Causa Guerrieri - Amelong: la última audiencia : Argentina Indymedia (( i ))

versión para imprimir - envía este articulo por e-mail

Causa Guerrieri - Amelong: la última audiencia
Por Indymedia Rosario - Thursday, Apr. 08, 2010 at 6:56 PM
rosario@indymedia.org

El jueves 15 de abril a las 12hs, el Tribunal Oral Federal Nº 1 dictará la sentencia de la causa Guerrieri-Amelong. Así lo informaron los jueces tras la audiencia de ayer, en la que los imputados hicieron uso de sus últimas palabras. Pese a que la consigna levantada por el Espacio Juicio y Castigo (EJyC) fue “en esta última audiencia sólo queremos escuchar dónde están los compañeros”, los testigos y querellantes debieron oír, entre otras cosas, el discurso amenazante del represor Juan Daniel Amelong quien advirtió que “todos sabemos que aunque sea una pena de 25, 40 años, o un año, ésto termina en dos o tres años porque es una cuestión política”. Dirigiéndose al Tribunal, el ex Teniente disparó: “el resultado de este juicio histórico, es político. Por ende, la resolución que adopten tiene dos posibilidades: o ser elogiada por el Página/12 de mañana o ser denostada por la historia” (sic). Por su parte, el imputado Eduardo Constanzo, quien aportó a la causa denunciando a los otros represores, aseguró que teme ser asesinado “como (el ex represor Héctor) Febres, Julio López y este último caso de Rafaela, Silvia Suppo”.

ultima_audiencia__14_.jpg, image/jpeg, 500x375

Luego de siete meses de audiencias, el jueves próximo la ciudad vivirá un día histórico: la sentencia del primer juicio oral y público por crímenes de lesa humanidad en Rosario. A partir de las 12 hs, los represores Oscar Pascual Guerrieri, Jorge Fariña, Juan Daniel Amelong, Walter Pagano y Eduardo Costanzo deberán afrontar el veredicto del TOF Nº 1 integrado por los jueces Otmar Paolucci, Beatriz Barabani y Jorge Venegas Echagüe. La noticia se conoció ayer, tras el uso de las últimas palabras que por ley le corresponden a los 5 imputados en esta causa en la que se investiga la desaparición de 17 personas, la privación ilegítima de la libertad y aplicación de tormentos a más de 20 en los centros clandestinos de detención La Calamita, Quinta de Funes, Escuela Magnasco, La Intermedia y Fábrica Militar.

Pese a que desde EJyC la consigna fue "en esta última audiencia sólo queremos escuchar dónde están los compañeros", los testigos, querellantes, víctimas y militantes sociales, políticos y de derechos humanos que se acercaron a las sede judicial de Oroño 940, debieron oír los amenazantes testimonios de los genocidas.

"Una cuestión política"

Primero habló Amelong, ex teniente del Ejército, miembro de Inteligencia y abogado. "Amelong es una de las personas que me llega directamente. Cuando ingresa a la primera audiencia del juicio, una de las palabras que usa en su maletín es 'perdiste CFK'. Ese 'perdiste' era una palabra propia, exclusiva de él: a mi cuando me detienen y me sientan en un lugar de interrogatorio -no por supuesto con la comodidad que se sientan ellos hoy, sino a los golpes, con quemaduras de cigarrillo en el cuerpo, desnudo- una de las cosas que me dice justamente es: 'perdiste Gato", narró en la puerta del tribunal Ramón "Gato" Verón, testigo y querellante en esta causa.

"Pensé que esto sería una cuestión de mero trámite y que presentándome voluntariamente como lo hice en el comando del cuerpo, quedaría absolutamente descartada cualquier posibilidad de culpabilidad o de responsabilidad que tuviera en los hechos tras indagatoria", comenzó el imputado. "Los derechos humanos se vienen presentando últimamente como la octava maravilla del mundo y se alega para ello que es una evolución del derecho. De la manera en que se han ido presentando las cuestiones, más que una evolución entiendo que es una involución porque tienden a lograr objetivos de índole político-ideológicos", consideró el genocida.

A lo largo de sus 40 minutos de exposición, el represor acusado de usar una casa quinta de su propiedad como centro clandestino de detención, habló detalladamente de leyes, tratados internacionales y volvió a mostrar una de sus facetas más siniestras. Aseguró que cuando sus "amigos" lo visitan "permanentemente manifiestan lo que vamos a hacer cuando esto se termine. Todos sabemos que aunque sea una pena de 25, 40 o un año, esto termina en dos o tres años porque es una cuestión política".

"El resultado de este juicio histórico, es político. Por ende, la resolución que adopten tiene dos posibilidades. O ser elogiada por el Página/12 de mañana, o ser denostada por la historia" (sic), le transmitió al Tribunal. En consonancia, trajo a colación el caso Larrabure por considerar que categorizar como crímenes de lesa humanidad los asesinatos perpetrados por militantes revolucionarios y los militares es una "administración igualitaria de la injusticia". "Hay un cambio de estrategia: de la amnistía a justicia para todos", evaluó Olga Moyano, testigo y querellante en la causa Guerrieri - Amelong.

Además, Amelong aseguró tener "fotos y filmaciones que he tomado de los escraches que se han hecho en mi domicilio", lo que para Norma Ríos, Presidenta de Asamblea Permanente por los Derechos Humanos de Rosario, significó una "amenaza". "Siento asco, asco y más asco por la cobardía de estos tipos que no se hacen cargo de nada. Ni rabia. Asco me da", manifestó Ríos.

Pascual Guerrieri, el militar de mayor rango ente los imputados del juicio, echó mano al recurso de la obediencia debida. “No era yo el hacedor del destino de nadie. Es un error de concepto. No fui responsable de la cadena de mando”, argumentó.

Por su parte, el ex mayor del Ejército Jorge Fariña solicitó a los miembros del TOF Nº 1 que cuando “dicten su veredicto, lo hagan con total independencia y convencimiento del derecho, la justicia, la legalidad, a pesar de todos los condicionamientos y presiones que han venido sufriendo, y seguramente sufrirán; de todo tipo, de índole político, ideológico, periodístico y gubernamental”. El ex agente de inteligencia Walter Pagano fue breve: “solamente voy a agradecer la labor de los profesionales de mi defensa y reiterar mi inocencia”.

El servicio de inteligencia Eduardo “Tucu” Costanzo ratificó sus denuncias y apuntó nuevamente a sus viejos compañeros de patota. Y culminó contundentemente: "yo se perfectamente ue con todo lo que aporté a la justicia, mi vida corre peligro. Voy a ser asesinado. Es por eso señores jueces que los tres o cuatro años que me quedan, no permitan ustedes que sea asesinado. Sería un caso más como (el del represor asesinado Héctor) Febres, Julio López y este último caso de Rafaela, Silvia Suppo".

Sensaciones y expectativas

"Es un sentimiento muy fuerte escuchar a estas personas pidiendo clemencia, acordándose de sus padres. Ellos tuvieron todo lo inverso a nosotros: un juicio abierto, público, donde nunca se tomó justicia por mano propia", subrayó Ramón Verón. "Es importante para la democracia que esta gente pueda hablar, que es lo que no pudimos hacer nosotros", consideró el testigo y querellante Juan Rivero.

"Lo noté derrotado a Amelong, pidiendo la misma legalidad que él no tuvo cuando mató a los compañeros", aseguró Moyano. "No se arrepintieron y no pudimos escuchar lo que queríamos saber: qué hicieron con los 17 compañeros", prosiguió Olga. "Siento una impotencia tremenda ante estos asesinos y torturadores que además son unos cobardes porque no se hacen cargo. Dolor porque no sabemos donde están nuestros familiares", manifestó tras el cierre de la audiencia Elida Luna, de Familiares de Desaparecidos.

Pese a la angustia, el dolor, la impotencia, los militantes que concurrieron a esta última audiencia tienen fe en la sentencia que se conocerá el jueves próximo. "Cárcel común, perpetua y efectiva, ni un solo genocida por las calles argentinas", se cantó repetidas veces en la puerta del Tribunal. "Que la población acompañe y participe como lo hizo el 24 de marzo", plantearon como deseo. Para eso, convocan a la ciudadanía desde el miércoles a las 18hs frente al Tribunal de Oroño al 900, donde habrá números artísticos y una “kermese temática”.