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Argentina: ¿Cuánto dinero mueve la “prostitución impresa” en los diarios?
Por Argenpress - MDZOL - Tuesday, Sep. 21, 2010 at 8:02 PM

Un caso relatado alienta un debate silenciado aquí y que se desarrolla sin tapujos en España: ¿debe permitirse libremente la publicación de clasificados de trata de personas? Este fin de semana se publicaron en Mendoza más de 800 avisos con ofrecimientos.

Un aviso clasificado propone sexo y ofrece un teléfono para que quien desee obtenerlo, llame y pague por él. Nadie sabe quién es el oferente. Puede ser una persona solitaria o integrante de una organización; un grupo de amigas o amigos que quieren divertirse o, directamente, trabajadoras del “oficio más viejo del mundo”.

Quien “compra” al leer el aviso en el diario no sabe si quien “vende” es mayor o menor de edad, aunque muchas veces los anuncios publicados en los dos principales diarios impresos de Mendoza incluye un dato que los pone por fuera de la ley: “bebotas”, “quinceañeras”, “jovencitas” son algunas de las palabras utilizadas sin que ningún organismo de protección de los derechos de los jóvenes intervenga.

En España el tema de la “prostitución impresa” en sus principales diarios está en el centro del debate. A tal punto es así que una comisión del Congreso investiga los montos que se mueven en publicidad de servicios de prostitución. Las primeras cifras son escalofriantes y demuestran que existe una verdadera y muy redituable “industria del sexo” de la que las empresas periodísticas no quieren despegarse.

En la Argentina, quien levantó la bandera del asunto –para sus propósitos políticos, claro está- fue el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández. "En este país hay muchas cosas por discutir y resolver, entre otras el rubro 59, con el que Clarín gana un millón de pesos por mes", afirmó el jefe de Gabinete en declaraciones a radio Continental.

Y al respecto, agregó: "Sacan notas fenomenales de la trata de personas, pero publican 1 millón de pesos por mes en el rubro 59 donde motiva o pregona o hace la propaganda de la prostitución todos los días que se puede".

Desde el punto de vista de los profesionales del periodismo, en tanto, fue Fopea, el Foro de Periodismo Argentino, quien emitió un documento en el que pidió que se termine con la promoción de la prostitución en los medios de comunicación.

El caso español

Se sostiene que España es el único país de Europa en el que diarios como El País o El Mundo publican –a un costo de unos 120 dólares cada uno- alrededor de 600 o 700 clasificados de esta categoría cada día.

La cifra anual que se mueve alrededor de la venta de sexo en anuncios impresos llega, allí a los 50 millones de dólares.

Se trata de un debate que está pendiente y que costará instalar, habida cuenta que se trata, como vemos, de dinero que circula por los mismos medios de comunicación que debieran alentarlo.

Por lo pronto, organizaciones de periodistas de todo el mundo y también de la Argentina, ya han señalado su opinión contraria a la proliferación de publicidad de prostitución en los diarios impresos que son considerados, paradojalmente, como “serios”.

En Mendoza

Tan sólo el fin de semana, los dos principales diarios impresos de Mendoza, Uno y Los Andes ofrecen –sumados- más de 640 avisos de prostitución bajo la oferta de “saunas” (en el Uno) y “servicios diversos”, “salud” , “esparcimiento” y “saunas” (en Los Andes).

En el primero de los diarios el último sábado se publicaron 199 avisos y el domingo fueron 208, 14 de los cuales se destacaron con mayor tamaño y diseño. En el más antiguo matutino local fueron 86 el sábado y 74 los clasificados sexuales del domingo con 4 destacados.

Para publicar un aviso en Los Andes hay que tener 40 pesos en el bolsillo. Eso aumenta si lo que se quiere es explicar de qué se trata el “servicio” en más de 15 palabras. Si el aviso lo ponés en domingo, otros tres días hábilen resultarán gratis. El “centenario matutino”, sin embargo, toma sus recaudos: quien pone el aviso debe dejar en la oficina comercial fotocopia de un impuesto y del documento de identidad propio.

Si esas son las mismas cifras que manejan todos los diarios, estaríamos hablando de una "inversión" anual en Mendoza en prostitución publicada de cerca de un cuarto de millón de pesos.

¿Quién está detrás del ejercicio de la prostitución en Mendoza, la financiación de semejante despliegue publicitario? ¿A cuánto llega la cifra de “inversión” en clasificados de prostitución en los diarios de la provincia y cuáles son los fondos que la actividad maneja, si es capaz de moverse con esta capacidad de difusión en los medios?

El debate

En España se habla lisa y llanamente de la prohibición de estos anuncios. “No acabará con la prostitución pero, sin duda, será una traba para su difusión”, sostuvo la Asociación de Dueños de Periódicos de Cataluña. Pero también están los que se oponen a cortarles estos ingresos a la prensa. Tal es el caso del periodista Fernando Ónega, quien explicó que no es función de los diarios perseguir a las mafias de la prostitución, “sino de la policía”.

El diario digital Público.es nació sin anuncios de prostitución. Salomé García, jefe de Informaciones del periódico, fue claro. “No puede ser que leas una información sobre derechos humanos y unas páginas después te encuentres con varias de clasificados de prostitución”, dijo, según lo reflejó un informe de la BBC.

Lectores activos

La polémica llegó a tal punto en Madrid, que los lectores de uno de los diarios que más dinero ganan con esto, como es El País, inundaron su redacción con cartas exigiendo el fin del negocio. Fue así que la “defensora de los lectores” del propio periódico –Milagros Pérez Oliva- debió escribir una columna en la que opinó: “No deberían publicarse esos avisos en este periódico”, el mismo en el que ella presta servicios.

Las voces polémicas son muchas. Están quienes dicen que si no publicitan los servicios sexuales en los diarios, las prostitutas se lanzarán a las calles a ejercerlo. Pero también han surgido en el Viejo Continente quienes dan cuenta que se publican sin demasiado trámite anuncios que podrían ser la punta de un iceberg de redes de trata de personas, de explotación de menores de edad o simplemente de –como se le llama en este siglo- de “esclavas” de este tiempo.

Los diarios españoles, acosados por la demanda de claridad, se han escudado en la falta de regulación del tema y sostienen que, de existir, la cumplirían.

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