Julio López
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Una respuesta necesaria
Por PRT Santucho - Tuesday, Nov. 09, 2010 at 5:58 PM

Ante las mentiras reaccionarias

UNA RESPUESTA NECESARIA

En los últimos meses han circulado una serie de escritos y comentarios en distintas páginas (Informador Público, Periodismo de verdad -Tucumán-, Seprin, como los ejemplos más notables, entre innumerables páginas) que merecen una respuesta.
Hay una incorrecta interpretación de los acontecimientos, tanto en términos analíticos como en términos conceptuales. En ese sentido hacen una notable gala de su falta de sentido dialéctico.

En primer lugar, se plantea que, “las cosas, al menos en términos discursivos, no cambiaron tanto como podría creerse” o “la historia se repite”. Y en realidad, eso es falso. Durante más de 25 años la lucha armada, el nombre del Comandante Santucho y la discusión del poder en nuestra patria estuvieron ausentes, a partir del terrorismo ideológico impuesto a los argentinos “desde arriba”, como resultado del golpe de Estado de 1976 y las políticas neoliberales implementadas por los sucesivos gobiernos democráticos hasta la actualidad. Sólo cuando se superó esa barrera ideológica fue posible volver a hablar de aquello que había sido demonizado, “prohibido” por el sentido común (que no es más que el sentido común del poder). Pero, además, las condiciones para que vuelva a considerarse una crítica al régimen en términos de discusión del poder político no han hecho más que agravarse, modificándose para que aquellos que obtienen su riqueza a costa del sufrimiento del pueblo lo hagan más impunemente y con cada vez mayor protagonismo del Estado (sea este por acción u omisión, pero siempre con el objetivo claro de garantizar los negocios de los monopolios).

En segundo lugar, hay una intencionalidad manifiesta en ambos artículos de reflotar la “teoría de los dos demonios”, que ha dado sobradas muestras de inconsistencia argumentativa. Pretender, más de treinta años después de los acontecimientos, igualar la lucha de amplios sectores del pueblo por su liberación, a la represión ejercida desde el Estado, no es otra cosa que una desesperada manifestación de sostener lo insostenible.

En tercer lugar, señalan una igualdad entre las consignas de los setenta y las de la actualidad. Esta es una nueva demostración de que carecen de rigor científico y de que carecen de análisis de la realidad: por un lado, porque las condiciones materiales de vida en nuestra patria no se han modificado sustancialmente, amén de los sucesivos reajustes que se han implementado por el partido del régimen. Por otro, porque las consignas, en realidad, no son las mismas, dado que las condiciones de organización del pueblo combatiente no son las mismas.

En cuarto lugar, cuando se habla que el kirchnerismo tiene una política “setentista”, ¿a qué se refiere? ¿a una política como la de López Rega, como la de María Estela Martínez, como la de Juan Domingo? Nosotros no nos guiamos por lo que dicen que hacen o lo que dicen defender, sino por lo que realmente hacen. Y eso lo hemos expuesto en innumerable cantidad de artículos, editoriales, informes, etc. Por más que digan levantar la bandera de los derechos humanos, descuelguen un cuadro, e inicien juicios interminables (que, en muchos casos, actúa antes la naturaleza que las sentencias, por la edad de la mayoría de los represores), la realidad desmiente su propia retórica. Se habla de “gimnasia revolucionaria de los Kirchner” o de que no reprimen o que tardarán en hacerlo. Todo ello es falso. No existe tal “gimnasia revolucionaria de los Kirchner” ¿qué observable encuentran para decir tal cosa? La revolución no se hace con las palabras, con frases hechas o con museos. Y en lo relativo a la represión, volvemos a lo mismo que señalamos en notas anteriores: por acción u omisión, el Estado es responsable de la “tercerización” de la represión mediante las fuerzas de choque de todo color, sean que estas actúen en sindicatos, manifestaciones políticas o estudiantiles. Si no, ¿Cómo se explica el asesinato de Mariano Ferreyra, las desapariciones de Julio López y Luciano Arruga, el fusilamiento de Carlos Fuentealba, los constantes casos de gatillo fácil?

En quinto lugar, nosotros somos marxistas leninistas. Hablar de que especulamos con una “situación anárquica” es una falta de conocimiento de la teoría asombrosa para gente que escribe luego de formarse en instituciones vinculadas con lo más avanzado de la contrainsurgencia. Nosotros no especulamos con una “situación anárquica”, sino revolucionaria. Los marxistas leninistas construimos, todos los días, toda nuestra vida, el partido de la revolución, aquel que, defendiendo los intereses de la clase de vanguardia, combate de manera consciente a las fuerzas mercenarias que defienden la explotación, la guerra, la miseria y la muerte para beneficiar a una ínfima cantidad de beneficiados por ello.

En sexto lugar, el joven experto en contrainsurgencia y terrorismo Agustín Laje comete un grave error al analizar el resurgimiento del PRT a través del PRT Santucho. Porque el PRT no era el frente político del ERP, sino el ERP el brazo armado del PRT.

En síntesis, si lo que molesta es nuestro lineamiento político e ideológico, proponemos lo siguiente: cambien el modo de producción, la producción es social y la acumulación individual, por otro en el cual la propiedad de los medios de producción sea de aquellos que producen y no de aquellos que especulan, donde la riqueza se reparta de manera equitativa. De cada cual según sus capacidades, a cada cual según sus necesidades. Como sabemos que eso no se va a producir, nuestra tarea seguirá el rumbo trazado: construir los mecanismos necesarios para sepultar al capitalismo, y construir una nueva sociedad sobre las ruinas de este régimen injusto. La mayor preocupación de ustedes debería ser, en todo caso, que el pueblo siga estando adormecido con todas las “ventajas” que ofrece el sistema: consumismo, utilización de las personas como objetos sexuales, drogas, medios de comunicación a su servicio... porque cuando una parte considerable del pueblo sea consiente, ahí va a comenzar a ponerse en discusión, nuevamente, los privilegios de las clases dominantes. Y eso es lo que tratamos de construir todos los días, porque ese es el camino de la victoria final.

¡ANTE LAS MENTIRAS CONTRARREVOLUCIONARIAS, LA VERDAD REVOLUCIONARIA SE IMPONDRÁ!

Dirección Nacional del PRT Santucho
Noviembre de 2010

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