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Feria Nacional de Semillas Nativas y Criollas
Por Fuente: EcoDias - Monday, Oct. 04, 2010 at 6:05 AM

La tierra para el que la trabaja, alimento para la mesa de todos los argentinos

Redacción EcoDias - 29/09/2010

“Más de 200 años sembrando esperanza” fue el lema elegido para iniciar la primera Feria Nacional de Semillas Nativas y Criollas, coincidiendo con la cuarta que se realiza a nivel provincial. El escenario fue el Parque Pereyra Iraola que albergó a más de 4.000 productores familiares y miembros de organizaciones campesinas e indígenas de todo el país, quienes compartieron sus experiencias y producciones con las más de 20 mil personas que visitaron la Feria en Berazategui.
La soberanía alimentaria, el modelo productivo, la economía social y la tenencia y uso de la tierra fueron los ejes de esta edición.

La ministra de Desarrollo Social, dra. Alicia Kirchner, y el de Agricultura, Ganadería y Pesca, dr. Julián Domínguez, acompañaron con su presencia esta feria que busca, entre otros objetivos, la construcción de la soberanía alimentaria. Allí, además de debates, reflexiones y talleres, hubo lugar para el intercambio de semillas propias de cada productor con otros de diferentes sectores de Argentina.
En el acto de apertura el ministro Domínguez valoró la producción local de semilla criolla y consideró que la tierra es un bien social. “Proponemos una Argentina de propietarios: quien trabaja la tierra, que tenga la tierra”, sostuvo el funcionario. Porpuso el concepto de propiedad social agropecuaria y sostuvo que el estado debe estar presente para compartir la problemática de este sector y encontrar los recursos jurídicos que otorguen plenos derechos a los pequeños productores.
La Feria fue el marco propicio para que Domínguez formulara personalmente a los productores las propuestas enmarcadas en el Plan Estratégico Agroalimentario Agroindustrial 2010/2016: “Estamos incorporando la pluralidad de voces a un proyecto nacional y popular”, destacó el ministro.
A su vez, la ministra Alicia Kirchner advirtió que no bajarán los brazos en la construcción de políticas públicas. “Desde 2003 elegimos el camino de la soberanía alimentaria desde la producción. Hemos logrado construir todo un entramado social que nos permite trabajar articulados, apoyando a los pequeños productores”, explicó.
No menor fue el desafío planteado por el presidente de la Mesa Provincial de Organizaciones de Productores Familiares de Buenos Aires, Martín Goizueta: "Nos sentimos parte de ese pueblo que hizo grande nuestra patria, y hoy queremos trabajar por lograr una nueva soberanía en nuestra tierra, la soberanía alimentaria, para que seamos los argentinos quienes decidamos, qué producir, cómo producir y para quién producir, y no un modelo agro exportador que se nos impone, cuyo único fin es la ganancia a cualquier costo, y que aplica tecnologías e insumos que atacan la salud del ser humano y de nuestra tierra".
En la inauguración del evento, Goizueta consideró que esta feria constituye un hecho político que permite hacer visible un sector que aporta a una patria más justa y solidaria. Explicó que los productores familiares llegaron a ese espacio tras un largo proceso histórico y que, si bien reconocen las políticas activas que se implementan desde el Estado, consideran necesario que el modelo de desarrollo rural ponga el eje en la sustentabilidad y la justicia social para que en ninguna mesa de los argentinos falte un alimento.
“Queremos recuperar la función social de la tierra y construir con coraje un modelo de desarrollo que mire al futuro, porque este es un sector que produce alimentos sanos, variados, agroecológicos para la mesa de nuestro pueblo resguardando los recursos naturales”, destacó el dirigente tresarroyense.

Reflexionar
Del encuentro en Berazategui participaron alrededor de 150 productores y emprendedores de Bahía Blanca, Tres Arroyos y la zona, entre otros sectores de la provincia de Buenos Aires.
Días después del encuentro, EcoDias dialogó con Martín Goizueta, representante de la organización Madre Tierra de Tres Arroyos: “La feria es un encuentro en donde las organizaciones de productores familiares, campesinas e indígenas del país nos encontramos para reflexionar sobre distintas propuestas. El tema de la soberanía alimentaria, el uso y tenencia de la tierra, la comercialización, el cuidado del medio ambiente, entre otros temas. Hubo distintos paneles con presencias muy importantes como la de Ricardo Foster y de distintos representantes de las organizaciones. También hubo talleres donde los productores participaron generando un intercambio sobre estos temas. Y hubo una gran feria que nos sobrepasó, porque había 800 mesas para que las organizaciones y los productores expusieran sus productos y no alcanzó, hubo una participación de más de 20 mil personas en los dos días”.
Explicó Goizueta que el evento tiene como objetivo principal lograr hacer visible a este sector del campo argentino a través de la gran cantidad de organizaciones existentes para que se conozca las propuestas, los trabajos y el modelo de desarrollo rural que se propone desde hace muchos años: “Aquí hay un trabajo en conjunto con el estado. Esto nos parece fundamental: articular o cogestionar organizaciones campesinas, indígenas y de productores familiares con distintas instancias de los estados nacional y provincial para construir políticas públicas. Es un eje importante porque realmente nos sentimos escuchados en los planteos. Fue un orgullo haber contado con la presencia de los ministros de las carteras de Desarrollo Social y Agricultura charlando y reflexionando con las organizaciones”.

Hechos alentadores
Los grandes medios de comunicación han brindado en los últimos años un espacio importante para los que se autodenominan “representantes del campo argentino”. El paso del tiempo ha develado que los titulares de la Mesa de Enlace sólo tienen como objetivo defender sus intereses corporativos, y que por ello se han enfrentado al gobierno nacional, que propicia otro modelo de desarrollo.
Pero mínimo es el espacio concedido mediáticamente a los productores familiares, cuya cantidad supera largamente al nucleado en torno a los terratenientes. Señala Goizueta que el sector de la agricultura familiar ha desarrollado una lucha histórica en el país, que poco a poco les ha permitido ir modificando su situación de manera positiva, “sobre todo en el tema de ser tenidos en cuenta, de ser visibles y de la cantidad de programas direccionados hacia el sector. Hoy tenemos un reconocimiento como es la existencia de la subsecretaría de Agricultura Familiar y Desarrollo Rural, dependiente del Ministerio de Agricultura de la Nación. Desde ahí estamos construyendo y discutiendo políticas públicas. También desde el INTA hay institutos particulares que atienden la problemática del sector, por medio de institutos de tecnología para la agricultura familiar. Asimismo, hay líneas de crédito, así como una gran diversidad de programas que atienden a este sector que no existían con anterioridad. Esto es consecuencia de las luchas de las organizaciones y también de un gobierno que está mirando a este sector para integrarlo e incorporarlo a un modelo de desarrollo más equitativo”.
Producción de alimentos sanos y cuidado de los recursos naturales son algunos de los ejes donde se apoya la agricultura familiar. Bien distinta de las empresas que explotan la tierra y destruyen el hábitat: “Ante eso anteponemos y luchamos por un modelo que haga eje en la producción de alimentos para la mesa de los argentinos. Desde ahí también planteamos y empezamos a debatir el tema de la tierra, qué pasa con el uso de la tierra. Planteamos la necesidad del uso social, la función social de la tierra, tanto en lo urbano como en lo rural. Pero en lo rural es donde más nos cuesta empezar a trabajar este concepto”.
Volviendo a la feria de semillas, Goizueta destacó que el hecho de haberse congregado organizaciones familiares, campesinas e indígenas, “fue muy interesante porque lo logramos en pos de la unidad del sector. Esto nos alienta porque avanzamos en unidad y nos da más posibilidades de tener más fuerza para la lucha que tenemos que seguir dando. Hacia delante vamos a construir propuestas concretas para trabajar con el ministro de Agricultura, que es lo que nos ha pedido y nosotros también nos hemos comprometido. Uno de los principales temas que vamos a charlar y reflexionar es el tema de la tierra, y también de la soberanía alimentaria. La tierra en el marco de la propuesta productiva y de comercialización que estamos generando”.
Sin embargo, aclara Goizueta, el evento no se agota en el sector de la agricultura sino que es compartido con experiencias con las que comparten ideas: “Estamos viendo la posibilidad de juntarnos con otros sectores de la economía social, como fábricas y empresas recuperadas, organizaciones ligadas al microcrédito como para constituir un frente mucho más amplio y no solamente desde lo rural”.

Bahía en la feria
Pablo García es ingeniero agrónomo y coordinador general de la granja agroecológica y educativa “Los Tamariscos”, una experiencia que se lleva adelante desde Cáritas Bahía Blanca.
Sus trabajadores participaron en la feria realizada en Berazategui y destacaron la posibilidad de poder intercambiar experiencias de trabajo y de organización con productores de diferentes lugares: “La feria no sólo tiene que ver con la agricultura familiar sino con los muchos aspectos que se vinculan desde la economía social. Es un espacio de encuentro, de intercambio de semillas -que es el origen de la feria-, intercambio de experiencias y de capacitación en el diálogo permanente. Para los jóvenes de la Granja fue una instancia de intercambio y de aprendizaje, de mostrar lo que se hace y comparar con experiencias de otros lugares. Y es importante el peso que tiene esto en la construcción del Movimiento de Agricultura Familiar, porque uno encuentra que codo a codo está trabajando con otras cuatro mil personas a nivel nacional, que lo mismo que buscamos en Bahía Blanca se busca en otros lugares del país. Como construcción de la agricultura familiar, como política y como movimiento familiar es muy interesante”.
Para García, todo lo aprendido y recogido en la feria luego repercute en el trabajo de la granja, también desde la cuestión anímica para sus integrantes: “Vemos que no estamos solos, la construcción va mucho más allá de lo que pensamos en Bahía, es una construcción nacional. Por otra parte, todo el aprendizaje que se trae se pone luego en la práctica. Desde la experiencia de la granja nos nutrimos de otras formas de cultivo, de producción de alimentos, de la forma de ver la producción a través de distintos enfoques. Con los jóvenes que fuimos, al volver ya estábamos reflexionando y pensando qué cosas podíamos hacer parecidas a las que vimos allá, amén de la gran cantidad de semillas que trajimos intercambiadas”.

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