IIRSA - Iniciativa para la Infraestructura Regional Sudamericana

Se recicla el saqueo de nuestros pueblos

Brasilia, año 2000: 12 presidentes sudamericanos firman la Iniciativa para la Infraestructura Regional Sudamericana (IIRSA); Iniciativa que “permite disponer, controlar y centralizar los acuíferos y cursos de agua, los minerales críticos y estratégicos, el 75% de la biodiversidad del planeta, la bastedad y fertilidad territorial y la capacidad energética”(i) . Además representa el proyecto más ambicioso para el continente, flaqueado por los negocios que impulsa el Área de Libre Comercio de las América (ALCA), el Plan Puebla Panamá, el acuerdo de libre comercio NAFTA y otros tratados de libre comercio (TLC) y convenios plurinacionales. La única finalidad de todos estos acuerdos es la acumulación de materia prima y bienes comunes, agotados en los territorios de los países desarrollados, como premisa necesaria para consolidar la permanencia del poder capitalista ya que “sin manganeso, cromo, platino y cobalto no pueden existir los automóviles, aviones, motores de reacción, satélites, proyectiles y aparatos electrodomésticos.” Sin dudas, todos estos proyectos aumentan con creces el endeudamiento de nuestros pueblos.

Para ello se desarrolla una monstruosa criatura tecnológica, que se extenderá por el continente amparado por una legislación ambiental débil y por facilidades económicas de insumos imprescindibles como el agua y la energía. Megaproyectos de infraestructura para el saqueo y traslado de estas “materias primas y bienes comunes” sostenidas por redes infinitas de telecomunicaciones.

No por casualidad esta Iniciativa fue presentada y es impulsada por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Además será financiado por la Corporación Argentina de Fomento (CAF), un banco público con 17 países miembros, 16 bancos sudamericanos y un capital de 5000 millones de dólares; el Fondo Financiero para la Cuenca del Plata (FONPLATA) que integra Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Bolivia con un capital de 415,5 millones de dólares, y el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) de Brasil con un activo de 87 mil millones de dólares.

La IIRSA es una reorganización geográfica-política-económica del continente. Las trasnacionales y traslatinas desde sus lejanos despachos rediseñan y perpetúan las venas abiertas de nuestro territorio para continuar con el saqueo de los bienes comunes y de la vida en su afán de dominio y acumulación. Embriagados por la migaja de la torta que les toca, los gobiernos de turno entregan el Estado para hacer posible esta Iniciativa y demás tratados, planes y convenios. Preparan y ensamblan las piezas de los verdaderos transformer del siglo XXI. Políticas represivas que incluyen la ley antiterrorista, el aumento de las fuerzas de seguridad encargadas de desalojar poblaciones enteras; persecución y represión de los movimientos populares, criminalizacion de la protesta social y judicializacion de lxs activistas; políticas educativas que delinean planes de estudios secundarios y universitarios para la formación de técnicxs e investigadorxs, mano de obra calificada para la entrega de cada centímetro de tierra, agua y aire para su deshuese; políticas comunicacionales destinadas a invisibilizar los tentáculos de la IIRSA y suscitar el aplauso por los megaenprendimeintos de infraestructura, servicios y radicación de empresas, mientras sostienen el discurso de la palabra única disfrazada bajo el derecho a la información; políticas militares que impulsan la instalación de bases militares, invasiones, guerras y ejercicios conjuntos entre las distintas FFAA, moldeados con una única premisa: la defensa de la propiedad privada.

A modo de ejemplo: el área de integración Eje Capricornio que impulsa el IIRSA entre Chile, Argentina y Paraguay consiste en articular las zonas de Antofagasta en Chile, Paso de Jama en Jujuy, Resistencia en Formosa y  Asunción en Paraguay para la salida de la producción del noroeste argentino al Pacífico. Inversión de 526 millones de dólares destinada a ampliar los puertos de Mejillones y Antofagasta en Chile, pavimentar los accesos al paso de frontera de Jama, Jujuy y Chile, y a la rehabilitación del ferrocarril Belgrano para las mineras, madereras y sojeras de la región.

Sin embargo, es en este macrocontexto de contaminación y muerte, explotación capitalista, dominación neocolonial y patriarcal donde se libra y librará la batalla por la plena garantía y ejercicio de los Derechos Humanos.