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Cba/ Abuso y represión es el precio del cospel
Por Colectivo Indymedia Cordoba - Tuesday, Dec. 22, 2009 at 1:20 AM
cordobaindymedia@gmail.com

Abuso y represión es el precio del cospel

En una de las últimas sesiones extraordinarias del 2009 el Concejo Deliberante aprobó con el voto del bloque Giacominista, Radical y Peronista, el aumento del boleto del transporte urbano de pasajeros a $2.- el cual va a beneficiar al sector empresarial de la FETAP.

El jueves 17 de diciembre fue un día atípico no solamente por estar a pocos días de las fiestas y por la agitada dinámica del centro cordobés que esa fecha implica, sino porque el Concejo Deliberante venía teniendo sesiones maratónicas extraordinarias donde trató y decidió sobre temas trascendentales para la sociedad cordobesa.

Como es costumbre en los últimos años, los gobernantes esperan el cansancio y desorganización de fin de año para avanzar con medidas antipopulares. Allá por el año 2006 el festejo de año nuevo hizo sentir el trago amargo de la entrega (una vez más) del agua a Suez-Roggio, en manos de la Legislatura Unicameral y gracias a la represión policial, el 28 de diciembre de 2005 Tarifazo del Agua en Córdoba y en aquel diciembre con Juez como Intendente se aprobó el aumento del cospel. Para este fin de año el transporte fue el protagonista.

En los últimos años el aumento del boleto de transporte urbano fue exuberante, en 6 años aumentó casi un 300%, considerando la aprobación del día que permitirá que a partir del próximo martes viajar en ómnibus signifique desembolsar dos pesos –en vez de $1.50- por cada trayecto. Además, la sesión de los concejales aprobó la suba de la tarifa de taxis y remises.
18 concejales aprobaban la suba del cospel, y otrxs 12 se negaban a darla, afuera la cacería había comenzado. A mediados del año pasado, en el aumento del cospel, se había dado un accionar represivo similar: la sesión del Concejo se trasladó a la Legislatura y sus inmediaciones pintadas de azul y valladas. Este año redoblaron la apuesta: lxs detenidxs serían tantxs como para que quede grabado en la retina, sembraron tantos efectivos policiales que garantizaran tal medida.

Judicializar la protesta es el objetivo

Toda la situación indicaría que la orden de represión y detenciones a mansalva era un acuerdo previo, de las 33 personas detenidas (entre ellas 2 menores), al menos 10 fueron detenidas dispersas en las inmediaciones. También casi una decena fue extraída violentamente de las instalaciones del Sindicato Provincial de Obras Sanitarias (SIPOS), local que había receptado a quienes huían del garrote policial. “Este accionar policial está plagado de irregularidades, para empezar la manera en la que ingresaron a SIPOS”, declaró Sergio Job, uno de los abogados que intervinieron en la defensa de lxs detenidxs. En el local sindical se encontraban algunas de sus autoridades, quienes intentaron evitar el abuso policial, y fueron detenidas también. En la historia de nuestra ciudad este proceder solamente es comparable con el de Lacabane en 1974.
A las 13 hs. eran 22 presxs, luego 28, hasta llegar a contabilizar 33 personas detenidas; número que dejó atónitx a todx oyente, televidente, familiar, que lo escuchó. Las historias fueron circulando de a poco y así comenzaron a aparecer más abusos: algunas de las mujeres detenidas fueron manoseadas, entre las personas que fueron detenidas “sueltas” figuraba un abogado del Movimiento Campesino de Córdoba. En el persistente accionar represivo uno de los abogados defensores fue detenido –ya en el precinto 1- por un par de minutos y luego liberado, 3 personas fuertemente golpeadas y sin atención médica. Además, Gustavo Valdez, otro de los abogados defensores, afirmó: “los policías intentaron meter en las mochilas de los detenidos piedras y bombas molotov, ahora están realizando las revisaciones de las pertenencias con testigos”; como otra de las perlas del modus operandi de lxs uniformadxs.
Las numerosas irregularidades del accionar policial, sostenidas durante toda la jornada, son muestra clara de que la violación de los derechos perdura, que la policía cordobesa avanza diariamente sobre ellos en cada paso que da, y que accionará con garrote y detenciones cada vez que el Gobierno requiera tomar medidas antipopulares que sean resistidas.

“Pan y circo”. Mientras se endulzan los oídos ansiosos por una libertad de medios que hará de la comunicación un derecho humano, a ser satisfecho por toda la sociedad; las instancias en las que es necesaria la libertad de expresión son violentadas, reprimidas, castigadas. Los medios que se ostentan desde el Estado o la Universidad, criminalizan a la protesta y desenmascaran su discurso de mano dura para quienes luchan. Por un lado la misma mano que aprueba la nueva ley de medios audiovisuales sostiene la ley antiterrorista. El mismo estado que habla de derechos humanos aumenta el número de personas asesinadas en manos de fuerzas del Estado.
Todos los que se llenan la boca hablando de libertad de expresión brillan por su ausencia ante estas realidades. ¿donde están los medios de comunicación y su tan defendida libertad de expresión y de prensa, cuando se reprime brutalmente a quienes expresan su repudio a una medida totalmente arbitraria y antipopular?
Correpi en su informe 2009 dice que en las gestiones del matrimonio Fernández- Kirchner se mataron a 1323 personas en este tipo de asesinatos, contra el promedio de 200 por mandato de los anteriores.

Pero algo digno y esperanzador de señalar es el aguante sostenido por cientos de militantes de distintos sectores políticos de nuestra ciudad que desfilaron por las intersecciones de Corrientes y Paraná, a metros de la Comisaría Primera, mostrando su solidaridad y exigencia de libertad a lxs presxs. La presión mantenida desde afuera fue lo que en parte aceleró el proceso de liberación de lxs detenidxs en menos de 24hs.

No únicamente fue el festival llevado adelante por bandas, que impulsaron una forma de sostener el aguante, ni la disposición de los equipos de audio de Indymedia para potenciar las voces de resistencia, ni la persistencia de lxs abogadxs para evitar la cárcel de quienes luchan, lo que logró la liberación de los 33 presxs del cospelazo, fue la SOLIDARIDAD expresada en las calles, aquella que la dictadura pretendió arrancarnos, que el neoliberalismo intentó que olvidáramos y que hoy los gobiernos progresistas pretenden que domestiquemos.

Más información:

MIERCOLES 23 de DICIEMBRE: Conferencia de lxs presxs en SIPOS + Video: Cospelazo y represión - Colectivo Indymedia Cba. + No al Cospelazo!!! Lunes 21 de diciembre: Asamblea - Darius.

Audios: Parte final de la entrevista a detenidxs por el cospelazo - Cecio-Mauri-Vale Indymedia Córdoba + Tercera parte de la entrevista a detenidxs por el cospelazo - Cecio-Mauri-Vale Indymedia Córdoba + Segunda parte entrevista a detenidxs por el cospelazo - Cecio-Mauri-Vale Indymedia Córdoba + Entrevista a detenidxs durante el cospelazo I - Cecio-Mauri-Vale Indymedia Córdoba.

El aguante: Policias de Civil en la detenciones,precinto 1 y alrededores - Indymedia Córdoba + Ya no quedan mas detenid@s - Indymedia Córdoba + El Cospelazo se aprobó con represión - Fogoneros + Cba/ Estarían liberando a 16 más - Colectivo Indymedia Córdoba + Imagenes del festival del aguante a lxs presxs - Indymedia Córdoba + Cba/ Última noticias sobre detenciones por el cospelazo - Colectivo Indymedia Córdoba + Cba. / Aumeto del transporte y represión II - colectivo Indymedia Cordoba.

 

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Excelente!!!
Por Acidex - Tuesday, Dec. 22, 2009 at 6:17 PM

hasta ahora es el mejor analisis poliitco de lo sucedido. Demuestran una vez mas como debe ser y escribir una verdadera prensa alternativa y comprometida.

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siempre los mismos
Por cordobes objetivo - Friday, Dec. 25, 2009 at 2:47 PM

no esta mal lo analizado, el problema es que si siguen alabando a los grupos petardistas pierden objetividad, el verdadero periodismo es objetivo y no a favor de los que desprecian el trabajo en las masas y solo se dedican al foquismo

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Objetivo , No Gracias
Por fanzineroso y subjetivo - Saturday, Dec. 26, 2009 at 8:00 AM

La cuestion de ser objetivo es la ke continuamente se esgrime desde los medios masivos y hegemonicos, parece ser ke este machake continuo surge efecto ya ke es lo ke habitualemente dicen la mayoria de las personas.
Una pregunta los medios masivos , hegemonicos y concentrados son objetivos ???
No para nada, trabajan para ke el sistema de explotación dia a dia se perpetue seindo no solo sus guardianes, sino ke tambien sus promotores.
Desde algunos medios alternativos/comunitarios/libres pensamos que no somos objetivos y construimos practicas comunicativas desde otros paradigmas.
Ahi copio un articulo interezante:

¿Puede ser objetivo el periodismo?
Por: Marcelo Colussi
Fecha de publicación: 26/10/06








imprímelo mándaselo a
tus panas
Suele decirse que la nota definitoria del periodismo es la búsqueda de la “objetividad”, de la “verdad” por sobre todas las cosas. ¡Tamaña empresa! Tan difícil como lo es en las ciencias, o en la filosofía. ¡La búsqueda de la verdad! Pero… ¿será posible?

El oficio del periodismo es algo moderno, muy reciente en nuestra historia como especie. Tiene que ver con las sociedades masificadas, cuando los medios de comunicación hacen su entrada triunfal (imprenta ante todo; luego, mucho más tarde, la radio, después la televisión). La figura del periodista moderno, si desechamos todas las tradiciones orales de las distintas civilizaciones -que no podríamos equiparar al periodismo moderno en sentido estricto-, es algo intrínseco al capitalismo naciente, cuando las novedosas tecnologías permiten la difusión masiva de noticias e información y cuando una persona comienza a ocuparse regularmente de ese oficio. En ese sentido, el periodista y toda la parafernalia con que se guía en su práctica cotidiana (preparación académica, códigos técnicos de trabajo, axiología específica) pasan a tener un estatuto propio. Surge ahí, entonces, la ética periodística.

Hoy, ya con dos o tres siglos de ejercicio profesional de esta profesión, esa ética es parte cotidiana de la formación periodística, de su lenguaje habitual, de su ámbito propio, y también de la cultura general. Todos sabemos, en mayor o menor medida, que cuando hablamos de las características de un buen periodismo, hablamos de la objetividad.

Pero ¿qué significa realmente eso?

Se juega ahí uno de los tantos mitos modernos. La ideología que nos trajo el mundo de la revolución científico-técnica occidental, el mundo de la industria avasallante es, entre otras cosas, la búsqueda de la verdad por la verdad misma. Desde el Renacimiento en adelante la garantía de la verdad ya no está en dios sino en la razón humana. La verdad deja de ser la “adecuación de la realidad y el intelecto” para pasar a ser verdad humana, relativa, histórica. En el mundo material, y más aún con la ola positivista del siglo XIX, esa verdad estuvo puesta en la potencia incuestionable de las ciencias naturales (las ciencias “duras”); ahí, la objetividad parece intocable. En el mundo social, humano, histórico, esas verdades se muestran mucho más relativas, coyunturales. Ahí, pareciera, todo es más “opinable”.

Siguiendo ese modelo, el periodismo -o, si queremos decirlo con la terminología que fue imponiéndose más recientemente: la comunicación social-, si bien busca la objetividad, la verdad ante todo, abre interrogantes. Sabiendo que la comunicación humana es una eterna puerta abierta al equívoco, al malentendido, sabiendo que el periodismo es un ejercicio más de orden cultural que manipulación de “cosas” al modo de las ciencias duras, las pretensiones de objetividad y neutralidad que nos legara el positivismo científico caen.

Si bien no podemos invitar a un subjetivismo insostenible en la práctica profesional de la comunicación social, con un mínimo de honestidad debemos entender que la búsqueda de “neutralidad” en los asuntos sociales, de la objetividad como un valor último en sí mismo, es una aspiración, un ideal. Pero no puede pasar de eso. Sucede como con las estrellas: son inalcanzables, pero nos marcan el camino.

En el ámbito periodístico, como bien dijo el comunicador colombiano Javier Restrepo: “Esa ilusión de objetividad desaparece cuando intervienen las inevitables tomas de posición, implicadas en la decisión entre varios hechos que pueden ser convertidos en noticia: ¿cuáles se cubren y cuáles se silencian? Al optar por un determinado hecho, viene un segundo paso: las fuentes que se consultaron: ¿por qué esas y no otras? Se repite el fenómeno cuando el periodista utiliza el material proporcionado por las fuentes, porque debe seleccionar unas partes y descartar otras: ¿con qué criterio se hace la selección? Y las decisiones continúan al preferir un enfoque a otros, al titular, al subtitular, al diagramar, al ilustrar. En todas estas etapas se mantiene vivo el riesgo de que las posiciones subjetivas impidan la objetividad”.

Al tener que contarle a otro lo que pasó, al informarle a un tercero sobre un hecho, la objetividad y la neutralidad no pueden mantenerse. Quien relata está siempre posicionado; es decir: ve “un” mundo, “una” realidad. ¿Acaso no tienen ideologías los periodistas?

Pero ahí viene lo fundamental: el ejercicio del periodismo no es una práctica autónoma. Salvo contadísimas excepciones (la excepción confirma la regla), los periodistas son trabajadores en relación de dependencia con las grandes empresas de comunicación; por tanto deben amoldarse a las exigencias patronales, y la línea conceptual del medio para el que trabajan no la fijan ellos. Se abre ahí, entonces, un dilema: el periodista profesional no informa lo que ve sino lo que el medio para el que trabaja le exige que informe. Disyuntiva muy difícil de superar, por cierto.

En todo caso, como atinadamente dijo Victoria Camps, “lo que el buen informador debe proponerse no es tanto ser objetivo cuanto creíble”.

Distintos códigos de conducta profesional recalcan el deber de la absoluta objetividad en el ejercicio de la práctica periodística, así como el derecho del público a esa clase de información, o la necesidad de despojar el ánimo de prejuicios, o el rechazo de presiones de los empleadores para que se acomode la versión de los hechos a sus intereses, o el repudio de la mentira como práctica profesional, o la técnica de consultar documentos probatorios y de buscar los hechos mismos; o, incluso, la apelación a la conciencia y a la responsabilidad ante la opinión para informar verazmente. Pero ninguna de estas tablas de valores garantiza la neutralidad. Los seres humanos no somos neutros, ni podremos serlo nunca. Tomamos partido. Pero ello no quiere decir que el entramado mediático que se fue forjando en este desarrollo del gran capital con modernas tecnologías de punta -una enorme empresa que mueve cifras astronómicas y que dispone de un poder de penetración cultural casi infinito- tenga el derecho de “vendernos la realidad que el poder desee”.

Hoy por hoy -lo vemos a diario con crueldad desoladora- los medios masivos de comunicación sólo en contadas ocasiones informan con altura; en general son, por el contrario, grandes empresas lucrativas dedicadas a la manipulación emotiva, a la venta de espacios publicitarios y a la transmisión de cualquier cosa menos objetividad. No puede equipararse a todos los periodistas y decir que todos por igual son parte de esa gran maquinaria mediática engañosa que se ha ido creado. La disyuntiva para todos ellos es o buscar esa pureza objetiva, o sobrevivir. Así de simple, así de crudo. Y la sobrevivencia se impone, por cierto. Pero por la sobrevivencia -huelga decirlo- se pueden cometer las peores barbaridades; veamos, por caso, las brutalidades a que ya nos tienen acostumbrados los medios masivos de comunicación: mentiras, engaños, manipulaciones, informaciones parciales, programaciones tontas, superficiales, sensacionalismo sentimentaloide, bajo nivel ético y estético, tontera barata sobre reflexión seria, chisme sobre conocimiento profundo. Todo eso es lo que hacen los periodistas empleados por las grandes empresas de la industria mediática.

¿Podrá en algún momento el periodismo profesional ser verdaderamente objetivo? Claro que sí. Dadas las circunstancias, hoy no es la regla por cierto; pero sin dudas que también es posible. Muchas veces a costa de la propia vida. Prueba de ello es la cantidad de comunicadores muertos toda vez que informan “demasiado”, que informan con objetividad. Seguramente no hay profesión más peligrosa que la de periodista cuando se toma en serio su implicancia social, cuando se pretende ser verdaderamente creíble.

Los llamados medios alternativos -amplio espectro que da para todo, por supuesto- son la prueba palpable que cuando no está en juego el lucro empresarial se puede ser, si bien no absolutamente objetivo, al menos veraz. Es decir: se puede informar con honestidad sin ocultar los principios y valores desde donde se informa.

Y no puede ser de otra forma. Porque, ¿se podría acaso no tener principios y valores? ¿Se podría prescindir de una posición ideológica? Es más honesto partir de la base que nadie es neutral y no seguir alimentando el mito que un periodista, o el periodismo en general, los medios de comunicación en general, son neutros. Pero sí podemos aspirar a la calidad. Y de eso se trata en definitiva.

http://www.aporrea.org/medios/a26560.html

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