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Lo tuyo no es Kafka, Friedler, es la Inquisición
Por (reenvio) Luis E. Sabini Fernandez - Thursday, Sep. 02, 2010 at 5:45 AM

Un anotación preliminar: el 25 de febrero de 2009 tuve que titular una nota sobre la invasión que acababa de arrasar a la Franja de Gaza, que mató a mil quinientos de sus habitantes, casi todos civiles y destruyó lo que todavía quedaba en pie de viviendas, hospitales, carreteras de este modo: “¿Invasión?... abracadabra... ¡antisemitismo!” Porque a quienes hacíamos referencia a dicho ataque, condenándolo, se nos tildaba de antisemitas.

“Vivimos en la mentira del silencio. Las peores mentiras son las que niegan la existencia de lo que no se quiere que se conozca. Eso lo hacen quienes tienen el monopolio de la palabra. Y el combatir ese monopolio es tarea central.” Emir Sade

El texto que sigue comenta una nota publicada en la página editorial de La República (Montevideo, 11 agosto 2010): “La metamorfosis sin Kafka” http://www.larepublica.com.uy/editorial/420040-la-metamorfosis-sin-kafka
Como ese cotidiano parece tener editorialistas replicables, como Egon Friedler y otros al parecer irreplicables no voy a arriesgar otro envío a la papelera de ese diario para comentar la nota con que EF dice comentar “por única vez” mis observaciones a notas suyas anteriores. 1
“¿Invasión?... abracadabra... ¡antisemitismo!” Porque a quienes hacíamos referencia a dicho ataque, condenándolo, se nos tildaba de antisemitas.
Es una viejo recurso. Autovictimizarse y estampillar de antisemita a todo el que critique lo que hace el Estado de Israel. Al parecer, con ese santiguado, el sionismo y el estado israelí adquirirían carta blanca para todo desmán o atrocidad.

En el caso de Egon Friedler, se cumplen puntillosamente todos esos requisitos: no tiene ningún empacho en calificar a otro, en este caso a mí, de “cómplice voluntario o involuntario [¡gracias por la duda!] del fascismo islámico [sic]” y que por ser (junto con otros) antiisraelí: “se han convertido sin comprenderlo en militantes de la extrema derecha más reaccionaria que ha conocido la historia.” Modestamente. Dice también que padezco de “el antisemitismo del siglo XXI mal cubierto con la hoja de parra agujereada del antisionismo”.

Sin embargo, al principio de su nota se queja de que “el tono de sus artículos [los míos] no es precisamente amistoso”. Y que “su propósito [el mío] evidentemente no es dialogar ni cambiar ideas, ni discutir sobre la base del respeto mutuo.” ¿Y el suyo, don Egon? “Su propósito es atacar, condenar, denigrar, estigmatizar, descalificar”.
Antes de citar las frases con que lo he calificado o descalificado, su cita merece una imperiosa aclaración: el que ataca, condena, denigra, estigmatiza, descalifica… es el estado israelí a los palestinos.

En esta cuestión, la verdadera falta de respeto es a los palestinos. En realidad, el Estado de Israel hace una pizca más que lo enumerado por EF: los vejan cotidianamente, los burlan, los maltratan, los encierran a veces en calabozos medievales, a menudo sin juicio en detención administrativa por años, los escarnecen, los privan de agua (no a los presos en particular sino a todos los palestinos), los golpean, les han quebrado los huesos sistemáticamente a niños, los torturan, los matan y hasta han devuelto sus cadáveres cosidos días después de los arrestos, les dificultan la asistencia al trabajo, a los cultivos, a la escuela, los contactos, hasta los partos en muchísimas ocasiones, los tratamientos médicos (hay testimonio de una presa con seis meses de sangrado por lo que resultó un cáncer, sin consulta médica concedida, pese a reclamos; decenas de palestinos en libertad mueren al año por atención médica demorada o impedida), les derriban u ocupan sus viviendas con total impunidad, con brutalidades o finezas técnicas y organizativas, según los casos y los fundamentalismos en curso, les hacen la vida cotidiana imposible a través de puestos de control −aplicando torniquetes a la circulación−, limitando horarios, carreteras separadas, bloqueo de víveres y enseres… en una palabra, orquestando desde el comienzo de la instalación sionista en Palestina, un etnocidio. Que se ha ido agravando. Siglo a siglo, década a década, año a año.

Con lo cual, la acusación de EF de considerarme cómplice de un fascismo islámico y ponerme al lado de Bin Laden, es casi pueril. ¡Qué busque una frase mía siquiera defendiendo algún fanatismo! Pero EF nos cuenta de su extrañeza puesto que su comportamiento periodístico ha sido: “tratar con respeto a los artistas cuyas actuaciones analicé. La misma actitud la he tenido en otras formas del periodismo que practiqué incluyendo el político.”
Si no puede seguir con semejante respeto, ése que ahorra tanto para hablar de los palestinos, debe ser porque lo debo haber maltratado enormemente. Veamos: lo que hice en mis notas fue incluirlo entre “intelectuales que se consideran demócratas, progresistas y rabiosos antifascistas”, tratarlo de pertenecer a “expositores con tribuna abierta”, referirme a “una distorsión” que hace (pero no lo traté de “distorsivo”), y criticarle por atribuir un “extraño amor [de judíos…] por islamistas fanáticos”, diciéndole: “un fenómeno que EF menciona sin dar un solo ejemplo”. Como que suena más a insulto que a argumento.
En concreto, ni una referencia a su persona. Aunque muchas, y fuertes, a sus “posiciones”, ni un solo insulto.
Pero el juego de EF en estas quejosidades por falta de respeto es como el del tero. Canta aquí para mantener alejado el verdadero asunto, la cuestión que he procurado presentar todo el tiempo y que él todo el tiempo esquiva o ignora. Son los palestinos, Friedler, es Palestina el gran ausente de esos escritos que al parecer no le gusta que le critiquen.

En pleno zafarrancho con soldados israelíes matando a mansalva en alta mar a varios embarcados sin armas, EF se escandalizó por los judíos que apoyan a los musulmanes y que se auto-odiarían.
No hay de que extrañarse. EF define así al convoy de ayuda a Gaza atacado militarmente: “la flotilla turca de apoyo a Hamas”. 2
EF se queja de que lo he marcado, usando un símil futbolero, como para impedirle hacer goles. Enhorabuena, me alegro si lo he logrado.
EF está orgulloso de los éxitos materiales, económicos, tecnológicos del Estado de Israel. Y no tiene una sola palabra para con los despojados para construir ese estado. Mejor dicho, la única palabra que le he escuchado es para decir que los palestinos no son queribles. Y que “por algo será”. Ya contesté, “felicitando” ese reconocimiento tácito al despojo que han sufrido los natives de Palestina a manos del sionismo (“El mundo tiene cada vez”… ya citado, La República, 4 de agosto de 2010).

Dice, muy suelto de lengua, que describo “una situación tan grotesca como falsa según la cual EE.UU. sería el único sostén económico de Israel entregando una cifra sideral todos los días a sus arcas.” No es una cifra sino un guarismo, no es grotesca o en todo caso es grotesca como la política misma y no es falsa sino bien verdadera, sólo que así como él la escribe es una verdad a medias: EF olvida que los generosos aportes de EE.UU. a Israel no provienen sólo de EE.UU. Más bien, en medida más que considerable provienen del resto del mundo que las elites de poder madeinUSA degluten incansablemente. Al César lo que es de César, a los esclavizados del orbe lo suyo…
Intenta burlarse de mis críticas al sionismo como si Israel ya no lo fuera: “Al parecer, no está informado de que ni Israel ni los judíos del mundo responden a ‘la línea del Partido’ de ningún dirigente sionista por más importante que sea, porque Israel es una democracia […].”
Delicado cronista de cultura: los rasgos racistas del sionismo, y por lo tanto su baja o nula democraticidad, así como los de los centros de poder en EE.UU. se han estado acentuando. Ovadia Josef, el guía espiritual de un partido religioso muy importante en Israel, el Shas, acaba de anunciar que ‘los viles palestinos están condenados a perecer’. 3 No es muy original porque es el pensamiento redivivo de los fundadores wasp de EE.UU. El gobierno no acompañó tales frases. Tenemos que interpretarlas como representativas de los sectores más fundamentalistas del judaísmo. Que son muy considerables, pero no son todo Israel.

El gobierno israelí sí acaba de aprobar que una escuela de colonos sionistas discrimine a falashas. 4 Una vez más, remedando un modelo de EE.UU. ya “superado” en origen, en Israel, en agosto de 2010, la ley protege a las escuelas de sionistas blancos que no quieren tener de condiscípulos a judíos afros. Modelo Little Rock.
Repare el lector: discriminación a otros judíos, a judíos otros. ¡Lo que queda para “palestinos”, musulmanes, ateos!
Lo hacen por razones profundamente “democráticas”: porque los alumnos de esa escuela no quieren estar en contacto con negros. Para proteger su voluntad y libre albedrío, “el Ministerio de Educación aprueba escuelas de colonias ‘sólo para blancos’”. 5
El artículo del que extraemos esta “buena nueva” nos recuerda que: “Israel es la única nación en el planeta con leyes de apartheid que son totalmente aceptadas por EE.UU. y otras naciones.”
No parece historia tan vieja, amigo. Golda Meir parece más actual que nunca. Tampoco lo es el proyecto político de expulsar, transferir, dispersar, sacar “de la vista” o exterminar palestinos.
Y de esos “cidios” sí me gustaría que hablara Egon Friedler.

Luis E. Sabini Fernández *

* Periodista, editor y docente de la Cátedra Libre de Derechos Humanos de la Facultad de Filosofìa y Letras de la Universidad de Buenos Aires.

notas:
1) “Enemistades íntimas”, 14/6/2010 y “Amor desde lejos”, 9/7/2010 de EF y mis comentarios a la primera, “El abordaje violento a barcos en Gaza: insultos eludiendo verdades”, 30/7/2010 y “El mundo tiene cada vez más judíos antisionistas”, 4/8/2010, comentando (jocosamente) la segunda nota señalada.
2) Aquí podría existir un descargo hacia su persona: cabe la posibilidad que haya sido un tema de secuencia editorial por la cual apareciera su artículo contra ‘los judíos autoodiantes’ precisamente a las dos semanas de la matanza y en medio de una fuerte tormenta mediática sobre esa cuestión. Lo interpreté como un deliberado afán de escamotear la tragedia frente a las costas de Gaza, pero podría ser que EF hubiese escrito eso con anterioridad, le hubiera sido publicado tardíamente y en ese caso su implicancia cambia: no habría sido una operación de diversión sino en todo caso una nota más de los tantos sionistas que procuran ajustar cuentas con judíos que consideran traidores o insoportables disidentes.
3) The Palestinians should perish… The Palestinians as evil. Haaretz, 29/8/2010.
4) Judíos etíopes de raza negra.
5) http://www.salem-news.com, 26 agosto 2010.

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