Julio López
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Las prácticas violentas tienen nombre y apellido
Por N.P. - Thursday, Oct. 28, 2010 at 4:02 PM

Las maniobras de Moyano para despegar a los K y las de éstos para despegar a Moyano

El accionar de la patota criminal de Unión Ferroviaria, en coordinación con la policía, no ha sido un rayo en un cielo sereno.
En un octubre como éste, de 2006, la patota del puntero kirchnerista Muhamed le sacaba la gorra a un policía después de golpear a los enfermeros y médicos en lucha del Hospital Francés. Un año después, el grupo de choque del kirchnerista "Caballo" Suárez, del Somu, golpeaba a los delegados y trabajadores del Casino flotante, con el apoyo logístico de la Prefectura del puerto. Dos meses después, los matones del Smata, de José Rodríguez, aliado de la cúpula moyanista de la CGT, golpeaba a los despedidos de Dana en lucha; en VW Pacheco, la misma burocracia golpeaba a compañeros del PO en la puerta de fábrica. No habían pasado treinta días, cuando la UTA de Palacios y Fernández -moyanistas como pocos- entraba a los tiros al interior de la Línea 60 para pudrir una elección de delegados, ganada por el clasismo. En diciembre de ese 2008 hubo un muerto en la acción de una tropa armada de centenares de patoteros que asaltaba la seccional rebelde de los lecheros de Rosario. Luego vinieron las agresiones varias de la patota de la UTA en el subte, que siguieron a la paliza que recibió incluso el diputado transversal Ariel Basteiro, de la CTA. En mayo de 2009, elementos armados en varias camionetas pertenecientes al kirchnerista Chaco Segovia -cuyo paso franqueó la Gendarmería-, atacaban a obreros petroleros de la Patagonia encuadrados en la Uocra. En febrero de este año, en Atucha II, la patota del "independiente" de la CGT Gerardo Martínez atacaba una lista opositora en la seccional, corolario de infinitas salvajadas entre fracciones de ese gremio cristinista, que acompañó a la Presidenta a la OIT. En este momento, la patota de Guillermo Moreno, que atacó repetidas veces a los trabajadores del Indec, sigue controlando el Instituto, apenas contenida por la permanente movilización democrática de sus trabajadores y organizaciones populares. Antes de todo eso, en tiempos de Duhalde, la patota de Hugo Curto hería a numerosos compañeros del Partido Obrero que repartían una declaración en la puerta de Peugeot.
Esta estructura sindical fascistoide es la que aparece también para dirimir conflictos de intereses y de poder entre las distintas camarillas que pueblan la burocracia sindical. Es así que Madonna Quiroz es filmado tirando sobre los rivales de Moyano en el traslado de los restos de Perón a San Vicente; que al tesorero de camioneros de Rosario lo haya mandado a matar por encargo su secretario general; que en los albores de la actual conducción de la CGT, el moyanismo haya defendido su lugar a tiros en los predios de Empleados de Comercio en Ezeiza frente a los de la Uocra, o que Moyano haya asumido la conducción del PJ ante una patota, separada por un cordón policial, de los matones del duhaldista "Pata" Medina. Este es el sistema de patotas que gobierna los grandes gremios de la CGT, con Moyano a la cabeza. Mal que le pese a "6,7,8".
Moyano ha dicho que hay que "cambiar estas prácticas violentas". Pero no se trata de ‘prácticas', sino de un régimen burocrático, de una burocracia sindical que ha desarrollado intereses propios, ajenos a los de la clase obrera, mediante un entrelazamiento con las patronales y el Estado. Moyano está maniobrando para despegar a este régimen de burocracias y al gobierno del crimen contra Mariano, o sea para salvar las bases de las ‘prácticas violentas'. No puede siquiera soltarle la mano a Pedraza, porque correría el riesgo de perder su propio brazo -atado al de la burocracia ferroviaria y al del conjunto de la burocracia sindical. Moyano, como los K, sólo atina a ganar tiempo. Las patotas son el emergente de la crisis de dominación del movimiento obrero ante el crecimiento de los que luchan por la independencia organizativa y política de la clase obrera.
El crimen de Barracas ha hecho emerger la enorme lucha contra la tercerización, el trabajo precario, las cooperativas truchas, los monotributos, el desencuadramiento, los contratos basura, las pasantías que sufren capas enteras de la juventud están sumergidos. En las vísperas del crimen, la huelga triunfante de 1.500 trabajadores de Action Line, contra el despido de sus representantes sindicales de base puso de nuevo en evidencia que Foetra tiene un pacto cómplice con las telefónicas que controlan el servicio tercerizado. La dirección de Foetra es un frente entre moyanistas y burócratas de la CTA.
Emerge también otra enorme realidad: el manejo creciente del ingreso y "egreso" de personal por parte de las mafias sindicales. Naturalmente, el ‘egreso' se hace por medio de la delación de activistas y el ingreso es arreglado entre las burocracias y las patronales, como una tentativa de controlar los lugares de trabajo y hasta para delatar activistas. Las antiguas bolsas de trabajo de Luz y Fuerza y otros gremios han dado paso al reclutamiento de mano de obra condicionada a los designios de la burocracia sindical. La radicalización en las bases obreras ha acentuado esta tendencia de las patronales y de la burocracia.
Por mucho que la UIA cacaree contra Moyano o Recalde, la patronal es una de las patas de apoyo de la burocracia sindical. Para hacer el acto en River, a la una de la tarde, las patronales y el gobierno pagaron las horas que los concurrentes dejaban de trabajar -y hasta con premios-, desde las automotrices hasta las camioneras. El mismo método con el que se otorgaron 120 permisos a la banda criminal para el antipiquete del 20 de octubre, que atacó a los tercerizados del Roca y a los militantes que los acompañaban. En las paritarias, la contribución económica que las patronales otorgan a las burocracias, con el pretexto de la ‘capacitación laboral', supera los porcentajes de aumento salarial.
Días antes de que se derramara la sangre de los compañeros, la Presidenta había saludado a la nueva Juventud Sindical y se había lamentado por la ausencia de una actividad común con ella en los '70. Es decir que los que luchaban en aquellos años debían colaborar con los verdugos. Este pensamiento informa sobre la conducta del gobierno en la actualidad -los nac & pop reclaman la colaboración con Moyano- precisamente, por ejemplo, lo que ha obtenido de Yasky y de los pichones de burócratas que la burocracia yaskista ha logrado cooptar. Los métodos de este sector para quedarse con el Suteba La Plata, con el apoyo del intendente Bruera, no difieren de los de Moyano.
Cárcel y castigo a los asesinos y a Pedraza. Por la derogación de la ley de asociaciones sindicales, por la inscripción de todos los nuevos sindicatos, por la soberanía de las asambleas obreras, por convenios únicos de rama para todas las empresas, por la expulsión de la burocracia sindical, por una CGT democrática e independiente.

Néstor Pitrola

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