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Una mujer comprometida con la educación de su pueblo.
Por republicado -
Tuesday, Oct. 12, 2010 at 10:02 AM
Nació
el 15 de septiembre de 1919 en San Miguel de Tucumán.,
como la menor de siete hermanos. Quedó sin su padre a Los
7 años y sin su madre a los 15. Cuando chica, su padre
construyó una casa quinta, a donde fue la familia a vivir
cuando él enfermó. Allí creció María,
“Ia Negrita", entre plantas y animales, saliendo al
sol de la siesta tucumana "como sólo las lagartijas
salen"; pero ella esperaba ver al duende de la siesta, "el
del sombrero” y decía que lo vio. Los cerros cercanos
y aquel aire de selva crearían un sentimiento muy especial
en ella de pertenecer a la montaña. Manuela, la robusta muchacha que cuidaría de ella en su infancia
y su adolescencia y seria por esos años quien estuviera más
cerca en su vida cotidiana, le transfirió una mirada especial,
distinta, hacia el pueblo. Manuela era analfabeta, pero una aguda
Lectora de la realidad política y social. Con ella aprendió
también María que su lugar estaba con la gente que,
como Manuela, sabían, pero no se les permitía decir,
por tener su palabra acallada. De su madre, una partera requerida
por su saber hacer, su entrega al trabajo y su honestidad, tomó,
observándola, su ética, el no quejarse nunca y estar
siempre que la necesitaran. El día que nació María, en "La Nación"
aparecía una solicitada firmada por familias ilustres, junto
al Nuncio Apostólico, pidiendo caridad para los más
pobres, "a fin de asegurar La grandeza de la Patria", bajo
la consigna: “mientras mayor sea la paz social, menos dolor
que auxiliar habrá” Por
aquellos años, en medio de la crisis que atravesaba el mundo
de la posguerra, especialmente Europa, Argentina despegaba con la
exportación de productos básicamente agrícola
ganaderos. Transcurría la primera presidencia de Irigoyen y
Estados Unidos comenzaba su plan expansionista hacia el sur del río
Grande, con el apoyo del presidente de Honduras, quien terminó
derrocado por una revuelta popular. EL objetivo era anexar México,
Guatemala, Honduras, El Salvador y Nicaragua. El
comienzo de la docencia María
empezó en la docencia alfabetizando a las obreras de La fábrica
de fósforos, mientras estudiaba en la Universidad de Tucumán
Filosofía y Pedagogía. También se desempeñó
en la enseñanza media, con alumnos mayores que ella "no
sólo en tamaño, sino en edad". Terminaban los años'30
de la década infame que instalarla la modalidad de los gobiernos
de facto por más de cincuenta años, con brevísimos
y endebles períodos democráticos, y se ampliaba la brecha
entre ricos y pobres, produciendo situaciones de conflictividad sobre
todo en los sectores obreros. En Europa estalló el conflicto
y con ello comenzó la llegada de los exiliados por la España
franquista y de otros europeos expulsados por la guerra. Su
paso por la facultad le brindó experiencias que la marcaron
mucho. Fue ayudante de Rodolfo Mondolfo, alumna de Silvio y de Risieri
Frondizi y de Lorenzo Luzuriaga, con quienes aprendió el rigor
de La investigación y el compromiso social, ético y
político del conocimiento con "tos problemas que afligen
a nuestro pueblo". Su militancia en el movimiento estudiantil
le significó su separación de la universidad. Mediando
Los '40, quien sería su compañero, Alberto Burnichon,
andaba por el país con una compañía de teatro
de títeres. Al llegar a Tucumán desde Salta y formar
el grupo de teatro universitario, conoció a “Ia Negrita",
de Lo que resultó que echara un ancla en Tucumán por
unos años. El
peronismo en el poder desde el '45 cambiaba su estrategia en el '49,
acentuando el control político sobre los factores sociopolíticos
del poder, entre ellos la universidad. En el mundo terminaba esa década
que se iniciara con una guerra de fuego y se cerraba con los anuncios
de la guerra fría que iba a prevalecer en los'50. En el Norte
comenzaba la guerra de Corea y Eisenhower declamaba la coexistencia
pacífica con el Este. Mientras
en el país se multiplicaban los homenajes a Eva Perón
y el líder ganaba las elecciones para su 2a. presidencia con
la incorporación de la mujer a la ciudadanía, a través
del voto femenino, María estaba sin trabajo en Tucumán.
En el '54, ya con dos hijos, van con Alberto a vivir a Buenos Aires.
En el '55, el golpe militar de “Ia Libertadora» la obligó
a viajar colgada en el estribo de un ómnibus repleto de hombres
con picos y patas, que iban a Plaza de Mayo a defender a Perón.
Ella iba a buscar a su hijo, de la escuela lejana. En
el año '56 María vino sola a Córdoba, habiendo
ganado un concurso para la cátedra de Didáctica General,
de la carrera de Pedagogía. El año siguiente la nombraron
directora de la Escuela Normal Superior "Dr. Agustín Garzón
Agulla". Alumnos de entonces, que la siguieron en la facultad,
como Justa Ezpeleta, Marta Casarini, Lucía Garay, Alicia Carranza,
Martha Teobaldo y Juan Julio Roque, entre otros, la recordaban haciendo
abrir las puertas de la escuela que se habían mantenido cerradas
durante años, el día que llegara. Ella decide quedarse
en Córdoba, que imagina parecida a Grecia "por su color
y por su Luz", de modo que se reúne aquí con toda
su familia. ¿Qué
historia vivíamos por ese entonces? Nacía
la OTAN y se vivía el clímax de la Guerra Fría.
En la Argentina, Aramburu presidía la Nación en nombre
de la "Revolución Libertadora". Con los siguientes
gobiernos civiles, María siguió en la Universidad, hasta
que en 1966 la dictadura de Onganía la dejó cesante.
Ante la imposibilidad de conseguir otro trabajo, se fue a México
invitada por la Universidad Veracruzana. A su regreso, al cabo de
dos años, participó en la organización del Taller
Total en la Facultad de Arquitectura de Córdoba, que irrumpió
como una importante experiencia innovadora en la universidad de tos'70,
fruto de las conmociones de los '60, desde el Mayo Francés,
el Cordobazo, los movimientos de apoyo explícito a la Revolución
Cubana... La matanza de estudiantes de Tlatelolco, en México,
se produjo es allá María en el '68. En 1971 vuelve a
México, a La misma Universidad. El día de su regreso
al país es el 20 de junio de 1973, el día que vuelve
Perón de España y se produce la masacre de EzeÍza.
En 1974 y 1975 se reparte entre Córdoba y Salta, entre la universidad
y La alfabetización con la C.R.E.A.R en las zonas de frontera
con campesinos aborígenes, desde los valles calchaquíes
al Pilcomayo. Ambas experiencias duraron apenas hasta e[75, en que
fue nuevamente cesanteada por el gobierno de Isabel Perón. Un
duro glope En
la noche del, 23 al 24 de marzo de 1976, la noche del golpe militar,
efectivos militares invadieron su casa de Villa Rivera Indarte, saqueándola
y secuestrando a toda la familia: su esposo y su hijo menor, David,
fueron llevados al Campo de la Rivera; María, su nuera con
sus dos nietos y una de sus hijas fueron llevados encapuchados, y
luego tirados en un campo. Luego de confirmar la voladura de su casa,
María fue a hacer la denuncia de lo ocurrido y la detienen
por un día. María se queda en Córdoba "para
acomodar a sus hijos". Su hijo menor apareció, Luego de
su paso por La Perla, en una ruta cercana a Carlos Paz. Su esposo,
asesinado de 7 balazos, fue "encontrado" en un aljibe de
Mendiolaza. Sin
casa y con la familia desarmada y dispersa, María va a vivir
a Buenos Aires, donde se relaciona con organismos de derechos humanos;
trabajó primero como voluntaria y después como empleada
en el MEDH (Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos),
comprometiéndose especialmente en la tarea de organizar talleres
para hijos de desaparecidos en distintos lugares del. país.
Así conoció y se hizo amiga de la monja francesa Alice
Domon. Volver
a construir Finalizada la dictadura, en 1984 trabajó en la FLACSO, no logrando
su reincorporación a La Universidad de Córdoba hasta
1987, aunque no a su cátedra original sino al Taller de Didáctica
para los Niveles Inicial y Primario. En 1988 fue elegida por unanimidad
del Consejo Superior, Decana de la Facultad de Filosofía y
Humanidades, cargo que ejerce hasta 1990. Desde allí y desde
la cátedra promovió la creación del Centro de
Investigaciones de la Facultad, que finalmente dirigió durante
casi 5 años, hasta que te llegara La jubilación definitiva.
No por ello deja el centro, va todos los días hasta el año
2003. Escritos
de María hay muy pocos, porque no guardaba nada. Fue más
de decir; de allí que la Escuela de Ciencias de la Educación
recopilé diversas intervenciones suyas conferencias, artículos,
entrevistas en el libro "Decires». Su último escrito
publicado fueron las conclusiones del libro " La Educación
hoy, una incertidumbre estructural “ editado en el año
2003, que recopila el pensamiento de amigos, alumnos y colegas, acerca
de la situación actual de la educación en América
Latina. En
toda su vida no aceptó honores, ni reconocimientos, como consta
con su rechazo de su designación de "profesora emérita"
de la UNC, impulsado por docentes compañeros; aceptó
La de "profesora consulta” dudando, sólo por su
implicación en seguir ofreciendo lo que otros pudieran utilizar.
Viajó el país hasta Los 83 años; decía
"hay que ir donde están los maestros", "falta
una generación, ¿quién va a hacer las cosas?"
Construyó vínculos que la sobrevivieron, con gente de
Santa Fe, Bariloche, La Rioja, el Chaco, Entre Ríos, Río
Negro, Salta... Una
analista permanente de La realidad. Crítica
"de la primera hora" frente a la Ley Federal de Educación,
"si la aceptamos, la naturalizamos", la resistió
en la teoría y en la práctica. Sus ejes de análisis,
de práctica y de vida fueron la ética, la educación
popular, la enseñanza a los excluidos, los pobres del campo
y de la ciudad, la formación de maestros y la infancia sin
derechos: los chicos trabajadores, los chicos en la calle, la niñez
olvidada, y los aborígenes despojados de su tierra y su identidad. El
5 de octubre de 2003 empezó a irse, falleciendo el 21 de noviembre.
Tenía 84 años. Texto
extraido de la Biblioteca Popular de la Casa de los Trabajadores /
"María Saleme"