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Se agravan los enfrentamientos en San Carlos por el crimen de un vecino
Por Reenvio - Saturday, Dec. 18, 2010 at 3:06 PM

Diario diagonales Sábado 18 de diciembre de 2010

La calma en el barrio Malvinas duró sólo una noche. El crimen de Rodrigo Franco, de 23 años, que había motivado un día de furia el jueves, generó una nueva batalla campal cuando los amigos y vecinos de la víctima volvieron a enfrentarse con la policía, que respondió a las piedras con disparos con posta de goma y una indiscriminada lluvia de gases lacrimógenos que afectaron a familias enteras de toda esa zona. En el barrio aseguran que el conflicto se reactivó porque un grupo de paraguayos que viven con el principal sospechoso, que tiene la misma nacionalidad, ofrecieron 4 mil pesos a los amigos del muerto para que no los echen del lugar. La respuesta fue un enfrentamiento porque no los quieren en el barrio. Eso motivó, a su vez, la intervención policial que terminó en una nueva batalla campal.

Por su parte, los investigadores realizaron, sin suerte, dos allanamientos buscando a Sergio Juan Fernández, el señalado como el autor del crimen. Además, los vecinos afirman que el buscado y su grupo son “transas” (minoristas de droga). Anoche
había un detenido por los disturbios los vecinos aseguraban que eran cinco- y los enfrentamientos continuaban sin una solución aparente a la vista.

El conflicto estalló ayer nuevamente en el barrio Malvinas luego de que los restos de Rodrigo Franco fueran sepultados al mediodía en el Cementerio de La Plata.

El escenario fue el mismo: cerca de medio centenar de jóvenes y adolescentes se agruparon en la esquina de 152 y 35, y desde allí arremetieron con piedras y gomeras contra un pelotón de policías que, con equipo antimotines, se apostaron en la esquina de 36, frente a la casa del sospechoso.

La batalla campal duró hasta la noche en esa cuadra de calle 152, totalmente urbanizada, en la que las familias que habitan la zona fueron víctimas de las nubes de gas lacrimógeno que arrojó la policía. “Están tirando gases y hay familias con criaturas”, se quejó un vecino. Los amigos de la víctima dijeron a Diagonales que el conflicto explotó cuando un grupo de paraguayos –de esa nacionalidad son la mayoría de los habitantes del barrio ubicado en 36 y 152–, ofrecieron dinero para terminar con los problemas. Y negaron haber intentado incendiar la vivienda.

• ¿Cómo empezó todo?– preguntó este diario.
• Vinieron a ofrecer 4.000 pesos para que no le hagamos más problemas–, respondió una mujer que se cubría la cara con una toalla para respirar la menor cantidad posible de gas.
• Nos ofrecían plata, comprando la vida del chabón– agregó un joven con el torso desnudo y la cabeza cubierta con una capucha improvisada con una remera.
• ¿Pero quién ofreció plata?
• Los paraguayos– aseguró la mujer, que antes de escapar corriendo de la nube de gas pimienta, aclaró el por qué del problema: “Queremos que se vayan”.

A SANGRE FRIA. El cadáver de Franco, de 23 años y padre de una nena de 2, fue velado en Río Sepelios, ubicada en 24, entre 45 y 46, donde lo despidieron decenas de amigos y vecinos.
Franco fue asesinado a las 7 del jueves en la esquina de su casa (34 y 152), y la autopsia reveló que le dispararon con un arma 9 milímetros y que la bala ingresó por la nuca y salió por el mentón mientras estaba arrodillado. Ese fusilamiento coincide con lo que relatan los vecinos que fueron testigos.
“Lo mató a sangre fría. Estaba arrodillado, le puso el arma en la cabeza y le tiró. Lo mató adelante mío. Cuando (Franco) se cayó se podría haber ido, pero igual sacó el arma y le sacudió”, contó a este diario un joven que vive a la vuelta de donde vivía la víctima y que ayer miraba como los jóvenes del barrio enfrentaban a la policía.
Otro vecino remarcó: “Se tienen que ir del barrio. Son peligrosos. Pueden matar a otro pibe porque están armados”.
LA PESQUISA. La investigación por la muerte de Franco quedó en manos de la titular de la fiscalía 7, Virginia Bravo, y de efectivos del destacamento La Unión, que conduce Gustavo Gallardo. Los investigadores están detrás de un paraguayo identificado como Sergio Juan Fernández, por quien la justicia libró una orden de captura por el homicidio. Al cierre de esta edición, mientras en el barrio seguían los enfrentamientos, el sospechoso continuaba prófugo, a pesar que fueron realizados una serie de allanamientos, dos de ellos en 152 y 36 y en 527 y 34. DETENIDO. Al cierre de esta edición fuentes judiciales confirmaron la aprehensión de un joven por “resistencia a la autoridad” en el marco de los disturbios.
Pasadas las 22, la batahola no había cesado y los vecinos aseguraban que los detenidos eran cinco. “Hay muchos policías en el barrio y van a hacer razzias”, contó un vecino de la víctima que se comunicó con este diario. En tanto, las fuentes judiciales explicaron que en los enfrentamientos fueron dañados cinco móviles policiales. “Si esto sigue así, va a terminar en una masacre”, reflexionó ayer la tía de la víctima, Jésica González. E imploró: “Lo único que yo quiero es justicia”.

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