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Vecinos piden intervención del INADI por racismo ambiental y cultural en el Tigre
Por Indymedia Pueblos Originarios - Sunday, Feb. 21, 2010 at 1:55 PM
originarios-arg@indymedia.org

El viernes ingresó por mesa de entrada del organismo un documento firmado por integrantes del movimiento en defensa del patrimonio sagrado y natural del Delta donde se solicita a su titular, Claudio Morgado, que intervenga ante la destrucción de humedales y sitios arqueológicos por parte de las desarrolladoras inmobiliarias. Desde el sábado, los firmantes montan un campamento en el acceso al predio “Punta Querandíes”, un lugar público en el que se encuentran restos de un yacimiento de hace mil años donde pretende edificar Jorge O’Reilly, directivo de EIDICO y ex asesor de la Jefatura de Gabinete cuando en el cargo estuvo el actual intendente de Tigre, Sergio Massa. El lunes es un día clave en la pelea por este territorio de unas 2 hectáreas, rodeado por los barrios privados del Complejo Villa Nueva.

A continuación, el documento elevado al Instituto Nacional contra la Discriminación y la Xenofobia (INADI), escrito antes de las últimas novedades en el predio de Punta Querandíes.

Más información:

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Sr. Claudio Morgado
Presidente del INADI

Los abajo firmantes en representación de un número mayor de personas preocupadas por la destrucción del patrimonio natural y cultural de la zona norte del Gran Bs. As., solicitamos la intervención del organismo ante el accionar de las desarrolladoras inmobiliarias que construyen barrios privados náuticos en Tigre y Escobar.

Debajo de los megaemprendimientos Nordelta y Villa Nueva hay una gran cantidad de sitios arqueológicos que son cementerios indígenas de las naciones preexistentes de Buenos Aires, como los Querandí, Chaná y Guaraní. Por citar solo dos ejemplos, el sitio Sarandí fue destruido por Nordelta y el sitio Garín quedó debajo del barrio Santa Catalina.

Por otro lado, estas urbanizaciones han realizado un importante impacto ambiental en la zona, que no ha sido estudiado y evaluado como corresponde. Hoy, además de los vecinos que han sido desplazados para que estos proyectos inmobilarios se conviertan en realidad; muchos otros ciudadanos sufren mayores inundaciones por culpa de la urbanización de miles de hectáreas de humedales sobre los que se asentaron los countries, impidiendo la función vital que estos ecosistemas cumplen en la región.

Volviendo a los sitios sagrados de los pueblos originarios, el Estado argentino al no impedir que las empresas destruyan el patrimonio prehispánico, está negando a sus habitantes la posibilidad de conocer la verdadera historia de este territorio que tan generosamente ha recibido a millones de personas que se han afincado aquí.

El Estado debería tener una política de rescate y revalorización del patrimonio histórico bonaerense, en especial en la rica zona arqueológica del Delta – una de las pocas áreas de la provincia de Buenos Aires donde se encuentran enterratorios de las culturas originarias -, en vez de favorecer a los grandes negociados inmobiliarios.

Desde el siglo XVI en adelante los sucesivos poderes en el Río de la Plata ejercieron una política de exterminio hacia las naciones indígenas. Hoy, el Estado argentino, amparado en una nueva legislación que reconoce la preexistencia indígena y el carácter pluriétnico del país, tiene la responsabilidad de generar acciones que sirvan para reivindicar y visibilizar la presencia humana milenaria en Buenos Aires.

Con estas acciones de política pública, el Estado contribuiría a modificar la distorción racista de que la Argentina es un país “blanco” o “europeizado”, partiendo desde las entrañas mismas de su joya más preciada, Buenos Aires, la “París de Latinoamérica”. Esa Buenos Aires que es tan india como el resto del país, y que a Occidente le costó tanto conquistar (una guerra continua que concluiria recien en 1879 con la Conquista del Desierto votada por el Congreso Nacional y ejecutada por Julio Argentino Roca). Hoy, este trato desigual y discriminatorio se sigue ejerciendo con acciones que niegan y borran los relatos y huellas que reconstruyen la vida de cientos de miles de personas que habitaron este territorio llamado Buenos Aires.

El Estado tiene la obligación de revertir el racismo histórico vigente, que reniega sistemáticamente de lo propio.

Concretamente, pedimos la intervención del INADI ante el racismo ambiental y cultural que implica las siguientes situaciones:

1) En Dique Luján, en calle Brasil y Canal Villanueva, el directivo de la desarrolladora EIDICO, Jorge O’Reilly, quiere construir su casa en el predio donde se encuentran los restos del sitio arqueológico “Punta Canal”, el cual está registrado como yacimiento en el Instituto de Antropología y Pensamiento Latinoamericano. Luego de su excavación, este organismo se desatendió de la protección del predio.

Para peor, el directivo de EIDICO no cuenta con papeles que avalen la titularidad de este predio, ya que el mismo es un inmueble ferroviario perteneciente a ADIF (Administración de Inmuebles Ferroviarios, ex ONABE). En estos momentos, EIDICO puso garitas de seguridad en la zona, y además un cerco en el terreno que no le pertenece. Se lo están apropiando ilegalmente.

Pedimos que el INADI pida a ADIF un informe de situación sobre este predio. Ademas, que reclame al Institito de Antropologia el documento-informe de la campaña de rescate realizada en diciembre de 2008 en dicho yacimiento.

Es de destacar que obras previas de EIDICO destruyeron más del 70% del sitio arqueológico, incluyendo –según estimaron los propios arqueológos- el sector de enterratorios humanos. Esto sucedió con la ampliación del Canal Villanueva en el 2000, cuando se edificó el barrio privado Santa Catalina (arriba de otro sitio arqueológico con enterratorios, el sitio Garín).

2) En Villa La Ñata, Tigre, en el otro margen del Canal Villanueva, se encuentra el sitio arqueológico Rancho Largo, dentro de un área comercializada por EIDICO como el futuro barrio privado San Rafael. Este sitio aún está sin destruir.

Pedimos que el INADI pida al Instituto de Antropología el estado de ese sitio y las acciones emprendidas para que las empresas no lo destruyan.

3) A la vera del arroyo Claro, en Villa La Ñata, se encuentran los tres sitios arqueológicos “La Bellaca”, de inestimable valor según los arqueológos entre otros motivos porque son de períodos históricos distintos. Este campo, de 70 has, está rodeado de los barrios privados del complejo Villa Nueva, de EIDICO. Esta empresa dispuso garitas de seguridad que impiden el acceso a este campo, alegando que ya son propietarios.

Pedimos al INADI que reclame ante los organismos responsables por el devenir de este campo y el patrimonio ambiental y cultural que contiene.

4) En Escobar, se construye “Nordelta II” sin que se hayan realizado los estudios de impacto ambiental y arqueológico que exige la ley. Se removerán los suelos en una extensión de más de 1600 hectáreas y se rellenará el terreno arriba de los 4 metros, tal como todos los barrios náuticos de la región del Delta.

Los arqueólogos estiman en cientos los sitios cementerios que existen en toda esta área de fuerte boom inmobiliario. Como no están debidamente identificados, las empresas arrasan con ellos sin que nadie pueda reclamar por los mismos.

No se tiene real dimensión de lo que se está destruyendo.

Defender el patrimonio cultural milenario de Buenos Aires es constribuir a un país menos racista. Un punto de partida al cual estamos obligados a transitar en este “Bicentenario” si realmente queremos construir un país donde todos sus componentes, de los más diversos orígenes, sean respetados y valorados.

Adjuntamos declaraciones legislativas y pedidos de informes aprobados en Diputados y Senado de la Provincia de Buenos Aires, así como dos proyectos presentados en el Congreso Nacional, aún sin aprobación.

Es de destacar que el Senado bonaerense declaró de interés preservar como patrimonio público el territorio aledaño al Canal Villanueva (que pertenece al antiguo tramado del ramal Mitre que unía Ingeniero Maschwitz con Dique Luján).

Saludos cordiales,

FIRMAS

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