La Crisis no para 101213
Por Pablo Rostock - Wednesday, Dec. 15, 2010 at 6:41 PM

Un apunte para hacer un balance de la histórica toma de Villa Soldati.

Si la muerte súbita de Kirchner pareció calmar la crisis desatada por el asesinato del militante comunista Mariano Ferreyra, los fusilamientos de Formosa y Lugano parecen mostrar, algo más que un desbarajuste político, sino una catástrofe social de talle XL. Lo cierto es que, a pesar de gastar un arsenal verbal interminable contra la derecha, el gobierno no para de perder adhesiones del lado izquierdo de la transversalidad. Sólo los organismos y empresas constructoras de derechos humanos, más un banco, son los que se han quedado de ese ala a acompañar el atardecer del menemismo de izquierda.

Neutralizar a la oposición fascista es un juego de niños, desde la vereda de los derechos humanos. Pero el caligrama se vuelve intraducible, para el gobierno, cuando el reclamo se origina desde el lado del viejo programa obrero y popular.

La respuesta de 6, 7, 8 muertos en reclamos relacionados con trabajo y tierras, es la única que tiene el sistema capitalista en auge o crisis. Lo que no puede borrarse con toda la ciencia balística es el peso de la falta de vivienda, la presión de los especuladores inmobiliarios, la carestía de la vida, y todo eso que no se combate con una asignación por hijo. Parece que los pobres solo se han convertido en pudientes en las planillas del Indek, y encima se dieron cuenta de que la plata igual no alcanza.

Los hechos

La semana previa a la toma el macrismo venía prometiendo, para las próximas elecciones, títulos de propiedad. Estas promesas son comunes en otras circunstancias y practicadas desde hace décadas en la política argentina. Baste recordar las zapatillas de Ruckauf o la retención de documentos a aborígenes. Pero en la coyuntura actual, de precarización, tercerización y otros términos que el diccionario todavía no conoce para describir la más cruda esclavitud asalariada, las barriadas y villas populares de Capital y Conurbano hierven de trabajadores descartables que el sistema admite gentilmente a la hora de tener una niñera ultra-barata o un remera Adidas a bajo costo. Para que se puedan pagar esos sueldos y esos precios se debe mandar a los pobres a dormir a piezas en las villas.

En las primera horas no había militancia oficialista, ni nacional ni porteña, a la vista en la toma. El primer dirigente reconocido fue el paraguayo Diosnel Pérez. Popularmente mentado por su activa denuncia en todos los medios audiovisuales de las carencias y la discriminación racista que sufren las villas de la Capital Federal, particularmente su colectividad. Es un militante orgánico del Frente Popular Darío Santillán. A través de su relato, Pérez, describió la situación de la toma como singular por la masividad de la misma. “No midieron las consecuencias de decir eso, eran 15 mil personas tomando tierras, fue algo masivo que nunca vi en estos años. Nos ilusionaron primero y después nos fusilaron, nos tiraron en nuestras propias casas, eso es lo peor”. A menos de una semana, el censo que Fernández entregará hoy a Macri, cuenta 13.303 personas.

Varios compañeros me llamaron para preguntarme si Schoklender es un funcionario macrista, ya que todos lo vieron pidiéndole a la cana que arrime guacha sin asco a la gente humilde. Apodando a los sin techo, del mismo modo que lo hiciera después el niño Mauricio: “narcos”. Inmediatamente les expliqué que las Madres andaban bien cuando eran organismo de derechos humanos que luchaba contra el sistema, ahora son una empresa constructora y universidad privada, como todo lo privado en Argentina, gracias al inmenso peculio que criamos los argentinos.

El hecho de la toma de un espacio público abandonado por la versión corregida y aumentada de los sin techo (que en los 70 era defendido por un sector popular de la Iglesia) es un dato brutal de la realidad que no puede ocultarse sin ingentes estudios de nanometría. Mencionar los datos, cuestionados por sus propios empleados, como explicación de que 15.000 personas (más otros miles en todo el país) se han puesto de acuerdo para hacerle el juego a las bandas de Macri, que después los van a cortar en fetas, es una chuñada en la inteligencia.

El martes a la tardecita, todos pudimos ver como la Federal y la Metro se ponían de acuerdo para desmentir a los cuetazos limpios a Schoklender y su sensación de inseguridad. La Federal mató a la hermana de un obrero del barbado brazo de Bonafini, hecho que no medró un ápice en su cruzada antinarcótica. El balance de la primera jornada es demoledor: dos muertos en los pasillos de la villa 20 de Lugano. La masacre de Lugano desató el hecho que describió Diosnel Pérez como una toma histórica en la Capital.

Por cierto, la Federal, desfiguró a patadas y machetazos al joven Emmanuel Ríos de 26 años, que debe ser para el oficialismo la exégesis de King Kong Cardozo en persona. Desgraciadamente el chiste termina que los federicos suben al muchacho a un patrullero, desaparece 24 hs. y después aparece internado en un hospital de Quilmes.

El tema no quedó ahí. Ahí se quedaron los medios buscando su cuota de sangre diaria para conseguir la “consagración”. En el centro del barrio y los monoblocks linderos al parque, el macrismo, a través de sus empleados oficiales y/o, “y/o” privados, empezó crear el clima social favorable a la intervención de una banda fascista orquestada al modelo de los camisas pardas, dispuesta a desalojar el parque. Desde el gobierno de la Ciudad, Macri empezó una campaña obstinada pidiendo una nueva y mayor represión.

De la agitación fascista a la acción fascista

La agitación de las bandas fascistas organizadas por el niño privilegiado de la Capital, ya eran evidentes desde la primera hora de la represión. El miércoles se intensificaron hasta la saturación mediática, con la bendición municipal, expresiones xenófobas y racistas de toda calaña, junto a carteles que sostenían las escatológicas afirmaciones, como: Basta de villas. En un acto criminal, el gobierno nacional retiró a la Federal, no del “parque”, donde los sin techo no los hubieran dejado establecerse, sino en los monoblocks de Lugano y en los cruces de las Avenidas cercanas.

La hora de la tarde fue la elegida por estas lacras de la sociedad para atacar. Un grupo de vecinos defensores de los derechos de las ratas, las víboras y los fumadores de paco, se acordaron del nombre del santuario de sus desvelos, y pusieron el grito en el cielo contra los sin techo que usurpaban su adorada cochambre. Los fascistas, potablizados por los medios como “vecinos de Lugano” juraron a los cuatro vientos que preferían las ratas y lampalaguas porteñas a los oscuros vástagos de la inmigración en derredor suyo, olvidándose de la lucha de sus abuelos gringos, gallegos, rusos o turcos tan explotados y abusados como los actuales bolitas, chilotes y paraguas.

A la agitación del discurso fascista, como por arte de la lógica, siguieron las acciones fascistas. Un grupo de tipos de apellidos españoles e italianos, vestidos con ropas cosidas en talleres clandestinos, atacaron con armas de fuego contra los ocupantes del predio abandonado, invocando una nacionalidad recién adquirida. Por supuesto que los ocupantes repelieron el ataque con enjundia, palos, piedras y molotovs. Igualmente el saldo fue trágico para los ocupantes que se limitaron a hacer retroceder a la banda racista: un muerto de un balazo y otro herido en una pierna.

Los medios como fieles sabuesos del capital, ladraron todo el día su letanía de villeros peligrosos. Sin embargo, sus propias cámaras mostraron editado un video que mostraba como el hijo de un “vecino de Lugano” sacaba una pistola y disparaba sin ambages contra la multitud de familias ocupantes del basural Indoamericano. Luego nos enteramos que era un empleado de Macri, con permiso para salir en horario de trabajo. El miércoles a la tarde no quedaban dudas de que si el gobierno nacional no mandaba tropas para desbaratar las bandas fascistas que estaban operando en Lugano, estábamos ante un “Cristalnacht” porteño.

Durante 48 hs. las bandas fascistas de Macri establecieron un perímetro en torno al basural Indoamericano y apalearon violentamente a todo morocho que se le ocurriera cruzar por la zona. Dentro de ese anillo actuaron a sus anchas con la ayuda del gobierno de la Ciudad y la inacción del gobierno nacional. Tuvieron tiempo de atacar por segunda vez la ocupación del parque, baleando, hiriendo, requisando una ambulancia y, arrebatando y rematando a un herido con feroz alevosía, sin que el gobierno nacional haga nada. Cabe decir que el personal sanitario y periodistas fueron atacados como en la masacre de Barracas. Un médico fue hospitalizado al ver como le era arrebatado su paciente y alevosamente sacrificado por una turba fascista.

Llega la brigada Salvatierra de la Gendarmería Nacional y Popular

Las tropas verdes que mandó Aníbal Fernández a la toma del basural de Soldati, si bien fueron aplaudidas como garantes de la seguridad de los ocupantes, tras 48 hs. de violencia racista, también fueron estratégicamente ubicadas para sitiar a los ocupantes y no para contener a las bandas fascistas que eran las que mataron a dos ocupantes, hirieron a una cantidad indeterminada y apretaron a los médicos y la prensa. De lo que se desprende que el objetivo de las tropas era la erradicación de los sin techo.

En ningún caso se pensó en tratar a las bandas fascistas como se lo hace con Quebracho o el Frente Antiimperialista de Liberación. Las organizaciones de izquierda, por el simple uso de palos y capuchas, son encuadradas bajo los cargos de la Ley Antiterrorista, votada por kirchneristas y macristas bajo el influjo de Gorgy Bush. Sin embargo, los pistoleros fascistas blanden armas de puño y entonan letanías criminales y Aníbal Fernández solo aplica un programa de reducción de daños. Quiero decir que poner a la Gendarmería a cercar a los ocupantes del “Parque” Indoamericano tiene idéntico margen de corrección que la entrega de jeringas a los yonkis.

El mismo día, hace su aparición el villero kirchnerista Alejandro Salvatierra descalificando a la CCC por representar a los ocupantes en una reunión de emergencia con el gobierno nacional, tras 48 hs. de violencia xenófoba desatada. ¡Un genio de la oratoria! ¡A las pocas horas el loco estaba hablando desde el Salón pirulo de la Casa de Gobierno! Es poco creíble que el despegue de Salvatierra no estuviera arreglado de antes. En el epílogo este agente actúa como vocero de la gendarmería.

A las 24 hs. empezaron a notarse los efectos del bloqueo de agua y comida que gendarmería había impuesto a los 15.000 ocupantes como si se tratara de una franja de Gaza bonaerense. Un grupo de organizaciones como el Frente Popular Darío Santillán, el Polo Obrero, el Movimiento Teresa Rodríguez y otros denunciaron durante todo el día y en el acto realizado en Plaza de Mayo, el papel de la gendarmería como verdugos de los niños y mujeres, que ya empezaban a mostrar un notable deterioro de salud. A todo esto Salvatierra no se había enterado, porque no se lo vio en todo el día.

Epílogo

La gente sufrió el castigo del sol durante un día, bloqueados como en Gaza. El agente Salvatierra juntó a los ocupantes, apaleados, masacrados, enfermos, cansadísimos, insolados y los chantajeó burdamente. Les ofreció subsidios a término e inscripciones en futuros planes de vivienda o la gendarmería iba a realizar legalmente lo que las bandas fascistas habían ejecutado al margen de la ley ¡Qué libertad de decisión tenían los 15.000 ocupantes! tras las peripecias históricas que vivieron por el elemental derecho de señalar que si al precio de la carestía de la vida se le suman las maniobras especulativas de los pulpos inmobiliarios, NO HAY ASIGNACIÓN FAMILIAR QUE ALCANCE.

La gente se retiró quemando las carpas que habían construido, pero esos fuegos decían mucho más que eso. Unos quemaban las ilusiones de cambiar esta única vida de mierda que les ha tocado en el capitalismo. (Como olvidar que Richi Fort no necesita hacer nada para tener plata para despilfarrar) Otros quemaban la basura verbal que le arrojaron los medios de prensa burgueses. Para mí, quemaban sus campamentos como último acto de protesta, por una retirada en orden, y augurando una victoria estratégica. Cada uno quemó su carpa pero encendió otro fuego más profundo, el de la lucha.

La historia oficial, a través de su primera versión: la prensa burguesa, dice que el predio quedó desalojado completamente. Para los obsesionados por “el orden”, la batalla fue ganada, los ocupantes no están más. Los fascistas se sienten fortalecidos por el accionar del gobierno nacional y la amenaza represiva vertida a través de su agente Salvatierra. Lo que se callan es que decenas de miles de pobres de todo el país han vuelto a mascar la bronca a sus cuchitriles. Y ese es el problema.

Ni el más ingenuo de los kirchneristas cree que Duhalde o Macri estén interesados en llegar al poder a través de una insurrección popular. Todos sabemos que es la izquierda, con su viejo programa obrero y popular, el único sector de la política que se interesa en los problemas de las clases desfavorecidas de esta sociedad. El valor de esta lucha es que ha puesto a la villa en el centro del debate político, social, económico y cultural. No tardarán en inundarse los canales de televisión y las revistas boludas de informes especiales sobre los conventillos del tercer milenio. La literatura, el cine y el teatro tienen mucha tela por cortar en torno de la vida que se desarrolla en esas piezas que funcionan como casas. Algunos sabrán contar que el origen de esta lucha está en las fuertes raíces que tienen las organizaciones políticas y sociales de la izquierda en todo Latinoamérica.

Los ocupantes del basural Indoamericano se fueron con las manos vacías, pero la misión de demostrar que 8 años de crecimiento chino, en una semicolonia como Argentina, no sirven para sacar al pueblo de la esclavitud, está ampliamente cumplida. Mientras tanto, el ministro jodón estaba en París donde se comprometió a pagar la deuda externa con los panes y los techos que faltan en el país.

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surprise!!!!
Por Viviani - Thursday, Dec. 16, 2010 at 12:08 AM

De golpe, un articulo inteligente aparecio en Indymedia...

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