Declararon Corsi, Peratta y Rebaynera
Por reenvio - Wednesday, Sep. 15, 2010 at 10:33 AM

El médico y los dos ex penitenciaros prestaron declaración indagatoria en una audiencia que se aproxima a la instancia de alegatos. La negación fue el común denominador del relato de los tres imputados. Rebaynera habló de un complot en su contra y de que existen “intereses económicos” de los “organismos que viven de esto”. El Tribunal, por su parte, rechazó careos y pedidos de recusación y reserva. Por Secretaría de Prensa y Difusion – APDH La Plata

14SEP10) - El Tribunal Oral Federal en lo Criminal N° 1 de La Plata resolvió hacer lugar a la prórroga solicitada por las querellas –entre ellas la APDH LA PLATA y la CTA- y pasar a cuarto intermedio hasta el próximo 27 de septiembre, día en que darán comienzo los alegatos de los organismos querellantes. Los argumentos esbozados fueron la “multiplicidad de pruebas y hechos”, y la “complejidad del proceso” (judicial).

Asimismo, las declaraciones del Dr. Enrique Leandro Corsi y los ex agentes penitenciarios Jorge Luis Peratta y Raúl Aníbal Rebaynera, dieron por finalizado el período indagatorio a los imputados y antecedieron a una serie de resoluciones del Tribunal que tendieron a desfavorecer los diversos pedidos formulados por los abogados defensores como, por ejemplo, careos y recursos de casación y reserva.

Indagatorias. El Dr. Corsi fue el primer imputado en prestar declaración aunque su cuadro de hipertensión, arritmia y “dolor de ojos” impidieron que pudiera concluir con todo aquello que tenía para decir a la Justicia Federal.

Corsi se recibió de médico en 1974 mientras militaba en el PJ “para ayudar a los barrios”. Según su testimonio, el imputado atendió a compañeros en la Unidad Básica y participó, además, del regreso de Perón. “Estaba en la columna sur y recuerdo que armamos un círculo con camiones para atender a los heridos”, dijo.

El ingreso al área de sanidad de la Unidad 9 de La Plata fue en octubre de 1978, luego de haber trabajado con pacientes neuropsiquiátricos de la Unidad 10 durante más de un año. Tras ser derivado a otro penal, a Corsi le fueron asignados dos pabellones de presos comunes con los que tuvo una “buena relación” y hasta llegó a jugar al fútbol.

“Nunca hice guardia en la U9”, aseguró el imputado tras negar haber firmado sumario alguno. Y agregó: “Iba a las celdas cuando los internos tenían dolor de cintura o laringitis, y ahí se les proveía la medicación que debían tomar”.

En otro orden, Corsi aseguró no haber visto ni atendido jamás al interno Alberto Pinto. Es más, confesó conocer a los once ex penitenciarios y a los dos médicos imputados cuando “cayó preso” en la Comisaría 1. “Ahí me presentaron y todos pensaron que yo era un infiltrado”, arguyó Corsi.

La negación fue la constante de la declaración indagatoria. El imputado “no sabía que había un medico de apellido Jurío”, según expresó. Del mismo modo negó que Jurío le haya indicado que Pinto era epiléptico y que juntos fueron a ver al interno. Sin embargo, el Tribunal procedió a la lectura de una declaración testimonial que data de 1984 y que Corsi no pudo recordar.

En esta misma línea, el imputado negó haber permitido que “se maltratara a un preso”. Juró haber repartido medicamentos jamás como así también haber conocido las celdas de castigo, sus características y el comedor de la U9”. Pero sí confesó que “cuando Favole operó a Pinto se enteró todo el penal”.

Ni olvido ni perdón. Jorge Luis Peratta comenzó su declaración indagatoria con una advertencia que repitió más de una vez: que nunca pidió perdón y que tampoco lo iba a hacer ante este Tribunal.

El ex penitenciario ingresó en la U9 a finales de 1974. “Yo era la oveja negra porque la mayoría de mis compañeros provenían del penal de Sierra Chica”, afirmó. Según su testimonio, durante varios meses trabajó en una “situación incómoda” ya que le decían que sus concuñados eran “zurdos”. “Y bueno, tengo la desgracia de que lo sean, pero yo no”, se excusó Peratta.

Sobre las condiciones de detención, el imputado dio fe de que “la U9 era un hotel de cinco estrellas para un preso común, es decir, todo lo contrario para los presos políticos que jamás habían pisado una cárcel”.

También la indagatoria de Peratta se basó en la negación. Dijo no haber llevado junto a Rebaynera al testigo Mogordoy a la celda de castigo. Tampoco haber estado en la U9 entre mayo y junio de 1978. Y, hacia el final, se dedicó a cuestionar al juez Leopoldo Schiffrin y al fiscal Carlos Dulau Dumm.

Fabulaciones. Raúl Aníbal Rebaynera tenía “muchas ansias y muchas ganas de declarar”, según manifestó. Y, como era de esperarse, su declaración indagatoria se enfocó en el enunciado de contradicciones en los testimonios del proceso judicial cuyo debate oral y público comenzó en abril pasado. Sobre la requisa del 13 de diciembre de 1976 arguyó, por ejemplo, que “para entonces trabajaba en Romero”.

Francisco Virgilio Gutiérrez. Rebaynera negó haberlo golpeado y participar de requisas junto a personal del Ejército. Asimismo desmintió haberlo encerrado durante diez días y haberle restringido los recreos. “Hay gente que es quejosa: ¿Todo el mundo le pegaba?”, se preguntó el imputado.

Carlos Mario Gutiérrez. El imputado refutó que el testigo haya dicho “Rebaynera me pegó”. Y, en ese sentido, concluyó: “Me hicieron la fama de nazi, de la música. Un poco más y me comparan a Hitler”.

Ricardo Enrique Strecelecky. Según Rebaynera, era mentira que el interno fuese “por cualquier” cosa a los chanchos. Del mismo modo, arengó no haberlo conocido, ni mucho menos haberlo llevado a las celdas de aislamiento.

Washington Ramón Mogordoy y Luis Aníbal Rivadeneira. El médico imputado negó haberlos conocido, y en el caso del último, haberlo tratado de “tocayo”.

Por último, sobre el interno Raúl Eduardo Acquaviva, Rebaynera objetó haberle pegado y quebrado una costilla al interno. “Yo tengo una fotocopia de un diario del Juicio a las Juntas, donde Acquaviva nunca hace mención a la U9. Sólo menciona la cárcel de Mendoza y al Palacio de Justicia de esa provincia”, sugirió el médico. Y remató: “Ese hombre es un fabulador”.

Ante la pregunta del abogado defensor Dr. Flavio Gliemmo, el imputado alegó no haber pegado en las plantas de los pies con una varilla de madera a ningún interno. En palabras suyas, “Hay muchos testimonios que están armados contra mí. Hay intereses económicos a través de los abogados de los organismos que viven de esto”. “Son idiotas útiles”, resumió.

Careos. La defensa del imputado Rebaynera solicitó un careo con el testigo Luis Aníbal Rivadeneira y de inmediato el Tribunal resolvió no hacer lugar a la peitición, así como tampoco con Julio César Urién.

Hacia el final de la declaración indagatoria sobrevinieron algunos exabruptos por parte del médico que parecieron no conducir a ningún lado. Sobre Adolfo Pérez Esquivel, el testigo dijo que “estaba equivocado” y respecto a Juan Scatolini, que había un complot contra su persona en el que estaba involucrado.

“El día que declaró Anguita, vino caminando hacia mi, ni me miró y me identificó por la campera azul. Si acá hay fotos que se publican en internet, que salen en todos lados. Acá hay un complot. ¿Cómo no me van a conocer?”, se preguntó el imputado ante la declaración del periodista.

Por último, Rebaynera fue interrogado sobre un sumario administrativo en el que pudo reconocer su firma junto a la de Ríos, un tal Spinella, Robles, Morel, Ferrero, los médicos Corsi, Jurío y Favole y, por supuesto, a la del director del penal Abel Dupuy.

Según lo dispuso el Tribunal luego de varias resoluciones, la audiencia se reanuda el próximo lunes 27 de septiembre, semana destinada para los alegatos de las querellas, y que continuará con los de la defensa que están previstos para la semana del 4 de octubre.



SEGUI EL JUICIO A LA UNIDAD 9

http://WWW.JUICIOUNIDAD9. WORDPRESS. COM

Contacto: Secretaría de Prensa y Difusion APDH La Plata

tel: (0221) 482-0595

Joaquín Lanfranchi: (0221) 156028416

Contacto: Secretaría Jurídica APDH La Plata

Oscar Rodríguez: (0221) 154953702

agrega un comentario