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Jornadas de capacitación sindical: la lucha por Salario Mínimo, Vital y Móvil
Por Indymedia Rosario - Saturday, Mar. 27, 2010 at 2:28 AM
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Los días 3 y 4 de marzo se realizó en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el Primer Plenario de Delegados de la Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso, Desmotadores de Algodón y Afines de la República Argentina. En el mismo, los delegados definieron exigir un salario mínimo vital y móvil para categoría inicial de $4000, por la que se mantienen en estado de "alerta y movilización". Este encuentro histórico -el primero en décadas de la Federación en el que participan delegados de base- contó con una jornada de capacitación sindical a cargo del Doctor Horacio Zamboni quien historió acerca de los convenios colectivos de trabajo y las luchas salariales. Elementos fundamentales de una exposición clara e irrefutable.

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Salario mínimo y vital: eje del debate

El Salario Mínimo Vital y Móvil es un derecho obrero defendido por las convenciones colectivas de trabajo y el Artículo 14 bis de la Constitución Nacional. El Decreto 33.302 de 1945 define: "salario vital mínimo es la remuneración del trabajo que permite asegurar en cada zona, al empleado y obrero y a su familia, alimentación adecuada, vivienda higiénica, vestuario, educación de los hijos, asistencia sanitaria, transporte o movilidad, previsión, vacaciones y recreaciones".

Este concepto es un eje trabajado fuertemente desde el 2004 por el Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros de Rosario (SOEAR) y hoy se traslada a nivel nacional, ya que sus referentes integran la comisión directiva de la Federación Aceitera y Desmotadora. Pero ¿de qué hablamos cuando decimos mínimo vital y móvil? ¿qué rol le cabe al patrón y cual al obrero en su determinación?

Alrededor de cien delegados participaron del plenario

"La mayor parte de los trabajadores cree que la facultad de fijar el salario es una facultad patronal", aseguró Zamboni en el inicio de su exposición. "Esto es un absurdo porque esta definido por la ley de una manera distinta. La Ley del Contrato de Trabajo dice que "el consentimiento de las partes - es decir del patrón y del empleado - debe manifestarse por propuesta hecha por una de las partes del contrato de trabajo, dirigida a la otra y aceptada por ésta", detalló el laboralista.

"El Contrato de Trabajo de los aceiteros se rige por un contrato colectivo de trabajo que debe ser respetado por las partes. Y las partes unilateralmente no pueden modificarlo. Nosotros como trabajadores no podemos modificar el horario de trabajo, las categorías o la planilla salarial. Pero tampoco puede hacerlo la parte patronal porque esto significa una práctica desleal", prosiguió.

"¿Por qué el movimiento sindical inventó esto de igual trabajo igual salario? Precisamente, para asegurar la unidad de los compañeros ante el patrón omnipotente y a veces muy rico. Asegurar la unidad y no a la baja sino a la alza. El patrón me da $300 más y hago el mismo trabajo. Entonces el sindicato no va a pedirle que se lo baje a ese obrero. Esto decía la jurisprudencia de los años 40 y 50: si el patrón a éste que trabaja en estas condiciones le reconoce $300 más, es porque el trabajo lo vale", subrayó el asesor legal de los aceiteros.

La pelea por el salario digno, acorde a las necesidades establecidas en la ley se vuelve especialmente paradójica en la industria aceitera, una "industria que produce el 25% de ingreso de divisas al país, siendo la más importante en este sentido. Va a llegar este año a los 20 mil millones de dólares de venta al extranjero", informó Zamboni.

Según el profesional, la excusa para no pagar el SMV es que el capitalismo está en crisis. "Pero el capitalismo está en crisis desde la ley de empleo en Argentina. Entonces hay dos discursos: estamos en crisis, pero hemos crecido más que en toda la etapa del capitalismo dice la Presidenta. Nunca tuvimos una época más floreciente dice. Pero si nunca tuvimos una época más floreciente ¿cómo el mínimo y vital esta en 1500 pesos?", planteó irónicamente.

"No hay economía que se justifique a sí misma si no busca que el trabajador satisfaga estas necesidades mínimas planteadas en el 33.302. Porque sería consagrar el hambre y la miseria porque 'el sistema no permite otra cosa'. Y el sistema permite otra cosa", definió el Doctor.

Consecuentemente, el asesor legal de la FTCIODyA, advirtió a los delegados que "no hay negociación colectiva sin organización sindical y no hay buena negociación colectiva si no se puede recurrir a medidas de fuerza. Y esto es así en toda la rama industrial de todas partes del mundo. La fuerza depende del convencimiento de los trabajadores de sus propias necesidades y de la capacidad del patrón de pagar. Y las aceiteras pueden pagar".

Dr. Horacio Zamboni, Dr. Carlos Zamboni, Oscar Rojas y Adrián Dávalos

 

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