Desde ayer tenemos Trending Topic monotemático. No se habla de otra cosa. Las últimas filtraciones de Wikileaks relacionadas con los papeles internos de las embajadas estadounidenses son de alcance global; pero el hecho de que uno de los cinco diarios de todo el mundo seleccionados para difundir las informaciones sea español (El País) ha amplificado su repercusión en España. Eso, y que la embajada de EEUU en Madrid fuera una de las más trabajadoras.
Vamos a tener Wikileaks para rato, ya que a diferencia de lo ocurrido con filtraciones anteriores, la organización de Assange no va a publicar los documentos directamente, sino que esperará a que los diarios informen primero sobre ello y ese es un trabajo como mínimo de semanas, según ha reconocido el director de El País en un encuentro digital. De hecho, de momento la mayor de las noticias es que va a haber muchas noticias y muy importantes. No me resisto a destacar siete palabras de todo el affaire. Lamento ser incapaz de unirlas, y no sé si alguien puede entender del todo el caso Wikileaks (¡si los propios medios ni siquiera tienen claro aún si es una fuente, un medio, un amigo o un enemigo!). Y tengo la intuición de que esto –la sensación de que algo grave ha ocurrido pero no saber exactamente qué, ni cómo unir todas las piezas- nos sucederá cada vez más.
Transparencia
Wikileaks está obligando a la fuerza a los gobiernos a ser transparentes. Pero ojo, también a la prensa. El regalo que ha hecho a los cinco periódicos elegidos (la exclusiva inicial + el poder de marcar durante semanas la agenda informativa) es un regalo envenenado. En primer lugar, deberán justificar a sus lectores por qué no desvelan desde el primer minuto todo los documentos y la serie de pactos a los que han llegado entre sí y con Assange. En segundo lugar, deberán hacer un trabajo perfecto, porque cuando dentro de unos meses toda la información esté por fin colgada en Wikileaks cualquier fulano podrá auditarla. También se estarán sometiendo a una vigilancia entre pares de la que me alegro mucho. Me fío más de un New York Times vigilado por The Guardian que sólo del New York Times. Y más de un New York Times y de un The Guardian vigilados por Wikileaks. Y viceversa.
Cables
Siempre me maravilla la capacidad de los medios para conseguir que una palabra pase del desuso al vocabulario cotidiano en horas. De las velinas a los aerolitos pasando por los cayucos y la vuvuzelas, las aprendemos y después las olvidamos. La palabra de estos días es cable. Corta, internacional (y por tanto perfecta para twitter), define los despachos diplomáticos. Más sobre cómo interpretarla, aquí.
Paradoja
Nos hartamos de escribir artículos sobre Obama y su rompedora forma de utilizar las redes sociales para auparse al poder. Que si su Blackberry, su aplicación de iPhone para conseguir el voto, que si las microdonaciones para su campaña… Y al final va a resultar que el gran problema del presidente de internet viene de internet. Vida esta.
Internet
Muy de vez en cuando surge la idea que justifica todo el medio. En la red ya sucedió con la Wikipedia. En la televisión con Sálvame. Lo ves y dices, vale, este medio sirve para esta cosa. Con Wikileaks nos damos cuenta de lo que es internet en realidad. Ningún otro medio es tan anónimo, permite a tantos publicar tanto y de una forma tan fácil y a tantos recibir tanto de un modo tan sencillo. Por lo menos de momento, porque algunos miembros del senado estadounidense ya han pedido que se declare a Wikileaks como una organización terrorista. De ahí a fulminar la neutralidad de la red hay sólo un paso.
Periodismo
Según se van complicando las sociedades, sus ciudadanos necesitan más conocimientos para serlo. Para saber lo que sucede y votar hay que tener por ejemplo algunas nociones de derecho (cómo son unas elecciónes) o saber un poco de ciencia (para decidir sobre las células madre)… y cada vez más, algo de periodismo. Da igual que el negocio se esté desmoronando, o quizá sea precisamente por eso. Un ciudadano responsable que quiera formarse una opinión sobre las cosas debe saber cómo manejan la información los medios de comunicación y sus fuentes. Qué dan, que no dan, cuándo, cómo, dónde y por qué.
Inteligencia
El problema ya no es que los malos y los poderosos nos oculten cosas. El problema es que además de eso hay tantas cosas disponibles que corremos el riesgo de no diferenciar las importantes. Tener 250.000 documentos de golpe en la mayor filtración de la historia que alcanza a decenas de países es lo mismo que tener un billete de 500 euros en un autobús. No sirve de nada hasta que no lo desmenuzas. En este mundo nuevo que Wikileaks abandera habrá que ser muy listo para enterarse de algo. Incluso ser tan listo como para reconocer que se es incapaz de comprender ni una ínfima parte de toda la información disponible. La palabra, tan manida ya, es sobreabundancia. Un montón de los periodistas más espabilados del mundo están ahora mismo que no duermen por las noches por la cantidad ingente de material interesante que tienen sobre sus mesas. Nada de emocional. Estoy convencida de que el nuevo tipo de inteligencia será selectivo. El más inteligente será el que sepa qué es lo importante.
Assange
Un asunto tan poliédrico sólo podía tener al frente a un personaje complejo como Julian Assange. Yo aún no tengo claro si es un superhéroe o un supervillano, pero sí que es un súper-algo. En cualquier caso, como dicen por ahí, nos pone aunque no tengamos claro de qué va. Ah, y nos encanta su pelo.
blogs.elpais.com/trending-topics/2010/11/siete-palabras-sobre-wikileaks.html
Neocártel informativo, o dónde están los 250.000 cables entregados por wikileaks
Por Fuente: Rebelión -
Tuesday, Nov. 30, 2010 at 1:21 AM
Algún breve tirón de orejas al quehacer de los Estados Unidos (su falta de respeto con sus propios aliados, por ejemplo Alemania, Francia, Gran Bretaña, Italia o España) pero, sobre todo, opiniones sobre países que llevan rato señalados como poco amigos de la democracia (Libia, Zimbawe, Irán, Rusia, Afganistán, Corea). Pueden deslizarse elementos de mayor fuerza, pero lo que se da a conocer hoy, no tiene mayor relevancia y, en última instancia, podrán atribuirse exclusivamente a los autores de cada uno de los telegramas (como ocurre con la advertencia del embajador norteamericano en Honduras, avisando que lo sucedido con Zelaya era simple y llanamente un golpe de Estado).
No resulta muy creíble que los medios tradicionales que han quedado en cuestión por la propia Wikileaks, sean ahora los ahormadores de esa información. No deja de parecer una huida hacia adelante dispuesta a brindar un último servicio a sus señores. Como se suele decir, siempre es más fructífero acudir a las fuentes originales. Esto es, a wikileaks.
El propio Departamento de Estado se ha adelantado a la publicación de esa información. Y lo mismo han hecho los medios escogidos para difundir parte de la misma. Los intermediarios escogidos no se han ganado aún hacer suyas esas informaciones.
Habrá que seguir las filtraciones del cártel con atención. Como dice el principio de no contradicción, no se puede ser A y NO A al mismo tiempo. Y esa es la sensación que uno tiene leyendo información de la perseguida Wikileaks en los medios señalados.
Postdata
La nota compartida por todos estos medios donde explican de dónde viene la noticia es bastante clara e invita igualmente a la prudencia. La información brindada por Wikileaks siempre ha ido mucho más allá de lo que estos medios se atrevían a incluir. ¿Por qué ahora? No está la crisis del sistema para muchas ingenuidades.
Dejamos aquí la traducción de El país de esa nota compartida por todos los medios que han filtrado las mismas noticias:
¿Qué son los Papeles del Departamento de Estado?
Es un trabajo de lectura, análisis, selección, contraste e interpretación periodística de los más de 250.000 documentos filtrados por la organización Wikileaks el 28 de noviembre de 2010. Entre los archivos hay comunicaciones enviadas desde la Administración central estadounidense (Departamento de Estado, Defensa, etcétera.) hacia sus representaciones diplomáticas en el mundo; en sentido inverso, desde estas delegaciones hacia Washington; mensajes compartidos entre diferentes embajadas de EE UU, y también entre legaciones de ese país y misiones de otros países. The New York Times, The Guardian, Der Spiegel, Le Monde y EL PAÍS han tenido acceso previo a las comunicaciones y publican de forma simultánea su contenido.
¿Qué relevancia tienen los documentos filtrados?
La filtración tiene una gran trascendencia, puesto que revela detalles de grandes campañas bélicas y conflictos diplomáticos actualmente en curso y pone en evidencia prácticas de las embajadas y el Departamento de Estado estadounidense que hasta ahora permanecían inéditas.
¿Cuántos documentos se han dado a conocer?
Son en total 251.287 y abarcan el periodo comprendido entre diciembre de 1966 y febrero de 2010, aunque en su mayor parte corresponden a los dos últimos años.
¿Qué nivel de confidencialidad tienen los informes?
Existen seis tipos de documentos, listados a continuación por orden de mayor a menor nivel de confidencialidad:
1. Secreto “noforn” (no entregable a personas o a países que no sean EEUU)
2. Secreto
3. Reservado “noforn”
4. Reservado
5. Sin clasificar / Exclusivamente para uso oficial
6. Sin clasificar
¿A qué países afectan?
Prácticamente a todos los del mundo, aunque las comunicaciones de las embajadas inciden especialmente en asuntos relacionados con Irán, Pakistán, Afganistán, Turquía y Rusia.
¿Qué países pueden verse más perjudicados por las filtraciones?
El más perjudicado es sin duda Estados Unidos. Los documentos nacen siempre de funcionarios de este país, bien a través de una de sus embajadas, bien a través de la Administración con sede en Washington. No obstante, otros muchos Estados y organizaciones, retratados y mencionados en las comunicaciones, se pueden ver también obligados a tomar medidas de protección después de esta publicación.
¿En qué idioma están redactados los documentos?
Íntegramente en inglés. EL PAÍS ha decidido no traducir los documentos para que los lectores puedan consultar el contenido tal como ha sido recibido. En los informes publicados, ha eliminado los datos o nombres que podrían comprometer la seguridad.
¿Cuántos documentos hacen referencia a España?
Existen aproximadamente 10.000 en los que se menciona a España, y 3.600 comunicaciones de la embajada estadounidense en Madrid.
¿A qué estamentos españoles afectan los documentos en poder de estos diarios?
Los documentos filtrados afectan al Gobierno, al Rey, a la judicatura, al mundo empresarial y a las altas instituciones del Estado.
¿Qué cobertura tiene prevista EL PAÍS en este asunto?
Este diario, que tiene en su poder los documentos, va a informar ampliamente a lo largo de varios días de aquellos episodios que hemos seleccionado como más relevantes y mejor documentados. En el proyecto han trabajado un equipo de decenas de periodistas, entre ellos la práctica totalidad de los corresponsales, además de especialistas en investigación e información internacional y nacional de EL PAÍS.
¿Se pueden consultar los 251.287 documentos en la web de EL PAÍS?
No. Únicamente serán publicados aquellos papeles que consideremos que no representan una amenaza para la seguridad de personas o de países.
¿Existe algún tipo de coordinación entre los medios que tienen en su poder los archivos?
Hay un acuerdo sobre la publicación simultánea de los mismos documentos de relevancia internacional y las fechas de su difusión. Los medios tienen autonomía para decidir sobre la selección, valoración y publicación de las comunicaciones que afecten a sus países.
¿Existen precedentes de una filtración masiva de este tipo?
El pasado 22 de octubre, Wikileaks filtró otros 391.832 documentos sobre las operaciones militares en Irak y el papel desempeñado en la campaña por las tropas estadounidenses e iraquíes. Anteriormente, en julio, había hecho públicos 76.607 informes de la guerra de Afganistán.
¿Qué consecuencias han tenido las anteriores filtraciones?
Las repetidas filtraciones de Wikileaks están obligando y obligarán en el futuro al replanteamiento de los métodos de comunicación que EE UU tiene establecidos para sus canales diplomáticos y militares. Hay abiertas investigaciones por parte del Gobierno estadounidense para esclarecer el origen de las anteriores filtraciones. El Pentágono ha pedido a la prensa que no divulgue los documentos.
¿Quién es el responsable de las filtraciones?
Una conexión cifrada permite a cualquier persona el envío a Wikileaks de forma anónima y sin dejar rastro de cualquier tipo de archivo. Hasta el momento, hay un detenido, el soldado estadounidense perteneciente al departamento de inteligencia Bradley Manning, destacado en Bagdad (Irak). Está acusado de entregar a Wikileaks documentos secretos, entre ellos, un vídeo de 39 minutos en el que un helicóptero Apache abate en la capital iraquí a dos empleados de la agencia Reuters junto a otras 10 personas.
¿Qué es Wikileaks?
Wikileaks es una web dedicada a la publicación de informaciones anónimas y filtraciones sensibles, especialmente de carácter gubernamental, aunque también bancario, religioso o corporativo. Su base de datos alberga más de un millón de documentos. Wikileaks comenzó la publicación de documentos en 2007, aunque ha sido en abril de 2010 cuando ha alcanzado una repercusión mundial, tras hacer público el vídeo en el que mueren por disparos estadounidenses dos empleados de Reuters. En julio, protagonizó la que hasta entonces era la filtración masiva más importante de la historia con cerca de 77.000 documentos sobre la guerra de Afganistán. Tres meses después, el portal filtró casi 400.000 archivos sobre la contienda en Irak. Wikileaks se financia con donaciones anónimas y tiene un presupuesto de unos 712.000 euros anuales. Asegura que cuenta con 10.000 donantes. El cofundador y actual director es el australiano Julian Assange, de 39 años y antiguo hacker, que vive en Suecia. Tiene una demanda de arresto internacional lanzada por INTERPOL, tras una orden emitida por la justicia sueca por una presunta violación. La plantilla estable de la web es de una veintena de personas y cuenta con casi un millar de colaboradores entre periodistas, abogados y personal informático. Asegura que contrasta la veracidad de los documentos que publica.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.
www.rebelion.org/noticia.php?id=117619