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13 de octubre de 1492: reflexiones desde la mirada kolla
Por Asunción Ontiveros Yulquila - Saturday, Oct. 16, 2010 at 11:01 AM
rumihuma@yahoo.com.ar

13 DE OCTUBRE DE 1492 - 12 DE OCTUBRE DE 2010

REFLEXIONES DESDE LA MIRADA KOLLA

INTRODUCCIÓN

Una de las teorías de la narrativa sostiene que toda narrativa presente tiene un precedente. En 1492, en el campo de los cronistas o constructores de acontecimientos estaba prohibido narrar desde la propia mirada del cronista. La mirada no le pertenecía al sujeto narrador, le pertenecía a “dios”. El sujeto, cristiano “viejo” había esclavizado su alma, su espíritu creador, al altísimo. El “arquitecto dios” en siete días había creado cosas perfectas y definitivas, incluso el cielo y la tierra. El marco teórico, los antecedentes y el marco referencial de los cristianos estaban contenidos en la biblia cristiana, que es un plagio del antiguo testamento de la antigüedad judía.

Toda casa o ser que no fuera perfecta “creación” de “dios”, era cosa u objeto del demonio. El demonio también “creaba”. La esencia del ser de las cosas materiales e inmateriales era eterna. Pero, esa esencia podía ser obra de “dios” o del demonio. En ese imaginario dicotómico entre el “dios” y el demonio, toda obra maravillosa como, Machu Picchu, Ullantaytampu, Cuscu, Tiawanaku, eran construcciones del demonio. La rueda, el hierro, las armas de fuego, la viruela, las armaduras eran obras de “dios”. Por ser obra de “dios” no las “poseían” ni las “inventaron” los indios, las naciones indias.
En la biblia cristiana no figura narrativa alguna sobre las naciones indias, sobre nuestro continente, sobre las pirámides de Tenochtitlán o sobre la ciudad de Ullantaytampu. Los invasores la llamaron “nuevo mundo”, para ellos, para su imaginario eurocéntrico creacionista y geocéntrico excluyente. El “viejo mundo” era de ellos. De Indoeuropa se distribuyeron las tribus por el “mundo”. Por ello, el antropólogo cristiano, polaco y estadounidense Alex Hrdlicka, miembro del Instituto Smithsomiano (EU), afirmaba a fines del siglo XIX, desde la perspectiva bíblica, que el origen del humano era Adán.

El monogenismo creacionista bíblico contribuye en la construcción de representaciones eurocéntricas sobre nuestro Continente. Europa se hace potencia mirándose en el espejo de las Américas. Los indios “comen carne humana, los europeos no”. Los indios “no conocen la rueda, los europeos sí”. El continente de las Américas “estaba vació de gentes, de plantas y de animales”. Toda cosa “humana ingresó por el Estrecho de Bering”. Los europeos niegan hasta la negación de las Américas, del indio.

13 DE OCTUBRE DE 2010 (cristiano)

En la Argentina, gobernada por la abogada Cristina Fernández de Kirchner, en los hechos y en el derecho, en la práctica y en la teoría escrita, se niega al indio, sus derechos territoriales y su existencia. El 20 de mayo de 2010 los representantes de los pueblos indios ingresaron a la Casa Rosada y salieron expoliados con promesas y dádivas. El presidente del INAI oficiaba de “mediador” al mejor estilo de los jesuitas del siglo XVII cristiano: destructor de consciencias y de la subjetividad respecto de la esperanza sobre un futuro mejor.

En la provincia de Formosa, construida sobre territorio indio a mitad del siglo XX, no solamente los colonos, sino también la Universidad Nacional, usurpan territorios de los pueblos originarios. En la provincia de Chaco los indios se mueren de hambre, sin que el sistema judicial, nacional y provincial, haga nada. Porque no están en la biblia los pueblos indios. En la carta Constitucional solo se menciona que el “Congreso deberá reconocer la preexistencia étnica y cultural de los pueblos indígenas”.

La indicación de la Asamblea Constituyente al Congreso de la Nación, desde agosto 1994, es una promesa y dádiva para los pueblos originarios. No solamente se niega el pasado y el presente, se niega el futuro. La palabra “deberá” significa para el Congreso de la Nación y los poderes legislativos y judiciales provinciales: “nunca”. Las relaciones coloniales siguen vigentes como en los siglos XVI y XVII. La Argentina niegas los derechos a los pueblos originarios, como Inglaterra niega los derechos de la Argentina sobre el territorio y los habitantes de las Islas Malvinas.

Sigue presente la pregunta de la periodista Oriana Fallaci al presidente de facto Fortunato Galtiere, que le formulara en 1981, en plena guerra contras los ingleses: “¿Qué harán con los kelpers, sin ustedes son incapaces de reconocer los derechos de los mapuches?” Para Galtieri, militar formado bajo el dogma “estilo de vida occidental y cristiano”, los mapuches: no existen en ningún lugar de sus neuronas, atrofiadas por el cristianismo bestiario. Sin embargo, la derrota ante los ingleses, hizo que la sociedad hegemónica recapacitara y reflexionara que los “Los argentinos no llegaron en barcos”, como en contrario, insinuaba la letra de una canción del Litto Nebbia, en vísperas de la guerra perdida: “Los argentinos llegamos en barcos”.

En la República de Chile, gobernada actualmente por el empresario Sebastián Piñera Echenique, la Constitución fundamental del país no reconoce a las primeras naciones o pueblos originarios. Por lo tanto, el Estado chileno es racista constitucionalmente. Los mapuches son tipificados como “amenaza terrorista”. Increíble, la ex – presidenta Michelle Bachelet, socialista del partido de Salvador Allende, llamaba a los pueblos originarios “gente de nuestra tierra”. En el Chile imaginario, la sociedad hegemónica tipifica a los mapuches, aimaras y otros “gente de nuestra tierra”. No reconocen que la tierra que poseen fue usurpada por los españoles del siglo XVI a los pueblos indios. Pero, los indios, los mapuches y otros siguen proyectándose en la jurisdicción de Chile.

Nada es casual en este nuestro continente, donde los Estados tienen relaciones coloniales con Europa y Estados Unidos. El 07 de octubre, la Academia Sueca otorgó el premio Nobel de Literatura al escritor Mario Vargas Llosa, nacido en el Perú, pero nacionalizado español en la última década del siglo XX, luego de haber sido derrotado en las elecciones presidenciales de 1989. Para el flamante Nobel, racista en potencia, en 2003, ante el foro: “Las amenazas de las democracias en América Latina. Terrorismo, Debilidad del Estado de Derechos y Neopopulismo”, realizado en Colombia, bajo el paraguas del gobierno derechista de Álvaro Uribe, acusaba:

“El indigenismo de los años 20 que parecía haberse rezagado es hoy en día lo que está detrás de fenómenos como el señor Evo Morales en Bolivia. En Ecuador hemos visto operando y además creando un verdadero desorden político y social y por eso hay que combatirlo […] Si queremos elegir alcanzar el desarrollo y elegir la civilización y la moralidad, tenemos que combatir resueltamente esos brotes de colectivismo. […] Creo que en el movimiento indígena hay un elemento tremendamente perturbador que apela a los bajos instintos y a los peores instintos del individuo, como la desconfianza hacia el otro que es distinto.”

En 1907, cuando Europa se caracterizaba por ser racista, imperialista y expoliador de los pueblos “indígenas” (colonizados) del mundo, la Academia Sueca otorgó el Premio Nobel de Literatura al racista, eurocéntrico y vocero del imperialismo inglés, Joseph Rudyard Kipling. “La carga del hombre blanco” es la obra que ensalza el destino manifiesto del hombre blanco en el mundo, para colonizar, expoliar y asesinar en nombre del cristianismo y de la civilización occidental. Actualmente, Mario Vargas Llosa, quien oficia de clon de Rudyard Kipling, es el vocero del neoliberalismo de las corporaciones imperialistas.

¿Qué pueden esperar los pueblos originarios de la Academia Sueca que otorga los premios Nobel? Nada, absolutamente nada, porque la entrega de la distinción al vocero del racismo neoliberal de las corporaciones significa alimentar o amplificar la moral depredadora de pueblos y de riquezas naturales. Perú es un país muy rico en diversidad, también en oro e hidrocarburos. Pero, tales riquezas viajan en bruto, commodities, a las metrópolis industriales, como ocurre desde 1492. En el Irak invadido por Estados Unidos y sus aliados el galón de gas licuado cuesta un dólar, en Venezuela tres dólares, en Perú diez dólares. Paradojas del “dios mercado libre” de Mario Vargas Llosa.

La guerra es una industria que genera ganancias para las potencias militares. Estados Unidos, Inglaterra, España y otros disfrutan del botín Irak, Kuwait y otros: súper ricos en hidrocarburos. Washington y Londres son socios y viven de la rapiña, nombrando a la “democracia occidental” y al “dios mercado libre”. Millones de barriles de petróleo fluyen desde el Golfo Pérsico hacia occidente sin costo alguno. Según la chusma de los mercenarios que operan en Irak, el próximo escenario de la guerra será Venezuela, no porque el presidente Hugo Chávez Farías sea el “malo de la película”, sino por las riquezas inmensas del subsuelo.

En 1988, el entonces presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan, quien apoyara a Margaret Thatcher en la guerra contra la Argentina, nuestro país, afirmaba que Cristóbal Colón era el espíritu símbolo de los estadounidenses. En el contexto de 1892, Europa y Estados Unidos compartían el reparto del mundo: imperialismo total. En la Argentina de fines del siglo XIX, las víctimas de la guerra total contra los “salvajes” fueron los mapuches, kollas, tehuelches, qom y otros. Los presidentes, como el genocida Julio Argentino Roca, su antecesor y sucesor, asumieron como mandatarios: el 12 de octubre.

En 1917, mientras gobernaba Hipólito Yrigoyen, la iglesia católica y sus operadores europeos residentes en Buenos Aires instalaron la idea del “Día de la Raza”, sinónimo del “Día de la Hispanidad”. La diplomacia clerical, desde el Vaticano, transaron voluntades en otras capitales de los países americanos, a cambio de indulgencias para “viajar al cielo” sin pagar peaje. Así, el “Día de la Raza” hispanófila se instala en países, como México, Costa Rica, y otros. Era una época donde el neoliberalismo europeísta imperial, suponía que había alcanzado lo que Francis Fukuyama llamaba “el fin de la historia y de la ideología”. Los pueblos indios habían sido, para el imaginario hegemónico, borrados del mapa con empréstitos de la banca liberal, asentada en las capitales europeas.

En 1917 suceden hechos que no esperaban las potencias imperialistas. Mientras guerreaban en sus propios territorios por la hegemonía imperialista de rapiña, reventó en Moscú la Revolución Bolchevique. La Bolsa de Londres y todo juego del azar y especulativo ingresaba en un periodo de crisis. La historia colonial e imperialista será cuestionada, la historia y la economía serán construcciones sociales. Los obreros empezaron a conquistar derechos laborales, las mujeres comenzaron a ser consideradas inteligentes y humanas. El Pontificado de Roma se volvió anticomunista fóbico, nazi y fascista. Hitler y Mussolini fueron sus “soldados de dios”.

CONCLUSIÓN

En el contexto del 13 de octubre de 2010 (calendario cristiano), las relaciones coloniales entre los Estados y lo pueblos originarios persisten, como también persisten y se amplifican las relaciones coloniales entre los Estados latinoamericanos y los Estados europeos. El colonialismo europeísta se reproduce a través de la bibliografía y de los espíritus europeístas y coloniales.

En la década de los 90 del siglo XX, recuerdo que los “ilustrados economistas” que reproducen imaginarios e instituciones coloniales, presagiaban que el “mercado” se “alteraría” con un discurso poco “responsable” de nuestro delincuente Carlos Saúl Menem. Ser “responsable” era desmantelar redes ferroviarias, desguazar la industria siderúrgica y regalar YPF y Entel a las empresas estatales de la “madre patria”. Efectos de las elaciones coloniales, sin duda.

En la provincia de Jujuy, donde gobierna un selecto grupo de encomenderos “postindustriales y postmodernos”, desde diciembre de 1983, y cuyos capellanes son los obispos Pedro Olmedo (España) y Marcelo Palentini (Italia), celebran hasta el orgasmo sus obras “civilizadoras” y corruptoras, al mejor estilo del Antiguo Régimen.

En cada capilla, en cada iglesia, en cada barrio, en cada festín patronal se obliga a rezar a la feligresía colonizada por el pontífice filonazi Joseph Alois Rátzinger (Alemania), quien niega la espiritualidad autónoma de los pueblos originarios, pueblos indios. Horripilante, absurdo que los ciudadanos argentinos tengamos que pagar jugosos salarios, a través de los impuestos, directos e indirectos, a los zánganos ligados al pontificado de Roma.

Por último, Felipe Pigna, extraordinario intelectual, sostiene que el 13 de octubre fue el día en que Colón arribó a una isla del archipiélago de las Bahamas. El día es “mala leche para los cristianos creacionistas.

Por Asunción Ontiveros Yulquila; DNI 05264397 M.

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