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La dependencia porteña que paga subsidios sociales no atienden hace una semana
Por reenvío Gustavo Veiga / página12 - Friday, Sep. 17, 2010 at 11:01 AM

El edificio de Desarrollo Social de Pavón y Entre Ríos, que atiende las emergencias sociales, se encuentra cerrado desde el miércoles 8. A las personas que van a cobrar allí los planes sociales o subsidios les informan que no hay dinero.

Cerrado por falta de plata

El gobierno porteño aggiornó una máxima menemista de los ’90: “Ramal que para, ramal que cierra”. Sólo que esta vez, la ministra de Desarrollo Social, María Eugenia Vidal (la preferida de Mauricio Macri), la aplicó sobre áreas a su cargo. Algo así como “dependencia que no puede pagar subsidios a los pobres, dependencia que cierra”. En avenida Entre Ríos 1492, donde funciona la Subsecretaría de Desarrollo Social, no se atiende al público desde el miércoles 8 por falta de presupuesto. “Es insólito y aberrante”, denuncia Horacio Avila, de la organización Proyecto 7, que trabaja con personas en situación de calle. La situación no es nueva –en junio de 2009 pasó algo semejante–, aunque ahora la desatención a los habitantes más desprotegidos de la ciudad es tan prolongada que batió su propio record: cumplió una semana. Para entender mejor a quiénes afecta la medida, basta un ejemplo. Allí funciona el Programa Nuestras Familias, que según la propia página web del gobierno está destinado a aquellas “que se encuentran en situación de extrema carencia en riesgo de sostener la integración del grupo y sus necesidades básicas”.
Padres, madres, hijos pequeños y abuelos vieron cómo les cerraban las rejas de la subsecretaría, con entradas por Entre Ríos y la calle Pavón, el miércoles de la semana pasada. Habían ido a tramitar o reclamar alguno de los tantos planes sociales que se abonan en esa dependencia del barrio de Constitución. Cansados de protestar en el interior del edificio custodiado por una empresa de seguridad privada, cortaron el tránsito sobre la avenida. Desde ese momento, hace ocho días, no pudieron ingresar de nuevo a esas oficinas donde funcionan la Subsecretaría de Fortalecimiento Familiar y Comunitario y la Dirección General de Asistencia Inmediata, como distintos programas de asistencia social para la tercera edad o personas sin vivienda.
El extenso cierre de la subsecretaría, cuyos principales funcionarios son los cuestionados José Luis Acevedo, de Fortalecimiento Familiar, y Pablo Díaz, de Asistencia Inmediata, provocó a sus puertas una situación conflictiva con las familias que esperan por el subsidio para costear una pieza de hotel o alimentar a sus hijos. Incluso, algunas se presentaron después de que habían sido enviadas desde la sede principal del Ministerio de Desarrollo Social, ubicada en México 1661. No les informaron que sería inútil concurrir a la sede de Entre Ríos.
Página/12 constató ayer que no se atiende al público desde el miércoles 8. Las rejas son una barrera para quienes habitualmente tramitan planes sociales en el lugar. El dirigente de las personas en situación de calle comentó: “Esto no tiene ninguna justificación. No sabía que un organismo público de atención directa podía cerrar sus puertas por no tener fondos para efectuar pagos o atender urgencias básicas. Y lo hicieron sin siquiera dar la cara. ¿Por qué no cierran Desarrollo Social o, mejor aún, la Jefatura de Gobierno hasta que se haga el traspaso del mando en 2011?”.
A fines de junio de 2009, en vísperas de las elecciones legislativas nacionales, la subsecretaría también fue cerrada porque habitantes del asentamiento La Fábrica, del Bajo Flores, habían ido a reclamar subsidios tras sufrir el incendio de sus viviendas. Un guardia de seguridad del edificio público le dijo a este diario que no atenderían a nadie hasta después de los comicios –que se desarrollaron el 28 de junio– porque “los villeros rompieron todo”. Esta vez, en Desarrollo Social no se atrevieron a utilizar ni ése ni un argumento parecido. Dejaron de atender a las familias indigentes sin previo aviso.
Tres meses después de aquel cierre, que no se prolongó tanto como el actual, el jefe de Gobierno porteño declaraba en una entrevista que se concentraría en “los problemas de pobreza, que aparecen cada vez más en la ciudad, mediante el trabajo conjunto con los chicos desde Desarrollo Social, Educación y Salud, para lograr una estimulación temprana correcta, favorecer la lactancia materna y para que, finalmente, tengan igualdad de oportunidades”.
Las personas que intentaron desde el miércoles 8 conseguir algún subsidio con la pretensión de cumplir los objetivos que declama Macri escucharon una respuesta uniforme: “Hasta el 20 de septiembre no hay partidas ni para emergencias”. En la subsecretaría decidieron bajar la persiana y que los pobres de toda pobreza se las arreglen con la caridad ajena.

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