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Confundir amor con deseo, un camino directo a la infelicidad
Por THE GUARDIAN - Wednesday, Aug. 04, 2010 at 2:15 AM

01/08/10

Un sondeo con 3.000 hombres y mujeres reveló en Gran Bretaña que uno de cada cinco adultos afirma estar “enamorado de otro que no es su pareja”. Generalmente, un/a amigo/a o colega de trabajo. “Incluso en una relación feliz –dijo un portavoz de la empresa encuestadora OnePoll– es posible ansiar el afecto de otra persona”. Eso ocurre porque el cerebro humano está preparado para imaginar lo que no es (”¿Sería más feliz con ella si fuera mi amante?”) y para hacer comparaciones (“¿Sería más fácil para convivir que mi pareja actual?”). Así se confunde amor con deseo y eso puede significar un camino directo a la infelicidad.

Las razones de este fenómeno son tres. La primera –y posiblemente más crítica– es la incomprensión sobre lo que significa estar “enamorado”. Ante esa pregunta, la mayoría describe estar enamorado como sentirse fuertemente atraído hacia otro. En realidad, esos sentimientos no describen para nada el amor. Describen el deseo. Cuando alguien nos atrae locamente es porque sentimos (inconscientemente) que representaría una combinación genética excelente, alguien que nos permitiría producir la descendencia más fuerte y saludable.

El deseo tiene que ver con la supervivencia de nuestro ADN. No tiene que ver con la compatibilidad a largo plazo, con el “felices para siempre” .

Otra razón es que resulta difícil diferenciar entre lo que uno tiene y lo que imaginamos que podríamos tener. No es algo sorprendente. Somos bombardeados constantemente por imágenes de cuerpos “perfectos” e historias de relaciones “idílicas” (editadas) que, en cuanto dejan de ser idílicas, pueden ser reemplazadas fácilmente por otra relación idílica. Esas imágenes e historias, junto con el mantra publicitario de que “merecemos algo mejor”, ha llevado a muchos a creer que eso “mejor” está afuera, en algún lugar, y la cuestión es encontrarlo.

Por último, la tercera razón por la que hay insatisfacción al confundir amor con deseo es que constantemente nos recuerdan las millones de opciones entre las cuales teóricamente podemos elegir.

Nos repiten que “hay todo un mundo que nos está esperando” y que si nuestra relación actual no funciona no tenemos más que dejarla.

En vez de trabajar para que siga viva, nos preguntamos si elegimos a la persona “correcta”. Según las conclusiones de esta encuesta, la clave de la satisfacción no tiene que ver con lo que uno tiene o no tiene sino con lo que uno decide hacer con lo que ya es suyo.

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