Julio López
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Ante nueva agresión de patotas en R.Gallegos: Organizar ya la autodefensa obrera
Por Prensa Convergencia de Izquierda - Friday, Oct. 29, 2010 at 9:03 AM

Basta de agresiones, heridos y muertos en nuestras filas. Poner en marcha la AUTODEFENSA obrera y de la izquierda

Ante nueva agresión ...
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Frente a otro ataque de las patotas sindicales en Río Gallegos. / ¡Basta de heridos y de muertos en las filas de la clase obrera y el pueblo!

A pocos días del asesinato de Marcelo Ferreira en manos de las patotas de la burocracia sindical kirchnerista, una nueva agresión contra militantes y luchadores obreros y populares nos debe hacer reflexionar.

Junto con repudiar el ataque y ponernos a disposición de los compañeros agredidos y del Partido Obrero nos preguntamos: ¿Hasta cuando vamos a dejarle la iniciativa a estos delincuentes? ¿Hasta cuando esperaremos todas las organizaciones del campo obrero y popular y de la izquierda para reunirnos y salir a impulsar decididamente la AUTODEFENSA, de manera de evitar nuevas muertes de militantes?

Hacemos un llamado a los luchadores, a los compañeros de las distintas organizaciones de izquierda y combativas a reunirnos inmediatamente para empezar a discutir esta cuestión. Al servicio de la discusión reproducimos la nota que hemos publicado en el suplemento especial dedicado a Mariano Ferreira y a la lucha de los tercerizados del Roca.

Juan Carlos Beica
Por la dirección de Convergencia de Izquierda

Autodefensa para evitar nuevas muertes de luchadores

Mariano Ferreira es un mártir del movimiento obrero y la izquierda, cada día que pase lo recordaremos, como hacemos con Kosteky, Santillán, Fuentealba y esa larga lista de compañeros/as asesinados/as por las fuerzas “regulares” o “irregulares” del sistema capitalista.

Su memoria nos llenará de odio de clase y empujará a realizar todos los esfuerzos para imponer el juicio y el castigo a sus asesinos, tanto a los que jalaron el gatillo como a quienes los sostienen política e ideológicamente.

No obstante debemos encarar otra tarea, enfrentar los próximos ataques de las patotas o la policía, para impedir nuevas muertes en nuestras filas. ¡Hay que organizar la autodefensa de las luchas y los luchadores!

Los capitalistas cuentan con la policía y ejército para reprimir a los trabajadores e imponer sus planes. Pero cuando no les sirven “tercerizan” la represión, apelando a “barras bravas” dispuestos a agredir y asesinar a cambio de unos billetes.

Los trabajadores en lucha y la izquierda no contamos con el aparato del estado, sin embargo tenemos un arma muy poderosa: nuestra capacidad de lucha y organización. ¡Para defendernos de las patotas debemos tomar el problema en nuestras manos llevándolo a las asambleas!

La autodefensa nada tiene que ver con acciones aventureras o desesperadas de pequeños grupos alejados del proletariado. No es independiente de los trabajadores; debe estar íntimamente ligada y totalmente supeditada a sus organismos democráticos.

En este caso las tareas de la autodefensa no son clandestinas ni de aparato, sino públicas y defensivas. La vanguardia del movimiento obrero y la izquierda debe agitar y propagandizar la iniciativa con el fin de legitimarla y lograr apoyo popular.

Los dirigentes que la encabecen tendrán que rendir cuentas ante las asambleas obreras, que podrán reemplazarlos cada vez que lo consideren necesario. Su propósito no es comenzar una guerra de aparatos con las fuerzas del estado, sino auxiliar al movimiento de masas en sus luchas.

Está claro que estado burgués y su gobierno nunca admitirán esta práctica y que saldrán a enfrentarla, defendiendo el monopolio que sus representantes políticos y militares mantienen sobre las armas y el uso de la violencia.

La autodefensa obrera es un derecho democrático, ya que garantiza la realización pacífica de las protestas, amedrentando o impidiendo el accionar de las bandas armadas de los patrones, conformadas por matones de la burocracia, la policía o la gendarmería.

La izquierda no puede permitir que continúen asesinando a sus militantes, debe plantear esta cuestión en cada una de las luchas, poniéndose a disposición de las asambleas y volcando todos sus recursos y militantes para ayudar a efectivizarla.

La autodefensa, que debe asumirse como disuasiva y defensiva, tienen que someterse a los trabajadores en lucha en un caso, o a un frente o coordinadora de la izquierda en el otro. No debe permitirse la actuación de grupos independientes de la clase ni de operaciones por fuera de un sistema democrático de control.

La lucha por la integridad física de los luchadores es un derecho democrático que hay que ejercitar con suma rigurosidad, sin mezquindades ideológicas o disputas de “aparato”. Es una orientación que tendríamos que impulsar en forma unitaria y fraternal todos los partidos de izquierda. ¡Nuestros militantes y miles de luchadores y luchadoras lo agradecerán!

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¿ AUTODEFENZA ?
Por JUSTO - Friday, Oct. 29, 2010 at 10:49 AM
justolomas@yahoo.com.ar

La intención y el razonamiento de la convocatoria de la AUTODENFENZA es totalmente correcto. El problema consiste en las distintas posturas políticas de la izquierda "revolucionaria" que acaban de manifestarse en relación a la muerte del burgués Kirchner, como: el PTS expresando su RESPETO Y SU DOLOR de la muerte de un burgués, olbidando inclusive el crimen de Mariano Ferreyra por las patotas del Kirchnerismo.
Como también se expreso el PO en forma vergonzosa y repudiable, con insinuaciones CONCILIATORIAS con el enemigo burgués, olbidando prontamente el asesinato de su militante luchador Mariano Ferreyra por las ordas fascistas de la burocrácia ferroviaria
Y como siempre y que no podia ser de otra manera, la posición del Stalinismo contrarevolucionario llamado Partido Comunista, reivindicando la figura política del burgués muerto, en linea con las políticas de la burguesia explotadora mundial. Y que seguramente en el futuro el PC también estará llorando en los funerales del asesino dictador Jorge Rafael Videla , tal como lo hicierón en 1977 llamando a apoyar a esa dictadura genocida.
Compañeros saquen sus conclusiones.



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¡¿Y... no es una necesidad imperiosa?!
Por Diego Caña - Friday, Oct. 29, 2010 at 12:17 PM

La autodefensa obrera y de la izquierda, más allá de las lamentables posiciones de algunos partidos, es una necesidad. O la encaramos o nos matan más cumpas. Así de sencillo. No le demos más vueltas. Reunámosnos para empezar a ejercitarla. Está muy bueno el texto de CI, impecable porque no plantea ninguna orientación ultra, sino algo razonable. Me gustó.

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No hay que asustarse
Por --- - Friday, Oct. 29, 2010 at 2:01 PM

Hay algo de mariconería en algunos reclamos de "autodefensa" (eso sin entrar a indagar cuántos quieren decir: "que ELLOS se autodefiendan").

Uno por ahí dijo que, sin autodefensa, van a seguir matándonos compañeros.
Amigo, la realidad es dura: De todos modos van a seguir matándonos compañeros, y hay que estar preparado para eso, con o sin autodefensa.

Nos han matado compañeros, algunas veces concientes (Darío Santillán, Carlos Fuentealba, Mariano Ferreyra) y otras veces no (Teresa Rodríguez).

En todos los casos, la sangre obrera fue lucha y fue bandera.
Es decir que, en mayor o menor medida, hubo victoria en la derrota: Los caídos también descargan golpes sobre el enemigo, a veces golpes más fuertes de los que pudieron dar en vida.

En consecuencia, ver al compañero caído como una oveja muerta, como una pura víctima, a la que sólo cabe llorar, es toda una concesión política (y moral) al enemigo.
Triste y pobre base para plantear la necesidad de una autodefensa armada.

Naturalmente, eso no quiere decir que no haya que cuidarse, y cuidar a los compañeros.
Pero son muchas las cosas de las que hay que cuidarse.
Es cierto, hay que cuidarse de las agresiones, pero no menos hay que cuidarse de las provocaciones, o de todo lo que pueda terminar favoreciendo al enemigo y debilitando la propia causa y la propia lucha.

Estamos en un período democrático, con todas las comillas que quepa usar.
Las violaciones de los derechos y garantías democráticas deben jugar, si es las explota consecuentemente -y eso hizo el PO- contra la estabilidad del régimen político de los capitalistas, y no contra las luchas populares.

Las medidas de lucha, cuando son organizadas o apoyados por expresiones políticas concientes, siempre cuentan con un dispositivo de seguridad, y en el caso de los tercerizados ferroviarios fue así.

Ciertamente, ése dispositivo se mostró suficiente mientras no pintaron armas de fuego.
Pero hay que decir que nadie esperaba que hubiera tiros.
El propio gobierno y los empresarios para quienes trabajan las patotas tampoco lo esperaban y, especialmente al gobierno le costó bastante caro.
Pero también le costó caro a la patronal, que debió hacer concesiones que estaban totalmente descartadas antes del asesinato.

Hay que poner las cosas en su correcta perspectiva.
Por norma general, el uso de armas de fuego en los ataques patoteros no se ha generalizado, no es la norma general, y entre quienes se movilizan o luchan hay clara conciencia de esto.

En el reciente caso de Santa Cruz, no se emplearon armas de fuego, sino que fue una paliza más que reciben los militantes del PO.
Como saben bien con qué bueyes aran, estos compañeros se la bancan, como ya se bancaron tantas otras antes, lo que no quiere decir que no usen como palanca cada violación a las garantías democráticas perpetrada por agentes patronales, represivos o gubernamentales.

Si por miedo -sí, miedo- a las palizas, vamos a salir con chumbos, le vamos a dar al enemigo el arma que está esperando desde hace tiempo.
Así después pueden decir que se trató de "reyertas entre bandas armadas". Todo el tiempo tratan de hacerlo, y no creo que haya que facilitárselo.

Al contrario, al no llevar armas de fuego embotamos, sistemáticamente, el arma que los medios patronales quieren usar contra los trabajadores que se movilizan.
Es el enemigo el que viene buscando, por todos los medios, poner un signo igual entre las luchas populares -los piqueteros y la izquierda especialmente- y el accionar de las patotas de la burocracia sindical, las barras bravas, etc.
No les tenemos que hacer ese regalo.

Situándose en la debida perspectiva, con una mirada política -y no despolitizadora, como propenden a hacer los focos o focoides- nuestra arma más fuerte, en este momento, no es el recurso a las balas, es volverlas las balas del enemigo en su contra, apelando a la movilización política y generando conciencia al nivel más amplio posible, sobre quién es quién.
Me parece que venimos avanzando en este sentido, y que todavía falta avanzar mucho más.

Cuando las mayorías tengan clara conciencia de qué contenido social y político representan los asesinos y, por contraste, tomen conciencia del carácter universalmente popular y justo de luchas que todavía son mayoritariamente percibidas como particulares, habrá llegado el momento de ir a los bifes, de recurrir a la violencia armada, siempre junto a las masas, y no al margen de ellas.

La conformación de organizaciones armadas sólo debe emerger en conexión con la iniciativa y la conciencia de las propias masas.
De ninguna manera la autodefensa armada debe ser la iniciativa de grupos diferenciados, al margen de las masas y de la conciencia que éstas hayan desarrollado.
Esto último sólo contribuiría a diferenciar más -y no a entrelezar- a las organizaciones de izquierda respecto a una masa a la que todavía le falta un trecho más o menos largo para plantearse no sólo la bagatela de la autodefensa sino, sobre todo, una perspectiva de conjunto, de la clase obrera como un todo.

Entonces: no mariconear, no perder el rumbo político (caso que alguna vez se lo haya tenido, lo que no suele ser el caso de focos y focoides).

Para terminar, no es que haya que descartar la necesidad de proteger a quienes se movilizan, pero existen para ello todavía bastantes instancias antes de pelar chumbos o fusiles: reforzar dispositivos de vigilancia y control, tareas de inteligencia más intensas sobre el enemigo y, sobre todo, mayor masividad y compacción en las acciones (justamente, a partir de las experiencias recientes, donde los contingentes de las patotas eran parejos o superiores a los de quienes se movilizaron por reivindicaciones populares).

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Compañero ¿Nos defendemos o no de las patotas?
Por Diego Caña - Friday, Oct. 29, 2010 at 2:20 PM

La pregunta no tiene el objetivo de entrar en un debate teórico programático ni psicológico. Es concreta. Si el día en que mataron a Mariano la izquierda hubiese estado preparada, con muy pocas herramientas, las suficientes, y con compañeros decididos (que sobran en el sector) los patoteros no habrían atacado porque directamente habrían huido al primero tiro. Los patovicas estos, igual que los nazis, son unos cagones que atacan en grupo cuando tienen una clara relación de fuerzas a su favor. Cuando se ven mal huyen y lloran como lo hace Favale que ya salio a denunciar a todo su entorno. A los nazis y a los patoteros no se los discute ni se los analiza psicologicametne, SE LOS COMBATE y se los APLASTA antes que ellos hagan lo mismo con nosotros. Te recomiendo una gran película "El huevo de la serpiente". No te vas a arrepentir de verla. Un saludo afectuoso y reflexivo.

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Aquí planeta tierra. Responda, Marte
Por --- - Friday, Oct. 29, 2010 at 3:37 PM

En realidad, tu planteo no tiene nada de concreto. Es bastante especulativo y, para colmo, terminás remitiéndote a.. una película!!! (de Bergman, que ciertamente ví hace muchos años ya).

Por otra parte, mi planteo no entra en el terreno programático ni psicológico, sino que es principalmente metodológico (más allá de que lo metodológico es indisociable de lo programático, porque no cualquier programa admite cualquier método).

Para ir a tu "argumento" (?!): Decís que "Si el día en que mataron a Mariano la izquierda hubiese estado preparada, con muy pocas herramientas, las suficientes, y con compañeros decididos (que sobran en el sector) los patoteros no habrían atacado porque directamente habrían huido al primero tiro."

Lo primero que salta a la vista que vos llamás "concretas" a tus conjeturas y/o fantasías, pero no considerás concretos los argumentos políticos y metodológicos que yo dí.
Bastante caprichoso lo tuyo. Y bastante "psicológico", para usar tus propias palabras.

Ahora veamos: ¿qué significa que la izquierda tenía que "estar preparada"?
¿Vos dabas pod descontado que la patota de la UF tenía pensado asesinar compañeros?
¿A partir de qué lo sabías?

Yo sigo pensando que el empleo de armas de fuego no es lo más probable, sino lo menos probable.
Y que uno debe prepararse para lo más probable, y no dejarse asustar por gente como vos, que son extremadamente permeables a operaciones de los servicios.

La izquierda fue preparada para lo más esperable: que la patota intentara impedir el corte de vías.
La patota era numerosa, y los tercerizados no eran tantos.
De modo que, sin disparar un solo tiro, los propios ferroviarios decidieron postergar el corte, hacer alguna otra cosa (una protesta en Constitución).

Los tiros vinieron mucho después. Y si nadie estaba preparado para eso, es porque no era un desenlace previsible.
Como ves. Yo sí estoy siendo concreto. Cuento las cosas que pasaron, como pasaron, y no vengo con hipótesis sacadas de mi propia galera.

Para lo que sí estaban preparadas las organizaciones de izquierda es para contener un ataque de la patota o, eventualmente, de la policía. Y mientras los ataques se mantuvieron dentro de lo previsible (balas de goma, piedrazos) pudieron ser contenidas o pudo organizarse el repliegue.
Es decir que la izquierda sí va preparada, sin actuar más allá de lo que los propios trabajadores ferroviarios habían decidido, sino actuando en función de la voluntad y la conciencia de esos trabajadores.

Ahora bien. Veamos qué acciones se desprenderían de tus conjeturas.

¿Habría que haber atacado a la patota desde que apareció, cuando no se esperaban tiros?
No fue esa la voluntad de los ferroviarios, de modo que hacerlo hubiera sido actuar por afuera de su soberanía, su voluntad y su conciencia. Hubiera sido una operación se substituísmo, que en nada hubiera contribuido a que evolucionen política y metodológicamente (es la acción, y no la pasividad ante acciones ajenas, lo que conduce al desarrollo político de las masas).

O si no ¿habría que haber pelado chumbos cuando la patota empezó a disparar?
De haber sido así, de todos modos hubiera habido caídos: para responder a los disparos primero tiene que haber disparos, y esos disparos matan.

O sea que difícilmente se hubiera evitado una muerte, pero sí se habría generado la imagen -tan deseada por la burguesía- de una riña entre bandas. Se desdibujaría la verdad: que una patota de burócratas y barrabravas atacó a trabajadores.
A eso contribuye el método que vos proponés, y sus defectos son consecuencia de tu mala perspectiva programática. Cuando los objetivos programáticos no están claros, no se encontrará el método correcto.

Das el ejemplo de cómo se achicó Favale cuando lo metieron en cana, para señalar que los matones se achican cuando se les responde.
Pero, justamente, a Favale lo hicimos cagar con el método que estoy proponiendo yo, no con el que vos estás proponiendo.

Al contrario, la patota quiso zafar declarando que hubo tiros que venían del lado de los tercerizados.
Y les falló porque las pericias dejaron claro que no los hubo.
Con tu método, hubiera ganado la patota, se habría salvado Favale, mariano igual estaría muerto, y la masa del pueblo argentino se habría hecho una idea falsa de lo que realmente sucedió.

Entonces, vos, mucha fraseología rimbombante, mucha épica grandilocuente, pero nada más.

Por último, la película que mencionás no viene al caso: el huevo de la serpiente -el ascenso del nazismo- no fue resultado de la ausencia de acciones foquistas (es decir: de grupos armados al margen de las masas) sino de las inmensas traiciones y errores de los partidos que la clase obrera alemana consideraba propios.

Por lo demás, en un mano a mano meramente pistoleril con los nazis, lo más probable es que la izquierda no hubiera ganado.
Fueron los fascistas los que llevaron las cosas a ese terreno -puramente militar o paramilitar- donde la clase obrera no puede hacer valer lo que son sus verdaderos métodos de fuerza.

El ascenso de Hitler fue debido -en el plano político, que no es el único determinante- a la falta de unidad para oponérsele, entre las organizaciones socialdemócratas y el PC, y a la que la socialdemocracia adoptaba la postura de sostener al burgués democrático contra el fascismo, pero sin apelar a la movilización de la clase obrera.

¡No es que si salían cinco tipos de izquierda a tirar tiros, por afuera de las organizaciones de masas, los nazis se iban a desbandar!

Una vez más: la serpiente salió del huevo no a causa de cuestiones metodológicas, sino principalemente a causa de las insuperables limitaciones políticas de quienes debieron matar a la serpiente adentro del huevo.

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son cuentos
Por nuestro valor - Friday, Oct. 29, 2010 at 4:04 PM

La violencia de grupo contra grupo que pregona convergencia, es el terrorismo que se practico en la decada del 70 y que facilito la llegada de los milicos con la dictadura.
El camino correcto es el que iniciaron tanto el PO como el PTS, o sea el camino de la legalidad y el camino de ganar delegados y activistas con vistas a una acumulacion importante en las elecciones.
Este es el camino obrero y clasista, lo de convergencia es la desesperacion pequeño Burguesa estudiantil, que como no recluta obreros, quiere resolver con los tiros lo que no puede resorver con la politica.

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Alfonsin presente
Por 2 demonios - Friday, Oct. 29, 2010 at 4:28 PM

"el terrorismo que se practico en la decada del 70 y que facilito la llegada de los milicos con la dictadura" apa! peligroso eh! otra vez con los 2 demonios..la ideología de algunos militantes de "izquierda" deja mucho que desear..

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olvido
Por LR - Friday, Oct. 29, 2010 at 4:29 PM
cuandolacabezanoquiere.blogspot.com

El trotskismo en este aspecto falla.

Omite por completo las enseñanzas bolcheviques al respecto.

El partido bolchevique tenía una organización militar (el Buró Técnico Militar, dirigido por Krasin), realizaban expropiaciones y se financiaban principalmente de esa manera. De hecho, un trosco como Broué señala que en Odessa el 50% del financiamiento provenía de las expropiaciones (Broué, Pierre, El partido bolchevique).

Es lógico, Trotsky estuvo del lado de los mencheviques a la hora de reclamar la disolusión de la organización militar. Sostenían que se corría el riesgo de lumpenización (Marie, Jean-Jaques, Trotsky).

Lenin correctamente los caracterizó como "liquidadores" (Walter, Gerard, Lenin). Por suerte nunca terminó de darles pelota. De hecho, el riesgo de lumpenización lo señalaba el mismo Lenin en Guerra de Guerrillas.

La organización militar no sólo funcionó en época de ascenso revolucionario como en 1905 sino también posteriormente en épocas de reacción zarista y desmovilización de la vanguardia.

Luego los primeros cuatro congresos de la III Internacional ratificaron el ejemplo bolchevique, a la vez que impusieron exigencias aún más férreas para las organizaciones revolucionarias (verdaderas organizaciones de combate).

No existe en la historia un partido que haya dirigido la toma del poder y que no haya recurrido a la violencia (y que no se haya preparado en forma previa a la necesidad de su uso).

Los partidos trotskistas sostienen que eso es foquismo. Para ellos habría sido foquista Lenin. Para no reconocerlo eligen omitir el "detalle" de la organización militar y clandestina del partido bolchevique.

Sostienen que el foquismo aleja a los partidos de las masas. Utilizan como ejemplo paradigmático del foquismo al PRT-ERP. Lo que no pueden explicar es por qué ese partido tuvo mayor desarrollo y creció más rápidamente (pese a su supuesto "foquismo") que el Política Obrera o el PST de Moreno.

Con el asunto de la legalidad buguesa actual se olvidan de que el partido debe estar preparado y formado también para la actividad ilegal y clandestina. Y salvo que confiemos inexplicablemente en las instituciones de la democracia burguesa no tiene sentido despreciar tales tareas.

saludos

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Contra el embarre de cancha
Por --- - Friday, Oct. 29, 2010 at 4:31 PM

Bueno, acá resulta difícil establecer cuál sería GuateMALA y cuál GuatePEOR.

El rechazo a proceder a espaldas de los trabajadores, perdiendo la perspectiva política, no equivale a una opción por la legalidad o a la creencia de que al socialismo se llegará por vía electoral.

Por el contrario, esta actitud ha demostrado repetidamente ser una limitación insalvable.
Las "vías al socialismo" que se atan a la legalidad burguesa, terminan siempre o casi siempre en el fracaso, a menudo por vía de una masacre contra el pueblo, porque a la clase dominante su propia legalidad le importa tres carajos cuando se trata de salvar la condiciones que le permiten ejercer la explotación.

Dentro de quienes optamos por la causa socialista, el rechazo a los métodos foquistas o substituístas no puede basarse en el respeto incondicional a la legalidad burguesa o la vía electoral.

A lo que sí nos atamos los revolucionarios es a la evolución concreta de la conciencia de los trabajadores y las masas en general, buscando siempre ser un factor activo -y de vanguardia- en esa evolución.

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Ni penas ni olvido
Por --- - Friday, Oct. 29, 2010 at 4:45 PM

El planteo de LR es totalmente desacertado.

Está bien que se referencie en Lenin, pero no menos atención debería prestar a las condiciones dentro de las que Lenin se desenvolvió.

Como es sabido, los bolcheviques desenvolvieron su historia completa en un régimen autocrático. El Zar no gobernaba como resultado del sufragio universal, ni se llenaba la boca hablando de derechos humanos, no reprimir, etc.

Poner un signo de equivalencia entre un gobierno autocrático y un gobierno basado en el sufragio universal (por manipulado que éste pueda estar, lo que expresa más que nada limitaciones ideológico-políticas de los explotados) es un desatino que no puede compensar ninguna apelación a Lenin.

De pasada, LR menciona las críticas de Lenin al desarrollo de las organizaciones armadas (y dice algunas estupideces gratuitas sobre el menchevismo de Lenin, referenciándose en un biógrafo stalinista) , pero no extrae las debidas conclusiones.

Si incluso cuando son necesarias, esas organizaciones tienden a la despolitización y la degeneración, la conclusión es que las prevenciones contra este tipo de organización deben multiplicarse cuando su necesidad y conveniencia están en tela de juicio.
¿O no alcanza con el ejemplo del MTP, y cómo fue operado por la inteligencia del enemigo?

La organización militar que pueden reivindicar sin vueltas los bolcheviques es la que -oh!- más tiene que ver con la figura de Trotski: la que realizó la toma del poder para los soviets, bajo la dirección POLÍTICA bolchevique.

Es un macanazo la afirmación de que el PRT-ERP creció como consecuencia de su opción por el foquismo.
La historia es al revés: en la medida en que la política del PRT-ERP fue capturada por los elementos de la organización militar, su divorcio de las masas fue creciendo (hay en ello una razón necesiaria).
El momento en que el PRT tuvo mayor influencia de masas (masiva votación en Tucumán) es anterior a su opción unilateral por los métodos foquistas.

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Ni penas ni olvido
Por --- - Friday, Oct. 29, 2010 at 4:52 PM

El planteo de LR es totalmente desacertado.

Está bien que se referencie en Lenin, pero no menos atención debería prestar a las condiciones dentro de las que Lenin se desenvolvió.

Como es sabido, los bolcheviques desenvolvieron su historia completa en un régimen autocrático. El Zar no gobernaba como resultado del sufragio universal, ni se llenaba la boca hablando de derechos humanos, no reprimir, etc.

Poner un signo de equivalencia entre un gobierno autocrático y un gobierno basado en el sufragio universal (por manipulado que éste pueda estar, lo que expresa más que nada limitaciones ideológico-políticas de los explotados) es un desatino que no puede compensar ninguna apelación a Lenin.

De pasada, LR menciona las críticas de Lenin al desarrollo de las organizaciones armadas (y dice algunas estupideces gratuitas sobre el menchevismo de Trotski, referenciándose en un biógrafo stalinista) , pero no extrae las debidas conclusiones.

Si incluso cuando son necesarias, esas organizaciones tienden a la despolitización y la degeneración, la conclusión es que las prevenciones contra este tipo de organización deben multiplicarse cuando su necesidad y conveniencia están en tela de juicio.
¿O no alcanza con el ejemplo del MTP, y cómo fue operado por la inteligencia del enemigo?

La organización militar que pueden reivindicar sin vueltas los bolcheviques es la que -oh!- más tiene que ver con la figura de Trotski: la que realizó la toma del poder para los soviets, bajo la dirección POLÍTICA bolchevique.

Es un macanazo la afirmación de que el PRT-ERP creció como consecuencia de su opción por el foquismo.
La historia es al revés: en la medida en que la política del PRT-ERP fue capturada por los elementos de la organización militar, su divorcio de las masas fue creciendo (hay en ello una razón necesiaria).
El momento en que el PRT tuvo mayor influencia de masas (masiva votación en Tucumán) es anterior a su opción unilateral por los métodos foquistas.

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Olvidos sin apenarse
Por LR - Friday, Oct. 29, 2010 at 5:50 PM

1) Lenin no condicionaba la existencia de una organización militar a las posibilidades de votar o no votar, a las posibilidades electorales. Sí planteaba la lucha armada en contacto con las masas, no divorciadas de ellas. Siempre sostuvo que era necesario saber combinar el trabajo legal con el ilegal. De hecho, el Programa Militar de la Revolución Proletaria critica a los pacifistas de Europa occidental. "Un pueblo que reniegue de las armas merece ser esclavo" (algo así era la frase de Lenin).

2) La cuestión de Trotsky y su posición afín los liquidadores no sólo está planteada en la biografía de Lenin escrita por Walter sino también en la de Trotsky escrita por Marie. Broue, otro trotskista, muestra que secciones del partido bolchevique se financiaban en su mayor medida con expropiaciones. No es una calumnia estalinista.

3) La apelación a la organización militar en vísperas de octubre 17 (en la que Trotsky juega un papel preponderante en el Comité Militar) ignora que los campesinos-soldados estaban armados por la guerra. Pequeño detalle ¿Qué harán los obreros para armarse si la guerra no los arma? ¿Irán con gomeras y piedras a los cuarteles? Coggiola (PO) sostiene que el Cordobazo venció a la policía con la política, ignorando que el ejército restituyó el orden en la ciudad mediante su fuerza material. A una fuerza material se la vence oponiéndole otra fuerza material. Ya Marx lo decía en su introducción a la filosofía del derecho de Hegel. De las armas de la crítica a la crítica de las armas. Coggiola tampoco menciona que Lenin reconocía la necesidad apoyar la insurrección de las masas mediante la acción de comandos guerrilleros (en Guerra de guerrillas). Ningún partido tuvo, que yo sepa, comandos guerrilleros apoyando la insurrección cordobeza.

4) El asunto es la preparación. Cuando las papas queman no puede iniciarse la preparación. Si el partido es un partido de vanguardia y de combate, deberá estar preparado de antemano para asumir su condición de dirigente también en el aspecto militar. Incluso Trotsky, le reprochaba al Partido Socialista Italiano no haber tenido cuadros armados preparados (en Una escuela de estrategia, durante la III Internacional). Entre las tantas tareas que implica la revolución Trotsky mencionaba a título de ejemplo no más de cinco o seis. Entre ellas la cuestión de la preparación del combate armado.

5) Yo no digo que el PRT-ERP se acercara a las masas por practicar el foquismo. De hecho, niego que el PRT-ERP fuera foquista.

Lo que digo es que si el foquismo aleja al partido de las masas y si el PRT-ERP era foquista, tanto PO como PST que no eran foquistas y, por tanto, no tenían una política que las alejara de las masas, deberían haber tenido un desarrollo mayor que PRT-ERP. Deberían haber estado más cerca de ellas y haber tenido un desarrollo mayor.

6) Todo aquello que tenga algún viso de utilización de armas es caracterizado como foquismo. Es cierto que hoy las tareas más importantes son otras. Lo que no es cierto es que por eso hay que dejar de lado otras no tan importantes. Porque cuando lo sean, la fuerza material del estado burgués no va a otorgar tiempo suficiente para la preparación. Para ser un partido de vanguardia no hay que esperar a que las masas tomen conciencia de la necesidad de usar la violencia para encarar alguna tarea de ese tipo. Cuando las masas toman esa conciencia el partido debe dirigir en ese aspecto y para eso tendrá que haberse preparado con anterioridad y contar con cuadros lo suficientemente competentes como para ser estado mayor también en ese aspecto.

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Estás tergiversando
Por --- - Friday, Oct. 29, 2010 at 6:19 PM

1) En este punto, no argumentás nada sino que hacés una mezcolanza de frases, muy a vuelo de pájaro y seleccionadas arbitrariamente, confundiendo clandestinidad con organización armada (por ejemplo) y ocultando que Lenin ordenó la disolución de los grupos armados que habían realizado las exes (algo que, de todos modos, hacían otras corrientes políticas que luego serían contrarias a la revolución).
En verdad, al PRT le pasó lo contrario de lo que planteaba Lenin, fue la organización militar la que no disolvió pero sí copó la organización política, la despolitizó y la llevó al más ruidoso fracaso y, hay que decirlo con todas las letras, a un exterminio injustificado, innecesario.
Acá, y más allá de la desviación política propiamente dicha, el recurso a las armas no salvaron vidas valiosas, sino que las liquidaron (caso Monte Chingolo).

2) Sobre la financiación por medio de las exes, otra vez generalizás sin precisar el período histórico concreto. Así generalizada, tu afirmación es falsa.
Gerard Walter, por lo demás, es un historiador con sesgo stalinista.
Los errores políticos de Trotski fueron criticados por el propio Trotski, y no tienen nada que ver con la cuestión de los grupos armados y las exes (aunque sí fue muy crítico de esos grupos, y con toda razón).

3) De ningún modo ignoro que los campesinos estaban armados por la situación de guerra.
De hecho, esos campesinos eran conscriptos como los que intervinieron en todos los golpes militares reaccionarios.
Así que tus propias palabras, consideradas seriamente, confirman mi postura y no la tuya: que la clave está en la conciencia, y no en las armas y que, cuando la conciencia de las masas alcanza el debido desarrollo, las armas pasan de mano sin necesidad de que vengan aventureros ajenos a elllas.
Los bolcheviques lograron que los soldados se pasaran a la revolución fusionándose con ellos, y no diferenciándose de ellos.

Justamente, en la mayor parte de las revoluciones las armas han surgido no por estímulo de algún grupúsculo focoide, sino por exigencia de la situación general (guerra) y de la efectiva experiencia de las masas (Rusia, China, Vietnam, Yugoslavia, Grecia, etc. etc. etc.).

4) Es una fantasía. Las masas se han preparado para la revolución siempre sobre la marcha de los acontecimientos. Los que se preparan en campos de entrenamiento clandestinos, rara vez han podido fundirse con la lucha de las masas y, cuando lo han logrado (Cuba único caso) no ha sido por su foquismo, sino a pesar de él. La causa es que las masas venían haciendo una larga experiencia política Dos o tres décadas), muy agitada y aciva, y que poco debía a los métodos foquistas.

5) Bueno, seguí negando que el ERP haya virado hacia el foquismo. También podés negar que la sangre es roja, o que los dían duran 24 hs. Por mí no te cortes...
Vuelta a la historia concreta: el desarrollo de masas del PRT NO COINCIDIÓ histórica, cronológica y espacialmente, con su copamiento por parte el grupo militar (Gorriarán & Cía).

6) No macanées: El foquismo no pasa simplemente por el uso de armas, sino por la substitución de cuestiones políticas por cuestiones militares y, también, por atarse a un método que necesariamente aisla del progreso real del movimiento de masas.
El recurso a las armas se empleará cuando el propio desarrollo del movimiento de masas y de la situación política lo exijan. Toda otra cosa es aventurerismo, o blanquismo (o foquismo). En esto, creo que Lenin está claramente de mi parte, y en contra tuya.

En fin: tus planteos, políticamente rudimentarios (un tanto infantiles también) se parecen como dos gotas de agua a los del viejo FEL y de la actual TPR (o sea Malaspina, Marino & Cía.).
Creo que deberías explicitar tu identidad política (si la clandestinidad no te lo vedan claro!) para que todos los foristas se den cuenta de frente a qué clase de delirio estamos.

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Por LR - Sunday, Oct. 31, 2010 at 10:31 AM

Lenin no supeditaba determinado medio de lucha a la existencia, o no, de posibilidades de presentarse a elecciones. Las exes se realizaron tanto en el período revolucionario de 1905-1907 como posteriormente, pasando por la parte más aguda de la reacción zarista (1907-1910).

En 1912, en la IV Conferencia (de Praga) del POSDR Lenin llamaba a defender el partido ilegal de los liquidacionistas. Trotsky estaba del lado de los liquidadores que eran mencheviques.

No es una calumnia de la biografía de Walter. Ese hecho está ratificado en la biografía que JJ Marie escribió sobre Trotsky hace poco y que ha recomendado el PO.

No confundo organización ilegal con el aparato militar del partido bolchevique. Pero es obvio que la actuación del aparato militar del partido entraba en lo que se decía como actuación ilegal o clandestina, aunque no agotara las tareas de la ilegalidad.

Sostenes que no argumento. La verdad que no creo haber leído todo lo escrito por Lenin. Pero en ningún lugar he podido leer que Lenin supeditara la acción armada a la existencia de posibilidades de presentarse a elecciones. De hecho, un método bolchevique repetido hasta el hartazgo es la necesidad de combinar la actuación legal con la ilegal.

El hecho de que citara textos de diferentes épocas muestra que en ese aspecto la postura de Lenin nunca cambió. El Programa Militar de la Revolución Proletaria fue escrito diez años después que Guerra de Guerrillas y lejos de apartarse de los conceptos del primero, los complementa.

Si lees “Una escuela de estrategia revolucionaria” de Trostky, cuando la III Internacional no había degenerado, LT critica al Partido Socialista Italiano por no haberse preparado adecuadamente para revolución. En un párrafo determinado señala algunas tareas a título ejemplificativo. En una de esas tareas menciona que no fueron creados “núcleos de asalto capaces de manejar armas y enarbolarlas en el momento preciso”. Es decir, que no se habían preparado para el uso de la violencia armada. Imagino que una revolución exige una grandísima cantidad de tareas preparatorias que no pueden agotarse en esas pocas que menciona Bronstein. ¿Cómo es que menciona el recurso a las armas si esta es tan poco importante que recién se verá como se soluciona el problema cuando esté planteado? La preparación forzosamente es anterior a la necesidad de hacer aquello para lo que necesitas pre-pararte.

Pero para vos prepararte es aventurerismo. Por tu apelación a la legalidad parece que realmente confías en legalidad burguesa.

Lenin sí sostenía que el partido no debía escindirse de la acción de las masas. Por eso condenaba la acción terrorista individual. Pero también aplaudía a los destacamentos guerrilleros que apoyaron la acción insurreccional de las masas revolucionarias en 1905 (Recomiendo leer “Las enseñanzas de la insurrección de Moscú” y “Guerra de Guerrillas” ambas en el tomo XI de las obras completas).

Conciencia: Está claro que la conciencia es fundamental. Se puede ver a lo largo de miles de ejemplos. Por caso el de obreros franceses que secuestran a los directivos de la empresa para que ¡Le paguen las indemnizaciones! Es decir, un método de lucha radicalizado desgajado de un objetivo conciente igualmente radical. Nadie se bate en lucha hasta morir si no tiene conciencia de que se está jugando algo importante, de que vale la pena hacerlo. Pero para que la acción práctica de la conciencia sea más efectiva, más eficiente, hacen falta armas. Cuando las masas bolivianas se movilizaron para aplastar a la reacción en Santa Cruz muchos pedían armas para el pueblo (como si Evo se las fuera a dar). Esa política es una no-política.

Ya en su momento un Marx muy joven sostenía la necesidad de las armas de la crítica y de la crítica de las armas. Que no era posible vencer a una fuerza material sin oponerle otra fuerza material (introducción a la filosofía del derecho de Hegel).

En el caso ruso los campesinos estaban armados por la guerra. El primer problema que es conseguir armas estaba solucionado. Otro problema que es infiltrar al ejército también lo estaba desde el mismo momento en que estaban en guerra, había servicio militar obligatorio y los bolcheviques se dieron una política de ingreso al mismo.

En la situación concreta de Argentina no estamos ni en guerra, ni hay servicio militar obligatorio ni hay una política de entrada en forma voluntaria por parte de los partidos revolucionarios. Bueno, algunos partidos que se dicen revolucionarios ni siquiera tienen una política de proletarización, menos van a tener de la mencionada.

¿Cómo los obreros, llegado el momento, se harán de armas? ¿Asaltando cuarteles con palos y piedras? ¿Y si se hicieran de las armas sabrán actuar en el plano militar en forma tal de enfrentar a las fuerzas armadas represivas? ¿No convendrá estar preparado cuando llegue el momento en vez de esperar a que llegue sin preparación?

La política de los partidos trotskistas, en este aspecto, es la glorificación de la ausencia de política. Responden, como vos, “cuando esté planteado el problema vemos” o idealismos incomprensibles como que “cuando la conciencia de las masas alcanza el debido desarrollo, las armas pasan de mano”. ¿Cómo que “pasan”? ¿Cuándo es “debido” el desarrollo?

No, las armas no pasan de mano, las armas hay que obtenerlas. Y una vez que se obtienen hay que saber cómo usarlas de la forma más eficaz posible. Todos los ejercicios militares del imperialismo en Latinoamérica, en asociación con las fuerzas armadas locales, en los últimos años, suponen o se centran en un escenario insurreccional que hay que reprimir. O sea, que la burguesía se prepara con antelación a todo escenario de ese tipo en lo militar. Los partidos revolucionarios actualmente existentes no.

Cuando las masas tomen conciencia de la necesidad de la lucha armada, de la violencia, es decir, CUANDO SE PLANTEE EL PROBLEMA, el partido de combate, si es de vanguardia, deberá dirigir también en el ámbito militar a las masas que han adquirido esa conciencia. Para poder dirigirlas se tendrán que haber preparado con antelación. Esa preparación se verá en su actuación práctica. Y las masas van a seguir a aquél partido que les muestre una perspectiva de victoria.

A su vez, la postura de que en determinado momento las armas “pasan de mano” supone una idealización del ascenso de masas. Se supone que las masas irán ascendiendo en su movilización, que ese ascenso será ininterrumpido y sin solución de continuidad. Lo cierto es que habrá flujos y reflujos, habrá actos insurreccionales y entre-actos insurreccionales, habrá ofensiva de las masas y ofensiva de la reacción. El partido, si sigue una estrategia bolchevique, deberá no sólo prepararse para la actuación en los actos insurreccionales sino también entre-actos insurreccionales, deberá combatir en pequeños encuentros (Guerra de guerrillas).

Con respecto al PRT-ERP yo no digo que fuera foquista y que por ser foquista tuviera un gran desarrollo.

Yo NIEGO que el PRT-ERP fuera foquista. Participaba en elecciones y actuaba en diferentes frentes (político FAS, sindical MSB, cultural FATRAC, militar JCR).

Ahora bien, si hago mío el argumento trotskista sobre que el PRT era foquista debería haberlo visto separado de las masas. Por tanto, debería haber tenido un desarrollo menor que otros partidos revolucionarios no-foquistas (caso PO, caso PST). Pero no fue el caso, los partidos no-foquistas como PO o PST tuvieron un período de existencia similar hasta el golpe pero en cuanto a desarrollo y crecimiento fueron menos eficientes y su influencia fue también menor.

Lo cierto es que PRT-ERP tuvo un desarrollo mayor en todos los planos de la lucha. No sólo tenían la prensa partidaria, El Combatiente. Tenían la prensa del ERP, Estrella Roja, la revista Nuevo Hombre, dirigida por Silvio Frondizi, el diario El Mundo, tenían fábrica de armas. En fin, nada que ver con la teoría del foco guerrillero. Si Guevara en Bolivia fue foquista y el PRT fue foquista, tengo que llegar a la conclusión de que foquismo se le dice a todo aquello que tiene que ver con armas, porque la actuación del Che en Bolivia no tiene punto de contacto con la actuación del PRT-ERP en Argentina.

Es tan elástico el concepto de foquismo que manejan los trotskistas que todo entra si hay armas presentes (El concepto de foquismo lo toman de Lora).

Por último, no puedo considerar serio a alguien que me dice “cuando llegue el momento vemos qué onda”. Eso es ausencia total de política, en política revolucionaria es de una irresponsabilidad criminal. Realmente hay que ser todo un idealista para suponer que las masas confíen en alguien que les dice “bueno, ya veremos”.

En cuanto a mi identidad política, te aclaro que ya hace mucho que no voy al colegio, y que el secundario lo hice en un colegio católico. Pero conozco la interna que mencionas. Al respecto lo único que puedo decir es que si unos mocosos de un colegio secundario les armaron una organización paralela es que no hay una compenetración muy seria con respecto a las tácticas conspirativas. ¡No quiero imaginar lo que podrían hacer los servicios de inteligencia!. Así que pese a mis razonamientos supuestamente infantiles (una falacia básica de la lógica formal típica del PO: descalificar al contrincante) ya no soy un infante como los que mencionas.

Saludos

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Por LR - Sunday, Oct. 31, 2010 at 10:31 AM

Lenin no supeditaba determinado medio de lucha a la existencia, o no, de posibilidades de presentarse a elecciones. Las exes se realizaron tanto en el período revolucionario de 1905-1907 como posteriormente, pasando por la parte más aguda de la reacción zarista (1907-1910).

En 1912, en la IV Conferencia (de Praga) del POSDR Lenin llamaba a defender el partido ilegal de los liquidacionistas. Trotsky estaba del lado de los liquidadores que eran mencheviques.

No es una calumnia de la biografía de Walter. Ese hecho está ratificado en la biografía que JJ Marie escribió sobre Trotsky hace poco y que ha recomendado el PO.

No confundo organización ilegal con el aparato militar del partido bolchevique. Pero es obvio que la actuación del aparato militar del partido entraba en lo que se decía como actuación ilegal o clandestina, aunque no agotara las tareas de la ilegalidad.

Sostenes que no argumento. La verdad que no creo haber leído todo lo escrito por Lenin. Pero en ningún lugar he podido leer que Lenin supeditara la acción armada a la existencia de posibilidades de presentarse a elecciones. De hecho, un método bolchevique repetido hasta el hartazgo es la necesidad de combinar la actuación legal con la ilegal.

El hecho de que citara textos de diferentes épocas muestra que en ese aspecto la postura de Lenin nunca cambió. El Programa Militar de la Revolución Proletaria fue escrito diez años después que Guerra de Guerrillas y lejos de apartarse de los conceptos del primero, los complementa.

Si lees “Una escuela de estrategia revolucionaria” de Trostky, cuando la III Internacional no había degenerado, LT critica al Partido Socialista Italiano por no haberse preparado adecuadamente para revolución. En un párrafo determinado señala algunas tareas a título ejemplificativo. En una de esas tareas menciona que no fueron creados “núcleos de asalto capaces de manejar armas y enarbolarlas en el momento preciso”. Es decir, que no se habían preparado para el uso de la violencia armada. Imagino que una revolución exige una grandísima cantidad de tareas preparatorias que no pueden agotarse en esas pocas que menciona Bronstein. ¿Cómo es que menciona el recurso a las armas si esta es tan poco importante que recién se verá como se soluciona el problema cuando esté planteado? La preparación forzosamente es anterior a la necesidad de hacer aquello para lo que necesitas pre-pararte.

Pero para vos prepararte es aventurerismo. Por tu apelación a la legalidad parece que realmente confías en legalidad burguesa.

Lenin sí sostenía que el partido no debía escindirse de la acción de las masas. Por eso condenaba la acción terrorista individual. Pero también aplaudía a los destacamentos guerrilleros que apoyaron la acción insurreccional de las masas revolucionarias en 1905 (Recomiendo leer “Las enseñanzas de la insurrección de Moscú” y “Guerra de Guerrillas” ambas en el tomo XI de las obras completas).

Conciencia: Está claro que la conciencia es fundamental. Se puede ver a lo largo de miles de ejemplos. Por caso el de obreros franceses que secuestran a los directivos de la empresa para que ¡Le paguen las indemnizaciones! Es decir, un método de lucha radicalizado desgajado de un objetivo conciente igualmente radical. Nadie se bate en lucha hasta morir si no tiene conciencia de que se está jugando algo importante, de que vale la pena hacerlo. Pero para que la acción práctica de la conciencia sea más efectiva, más eficiente, hacen falta armas. Cuando las masas bolivianas se movilizaron para aplastar a la reacción en Santa Cruz muchos pedían armas para el pueblo (como si Evo se las fuera a dar). Esa política es una no-política.

Ya en su momento un Marx muy joven sostenía la necesidad de las armas de la crítica y de la crítica de las armas. Que no era posible vencer a una fuerza material sin oponerle otra fuerza material (introducción a la filosofía del derecho de Hegel).

En el caso ruso los campesinos estaban armados por la guerra. El primer problema que es conseguir armas estaba solucionado. Otro problema que es infiltrar al ejército también lo estaba desde el mismo momento en que estaban en guerra, había servicio militar obligatorio y los bolcheviques se dieron una política de ingreso al mismo.

En la situación concreta de Argentina no estamos ni en guerra, ni hay servicio militar obligatorio ni hay una política de entrada en forma voluntaria por parte de los partidos revolucionarios. Bueno, algunos partidos que se dicen revolucionarios ni siquiera tienen una política de proletarización, menos van a tener de la mencionada.

¿Cómo los obreros, llegado el momento, se harán de armas? ¿Asaltando cuarteles con palos y piedras? ¿Y si se hicieran de las armas sabrán actuar en el plano militar en forma tal de enfrentar a las fuerzas armadas represivas? ¿No convendrá estar preparado cuando llegue el momento en vez de esperar a que llegue sin preparación?

La política de los partidos trotskistas, en este aspecto, es la glorificación de la ausencia de política. Responden, como vos, “cuando esté planteado el problema vemos” o idealismos incomprensibles como que “cuando la conciencia de las masas alcanza el debido desarrollo, las armas pasan de mano”. ¿Cómo que “pasan”? ¿Cuándo es “debido” el desarrollo?

No, las armas no pasan de mano, las armas hay que obtenerlas. Y una vez que se obtienen hay que saber cómo usarlas de la forma más eficaz posible. Todos los ejercicios militares del imperialismo en Latinoamérica, en asociación con las fuerzas armadas locales, en los últimos años, suponen o se centran en un escenario insurreccional que hay que reprimir. O sea, que la burguesía se prepara con antelación a todo escenario de ese tipo en lo militar. Los partidos revolucionarios actualmente existentes no.

Cuando las masas tomen conciencia de la necesidad de la lucha armada, de la violencia, es decir, CUANDO SE PLANTEE EL PROBLEMA, el partido de combate, si es de vanguardia, deberá dirigir también en el ámbito militar a las masas que han adquirido esa conciencia. Para poder dirigirlas se tendrán que haber preparado con antelación. Esa preparación se verá en su actuación práctica. Y las masas van a seguir a aquél partido que les muestre una perspectiva de victoria.

A su vez, la postura de que en determinado momento las armas “pasan de mano” supone una idealización del ascenso de masas. Se supone que las masas irán ascendiendo en su movilización, que ese ascenso será ininterrumpido y sin solución de continuidad. Lo cierto es que habrá flujos y reflujos, habrá actos insurreccionales y entre-actos insurreccionales, habrá ofensiva de las masas y ofensiva de la reacción. El partido, si sigue una estrategia bolchevique, deberá no sólo prepararse para la actuación en los actos insurreccionales sino también entre-actos insurreccionales, deberá combatir en pequeños encuentros (Guerra de guerrillas).

Con respecto al PRT-ERP yo no digo que fuera foquista y que por ser foquista tuviera un gran desarrollo.

Yo NIEGO que el PRT-ERP fuera foquista. Participaba en elecciones y actuaba en diferentes frentes (político FAS, sindical MSB, cultural FATRAC, militar JCR).

Ahora bien, si hago mío el argumento trotskista sobre que el PRT era foquista debería haberlo visto separado de las masas. Por tanto, debería haber tenido un desarrollo menor que otros partidos revolucionarios no-foquistas (caso PO, caso PST). Pero no fue el caso, los partidos no-foquistas como PO o PST tuvieron un período de existencia similar hasta el golpe pero en cuanto a desarrollo y crecimiento fueron menos eficientes y su influencia fue también menor.

Lo cierto es que PRT-ERP tuvo un desarrollo mayor en todos los planos de la lucha. No sólo tenían la prensa partidaria, El Combatiente. Tenían la prensa del ERP, Estrella Roja, la revista Nuevo Hombre, dirigida por Silvio Frondizi, el diario El Mundo, tenían fábrica de armas. En fin, nada que ver con la teoría del foco guerrillero. Si Guevara en Bolivia fue foquista y el PRT fue foquista, tengo que llegar a la conclusión de que foquismo se le dice a todo aquello que tiene que ver con armas, porque la actuación del Che en Bolivia no tiene punto de contacto con la actuación del PRT-ERP en Argentina.

Es tan elástico el concepto de foquismo que manejan los trotskistas que todo entra si hay armas presentes (El concepto de foquismo lo toman de Lora).

Por último, no puedo considerar serio a alguien que me dice “cuando llegue el momento vemos qué onda”. Eso es ausencia total de política, en política revolucionaria es de una irresponsabilidad criminal. Realmente hay que ser todo un idealista para suponer que las masas confíen en alguien que les dice “bueno, ya veremos”.

En cuanto a mi identidad política, te aclaro que ya hace mucho que no voy al colegio, y que el secundario lo hice en un colegio católico. Pero conozco la interna que mencionas. Al respecto lo único que puedo decir es que si unos mocosos de un colegio secundario les armaron una organización paralela es que no hay una compenetración muy seria con respecto a las tácticas conspirativas. ¡No quiero imaginar lo que podrían hacer los servicios de inteligencia!. Así que pese a mis razonamientos supuestamente infantiles (una falacia básica de la lógica formal típica del PO: descalificar al contrincante) ya no soy un infante como los que mencionas.

Saludos

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gracias a las vanguardias
Por proletario - Sunday, Oct. 31, 2010 at 12:08 PM

que discuten con tanto ahínco cual es la mejor manera de dirigirnos y de "autodefendernos".

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entre por error
Por Sos nuevo en indymedia? - Sunday, Oct. 31, 2010 at 12:37 PM

proletario: solo vos y el chiflado del Po están "discutiendo". este hilo esta muerto... o lo podes mantener juntito a tres rayitas.

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???
Por proletario - Sunday, Oct. 31, 2010 at 1:30 PM

pucha que estaba fiero el peludo con azúcar

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Demasiado gre gre
Por Gregorio a rayas - Monday, Nov. 01, 2010 at 7:01 PM

Seguís desviando, mezclando y tergiversando.
Decís: “Lenin no supeditaba determinado medio de lucha a la existencia, o no, de posibilidades de presentarse a elecciones.”.
El primer subterfugio es traer a colación a Lenin por lo que no hacía, en vez de por lo que hacía. Es, además de un desvío del debate, un argumento nulo (como si yo dijera: “Lenin no decía que no había que lavarse las manos antes de comer”).
En segundo lugar, yo hablé de adecuarse a una circunstancia, no de privilegiar la vía electoral (como das a entender, fraudulentamente). Por ejemplo: en condiciones rabiosamente antidemocráticas, de ilegalidad completa, el partido no puede financiarse legalmente, no puede hacer colectas públicas, ir a las puertas de las fábricas con una mesita y una bandera, hacer fiestas, vender prensa en las calles, etc. En ese contexto, financiarse mediante expropiaciones parece conveniente y efectivo, a pesar de todos los inconvenientes que puedan traer (y trajeron! No hay que olvidar por qué Lenin ordenó terminar con ellas).
En condiciones de clandestinidad total, es imposible dirigirse directamente a las masas, y se priorizan tareas de resistencia y reorganización molecular. En ese contexto, estaban justificadas las acciones militares y las expropiaciones. En cuanto existió la posibilidad no de presentarse a elecciones sino de dirigirse a las masas, son otras las tácticas que Lenin aconsejaba. A eso me refería, cuando señalé que vos pasás por alto las condiciones concretas en que se dieron las exes (vos mismo señalás que no las hubo después de 1910, pero omitís que a partir de cierto momento Lenin las criticó severamente y reclamaba su terminación).
En tercer lugar, Lenin sí supeditaba unos métodos de lucha a otros. Por ejemplo, en circunstancias donde era prioritario que el partido ganara a las masas, privilegiaba acciones de propaganda y no acciones militares (parecés olvidar la oposición de Lenin a que la manifestación de agosto fuera armada!).
Después de aclarados los embrollos que hiciste tratando de comprometer a Lenin en tu discusión, queda claro que harías bien en dejar de mencionarlo, que no te da la razón ni le estás haciendo ningún favor (sino todo lo contrario).

No hace falta meter a Lenin en el medio para discutir lo que estábamos discutiendo.
Es obvio que en condiciones de clandestinidad, en que las masas se sienten atadas y amordazas, no te desprestigiás por usar un arma, pero sí lo hacés cuando podés dirigirte a las masas, son ellas las que decidirán a partir de qué momento adoptarán tal o cual método.
Acá, dicho sea de paso, le contesto al tontito de “proletario”, que me incluye en la bolsa de los que pretenden imponerle a las masas sus propios puntos de vista, cuando yo estoy planteando exactamente lo contrario: a las masas las convenceremos o no, pero NO actuaremos de espaldas a ellas, o al margen de ellas, en condiciones de legalidad que nos permiten hacerlo de modo directo y amplio.

Tu mención al caso del partido italiano es extremadamente torpe. Si el partido italiano no formó grupos armados para intervenir en el momento oportuno (y estamos hablando de una situación donde había un auge de masas y una oleada de huelgas revolucionarias, algo que acá y ahora no sucede) fue porque el partido italiano no había madurado políticamente y conservaba en su interior elementos socialdemócratas. Ese era el problema: la política.
Deberías interiorizarte bien sobre la historia del partido italiano, su antibelicismo burgués (es decir, en alianza con una fracción de la burguesía), etc. La clave del problema, siempre, es política. Para integrar al partido italiano a la tercera internacional, hubo que depurarlo muy severamente, e incluso se perdieron referentes (como Serrati) que muy queridos y respetados por las masas obreras de Italia. Eso fortaleció a un ala izquierda que tampoco estaba bien orientada políticamente (el bordiguismo) y que recibió críticas demoledoras de Lenin y de Trotski.

No dije que prepararse se aventurerismo. Sin duda lo sería llevar armas a las manifestaciones, o temerlas en un local. Ponerse a entrenar militarmente a la gente cuando lo que se necesita es llegar a las masas, en los lugares de trabajo, en los barrios (y también en los procesos electorales, sin duda), sería una estupidez, pero no aventurerismo específicamente (aunque muy probablemente degeneraría en tal, por el temperamento de quienes fogonean esas actividades y porque darles aliento en un contexto que no lo justifica sería incentivarlos).

Sobre la acción de organizaciones militares en apoyo a una insurrección de masas, estoy de acuerdo con vos (más bien con Lenin). Pero acá no hay ninguna insurrección de masas que demande semejantes acciones. Al contrario, acá todavía la cosa pasa por cómo abrirnos pasos hacia las masas. Y, como creo haber demostrado, un arma en la columna de los tercerizados no hubiera acercado al partido a las masas, sino lo contrario. ¡Esa es la cuestión! Si la entendieras, no te andarías por tantas ramas tratando de hacerle decir a Lenin lo que nunca dijo. A mí no me caben dudas de que el resultado de la acción del PO junto a los mercerizados ferroviarios (incluida la muerte de Mariano) representa un paso cierto en el acercamiento entre el PO y los trabajadores, y no estoy limitando mi referencia a los ferroviarios. Estoy seguro de que son muchos (decenas y quizás cientos de mensajes recibidos por la prensa lo atestiguan) los que ven con simpatía y buenos ojos lo que el PO hizo en Avellaneda y Barracas y lo que sigue haciendo tras el asesinato de Mariano. No sería así si militantes del PO hubieran pelado chumbos, podés estar seguro. En condiciones de clandestinidad, no hubiera importado: al muerto le habrían puesto en la mano un arma, aunque no tuviera ninguna. Bajo tal circunstancia, llevar armas podría haber sido conveniente (o quizás no, para saberlo habría que considerar concretamente una situación particular).

Hablás todo el tiempo de la necesidad de vencer una fuerza material. Por supuesto, exagerás. ¿O te olvidaste de que en Argentina no existe más conscripción, y que las fuerzas represivas se reducen a la policía, la gendarmería y la prefectura, claramente insuficientes para contener una verdadera insurrección de masas. Lo que hay que conseguir son las masas, no las armas.

Pero no sería muy diferente en caso de que hubiera conscripción. Igual que pasó en Rusia, sería necesario que la tropa se pase al campo de la revolución. Esto pasó en Rusia, sí, pero también más cerca pasó en Bolivia, y pasó en Portugal (para mencionar sólo los ejemplos más conocidos).
En Bolivia, especialmente, la revolución pudo avanzar cuando las tropas se pasaron a su lado. En cambio, no contribuyeron a ello en absoluto los grupos que se prepararon militarmente con toda la antelación que vos recomendás con tanto entusiasmo como obstusidad.

Vos preguntás cómo y cuándo los obreros se harán de las armas, si no hay colimba (ua pregunta un poco estúpida, porque cuando había colimba los colimbas no se sublevaron).
Te respondo: los trabajadores se harán de las armas ni bien comprendan que las necesitan. Ni un minuto antes. Especialmente, los grupos armados partidarios no pueden resolver este problema, ya que jamás cuentan con armas en demasía. Es decir que el problema seguiría planteado incluso si hubiera grupos partidarios armados.

Pareciera que vivís en Marte. En gran parte, el pueblo argentino está ya armado (aunque no con fusiles, claro). En segundo lugar, si alguien sabe cómo conseguir un arma (caso de no tenerla), son los más pobres. Aparte de eso, las armas suelen conseguirse asaltando armerías, o desarmando a miembros de los aparatos represivos. Naturalmente, ello se hace paso a paso, no de golpe. Siempre es así.
Y sí, las armas pasan de mano. Una situación revolucionaria NECESARIAMENTE quiebra la cadena de mandos (por arriba) y lleva a sectores crecientes a renunciar a enfrentarse con el pueblo. Esto fue notorio en la propia revolución rusa de febrero. Deberías interiorizarte sobre ella. La fuerza militar no predominó para nada en la caída del Zar (es decir: del temible régimen ultra-represivo).
Acá mismo, en el post-Argentinazo, hemos visto tanto la indecisión policial por arriba como, incluso, la renuncia de las tropas a usar las armas (en una ocasión, en Lavalán pusieron las armas en el suelo!).
El uso de la represión por De la Rua, ni hizo retroceder a las masas (no lo habría podido lograr) y sí aceleró la caída del gobierno. Supongo que tipos como vos no habrían intervenido, no sea cosa…

Si tu idea es que con armamento y organización militar se gana una guerra contra los USA, delirás.
En materia de fuerza militar, no les podríamos ganar jamás. Ni siquiera fue así en Vietnam, donde sus oponentes contaban con relativamente buen armamento (pero, sobre todo, se trataba de un pueblo que venía peleando y ganando una lucha anticolonial desde hacía tres décadas, y que tenía resuelto el punto político!). Los yankees debieron retirarse de Vietnam a causa de su propia crisis política, ciertamente impulsada por la resistencia militar vietnamita en aquél caso (pero no, por ejemplo, en el de Irak, lo que prueba que siempre la instancia clave es la política).
En realidad, el caso testigo histórico es España (1936-39), donde todo se jugó en el terreno militar (a causa, precisamente, de una decisión política… reaccionaria).

El levantamiento fascista en España (ya que te gusta tanto Pier Brue, leelo) fue derrotado allí donde no se esperó la intervención militar, sino que los cuarteles fueron rodeados por obreros prácticamente desarmados. Esa es la manera obrera de derrotar un golpe: sitiar los cuarteles: No entran provisiones, no entra agua, ni gas. Les prendés fuego, etc. Y así se venció a los golpistas.
No se los venció, en cambio, cuando se eligió el rumbo militar y se postergó la cuestión política.

Finalmente, sobre tu identidad política hablaste mucho sin decir nada, lo que te hace aparecer como un charlatán (sin desmentir que tus ideas se parecen, como dos gotas de agua, a los farfullos de Malaspina, Marino & Cía).

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