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20 y 21 de Mayo, PARO en 26 UU.NN. DECLARACION
Por Gustavo Brufman - Secretario Gremial CONADU - Thursday, May. 20, 2010 at 2:28 AM
gbrufman@gmail.com

A 200 AÑOS DE LA REVOLUCIÓN DE MAYO

Nuestra lucha salarial como expresión de la impostergable perspectiva Popular y Emancipadora para la Educación Superior en nuestras UU.NN.



En Abril de 2007, el entonces Secretario Gremial de CONADU y actual Secretario General de ADIUC Córdoba, Eduardo Maturano, escribió un documento dirigido al conjunto de los Delegados Docentes al Congreso de la Federación que se llevó a cabo los días 13 y 14 de ese mes, y a las Asociaciones de Base. En aquel trabajo que tanto irritó a más de un Congresal, se pretendía poner al desnudo la lógica del des-financiamiento educativo basado en la falta de un diagnóstico real de las necesidades sustentado en la desigual distribución de bienes materiales y simbólicos que constituyen la riqueza y la pobreza en materia educativa. Y junto a esto, el sentido de los acuerdos salariales que las dirigencias sindicales más afines al gobierno junto a las conducciones burocráticas que sostienen modelos gremiales de vaciamiento, "cerraban" en un esquema escalonado con llamativos años de nueve (9) meses de extensión, para medir la dimensión anualizada de los aumentos, frente a una inflación dibujada con la intención de hacer aparecer como reduciendo el crecimiento de la deuda pública (cuyos intereses son ajustables por el Coeficiente de Estabilización de Referencia -CER-) para presentar a la baja lo que se toma como base, que es el Indice de Precios al Consumidor que mide el costo de vida.

El 30 de Marzo de 2010, reafirmándose aquellos fundamentos, la conducción de nuestra Federación firmó un Acta nueva que mantiene la misma lógica en los aumentos al tiempo que buscó encorsetar el descontento y el malestar generalizado. Con declaraciones junto a otras referencias sindicales nacionales que en realidad representan a la minoría absoluta de los trabajadores docentes e investigadores de las UU.NN., se desmoviliza y descalifica toda decisión que contraríe los acuerdos replanteando el modelo de negociación.

Una vez más vuelve a quedar al descubierto la creciente brecha existente entre el cargo docente de referencia y el valor de la canasta familiar, porque los salarios pactados distan totalmente de acompañar el crecimiento real de la inflación y la economía. Lo distintivo esta vez, es que las asociaciones de CONADU que pudimos sostener en el contexto de la lucha, una construcción sindical que apele a una verdadera puesta en discusión no sólo de nuestra realidad económica en los temas salariales, sino el carácter mismo de nuestras asociaciones gremiales y los caminos para construir el Movimiento Nacional Docente Universitario, reinventando los criterios del pensamiento emancipador (en palabras de Boaventura De Sousa Santos), hemos dado pasos concretos hacia un reencuentro de asociaciones de base a nivel nacional -de las que no dieron por cerrado el plan de lucha- superando el divisionismo y avanzando contra la fragmentación de Federaciones, sin reclamarle a nadie por su pertenencia y encuadramiento que esquemáticamente ponía a burócratas en una y combativos y democráticos en la otra. Ese encuentro lo realizamos el 7 de Mayo en el local de la CTA Capital, con el aval de 26 gremios docentes universitarios de CONADU y CONADU Histórica, tras la gran marcha por la libertad y la democracia sindical llevado a cabo frente al Congreso de la Nación en el marco de la llegada al país de la Comisión de la OIT. Lo hicimos convencidos de que (como bien dice De Sousa Santos) nunca la disonancia, la discrepancia entre teoría crítica y teoría política de emancipación, y práctica de emancipación, ha sido tan grande como ahora[1]. Poner en tela de juicio nuestra organización y la apuesta a refundar el sujeto colectivo, que en el contexto de la lucha por el salario y las condiciones de trabajo, hoy, a días de un bastardeado Bicentenario, comprenda que hay que descolonizar nuestro propio sistema de pensamiento pretendidamente crítico recuperando el papel de los trabajadores, lejos de las disputas palaciegas absolutamente ajenas al conjunto de los compañeros que sostienen y desgastan su fuerza de trabajo diariamente y sin solución de continuidad; implica que estamos gestando -en la dinámica de las tensiones existentes- una fuerza real y concreta que busca poner en tela de juicio el modelo mismo de universidad pública y su relación con el estado.

La lucha por el salario, por condiciones de trabajo, y por una universidad de contenido popular, democrática, emancipadora y latinoamericana; requiere de una fuerza propia que funcione con otra lógica totalmente distinta en la cotidianidad de los compañeros lugar a lugar. La lucha por la refundación en unidad, de ese movimiento docente universitario, requiere de nuevos instrumentos políticos que permitan avanzar en esa dirección.

Aquel histórico resurgimiento en el 2001, que como trabajadores protagonizamos los distintos sectores populares, contra el descuento del 13% en nuestra universidades, fue la comprobación efectiva de que se podía enfrentar el fatalismo económico y que surgía un nuevo "nosotros" frente a lo que aparecía como inexorable. Fuimos -en un segundo plano- y como parte del movimiento popular, constructores de este cambio de etapa.

Hoy debemos enfrentar un esquema de negociación salarial que viene encorsetado para el sector público, atando los acuerdos a un proclamado "desendeudamiento" que nos reendeuda en el marco de un innegable proceso inflacionario frente a la fallida estrategia de destrucción de los indicadores del INDEC por parte del gobierno, con el altísimo costo para los trabajadores, y no sólo para el pueblo que percibe la estafa política en su cotidianidad, sino también, como expresan los economistas del EDI,[2] para quienes tienen que tomar decisiones con datos confiables.

Ellos afirman: "En la actualidad el principal impulso inflacionario deviene de las macroganancias de las grandes empresas. Los grupos capitalistas más concentrados se aseguran beneficios elevados por medio de la inflación. Nuestra conclusión surge de una simple constatación: sólo los capitalistas pueden implementar remarcaciones. La inmensa mayoría de la población está compuesta por simples consumidores de los bienes cotizados por los grandes formadores de precios. Para nosotros es importante subrayar esta evidencia para no perder de vista quienes son los mayores responsables de la inflación actual. Cualquier discusión que omita esta realidad conduce las reflexiones a un laberinto. Hay que debatir cuales son las razones que impulsan a los empresarios a subir los precios y evaluar si se trata de actos voluntarios, obligados o perversos."

Y agregan: "Los dueños de las empresas no limitaron estos aumentos, ni siquiera durante la recaída productiva del complicado año pasado. Según informaciones periodísticas los balances de las firmas que cotizan en Bolsa indicarían un crecimiento de las utilidades promedio de 51,7% en comparación al 2008 con sectores muy beneficiados (bancos, telefónicas, siderúrgicas), pero la performance habría sido muy buena para todos en el peor ejercicio del ciclo iniciado en el 2003. Otro cálculo más extendido revela que la rentabilidad bruta fue muy elevada entre el 2004 y el 2007, se atenuó posteriormente y se mantuvo siempre por encima de los años 90'. El nivel del año pasado se ubicó por ejemplo un 15% por arriba del 2001.

Un indicador de la inflación como ajustador de las ganancias es el comportamiento de los precios mayoristas, que tiende a subir en forma preventiva para asegurar el colchón de rentabilidad. Este mecanismo de actualización ha quedado incorporado desde hace décadas a la conducta del capitalismo argentino.

Durante la reactivación del 2002-2007 las ganancias extraordinarias generadas por la mega-devaluación atenuaron la incidencia del recurso inflacionario. Pero desde que el modelo económico perdió capacidad para generar beneficios fáciles, la escala de precios volvió al primer plano. Este retorno opera como un instrumento patronal para neutralizar la recuperación del salario. Desde la reactivación del 2003 las remuneraciones lograron una progresiva reconstitución del poder de compra perdido durante la hecatombe precedente. Cuando esa recomposición alcanzó su techo (2007), los empresarios retomaron la inflación para diluir en el mercado la mejora obtenida por los trabajadores. Este resurgimiento de la carestía para desvalorizar los salarios se mantuvo en el 2008 y no decayó con la recesión posterior.”

Este es el contexto de nuestra pelea y el por qué mientras algunos se esfuerzan por domesticarnos, disciplinarnos y no hacer olas, no debemos aceptar este esquema de negociación salarial al tiempo que nuestra discusión transita en un marco de fuerte disputa contra un ambiguo y contradictorio discurso oficial que habla de un Bicentenario con Educación Superior de calidad, amarrada a estándares internacionales de evaluación impuestos por el sector privado bajo el precepto de la "responsabilidad social empresaria" (expresión pretendidamente progresista de un capitalismo pretendidamente "humano") decididamente dominada por la teoría de la tasa de retorno a la hora de financiar el conocimiento con mayor valor agregado en el mercado internacional, mucho más que el conocimiento socialmente significativo y necesario para el desarrollo comunitario y la promoción de la soberanía nacional en todos los planos.

Una vez más, la enajenación del conocimiento atraviesa las UU.NN. poniendo en tensión y en tela de juicio las libertades académicas de estos tiempos llamados postneoliberales, con más continuidades que rupturas en nuestras casas de estudio. De allí nuestra necesidad de analizar colectivamente y definir estrategias de pelea que pongan en evidencia las nuevas regulaciones del trabajo universitario de docentes e investigadores que sostenemos diariamente la Educación Superior en las universidades nacionales cada vez menos públicas.

El 20 y 21 de Mayo, 26 Asociaciones de Base a nivel nacional, convocamos a PARAR, en una Jornada Nacional de Protesta contra el incremento escalonado firmado el 30 de Marzo que nos ubica en el peor de los acuerdos salariales del conjunto de los sectores del trabajo en lucha.

Gustavo Brufman

Secretario Gremial CONADU

[1] Boaventura De Sousa Santos. 28/07/2009. "Reinventando la emancipación social". CLACSO-Página 12. Cuadernos del Pensamiento Crítico Latinoamericano.

[2] EDI. Economistas de Izquierda. “Por qué rebrota la inflación. Consideraciones sobre sus causas y soluciones”.Mayo de 2010. Claudio Katz, Jorge Marchini, Guillermo Gigliani, José Castillo, Eduardo Lucita y Alberto Teszkiewicz.

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