las mujeres y los niños apaches, en una acción en la que, sin justificación militar ni defensiva alguna, perecieron la madre, la esposa y los tres hijos pequeños de Gerónimo.
Esa pérdida fue la que llevó al joven Gerónimo -se hizo guerrero y se casó con 16 años- a ponerse al frente de tres tribus apaches que atacaron el norte de México y diezmaron la sección de caballería que había cometido la cobarde acción contra mujeres y niños indios.
Hernández Pizarroso, que aseguró que se trata de la primera traducción íntegra en España de las memorias del jefe indio, tras una parcial que se publicó en los años setenta, señaló que fueron estos aspectos desconocidos sobre Gerónimo, como que hablara español y fuese enemigo de los mexicanos y no de los gringos, los que le animaron a publicar ‘Soy apache’.
“Como todos los de mi generación he visto películas de indios, he leído tebeos de indios y he jugado a los indios con los muñequitos, pero tenía una gran ignorancia sobre la realidad de los apaches y de Gerónimo”, señaló el editor.
Nombre de una victoria
Gerónimo, que debe su nombre a una victoria sobre el ejército mexicano que se produjo el día de San Jerónimo, asumió el mando de la nación apache deportada a la reserva de Fort Sill, en Arizona y, en 1880, fue el responsable del hostigamiento a las fuerzas del general George F. Crook para tratar de mantener su territorio.
Detenido en 1884, se fugó y resistió varios años hasta que, agotado y sin recursos, se entregó voluntariamente al general Miles, quien, según estas memorias, le dijo: “El presidente de los Estados Unidos me ha enviado para hablar contigo. Ha oído hablar de tus problemas con los blancos, y dice que si aceptas suscribir un tratado, ya no habrás más problemas”.
La única condición de Gerónimo era volver a Arizona, pero el pacto de Miles no se cumplió, el jefe indio volvió a ser considerado un criminal, pasó varios años en trabajos forzados y, finalmente, en 1894 se instaló en Oklahoma como agricultor.
Allí posó para los fotógrafos a cambio de dinero, se convirtió en una especie de atracción de feria y, en los últimos años de su vida, dictó estas memorias.
Viaje por las reservas
El origen de esta versión de ‘Soy apache’ se encuentra en un viaje de su traductor, Javier Lucini, a las reservas indias de Estados Unidos, en una de las cuales adquirió un ejemplar del libro, lo que, unido a que San Jerónimo es el patrón de los traductores (por verter la Biblia al latín), le animó a ponerse manos a la obra.
Lucini ha dicho a Efe que en otoño publicará, también en Mono Azul, ‘Apacherías’, un diario de ese viaje mezclado con la historia de los apaches, un pueblo que, dijo, “tuvo en jaque al ejército norteamericano y fue el símbolo de la resistencia y hoy pervive en condiciones penosas, con altos índices de alcoholismo y desempleo”.

El Mundo

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