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Descifrando la campaña mediática en contra de Nicaragua Sugar Estates – Grupo Pellas
Por Jacobo Parker - Monday, Apr. 12, 2010 at 12:49 PM

Una piedra en el zapato En un reciente artículo, el más conspicuo de los organizadores de la campaña de desinformación que en contra de Nicaragua Sugar, del Grupo Pellas y de Boicot a Flor de Caña impulsa ANAIRC, se decidió finalmente a incursionar en un terreno novedoso para él: sin abandonar totalmente los repetitivos epítetos descalificadores, trata de innovar, pretendiendo darle un cariz de seriedad a sus planteamientos. Adentrémonos con interés para ver de qué se trata todo esto.

El autor persiste en su vieja afirmación de que el uso masivo de agrotóxicos por parte de Nicaragua Sugar contaminó las aguas de la zona y afectó directamente a los trabajadores y a sus familiares, con la salvedad de que por primera vez dice “que se dio en el pasado”. ¡Ojo billar!

Esto podría significar que estamos ante un cambio de seña en la campaña, rendidos probablemente sus promotores ante la evidencia de que el Ingenio San Antonio, propiedad de Nicaragua Sugar, no usa pesticidas sino que practica el control biológico y mecánico de plagas, lo que entre otras cosas ha hecho que sea una referencia internacional para la industria del azúcar.

No existe base de sustentación en que hacer descansar la temeraria afirmación de que en el pasado el Ingenio San Antonio (ISA) hubiese aplicado de forma masiva agrotóxicos contaminantes. Como se sabe, los agroquímicos que este ingenio ha utilizado para la producción de caña son los aprobados para su uso a nivel mundial, no han causado contaminación y su listado puede ser consultado con esta empresa por cualquier persona interesada.

Siguiendo el desarrollo del artículo, nos topamos con la sorprendente afirmación de que la mayoría de las personas afectadas “vivían en una ciudadela…aguantando de todo, hasta que en 1998 fueron desalojados para tratar de ocultar el preocupante aumento de la mortandad por IRC…”.

¿Es esto cierto?

Teniendo como punto de partida el bienestar de los trabajadores, Nicaragua Sugar (NSEL) determinó que había que reestructurar el enfoque que hasta entonces regia sobre el manejo de la población que habitaba dentro de las instalaciones del Ingenio. En ese sentido, consideró que era necesario reubicar a esta población por las razones siguientes:

• Dotar a los jefes de familia de una vivienda propia, ya que estos habitaban en una casa propiedad del Ingenio. El traslado al Reparto Candelaria los convertía en dueños de un bien inmueble.
• Cumplir normas de seguridad industrial.
• Necesidad de expansión para el crecimiento de la Fábrica.

El lugar de reubicación está siempre aledaño a las instalaciones del ISA. Esto ha permitido a las poblaciones reasentadas tener la facilidad de continuar prestando sus servicios para diversas labores dentro de la empresa.

NSEL ofreció diferentes alternativas a estas personas, las que fueron consensuadas con cada familia.
Tal y como se conoce, el Ingenio San Antonio ha seguido apoyando al Reparto Candelaria con reparaciones de calles, apoyo en jornadas de vacunación del Ministerio de Salud, donación de terrenos para Jardín Infantil de niños, traslados de personal, achicamiento de pilas sépticas, suministro de pipas de agua potable en caso de necesidad etc.
Pero continuemos con el texto. Su redactor habla de que “las condiciones de trabajo, la falta de hidratación…fueron otros de los elementos que contribuyeron a una relación directa entre la IRC y la industria azucarera”.

Veamos entonces cuales son las condiciones de trabajo de los cortadores de caña:
La práctica de una correcta hidratación y alimentación de los trabajadores del ISA se ha establecido como una política de Nicaragua Sugar, mediante la cual ha regularizado sus planes operativos anuales para la promoción de un estilo de vida saludable.

Cada cuadrilla de operarios del campo está compuesta aproximadamente de 150 a 300 trabajadores, los que divididos en grupos de entre 60 y 70 personas, llegan en bus a los diferentes plantíos. Cada operario lleva de su casa un recipiente para agua con capacidad de 4 a 6 litros. Para el suministro del vital líquido cada bus tiene un barril plástico con una capacidad de 55 galones.

Por otra parte, la empresa otorga a los zafreros beneficios como: almuerzo en el campo (contratado con una empresa en base a un régimen nutricional balanceado), sueros hidratantes y galletas nutritivas todos los días, atención médica para él y su núcleo familiar y entrega de provisión. Existe un grupo de brigadistas de salud y trabajadoras sociales que supervisan que el cortador reciba estos beneficios.
Siguiendo con la lectura encontramos al panegirista afirmando que “el riego manual de agrotóxicos fue otro de los elementos que contribuyó a una relación directa entre la IRC y la agroindustria azucarera”.

¿Se corresponde esto con la realidad?

El Ingenio San Antonio, cuenta con equipos de protección personal obligatorios y con medidas de seguridad de estricto cumplimiento para la aplicación y uso de los agroquímicos. Dicho equipo consiste en un uniforme de trabajo, camisa manga larga, gorra, careta de protección, mascarilla con filtros, guantes de hule, botas y capa impermeable.
Nicaragua Sugar realiza análisis periódicos a los aplicadores de agroquímicos para descartar cualquier indicio de intoxicación.

Asimismo, NSEL efectúa eventos de capacitación en temas relacionados a la gestión ambiental, como por ejemplo: Uso y Manipulación de Agroquímicos, Contaminación Biológica, Gestión Ambiental, Gestión Integral de los Desechos Sólidos y Reciclaje, entre otros.

Nicaragua Sugar provee a los trabajadores las instalaciones adecuadas para bañarse y cambiarse la ropa de calle y trabajo. Se cuenta con 15 duchas para el aseo personal de los aplicadores de agroquímicos, quienes las utilizan antes y después de la jornada laboral. Asimismo, existen duchas y lava ojos en las áreas de fábrica, laboratorios y cogeneración.

En la parte siguiente, el diseñador de la campaña de ANAIRC aborda uno de sus temas favoritos, el ataque a los pseudo sindicatos o sindicatos blancos del Ingenio San Antonio y Compañía Licorera, remarcando esta vez: “…lamentablemente uno de ellos afiliado a una central de origen sandinista (CST), afiliada a su vez a organizaciones sindicales internacionales…”.

¿Pero qué es lo que realmente existe?

NSEL cuenta actualmente con cinco sindicatos debidamente certificados e inscritos en la Dirección de Asociaciones Sindicales del Ministerio del Trabajo. Estos sindicatos son: Sindicato Ronald Altamirano con 500 Afiliados, Sindicato de Trabajadores Democráticos con 825 Afiliados, Sindicato Faustino Martínez con 1,500 Afiliados, Sindicato de Maestros con 33 Afiliados y Sindicato de Empleados con 80 Afiliados.
Las anteriores organizaciones sindicales representan las más variadas tendencias políticas e ideológicas y sin duda alguna los miembros del sindicato sandinista “Ronald Altamirano”, de izquierda, se irían de bruces leyendo que el plumífero de ANAIRC los cataloga como pseudo sindicato o sindicato blanco.

Desde que NSEL inició operaciones en el año 1890 nunca ha interferido en el derecho de los trabajadores de asociarse sindicalmente, prueba de ello es que desde los años 60 hasta la fecha siempre han existido sindicatos en la empresa. Pero para el articulista, si los sindicatos no piensan como él, son blancos, si los líderes obreros denuncian la absurda campaña de ANAIRC, son entonces pro patronales, si los trabajadores se manifiestan defendiendo sus puestos de trabajo y los beneficios que tienen en el Ingenio San Antonio, son acarreados, y si las organizaciones sindicales son de izquierda, entonces no sabe ya a qué santo rezarle.

Si seguimos leyendo vamos a descubrir al escritor abandonando el campo sindical e irrumpiendo en la academia, más concretamente en la Universidad de León, para presentarnos un estudio de la Dra. Cecilia Torres, lo que le permite disertar sobre “los factores que originan la IRC” instruyéndonos que “entre los principales factores de riesgo se evidencian los nefrotóxicos ambientales, como por ejemplo los metales pesados-arsénico, cadmio y plomo - los agrotóxicos… como Aldrin, Clorotalonil, Maneb, Sulfato de Cobre, Endrin y el mismo DBCP (Nemagón)”.

Está bien, sin embargo uno se pregunta qué tiene que ver todo esto con Nicaragua Sugar y el Ingenio San Antonio. Ninguno de estos productos ni se han usado ni se usan en esta empresa.

Pero el asunto no termina ahí, sino que escudriñando un poco más vemos al periodista que, no habiéndole bastado su desafortunado encuentro con la toxicología, vuelve por sus fueros y siempre bajo el escudo protector de la Dra. Torres, pasa a referirse a las “desastrosas “condiciones de trabajo de los cortadores de caña en la industria azucarera de Nicaragua.

Qué decepción le debe producir saber que el Ingenio San Antonio, para adaptar al operario a las condiciones ambientales y de esa forma evitar el stress por calor, ha establecido un sistema de trabajo progresivo durante las horas más frescas del día hasta que el trabajador esté en capacidad de asumir la jornada completa. La mayoría de los operarios llegan a las 6am al plantío, inician sus labores a las 7am y vienen finalizando entre once y doce del día, cuando llega la comida a los ambientes laborales.

Por otra parte, desde 2005, de un promedio de 9 toneladas de caña que cortaban por hombre, la empresa puso como límite máximo la cantidad de 7 toneladas y eliminó el incentivo de pagar por mayor valor la tonelada cortada a partir de la sexta. Con esto, el incentivo se distribuye en las primeras 7 toneladas a fin de reducir el esfuerzo sin disminuir los ingresos económicos de los trabajadores.

Reinsertándonos en el artículo descubrimos una situación realmente penosa: la manipulación de unas declaraciones del Dr. Mario Jiménez, epidemiólogo del Centro para la Investigación de Recursos Acuáticos (CIRA) de la Universidad Autónoma de Nicaragua (UNAN–Managua).

Con la manifiesta intención de querer hacer aparecer a la industria azucarera y en particular al Ingenio San Antonio como contaminadores causantes de IRC, a guisa de ilustración extrae una cita de las declaraciones del Dr. Jiménez: “los estudios que realizamos en la zona occidental del país revelaron la presencia de agrotóxicos órgano-clorados, como Lindano, Toxafeno, DDT y DDE en el agua de pozos para consumo humano…”.

¿A qué se está refiriendo el Dr. Jiménez?
Al estudio que realizó en el occidente de Nicaragua junto con el Dr. Salvador Montenegro Guillén, ambos miembros del Centro para la Investigación en Recursos Acuáticos de Nicaragua (CIRA) de la UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE NICARAGUA (UNAN Managua) y que se titula “PRESENCIA Y CONCENTRACIÓN DE RESIDUOS DE PLAGUICIDAS Y CONTAMINANTES BIOLÓGICOS EN EL AGUA DE POZOS PARA CONSUMO HUMANO EN LOCALIDADES DE ANTIGUAS PLANTACIONES BANANERAS EN EL OCCIDENTE DE NICARAGUA”.

Los objetivos de dicho estudio fueron 1) identificar la presencia de residuos de plaguicidas y contaminantes biológicos en agua de pozos para consumo humano en localidades de antiguas plantaciones bananeras en el occidente de Nicaragua y 2) establecer la posible relación entre presencia de residuos de plaguicidas en el agua de pozos excavados y los efectos en la salud de la población que habita en esas localidades.

Está más que clara la manipulación ya que el informe del CIRA nada tiene que ver con el cultivo de la caña de azúcar sino que está relacionado con hallazgos vinculados a la producción bananera que se dio en la zona en forma masiva.

Chinandega fue durante décadas un emporio agrícola al que le cayeron toneladas de químicos para controlar las plagas de los cultivos de banano y algodón. Años después que terminara el boom de estas producciones, muchos campesinos ex trabajadores de esos rubros empezaron a denunciar la presencia de enfermedades graves.

Pero hay más aún.
El representante de ANAIRC en su afán de buscar un respaldo científico que legitimara su aseveración del supuesto vínculo de causalidad entre la IRC y la producción de azúcar, vuelve con el Dr. Jiménez, a quien él mismo le hizo una entrevista durante la cual quiso obtener el aval que tanto anhelaba. No obstante lo más que pudo conseguir como respuesta fue que: “aunque la IRC es claramente una enfermedad multifactorial, no podemos excluir que tenga relación con el trabajo en los ingenios azucareros”.

Como dicen los abogados, a confesión de partes, relevo de pruebas. ¿Guarda esto alguna relación con la campaña de ANAIRC donde se afirma de manera categórica y contundente que ya está demostrado, por lo que no se necesita hacer ningún estudio, que la IRC es producida sin la más mínima duda por las prácticas agrícolas del cultivo de la caña, particularmente las del Ingenio San Antonio, y que por lo tanto se le debe otorgar el dinero que esta organización exige?

Ahora bien, el hombre no se da por vencido y persiste en volver con el tema de la investigación de la Dra. Torres, ofreciéndonos algunas estadísticas contenidas en dicho estudio. Citémoslo: “los resultados no fueron homogéneos a nivel de comunidades y revelaron que la mayor incidencia de la IRC fue en los sectores de la minería, un 37%, agricultura y café, 32% y 14% respectivamente…”.
Aquí se habla de mineros, cafetaleros, agricultura en general ¿qué tiene que ver esto con la campaña de ANAIRC de que la IRC es producida por la caña de azúcar del Ingenio San Antonio?

Fijémonos bien.
Estas estadísticas aparecen en la investigación de la Dra. Torres asociadas a esta otra: “sin embargo la comunidad de la Isla en Chichigalpa, donde se trabaja principalmente la caña, es donde la prevalencia de la IRC es la más alta, alcanzando el 41%...”. ¡Bingo! el intrépido publicista al fin consiguió lo que quería.

Aunque las primeras estadísticas son irrelevantes para su propósito, la segunda es la “que vale” pues le sirve de mampara para lo que estaba necesitando.
Lo que no dice el afanado reportero es que en el caso de Nicaragua, la IRC se presenta en varias zonas del país, incluyendo territorios donde no existe producción de azúcar, que en el occidente del país la afectación es más fuerte en León que en Chinandega y León no es un departamento propiamente azucarero, siendo que el municipio con más enfermos es Larreynaga, donde no existe cultivo de caña.

Por otra parte, se ha detectado IRC en diferentes grupos ocupacionales: cañeros, mineros, bananeros, estibadores e incluso en niños de edad preescolar. Es decir que no afecta solamente a un grupo laboral específico.

En lo que respecta al Ingenio San Antonio, los ex trabajadores con IRC fueron trabajadores temporales, que realizaban también otros tipos de actividad agrícola. Muchos de ellos sólo trabajaron en algunas zafras y dejaron de laborar para la empresa desde hace ya varios años.

Por otra parte tampoco es cierta la afirmación contenida en el artículo de que Nicaragua Sugar nunca menciona el estudio de la Dra. Torres. Los médicos que laboran en dicha empresa si lo han hecho y han señalado que es una de las investigaciones que hay que conocer sobre esta problemática de salud.

Volviendo con el incansable narrador, lo encontramos en el párrafo siguiente abandonando la Academia para entrar tipo Sherlock Holmes al terreno detectivesco. Curioseemos lo que nos cuenta:
“Según un documento en manos de ANAIRC, firmado por el director de Recursos Humanos del Ingenio San Antonio, Marino Castrillo, se realizaron análisis exhaustivos de las aguas del Ingenio San Antonio, resultando gravemente contaminadas por agrotóxicos y relacionando esta presencia con la afectación por IRC…”.

Lo que omite señalar es que el referido documento fue una burda falsificación por la que en su momento, en el año 2008, el Dr. Castrillo interpuso acusación criminal en el Juzgado Local Único de Chichigalpa. Llama poderosamente la atención que ANAIRC utilice esta falsificación objeto de un proceso penal en su campaña en contra de Nicaragua Sugar.

Pero hacia dónde nos llevará ahora esta moderna versión de Caupolicán. ¡Sorpresa¡ En su obsesivo pensamiento sobre el Grupo Pellas y NSEL, nos presenta a la Sra. Yanirée Álvarez a quien señala como miembro en un momento dado del Movimiento Social de León, y le atribuye decir que Nicaragua Sugar Estates Limited pretendía adquirir 1500 hectáreas más de terreno para expandir la producción de caña y la cita “no se está tomando en cuenta que para cultivar caña se necesita extraer grandes cantidades de agua…Esto ya está afectando gravemente las reservas de agua de los pobladores de la zona rural…”.

La adquisición de tierras para cualquier empresa que tiene producción agrícola es una actividad normal que nadie en su sano juicio puede cuestionar. En el caso de Nicaragua Sugar, dichas adquisiciones han sido ajustadas a derecho pagando los precios de mercado de conformidad a la oferta y la demanda.

En cuanto a que la producción de caña sería perjudicial para la disponibilidad de agua en la zona, hay que señalar que el Ingenio San Antonio cuenta con fuentes abundantes de agua y hace un manejo sostenible de las mismas. El agua se obtiene de 116 Pozos, 57 tomas de Ríos y Canales y 16 Presas derivadoras a lo largo de los distintos ríos que atraviesan el Ingenio. Nicaragua Sugar cuenta con los debidos permisos de perforación de pozos y tomas de ríos, canales y presas emitidos por las autoridades correspondientes.

Se ha estimado que el volumen disponible de la cuenca hidrológica que abastece al ISA y sus alrededores es de 309 millones de metros cúbicos.

De acuerdo al uso para irrigación que se hace de esta cuenca, se estima el consumo total anual en unos 100 millones de metros cúbicos, de los cuales el 25% regresa al acuífero como recarga por infiltración y el 75% restante es cubierto holgadamente por las precipitaciones anuales que se tienen en la zona entre los meses de mayo y noviembre, las que ascienden a un promedio anual arriba de las 70 pulgadas.

Un indicador de esto lo tenemos en los estándares de medición de pozos realizados durante más de 40 años en el ISA, los que mantienen sin mayores variaciones sus indicadores tales como nivel estático y nivel dinámico.

En 1998 y en el 2000 se realizaron estudios hidrológicos e hidrogeológicos sobre las disponibilidades y extracciones de agua y los rendimientos seguros del área del Ingenio y de la Cuenca Chinandega – León – Nagarote. En ambos estudios los resultados demostraron que el Ingenio San Antonio hace un uso adecuado de los recursos hídricos.

Como el artículo tiene la pretensión de ser exhaustivo, el audaz prestidigitador pasa después a referirse a la temática de la energía renovable y citando nuevamente a la Sra. Álvarez, habla de que el cultivo de la caña afectaría al medioambiente para beneficiar “sólo a un grupo privilegiado de empresarios”, contraponiéndolo con las potencialidades de la energía geotérmica, eólica y solar.

Cuanto desatino.

En el Ingenio San Antonio, el bagazo de caña en lugar de ser desechado es usado para generar energía. La capacidad de co-generación es de 60 Mega watts hora, lo que permite eliminar el uso de bunker y garantizar en zafra el 7% del consumo energético de Nicaragua. Es una fuente de energía limpia y barata. Al no consumir bunker, se estima que se reducen más de 95 mil toneladas de gases de efecto invernadero por año.

Después de la zafra, en los meses de mayo a julio, se producen 17 Mega watts hora de energía, de los cuales 12 se venden al sistema de interconexión nacional. Esta energía limpia se genera a partir de astillas de eucalipto provenientes del vivero del Ingenio San Antonio, donde se producen anualmente 800 mil plantas, las que son renovadas en 4 mil quinientas manzanas. A la fecha se han sembrado más de 6 millones de árboles.

En su desmedido esfuerzo por encontrar faltas que se le puedan atribuir a Nicaragua Sugar, el articulista de marras pasa a hablar con aire concienzudo sobre la deforestación que ocasiona la producción cañera.

Entrémosle también a esto.

Nicaragua Sugar impulsa anualmente la siembra de especies nativas como una manera de contribuir a restaurar y proteger las fuentes de agua, conservar los corredores biológicos para la vida silvestre, la protección contra incendios forestales y la regeneración natural. Esta reforestación se lleva a cabo en las riberas de diferentes ríos en los municipios de Chichigalpa, Quezalguaque, Posoltega, León y Chinandega. Algunas de las actividades de reforestación se realizan con estudiantes, alcaldías, sociedad civil e instituciones de gobierno, con el objetivo de involucrar a toda la población en la protección del medioambiente.

En el vivero del Ingenio San Antonio se producen anualmente 50,000 plantas de especies nativas tales como ceibas, madroños, cedros, caobas, guanacastes y robles. Estas plantitas son utilizadas para actividades de reforestación. Por ejemplo, en 2006 y 2007 se lograron sembrar 53,500 plantas de diferentes especies, equivalentes a más de 200 manzanas de riberas de ríos reforestadas. En 2008 se sembraron 45 mil nuevas plantas en un área de 205 manzanas en las riberas de diversos ríos de León y Chinandega.

Pero hay todavía más. El vocero oficioso de ANAIRC vuelve con el trillado tema de la Ley 456 que reconoce en Nicaragua a la IRC como enfermedad profesional.

Cualquier persona que tenga algún conocimiento de la legislación nicaragüense sabe que este reconocimiento no establece un vínculo de causalidad entre una actividad productiva específica y la IRC. Como se sabe y se ha dicho en repetidas ocasiones, existe un comité médico de valoración.

Si su portavoz tuviera razón ya ANAIRC hubiese resuelto el problema y habría obtenido todo el dinero que con tanta persistencia busca desde hace varios años.

En relación a las declaraciones del Director del INSS, que en el artículo se retoman y sacan de contexto, en todo caso no se conoce que sean la posición oficial del Gobierno de Nicaragua. En cuanto a subir el porcentaje que los productores pagan al INSS en concepto de riesgo laboral de 1 a 5%, es una idea tan descabellada que nunca prosperó.

Lamentablemente nunca satisfecho, el espadachín de ANAIRC se mete con ASOCHIVIDA, la organización de enfermos renales más representativa de Nicaragua, con la que NSEL mantiene desde hace un poco más de un año un diálogo sumamente positivo sobre el problema renal que afecta a los miembros de esta asociación.

Nada que ver ASOCHIVIDA con ANAIRC. Mientras la primera busca encontrar solución a los problemas, la segunda, atrincherada en sus demandas injustificadas de dinero, se ha autoexcluido de ser parte de la solución. Por eso y no por otra cosa está tan aislada en Nicaragua.

ASOCHIVIDA y NSEL acordaron que una entidad internacional, imparcial y de prestigio realice un estudio que determine las causalidades de la IRC en el occidente de Nicaragua.

Después de un proceso exhaustivo que implicó 9 agencias públicas, 22 Universidades en América y Europa y 5 instituciones de consultoría privada, se seleccionó a la Universidad de Boston para elaborarlo.

Los resultados definitivos del estudio van a arrojar elementos importantes de conocimiento sobre las causas de esta enfermedad en el occidente de Nicaragua, definir si fuera el caso responsabilidades eventuales y articular estrategias de prevención y de respuesta.

Nicaragua Sugar, fiel a su tradición de Responsabilidad Social y como expresión de apoyo a la comunidad, ha brindado su solidaridad a las personas que en las localidades de su entorno padecen de Insuficiencia Renal.

Entre 2000 y 2004 entregó ayuda económica humanitaria por un monto aproximado de dos millones de dólares a más de 1,400 personas afectadas de IRC y actualmente otorga apoyo alimenticio a 1,800 familias miembros de ASOCHIVIDA y proporciona ayuda médica a los enfermos consistente en medicamentos y equipos e insumos para el Centro de Salud de Chichigalpa.

En el acabose de la desinformación y con la lanza al ristre, el distinguido ensayista pasa al terreno financiero y nos dice que Nicaragua Sugar “pidió un préstamo de US$25 millones al Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para adquirir 1,500 hectáreas de terreno y expandir el cultivo de caña…”. Y agrega que “para acceder a un préstamo del BID no se pueden tener causas abiertas con la justicia. La Nicaragua Sugar Estates Limited tiene causas pendientes con la justicia por la vía administrativa y por la vía judicial…”.

Es realmente penoso que no haga ningún esfuerzo para investigar los datos. Por eso entre otras cosas es que los patrocinadores de ANAIRC carecen de credibilidad

Si bien solicitar un préstamo no es ninguna acción delictiva, Nicaragua Sugar no tiene ni nunca ha solicitado préstamo alguno con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Si el apologista de ANAIRC tiene dudas, es muy sencillo: puede preguntarle al BID y corroborar esta información.
En lo que se refiere a las causas judiciales, algunas personas efectivamente interpusieron demandas en ese sentido pero todas ellas fueron declaradas sin lugar mediante sendas sentencias de los tribunales de justicia.

Finalmente, nuestro ilustre personaje, cerebro de la campaña de ANAIRC, afirma que el ISA posee 144 mil manzanas de tierra, cuando cualquier persona mínimamente informada conoce que el Ingenio San Antonio cuenta con alrededor de 19 mil manzanas propias de tierra. Si el detractor de Nicaragua Sugar lo quiere verificar con fuentes independientes, lo único que tiene que hacer, y no es muy complicado, es pasar por las oficinas correspondientes del Estado de Nicaragua donde le podrán confirmar esta información.

Goebbels, el famoso ministro de propaganda del régimen nazi, decía que era importante mentir y mentir porque finalmente algo quedaba.

Talvés esta sea la fuente de inspiración de quienes desarrollan esta campaña.

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