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Un mundo sin juguetes
Por Agencia de Noticias Pelota de Trapo - Thursday, Jul. 29, 2010 at 2:49 AM

28/07/10 Por Oscar Taffetani

(APe).- Alguna vez fue importante el horario de protección al menor. El mundo adulto pensaba que había cierto tipo de imágenes y situaciones (por ejemplo, escenas de tortura y sadismo, o escenas de sexo explícito) que podía tener un impacto negativo o producir efectos no deseados en los niños. Pero eso fue antes de la globalización televisiva (con satélites que trasmiten contenidos simultáneos para distintos husos horarios) y de la llegada de Internet (imperio en donde nunca se pone el sol). Por eso, aunque subsiste cierta letra (muerta) y ciertas (hilarantes) disposiciones sobre horarios de protección al menor, lo concreto es que hoy rige la máxima exposición, para todo el mundo, todo el tiempo. Así es el reinado del capital. Libro de quejas, a disposición del cliente.

Adiós a las armas (II)

Leemos en una nota de La Nación (12/7/2010) que “un proyecto de ley que analiza la Legislatura porteña establece que se prohíba en la Capital la fabricación, la distribución, el acopio y la comercialización de juguetes que sean réplicas de cualquier tipo de armamento real, tales como armas de fuego, armas blancas y cualquier otra que, por su uso, incite a la violencia”.

La acción de la norma se completaría con la creación de una comisión
(dependiente del Ministerio de Educación) que iniciaría la recuperación y destrucción de todo el armamento (de juguete) que sigue en poder de los niños, en el ámbito de la Capital Federal.

Probablemente, los diputados Claudio Presman y Rubén Campos -autores del proyecto- se inspiraron en una ley similar aprobada en México. Según leímos esta semana, la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal logró decomisar 2.933 juguetes bélicos “para la prevención de delitos cometidos con armas réplica” (El Universal, 22/7/2010).

Sin embargo, a pesar de la confiscación de armamento de juguete, el número de asesinatos violentos en México llegó a un récord el año pasado (5.637 casos) y lleva en lo que va de este año 7.000 muertes, que al decir de la policía están invariablemente ligadas al narcotráfico (se ve que el narcotráfico no usa armas-réplica para cometer sus crímenes).

Además -perdón por introducir el sentido común en nuestro análisis- los delitos cometidos con armas-réplica siempre serán menos ofensivos y con menos sangre que los delitos cometidos con armas de verdad. Deberían haber pensado en eso los legisladores porteños.

Piaget revisitado

Aunque las teorías de Jean Piaget, según los expertos, han sido superadas, quedan en el acervo educativo y pedagógico mundial algunas observaciones de campo (muchas de ellas, realizadas sobre sus propios hijos) y algunos valiosos estudios sobre la construcción de lo real en el niño. “Desde que nace -leemos en un manual- el niño interactúa con un mundo socialmente diseñado. La asistencia, los hábitos alimentarios, la vestimenta, la cuna, los primeros objetos que sostiene en sus manos, el lenguaje en que le hablan, le transmiten rasgos culturales particulares. El nexo entre la cultura y el niño son los distintos agentes socializadores: los padres, los adultos con los que interactúa, los docentes y también otros niños”.

Es justamente respondiendo a ese proceso de incorporación y construcción de lo real, que las fábricas de juguetes -especialmente, las de los siglos pasados- trataron de acompañar con sus productos el impulso infantil de imitar a los mayores. Por eso se fabricaban hogares de juguete y muñecas de juguete, para que las niñas fueran aprendiendo a ser “mamás”. Y también se fabricaban herramientas de juguete y armas de juguete, para que los varones jugaran a ser adultos.

En las familias obreras y campesinas -todavía hoy- los más pequeños utilizan cual juguetes las herramientas y enseres verdaderos que a diario emplean sus padres. Y pronto dejan de usarlas como juguetes, porque la vida misma les va haciendo quemar etapas.

Pero son también una realidad del siglo XXI la desocupación crónica, la lumpenización y la degradación de las personas que han sido expulsadas de la galaxia de la producción y el consumo. Preguntémonos, entonces, cómo será la cotidianidad de esos niños que -con Piaget o sin Piaget- deben abrirse paso en un territorio moralmente arrasado.

¿En qué consiste la imitación del trabajo cuando no hay trabajo? ¿En qué consiste la imitación de la familia cuando no hay familia? ¿Cuál vendría a ser la representación, la réplica de un arma, para ese niño que convive con las armas de verdad y la violencia de verdad, desde su primer balbuceo?

Mucho hay para trabajar, a nivel teórico, a nivel legislativo y a nivel social, sobre esos “contenidos” terribles que reciben cotidianamente nuestros niños, a uno y otro lado de la frontera social. Pero salir a decomisar armas de juguete es una burla. Y la contracara sangrienta de esa burla es el gatillo fácil de verdad, apuntando de verdad a la cabeza y el corazón de nuestros pibes.

Versos escritos… hoy

En un libro de mediados de los ’60 Juan Gelman incluye el poema “Juguetes”, del que aquí transcribimos un pasaje:

hoy compré una escopeta para mi hijo / hace ya tiempo que me la venía pidiendo / y comprendiendo mi hijo que no hay plata que alcance /
pero pidiéndola proponiendo los sitios de la cocina de la pieza / donde recién traída la escopeta esperaba / que él saliera del sueño donde estaba esperándola / para verla tocarla convertirla despuués en otro sueño
no para matar bichos o pájaros o arruinar las paredes las plantitas /
o bajar a la luna de su sitio lunar / no para esas pequeñas cosas molestas mi hijo quería su escopeta / y esta noche la traigo / y escribo para alertar al vecindario al mundo en general / porque qué haría la inocencia ahora que está armada…

Una década antes, Gelman había escrito el poema “Mujer encinta”, donde dialogaba con el hijo por nacer. Las preguntas y respuestas que formula el poeta, entendemos, no han perdido vigencia:

hijo mio ¿quién te escucha, quién / te espera? ¿Quién vela entre los hilos /
del lunes que vendrá o entre el oscuro / rumor del marzo aún no nacido o entre / las espirales ciegas de los días / que aún andan bajo tierra? // ¿Quién? // Están los hombres entre guerra y muerte. / Un viento de pistolas barre el mundo…

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