Julio López
está desaparecido
hace 6428 días
versión para imprimir - envía este articulo por e-mail

Demasiados muertos
Por anonimo - Wednesday, Dec. 15, 2010 at 2:56 AM

Aún continúa vigente la Ley de Entidades Financieras, norma basal para el vaciamiento del país que significó la dictadura genocida.

Sigue pagando más impuestos un villero al comprar un litro de leche que un especulador que mueve capitales millonarios, la minería a cielo abierto casi no aporta al fisco y exporta bajo declaración jurada, el mar de soja en que se ha convertido el campo también es un agujero negro.

Al juego, lo tratan como si la timba fuera una actividad de caridad y ni soñar con pasar por caja. El jefe de la Administración de Ingresos Públicos (AFIP) confiesa: la principales quinientas empresas del país no pagan impuestos a las ganancias aduciendo falta de rentabilidad. Aún tomando el análisis más conservador esas compañías crecieron el 200 por ciento desde 2003. La economía no podría andar mejor, el problema es que al “efecto derrame” ya no le cree nadie.

El Gobierno plantea ahora un Pacto Social. Vieja fórmula que tiene un antecedente en el Pacto Social que Juan Perón impulsó cuando regresó al país. Por entonces, el Estado intentó interceder en la puja distributiva. Si bien las condiciones eran mejores que las actuales desde el punto de vista de la relación de fuerzas entre trabajadores y capital, naufragó boicoteado por sobreprecios, mercado negro, desinversión, exportaciones clandestinas. El final es conocido, muerto Perón vino el "Rodrigazo", los obreros salieron a la calle en demanda de mejoras, y un día después, los grandes capitales ponían en marcha la planificación final del exterminio que se iniciaría el 24 de marzo de 1976.

La mayoría de sus victimas fueron trabajadores, delegados de fábrica. Una vez más, a la puja distributiva la ganaban los patrones, esta vez a fuerza de muerte y terror. Pese a ello no faltaron los que -años después- como el ex ministro de Economía, Juan Carlos Pugliese, hablara “al corazón de los empresarios”. Le contestaron volteando con un golpe de Estado económico al gobierno de Raúl Alfonsín. Ya habían arreglado con Carlos Menem que no gustaba de hablarle al corazón de los grupos económicos y en cambio prostituyó al Justicialismo al servicio del proyecto neoliberal. Lo imitaron los radicales, con la Alianza.

agrega un comentario