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Argentina: Marta Maffei sobre el valor estratégico de los glaciares como reservas hídricas
Por Agencia de Noticias Biodiversidadla - Thursday, Dec. 02, 2010 at 12:27 PM
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El 22 y 23 de noviembre, organizaciones sociales y ONG de Argentina, Chile, Bolivia y Perú convocadas por el programa Cono Sur Sustentable (CSS) realizarán en Buenos Aires el seminario-taller internacional Glaciares, Agua y Cambio Climático: Desafíos para los países andinos del Cono Sur. Entrevista a Marta Maffei (70), ex diputada y autora del proyecto original del Régimen de Presupuestos Mínimos para la Preservación de los Glaciares y del Ambiente Periglacial.

Por Raquel Schrott y Ezequiel Miodownik para la Agencia de Noticias Biodiversidadla.*

P: ¿Podemos describir de qué manera los glaciares presentes en la Argentina inciden en las condiciones de vida de la población?

R: Los glaciares inciden de tres formas sustantivas: para la vida de la población, para el manejo de los ecosistemas y para la agricultura, la ganadería y las industrias, decididamente vinculadas a la posibilidad de obtención de agua, particularmente en las zonas áridas. El 70% del territorio nacional son zonas áridas; la aridez es muy fuerte en Mendoza, San Juan, La Rioja, Catamarca, Santiago del Estero, la provincia de Neuquén y el oeste de Río Negro. La vida de esas personas y de los ecosistemas en su conjunto dependen de los glaciares: contienen agua en máximo estado de pureza, es nieve compactada, agua de excelente calidad. Hoy, que el agua de superficie y de los acuíferos tienen altísimos niveles de contaminación, el agua de los glaciares es la única reserva de excelente calidad de agua dulce que tenemos. En épocas de sequía el glaciar provee entre un 50 y 80% del agua de las cuencas hídricas.

P: ¿Cuáles son hoy los emprendimientos mineros que estarían poniendo en peligro esos glaciares?

R: No tenemos un relevamiento taxativo de cuántos son los glaciares, dónde están ubicados, cuáles son los que pueden estar más afectados... Respecto de las empresas mineras, lo que hay son sus propias declaraciones de impacto ambiental; no sabemos hasta qué punto reflejan la verdad. Hay un artículo en la ley de glaciares que establece que los emprendimientos actualmente en marcha, mineros, hidrocarburíferos o las obras de cualquier naturaleza, tendrán que ser revisadas para verificar si efectivamente están o no afectando los glaciares. ¿Cuál es el tema? Las empresas mineras, en estudios de impacto ambiental que pueden llegar a tener 500 páginas, en ningún caso informan que van a estar localizadas sobre glaciares. Estudios satelitales muestran que donde están radicándose las empresas hay glaciares, por eso hay tanta resistencia de parte de las empresas y los gobiernos provinciales a que se cumpla con el artículo 15. Esta es la causa del veto que la Presidenta, en un primer momento, genera sobre la ley, y es la causa de los recursos de inconstitucionalidad que se han presentado en la provincia de San Juan.

P: A corto plazo, ¿es posible un escenario de inestabilidad social y política a causa del manejo errático de esos recursos?

R: Yo no creo que sea exactamente una causa de inestabilidad política. Lo que sí genera este manejo errático es un daño muy grande, un impacto muy fuerte sobre los bienes públicos, sobre los bienes de uso común, no solamente sobre los glaciares. En muchos casos, al no haber glaciares o no poderlos tocar, se realizan perforaciones que toman agua fósil, agua que a lo mejor tiene 80.000 ó 100.000 mil años, de pequeñas filtraciones de la propia agua de los glaciares. Estas aguas, que son reservorios únicos para la humanidad, son bombeadas y utilizadas en millones de litros por día para la lixiviación en los procesos mineros. Son aguas que terminan absolutamente contaminadas, no sólo con el cianuro o el mercurio que se utiliza, sino con la propia explosión de la roca que pone en disolución otros muchos minerales que son absolutamente contaminantes.

P: Más allá de la ley de glaciares, ¿qué medidas creés que son necesarias? ¿Se puede construir una política de conservación de glaciares a largo plazo sin llegar a un acuerdo con las provincias cordilleranas?

R: Eso es muy difícil. La ley establece que hay una autoridad de aplicación y son las propias provincias las que tienen que controlar. Lo que la ley les da a las provincias es un arma, un instrumento, una herramienta para poder efectuar el control de modo absolutamente legal y transparente. Son ellas las que deben realizar este seguimiento y las que deben expresar con claridad qué han detectado en su zona. No es que el gobierno nacional va a entrar y violentar a las provincias y les va a hacer una inspección. Por eso, estos recursos de inconstitucionalidad lo que quieren es obturar el derecho de las provincias a verificar la condición en que están sus glaciares. Me parece que hay algo que se está confundiendo, que me preocupa mucho, y es que se entienda que los bienes que pertenecen a las provincias, como los recursos naturales, sean considerados propiedad del gobernador. Son de los habitantes de las provincias, son del pueblo de las provincias, y no propiedad de un señor feudal que decide lo que hace con los recursos de todos.

P: Según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés), un 30% de las reservas de agua dulce del planeta se hallarían bajo tierra, mientras que el resto se encontraría mayormente en los hielos de la Antártida y Groenlandia...

R: Del agua dulce en la Tierra el 70% es zona glaciar o periglaciar, o sea que es la mayor reserva de agua dulce que existe en el mundo. No todos los acuíferos son de excelente calidad; hay muchos que por las perforaciones que el hombre ha venido realizando para extracción de agua han producido contaminación. En otros casos, el volcado de sustancias peligrosas con los años ha ido filtrando. Entonces, tenemos el acuífero Puelche, contaminado con radioactividad, y otros acuíferos contaminados con arsénico. Los acuíferos son aguas dulces en su mayoría, pero no todos tienen una calidad impecable. Las aguas de las napas están fuertemente tocadas y contaminadas, particularmente en las zonas donde han habido procesos agrícolas ganaderos de mucho tiempo y se han utilizado pesticidas, agroquímicos y fertilizantes que han contaminado las napas. La provincia de Santa Fe ha iniciado la construcción de 15.000 kilómetros de acueductos porque no se puede obtener agua sana de ninguna napa.

P: En este sentido, en la Argentina, en términos de política estratégica, ¿no son más prioritarias acciones para la conservación de suelos y aguas subterráneas?

R: Suelos, agua subterránea y agua de superficie. Los glaciares, a pesar de que los cuidemos, en los próximos 50 o 100 años van a ir derritiéndose si no podemos frenar el calentamiento global. ¿Qué es lo que hace el calentamiento? Que cada año la isoterma de 0 °C, que es la que marca el límite de congelamiento, en los últimos 20 años vaya subiendo entre 4 y 5 metros por año. Es decir, tenemos 50 ó 60 metros de la zona cordillerana donde ya no está más la isoterma de 0 grados y, por lo tanto, se derriten los glaciares. La cuestión es qué es lo que estamos haciendo, cómo estamos trabajando para que esas aguas que van a derretirse tengan un destino distinto que el de perderse en los océanos. En las culturas indígenas el agua que se va derritiendo, incluso el agua de lluvia abundante en zonas montañosas, se va conduciendo mediante canalones, canales o amontonamientos de piedras hacia la roca porosa para que filtre y se deposite debajo de la tierra en un lugar seguro, en un acuífero seguro. Israel ya tiene una enorme cantidad de emprendimientos por los cuales canaliza el agua dulce y la vuelca bajo la tierra como una forma de conservación. Deberíamos estar comenzando a preocuparnos. No son obras que se puedan hacer de la noche a la mañana.

P: ¿Qué medidas complementarias de alcance regional serían necesarias para resolver los problemas derivados de las actividades económicas sobre los glaciares?

R: A nivel regional tenemos que encontrar una forma compartida de protección de glaciares, particularmente con Chile. Es una cuestión binacional muy fuerte: si nosotros preservamos nuestros glaciares pero del otro lado, como se lo ha propuesto alguna empresa, hay corte, ruptura, traslado, destrucción y contaminación de glaciares, el daño que se hace afecta al conjunto. Tenemos que tener una política de acuerdos, por eso vamos a tener el 22 y 23, aquí en Argentina, un encuentro multinacional. Van a venir compañeros de Bolivia, Chile y Perú para que podamos discutir qué va a pasar con el cambio climático y cuáles son los desafíos que tenemos los países andinos del Cono Sur para la supervivencia de nuestras comunidades en las zonas áridas. Si no logramos contener de algún modo el agua de los glaciares, generar acuíferos y bombear esa agua para seguir viviendo, tendremos que relocalizar a 2 millones de personas que viven en esa zona.

* Raquel Schrott y Ezequiel Miodownik estudian el desarrollo de conflictos por los bienes naturales en Argentina y el potencial de Internet para la distribución de información dedicada.

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