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Más de 30 familias aborígenes viven cerca de barrio Las Playas
Por El Diario del Centro del País - Friday, Oct. 15, 2010 at 5:24 PM

El relevamiento efectuado por dos agentes sanitarias aborígenes reveló las pésimas condiciones de vida y trabajo que deben afrontar diariamente los descendientes de pueblos originarios afincados en un sector de la ciudad

Más de 30 familias descendientes de los comechingones y quechua-aymará, habitan en barrio Las Playas y sectores aledaños (barrios Villa Albertina, Villa del Sur, Barrancas del Río y zona rural).
Según un relevamiento efectuado por las agentes sanitarias indígenas, Noelia Mercaú y Norma Sarasola, el 100% de los que tienen como ancestros a integrantes de los pueblos originarios trabajan en negro (la mayoría en cortaderos de ladrillos) y no tienen ningún tipo de cobertura social.
El trabajo realizado por las integrantes del programa “Médicos Comunitarios”, desde el Centro de Atención Primaria de la Salud (CAPS), indica también que el 80% de las 165 personas encuestadas posee sus necesidades básicas insatisfechas y se estima que, en número similar, también estarían indocumentadas.
Otro dato más que preocupante es que tan sólo el 11% de los consultados tiene acceso al agua potable.
El drástico cuadro se completa con el tratamiento de los residuos que cada grupo familiar produce.
En este rubro, el 83% de los encuestados indicaron que entierran, queman o no trasladan los residuos, con todo el riesgo de salud que estas prácticas implican.
En diálogo con EL DIARIO, y luego de haber presentado ayer los datos obtenidos ante los equipos de salud del municipio, Noelia y Susana consideraron como una sorpresa “la cantidad de personas que se autoreconocen como descendientes de comechingones”.
Al respeto de la delicada situación en que se encuentran las familias relevadas, las agentes indicaron que se deben diferenciar cómo viven las personas en las zonas urbanas y en la zona rural.
“Los datos más problemáticos pertenecen al grupo de los quechua-aymará (mayoría bolivianos), que trabajan en los cortaderos y al vivir en zona rural no tienen acceso a agua corriente o a servicios públicos”, subrayaron las entrevistadas.
Para concluir las agentes sanitarias pidieron “solidarizarnos con la comunidad boliviana. Debemos respetar la diversidad y ayudar a nuestros hermanos”, concluyeron.

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