Julio López
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Sobre el nacionalismo burgués
Por LR - Monday, Nov. 22, 2010 at 10:36 AM

Fragmento de una discusión histórica entre Política Obrera y el PST, respecto del ingreso de este último a la UP de Chile.

¿Qué clase de recurso político es el Frente Popular? (fragmento)

(Respuesta de Política Obrera al PST, Buenos Aires, septiembre de 1974)

El ingreso a una coalición política sólo es posible como partido independiente que participa en ese frente. Esto significa suscribir el programa de la coalición, y es un asunto de otro orden si se asumen o no las responsabilidades directamente ministeriales, o sólo parlamentarias, o ni eso. Lo que obligatoriamente se asume es la responsabilidad política del frente. Para nosotros, no existe diferencia sustancial entre ingresar a una coalición política de gobierno e ingresar en el mismo gobierno.

El POUM (Partido Obrero de Unificación Marxista), por ejemplo, en 1936 entró en el bloque del Frente Popular y, sin embargo no entró al gobierno del Frente Popular ¿Dejaba por eso de ser frentepopulista, es decir, sostenedor del Estado burgués?

Aquí hay una diferenciación metodológica y de principios realmente fundamental. Si hacemos “entrismo” en el Partido Socialista chileno, y éste ingresa en un Frente Popular, esto lo hace contra nosotros, contra nuestras posiciones, contra nuestras críticas, sin nuestra responsabilidad. Si ingresamos en forma independiente a una coalición, lo hacemos por nuestra voluntad, asumiendo la totalidad de las responsabilidades políticas. Se trata de dos trabajos en direcciones diametralmente opuestas: el primero, por la ruptura con la burguesía, por la independencia obrera; el segundo, por la coalición con la burguesía, haciendo quizás críticas exteriores a puntos aislados del programa, o con un carácter meramente propagandístico.

(…) no es la crítica lo que define la posición ‘concreta’ de independencia obrera, sino el ingreso al bloque, como manifestación fundamental de sometimiento práctico a la burguesía. Ustedes, al igual que el POUM, colocan en el mismo plano el “entrismo” en el partido laborista o en el PS con el ingreso al Frente Popular en el que el PS está. Y esto elimina toda confusión respecto a lo que ustedes quieren decir con entrar en la UP: no quieren decir (y si fuera así estaría mal dicho) ingresar en alguno de los partidos obreros de la UP, para trabajar por su ruptura, sino ingresar en forma independiente en la coalición, asumiendo la responsabilidad política.

(…)

No es por azar que nos hayamos enfrascado en este asunto de los movimientos nacionalistas, pues es un aspecto cardinal de la experiencia política de los trabajadores latinoamericanos y, por lo tanto, en la política de los trotskistas de esta parte del mundo.

(…) La característica común a los movimientos nacionalistas burgueses, cuya diversidad es notable, es su aspiración a realizar la unidad y autonomía nacionales de las colonias y las semicolonias. En los países que ya han completado estas tareas, y que han devenido imperialistas, los movimientos nacionalistas tienen un carácter reaccionario, pues aspiran a resolver mediante la opresión de otras naciones su propio agotamiento histórico. En los países atrasados, los movimientos nacionalistas tienen un carácter históricamente (ojo, históricamente) progresivo, pues su “reivindicación de una autonomía nacional y económica … es la expresión de la necesidad de desarrollo burgués experimentado por estos países” (IVº Congreso de la Internacional Comunista).

De la progresividad de las tareas de los movimientos nacionales (por eso, decimos histórica), no se desprende automáticamente que su política sea consecuente o revolucionaria. La realización cabal de esas tareas es imposible sin arrastrar a fondo a todas las masas al combate. Pero lo portavoces burgueses o pequeño – burgueses de estos movimientos, se cuidan mucho –en escala diversa- de que la movilización de los trabajadores no ponga en peligro su propia dominación clasista nativa. Por otro lado, la aspiración de las direcciones burguesas a la autonomía nacional es relativa, ya que está condicionada a sus lazos y acuerdos con la burguesía imperialista opresora. En determinadas circunstancias (hostilidad extrema del imperialismo, débil desarrollo independiente del proletariado), los movimientos nacionalistas pueden llegar a librar una guerra nacional contra el imperialismo, para pasar, en otra etapa, a la represión más feroz del movimiento obrero colonial, en alianza con el capital financiero.

(…)

Ni apoyarlo incondicionalmente, ni colocarlo en el mismo plano que al imperialismo. Los comunistas – trotskistas debemos considerar a los movimientos nacionalistas burgueses en la medida en que movilizan y organizan a las masas, trabajando por la más absoluta independencia del movimiento específicamente proletario, con el objetivo de que pueda disputarle la dirección de las masas no obreras a la burguesía nacional. La táctica del frente único imperialista tiene por objeto “contribuir para desenmascarar las vacilaciones y las incertezas de los diversos grupos del nacionalismo burgués … y al esclarecimiento de la conciencia de clase de los trabajadores (IVº Congreso).

Los movimientos nacionalistas burgueses tratan de organizar al proletariado en su propio beneficio y apartándolo de toda estructuración independiente. Las organizaciones políticas de la clase obrera surgen, en los países atrasados, aprovechando el cuadro de movilización del nacionalismo burgués, pero en contra de los propósitos de éste. En determinado punto de este antagonismo, el nacionalismo burgués está obligado a aplastar al movimiento proletario comunista que va camino a convertirse en el caudillo del conjunto de las masas. Esto lo hace directamente … o indirectamente, dando paso a golpes militares de fracciones más o menos vinculadas al nacionalismo (Perón, en 1955).

El nacionalismo –por la estructura contradictoria de la nación oprimida, por el agotamiento del período histórico de formación democrática de las naciones- está obligado a jugar tanto la partida de impulsor del movimiento de las masas como la de su verdugo; está obligado tanto a enfrentar al imperialismo como a ser su instrumento para derrotar al proletariado que se moviliza en forma independiente. Definir al nacionalismo en general como ‘progresivo’ es ocultar su giro contrarrevolucionario frente al proletariado que se emancipa políticamente.

Creemos que hemos llegado al punto en que podemos apreciar claramente la diferencia de todo orden –histórica y política- entre un movimiento nacionalista burgués y un frente popular.

Los frentes populares en los países atrasados surgen justamente cuando ese movimiento de masas escapa al control de la burguesía nacional, y cuando ese movimiento no puede ser aplastado con métodos de guerra civil o cuartelazo. Aparece aquí en toda su importancia la crisis histórica de la dirección del proletariado y el carácter contrarrevolucionario del stalinismo y la socialdemocracia. El proletariado que ha superado por entero su confianza en los partidos burgueses nacionalistas, se encolumna, junto a otros sectores de masas, detrás de los partidos específicamente obreros, desde un punto de vista histórico, deberían asumir la responsabilidad de la lucha por la revolución proletaria. Estos aparatos obreros contrarrevolucionarios, en cambio, se alinean junto a los partidos en crisis de la burguesía para contener a los explotados dentro del cuadro burgués. El bloque político así formado cumple una función alternativa a la del golpe reaccionario: es el último recurso de los explotadores, incluido el imperialismo, contra la revolución proletaria. Los movimientos nacionalistas y los frentes populares tienen una función política similar: cuando se trata de derrotar el desarrollo de la revolución proletaria, la burguesía utiliza a uno y otro. Cuando el régimen burgués no está en peligro, no hay en general frentes populares, o tienen un carácter sumamente episódico; son los momentos en que los movimientos nacionalistas cumplen ciertas tareas progresivas de organización de las masas, con vista a mejores negociaciones con el imperialismo. (Por ejemplo, la legalización de los grandes sindicatos industriales por Perón). El frente popular es siempre un recurso político, no una necesidad histórica; su función, por lo tanto, es contrarrevolucionaria, no progresiva. Los movimientos nacionalistas, nacen sí por una necesidad histórica.

Es un error decir que los movimientos nacionalistas burgueses sean organismos de colaboración de clases. Son sí movimientos policlasistas, porque agrupan diversas clases de la población; pero no de colaboración de clases, porque para ello el proletariado debería tener una organización política propia, fruto de su propio movimiento histórico como clase, dispuesta a colaborar o no. En los movimientos nacionalistas, los sectores obreros no tienen fisonomía política propia respecto de la burguesía, aunque socialmente unos son explotados y los otros explotadores. La burocracia sindical peronista tiene un origen obrero, pero no representa, ni histórica ni políticamente, al proletariado. Los obreros son arrastrados al movimiento nacionalista cuando su desarrollo como clase es insuficiente (y en esta circunstancia ese arrastre es progresivo), y no por una política colaboracionista de una dirección política obrera, que aún no tienen. El frente popular es completamente distinto: aquí, las direcciones traidoras siguen una política de colaboracionismo clasista, concientemente. El movimiento nacionalista burgués se expresa como organización única, el frente popular como bloque de fuerzas. La colaboración de clases es siempre un freno histórico; la labor de organización de masas del nacionalismo es, por contrario, un impulso. El nacionalismo surge cuando aún el desarrollo del proletariado y de sus organizaciones es todavía muy frágil, por eso se lanza a organizarlo como factor de masas de la política burguesa. El frente popular, al revés, aparece cuando el proletariado alcanza un alto grado de politización y organización, por eso su único objetivo burgués es desarmarlo y desorganizarlo. El nacionalismo burgués recurre a los partidos obreros cuando, obligado a derrotar a las masas, no puede vencerlas por medio de recursos tradicionales tales como golpes preventivos. En su fase de descomposición y crisis, el nacionalismo se concilia, con infinitos rodeos, con una táctica de frente popular para ejecutar la contrarrevolución por otra vía.
Es un error decir que los frentes populares en los países atrasados sólo son posibles como coaliciones de los partidos obreros con aquellos que representan directamente al imperialismo; esto en todo caso es una variante del derechismo extremo del frente popular.

(…)

El fenómeno de la Unión Democrática demuestra que los frentes populares, cualquiera que sea su fisonomía nacional (aspecto decisivo para la táctica), tiene su base en la colaboración clasista internacionales entre el imperialismo y la burocracia. El imperialismo yanqui, deseoso de penetrar en la Argentina, viejo coto cerrado de los ingleses pacta con la burocracia una distribución de “zonas de influencia”, que en Argentina alinea al PC con el frente pro-yanqui. Los frentes populares tienen este sello internacional: la coexistencia pacífica, a cuyo servicio actúa el stalinismo. Pero no sólo eso, lo fundamenta es lo que sigue: solamente aliándose con la Unión Democrática, el stalinismo podía completar la quiebra necesaria dentro de las filas del activismo obrero de la época, como para asegurar 30 años de capitalismo al país.

(…)

No creemos que el peronismo haya tenido en 1946 un carácter del frente popular, aunque haya sido una coalición política entre el partido laborista y la UCR de Quijano. La razón es ésta: el laborismo no era un partido obrero sino un aparato sindicalista de la fracción militar peronista. El laborismo no fue un producto del movimiento autónomo del proletariado sino una creación circunstancial de la logia militar. ¿Cómo se explica sino que se fundare por recomendación de Perón y que se disipara sin pena en pocos meses? Perón concibió al laborismo como base para un partido sindicalista corporatista, que luego transformó en el peronismo. El peronismo fue, no un frente antiimperialista (el proletariado no tenía su propia representación independiente en un acuerdo circunscripto y de carácter práctico) sino un movimiento nacionalista burgués.

Expresó la necesidad de desarrollo burgués del país, pero ello se combinó con la traición histórica del stalinismo, recurso que facilitó su amplitud. Decir que el peronismo fue un frente antiimperialista y que el laborismo fue un partido obrero significa reconocer en el peronismo la existencia de un ala proletaria políticamente autónoma, incluso después de la desaparición del laborismo.

Este error teórico abre la posibilidad de un curso de capitulación frente al peronismo, por vía de las ilusiones en la evolución de la burocracia sindical como polo obrero independiente. Es de esta manera como se fundamentó en vuestra revista Estrategia, por Hermes Radio, en 1959, la disolución de vuestro grupo en el peronismo.

En el afán de asimilar al frente popular con la política progresiva que es propia de uno de los extremos del desarrollo del nacionalismo burgués, ustedes dicen que el imperialismo tuvo que abatir a Allende por ser éste nacionalista.

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Buen Artículo
Por Morenista - Monday, Nov. 22, 2010 at 3:21 PM

Yo creo qué hay que analizar cada caso,el mismo Trotsky decía que no era lo mismo en un país atrasado,un nacionalismo burgués que una semi-colonia,desde el punto de vista estrategico es necesario a veces alinearse con la burgesía nacional para echar al imperialismo,por eso apoyo lo que ocurre en Venezuela,Bolivia,etc.Primero esta ocurriendo la independencia nacional,lo que tiene que ocurrir despues es la indepencia de clase para derrotar a la burguesía y al arribista de Chavez(que según él va a volver a ser uno más,lo dudo mucho),ahí tendremos una Venezuela socialista y no un gran estado capitalista nacional como quiere Chavez.Saludos socialistas.

Movimiento
Moreno
Vive

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LA HIPOCRESÍA DE LOS "REVOLUCIONARIOS"
Por ROBERTO - Monday, Nov. 22, 2010 at 5:08 PM
rcejas@hotmail.com

SIN DUDA UN DOCUMENTO HISTORICO. CUANDO EL ACTUAL PARTIDO OBRERO, EN AQUEL TIEMPO DE LA HISTORIA CHILENA CON LA UNIDAD POPULAR DE ALLENDE EN EL GOBIERNO SE LLAMABA !!!POLITICA OBRERA¡¡¡ EN AQUEL ENTONCES, SI, SE APLICABA LA TEORIA REVOLUCIONARIA MARX-LENINISTA-TROTSKISTA.
HOY EL PARTIDO OBRERO EN LA PRACTICA CAPITULÓ AL OBJETIVO REVOLUCIONARIO DEL PROLETARIADO. CUANDO EN BOLIVIA EL PARTIDO OBRERO, LLAMA A VOTAR Y APOYAR AL MAS DE EVO MORALES, QUIEN SE CONSTITUYE COMO UN GOBIERNO REFORMISTA BURGUÉS INDIGENISTA Y QUE A LA FECHA ES CLARAMENTE ANTI-OBRERO, CON SU TEORÍA ENGAÑOSA DEL "CAPITALISMO ANDINO-AMAZÓNICO" Y DEL SLOGAN MENTIROSO DEL "PROCESO DE CAMBIO" QUE NADA CAMBIO. APLICANDO SU POLÍTICA ECONÓMICA DE LA LEY NEOLIBERAL 21060 INSTAURADA POR EL GOBIERNO DEL MNR EN 1985. EL PARTIDO OBRERO APOYA Y LLAMA A VOTAR AL MAS DE EVO MORALES, A la "NACIONALIZACIÓN" (trucha) DE LOS HIDROCARBUROS, CUANDO EN REALIDAD FUE LA RENOVACIÓN DE LOS 44 CONTRATOS CON LAS TRANSNACIONALES DE QUIENES EN LA ACTUALIDAD EL GOBIERNO ES SOCIO CON ELLOS. EL GOBIERNO DEL CAMBIO IMPONE A CUALQUIER PRECIO LA NUEVA CONTITUCIÓN DE BOLIVIA, DONDE EVO MORALES DEFIENDE Y GARANTIZA LA GRAN PROPIEDAD PRIVADA, ES DECIR A LOS LATIFUNDISTAS DEL ORIENTE Y DE LA MINERIA EXPLOTADA POR LAS TRANSNACIONALES IMPERIALISTAS Y LA BURGUESÍA VENDE-PATRIA BOLIVIANA. TODO ESTO ES LO QUE APOYO EL PARTIDO OBRERA EN BOLIVIA.
EL PST, HOY DENOMINADA PTS, CONTINÚA EL CURSO DE LA HISTORIA, LA ESPECULACIÓN Y EL OPORTUNISMO POLÍTICO, TANTO EN CHILE EN LA ARGENTINA COMO EN BOLIVIA.

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Error
Por LR - Tuesday, Nov. 23, 2010 at 1:21 PM

Estás equivocado, por ejemplo, en el último referéndum por la reforma constitucional, el PO llamó a votar por el NO. El PTS llamó a la abstención y le recriminó al PO haber quedado "pegado" con la derecha de la medialuna. Hay que aclarar que en Bolivia no es posible la abstención o no ir a votar ya que está prohibido.

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muy buen texto
Por vito - Tuesday, Nov. 23, 2010 at 5:10 PM

Muy buen texto.. muestra como el PO estaba a años luz del morenismo. Me parece muy profunda la diferenciación entre nacionalismo burgués y frente popular. La Historia finalmente mostró quién tenía razón.

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un aporte
Por alejandro - Wednesday, Nov. 24, 2010 at 11:41 AM

muy buén artículo. evidentemente el po estaba a la izquierda del morenismo en los 70, lo cual es un mérito pero hay que tener en cuenta que el pst se corrió sumamente a derecha luego del 73. No comparto que en circunstancias particulares se pueda dar apoyo político a un gobierno burgués nacionalista (como hizo el PO con evo cuando lo llamó a votar), esto no es lo mismo que estar en la misma trinchera militar en el marco de un ataque del imperialismo, sino concretamente fortalecer el proyecto político vigente.Es cierto que las tesis de oriente de Lenin siembran algo de confusión en torno a la cuestión, sin embargo, claramente el contexto no se ajustaba a las condiciones en las que Lenin propone el frente único antiimperialista Tampoco creo que durante el referendum solo hubiese dos opciones, eso era lo que proponía la burguesía, esa discusión es incluso más simple, si kirchner hubiera propuesto un referendum por la 125, el PO qué hubiera votado? como militante del PTS me gustaría que el cro. que escribió arriba me ilumine acerca de cuáles son los hilos de continuidad entre mi partido y el morenismo, tomando en cuenta los documentos de ruptura como "polémica con la LIT y el legado teórico de Nahuel Moreno" y "partido centrista o partido leninista"

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Buscá
Por Sender - Wednesday, Nov. 24, 2010 at 12:36 PM

Te sugieron que busques los foros de Indymedia donde se discutió ese tema, en su momento.

Yo diría que el solo hecho de que hayas escrito "bajo ninguna circunstancia", te ubica en una postura dogmática, imposible de debatir.
¿Cómo discutir la eventual conveniencia de algo que vos establecés, desde el vamos, que es inadmisible "por principio"?

Lo mejor y lo más justo es que leas la polémica en los términos en que se dio.

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aporte
Por omar - Monday, Dec. 06, 2010 at 7:15 PM

no creo que plantear que el apoyo a un gobierno ajeno y en última instancia opuesto a los intereses de la clase obrera no sea una cuestión "de principios", no tiene que ver con el dogmatismo sino con una caracterización que toma en cuenta los límites que tienen los nacionalismos semicoloniales para cumplir de manera íntegra y efectiva las tareas "democraticas" por más de izquierda que pueda llegar a ser en su oposición al imperialismo. Creo que si se puede tener una política de unidad en el campo militar, la cual es inevitable en una situación de guerra con una nación imperialista. Sin embargo también me parece evidente que el PO cuando apoyó a Evo claudicó abiertamente a las espectativas que generaba el gobierno de Morales, ya que colaboró en que se fortalezca cuando lo que había que fortalecer era la idea de que a los sectores más reaccionarios se los combate en las calles y a través de la autoorganización de los sectores populares, a lo cual Evo no apuntó en ningún momento, ya que de haberlo hecho hubiera implicado dar lugar a un proceso que no hubiera logrado detener, y si opt{o por "institucionalizar" el conflicto y entregarle conseciones a los autonomistas. Hoy esa política de acuerdo con la derecha permitió que los reaccionarios de la media luna se sigan enriqueciendo tanto como antes a costa de el pueblo trabajador, y hayan quedado casi impunes todos sus crímenes, más alla de que perdieron legitimidad. siguen opinando que aquel "apoyo crítico" a evo fué la política más adecuada los cros del PO? tal vez no, porque luego votaron fortalecer a la derecha (la misma que masacró indígenas y que pactó con el gobierno) con su voto para el NO en el pesbicito sobre la reforma constitucional, cayendo en la dicotomía impuesta por los partidos del régimen.

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