Julio López
está desaparecido
hace 6423 días
versión para imprimir - envía este articulo por e-mail

Sociales (UBA): Se abrió un nuevo capítulo en la pelea por el edificio único
Por IZQUIERDA SOCIALISTA - Monday, Sep. 06, 2010 at 6:06 AM
opinaellector@izquierdasocialista.org.ar 4381-4240 Hipolito Yrigoyen 1115, Capital Federal

Sociales (UBA): Se abrió un nuevo capítulo en la pelea por el edificio único

Se abrió un nuevo capítulo en la pelea por el edificio único


La caída de un vidrio de más de cinco metros en el hall de MT volvió a poner en evidencia una gravísima problemática edilicia que se arrastra desde hace años y necesita ser resuelta con urgencia. La semana pasada, el movimiento estudiantil de Sociales ha reaccionado con las asambleas más grandes de los últimos años, la toma de las tres sedes, cortes de calle y se propone seguir en ese camino de lucha.

La pelea por un Edificio Único para Sociales atraviesa la historia de nuestra Facultad de principio a fin. Desde su fundación, en 1988, nuestras cinco carreras se encuentran repartidas por toda la Capital Federal y en un traslado itinerante entre distintos edificios que van mostrando su caducidad y potencial derrumbe con el pasar de los años. En estos 22 años, muchos han intentado señalar que se trata sólo de un reclamo “corporativo”, “despolitizado”, “sindicalero”. Pero aprehender cómo hemos llegado al punto en que hoy estamos ayuda a dar cuenta de que, trás el conflicto por un edificio, se condensan el conjunto de las problemáticas presupuestarias, académicas, democráticas, de enfrentamiento al modelo educativo del gobierno nacional y las autoridades de turno de la facultad y la UBA. En todo caso, y en suma, nuestra segregación no se debe meramente a un problema de fondos presupuestarios, sino a una definición política de tener a la Facultad más movilizada del país debilitada, en tanto dividida, a la hora de llevar adelante cualquier reclamo.



Qué fuimos aprendiendo a lo largo de esta lucha?


Si algo ha quedado claro en el transcurrir de estos años es que nada de lo obtenido se consiguió sin luchar. El crecimiento de la matrícula de nuestras carreras durante los 90, demostró las enormes limitaciones edilicias existentes. La movilización y un histórico paro educativo de más de dos meses consiguieron el actual edificio de Ramos. En el 2002, por primera vez apareció la posibilidad de un Edificio Único con la toma del Rectorado durante 45 días que consiguió la compra del predio de Terrabusi en Constitución, para construir una estructura que albergaría a 27mil estudiantes. Nuestra casa de estudios cumplió 20 años en 2008, al calor de un nuevo episodio de esta pelea que, tras tomar las tres sedes, conquistó $23 millones para avanzar con la construcción de las obras que llevarían a la mudanza de Comunicación y Política.

Nada de esto cayó del cielo. Nada de esto se consiguió por bondad del gobierno nacional ni por las “negociaciones” de las autoridades de nuestra facultad. Los Kirchner tienen en su haber, además, el gran ridículo de haber anunciado con sus ministros de Educación la inauguración del edificio más de una vez. Incluso, en 2004 aducieron que gracias a un aporte del gobierno ya se iba a solucionar el conflicto. Lo cual demuestra, por un lado, su desidia, pero también que está en sus manos solucionar el conflicto en cuestión de minutos con una partida presupuestaria extraordinaria que resuelva definitivamente esta pelea. Pero, a riesgos de ser redundantes, insistimos en que si no luchamos masiva y tenazmente contra su política de desfinanciamiento a la educación, mientras destinan millones para pagar la deuda externa, no lo van a hacer.

En segundo lugar, se nos hace bien presente que las distintas autoridades de la facultad que fueron pasando, siempre terminaron poniéndose en contra del movimiento de lucha. Hoy lo vemos claramente con las declaraciones del Decano “progre”, Sergio Caletti, contra la toma, diciendo que rompimos el vidrio, que tomamos la facultad por internas, que sólo las agrupaciones están tomando. Como se ve, la lógica del macartismo que en Macri es diseñada por un Durán Barba no escapa a los filosofantes K de Carta Abierta que, con tal de no mover un dedo contra la política educativa de su gobierno, caen en los mismos silogismos reaccionarios que aquellos. A su vez, es interesante pensar que una “foto” de las movilizaciones del 97` incluiría entre los protestantes -los “tomadores”- a muchos de los personajes que hoy son parte de la gestión de la facultad. La “película”, sin embargo, hoy los muestra burocratizados al integrarse a los grupos profesorales que gobiernan la UBA, al punto de negar las peleas pasadas. Además, claro que también lo hacen porque, según ellos, ahora tenemos el mejor gobierno nacional posible y no hay de qué quejarse.

Creemos que ha quedado saldado el debate que teníamos durante el primer cuatrimestre cuando El Tren, la conducción del CECSo, decía que toda la pelea debía ser contra el Rectorado y no era necesaria una disputa directa contra las autoridades de la facultad. Esa pelea era necesaria para llevar adelante la lucha por el cierre de las causas y el comedor y también, para ésta, por el edificio. Entender los responsables de las políticas contra quienes luchamos es clave, cómo lo es también tener claridad de por qué luchamos. En este sentido es que nos parece equivocado intentar hacer eje en este conflicto -que estalló por las condiciones edilicias- en el reclamo de subsidios para el CECSo. Se trata de un reclamo que acompañamos, pero que hoy puede confundir a la hora de masificar y a su vez plantear un horizonte equivocado de resolución.


Las enseñanzas organizativas acerca de cómo avanzar en nuestros reclamos



Es imposible tener recetas prediseñadas sobre cuáles son las mejores formas de llevar adelante un conflicto. Pero si podemos sacar algunas conclusiones del balance de los capítulos previos de esta pelea. En primer lugar, la importancia de las asambleas. Éstas se han cristalizado como la mejor forma organizativa para masivamente condensar los debates del movimiento de lucha, sumar más compañeros y salir luego, a pesar de las diferencias, a pegar como un solo puño. Claro está, esto implica un compromiso -no siempre asumido por todos- de no imponerle a las asambleas debates y conclusiones que excedan a las discusiones políticas del momento y a las necesarias del proceso que se quiere sacar adelante.

Es importante, en suma, no “casarse” con ninguna medida de fuerza, sino ir adecuándolas a lo que cada situación requiera para desarrollar el movimiento de lucha. El objetivo de nuestra pelea no es sólo tomar la facultad, sino que en pos del objetivo de la pelea, que es el Edificio Único, tomamos la facultad como también hacemos marchas, clases públicas y otras medidas. La legitimidad de la actual toma es enorme, y así lo demuestran la magnitud de las asambleas y el debate con la mayoría de los compañeros que se han acercado durante estos días a las sedes puestas bajo control estudiantil.

Está claro que nuestra pelea, con los enemigos que tiene por delante, es difícil y no va a resolverse de un día para el otro. Sino que, si realmente queremos luchar para ganar, debemos pensar en un conflicto largo. Eso fortalece la necesidad de no quemar ninguna de las medidas. Y por ello es que también desarrollamos políticas como la de la toma, pero con clases públicas. Éstas últimas buscan ser un espacio donde poder discutir y sumar más compañeros a las tomas y a la pelea en general. Ante el boicot de las autoridades de la facultad, que bajan la directiva de que nadie vaya a dar clases y así vacían la facultad, es necesario tener una política también. Conflictos como el de 2008 y 2005 muestran que es posible parar la pelota, suspender las tomas para que la totalidad de las clases vuelvan a la facultad y poder pasar por todos esos cursos a imponer un debate sobre la situación en que estamos, sobre las medidas llevadas adelante y sobre cómo seguir, en pos de sumar más compañeros a los que ya estamos comprometidos con la lucha, en pos de ser muchos más cuando decidamos volver con la toma. Este fue el criterio con el que actuamos correctamente junto a los compañeros del PO y PTS en 2005 y 2008 estando en la conducción del CECSo, y nos sorprende que en esta ocasión, sin tener la responsabilidad de la conducción del Centro, hayan forzado otra política. Nos sorprende, en tanto nos encontramos en un contexto similar (luchas educativas a nivel nacional) y ante similares agresiones del decanato (Schuster antes, Caletti ahora). En esas ocasiones, la suspensión de la toma permitió volver a la semana siguiente, tras pasar por todos los cursos desarrollando el debate, con asambleas más grandes y desarrollar una toma con aún más participación y así conquistar algunos de nuestros reclamos.



La importancia de la unidad en la lucha




Como no se trata de un conflicto fácil ni corto, es importante trabajar con cuidado las diferencias que necesariamente van a aparecer. Sobre todo, teniendo en cuenta que se trata de discusiones sobre cómo mejor avanzar en un mismo sentido, y en tanto es necesaria la mayor unidad posible para potenciar la convocatoria a más compañeros y para enfrentar los ataques de las autoridades de la facultad.

Por poner ejemplos de esto, de actitudes divisionistas que debemos dejar de lado, nos interesa señalar que vemos equivocadas actitudes como la de los compañeros de El Tren, que intentaron votar en MT un repudio a un volante de los compañeros del PO generando un enfrentamiento innecesario. También vemos equivocado el planteo de los compañeros del PO, de salir a denunciar que en Ramos “se levantó la toma por la intervención de la UES”, insultando tanto a los compañeros que sostuvimos e impulsamos la medida, como a los que votaron mayoritariamente la suspensión momentánea de la toma y otras medidas de lucha, generando una polarización entre agrupaciones y, además, entre sedes de la facultad, que sólo debilita la lucha.

Hacemos un llamado para que cambie la actitud de algunos compañeros, sin distinción de ser partidos o agrupaciones estudiantiles, cuya única pregunta a responder pareciera ser cómo sumar más gente a su organización o, a lo sumo, cómo ganar las próximas elecciones; y no cómo masificar el conflicto, cómo sumamos a los compañeros que hoy no están, qué hacemos con los que no apoyan lo que estamos haciendo, qué política nos damos hacia los docentes y la AGD-UBA para que sean parte de las medidas de fuerza; cuándo cambiar tácticamente de medida a realizar. En definitiva: cómo se gana este conflicto.


Sigamos adelante, escribiendo la historia de nuestra facultad




Tenemos un marco más que auspicioso para seguir avanzando en nuestra pelea. La coordinación con los estudiantes secundarios en lucha nos da un plafón y un impulso enorme. Haber realizado las asambleas más grandes de los últimos años en nuestra facultad no puede más que llenarnos de alegría y marcarnos que vamos por un buen camino. Fortalezcamos la unidad del movimiento de lucha. Vamos con todo, con todas y todos, contra Caletti y su gestión “progre”, para sacar la facultad a la calle contra la política educativa privatizadora del gobierno kirchnerista. Vamos por el Edificio único, por las reformas que cada sede necesita y por más presupuesto.

Se trata, en todo sentido, de unir Sociales y sacarla a las calles para ponerla al servicio de los trabajadores y el pueblo.


IZQUIERDA

SOCIALISTA

Secretaria Obrero-estudiantil del CECSo y de la Fuba

agrega un comentario