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Carta a los estudiantes cordobeses
Por Izquierda Socialista - Wednesday, Dec. 22, 2010 at 9:42 PM
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Carta a los estudiantes cordobeses

Carta a los estudiantes cordobeses

Luego de tres meses de intensas movilizaciones, asambleas y diferentes actividades, el gobierno “progresista” de Schiareti por medio de la legislatura cordobesa y de la policía provincial, aprobó el pasado 15 de Diciembre la Reforma de la Ley educativa 8113 (actual ley 9870), desconociendo el sentimiento general de repudio a dicha reforma. Más allá del evidente retroceso que su aprobación implica, desde Izquierda Socialista creemos que seria incorrecto medir el resultado de este conflicto en términos de derrota. El desarrollo de nuestra lucha esta marcado por numerosos aciertos, que tenemos que rescatar para profundizarlos, y de numerosos errores que nos tienen que servir de aprendizaje para no repetirlos. Y en el marco de un balance lo más acertado posible, también tenemos que precisar como se llegó a aprobar y como queda esta ley luego del conflicto.

Esta carta a los estudiantes cordobeses es un primer intento en la búsqueda de un balance para sacar las mejores conclusiones en el marco de la lucha que hoy se nos plantea con nuevas tareas.

UNA LEY DE CRISIS

Lo primero que creemos necesario remarcar, es que producto de nuestra intervención de lleno en el conflicto, la Ley recientemente aprobada es una ley de crisis para el gobierno y para su aplicación. En primer lugar porque con el poder de movilización que desde un comienzo demostramos tener, logramos tirar por la borda el plan del gobierno, socializando hacia importantes sectores de la sociedad el problema de la educación, y la nefasta reforma que el gobierno junto a las empresas, la Iglesia y la conducción de la UEPC venían ocultando hace más de un año. Con esto hemos imposibilitando hacerlo votar en Octubre como tenían pensado. Este importante retrazo en su votación nos abrió el camino para asestarle otros importantes golpes. Le hemos quitado apoyo de las mismas instituciones que habían armado el proyecto de ley, como es el caso de la U.N.C.. Hemos logrado también romper la homogeneidad con la que contaban para votarlo, haciendo que distintos bloques como la UCR y el Frente Cívico la rechazaran dejando una ley educativa, con la importancia que esta tiene, votada solo por el Schiaretismo, y el Kirchnerismo y otros bloques de menor importancia. La extraordinaria participación de la Ciudad de las Artes dentro de la movilización, también obligó a realizar numerosas modificaciones que desde ya no alteran el espíritu privatista y elitista de esta reforma, pero que si tenemos que poner en el campo de nuestro haber, como son los reclamos de la inclusión y jerarquización de las artes en nuestra enseñanza.

Pero por sobre todas las cosas -y acá radica el porqué sería unilateral e incorrecto plantear esta batalla como una derrota- hemos logrado poner a un movimiento estudiantil que a fines del año pasado no lo teníamos. Movimiento estudiantil que se plasmó en movilizaciones multitudinarias, en asambleas con gran participación de distintos sectores de la enseñanza. Movimiento estudiantil que debatió que educación es la que NO quiere, abriendo así el camino para pensar que educación es la que SI queremos. Y fundamentalmente, un movimiento estudiantil que ante la aprobación no se resignó sino que las voces que se sintieron luego del 15 fueron “arrancamos el 2011 con los colegios, facus y terciarios tomados” en forma unánime. Eso también es el saldo de este episodio en el camino de una pelea por la educación. El saldo son las ganas y la convicción de salir con todo, y este es el miedo que le abre al gobierno, y esta es la crisis que la aprobación de la reforma lleva implícita. Y esto lo hemos ido arrancado con el método más correcto para una lucha, que es la democracia de las asambleas, el de priorizar dentro las diferencias que tuvimos y seguiremos teniendo la unidad absoluta de la Interestudiantil por sobre todas las cosas. El no estar de acuerdo con una medida, ir a ponerle el cuerpo igual. Y si bien no fue igualitario en todos los estudiantes u organizaciones que intervenimos, sí fue lo que primó.

Ahora bien, pese a estos logros que como dijimos, son de extrema importancia para lo que viene, no podemos dejar de ver los errores que fuimos cometiendo y que nos llevaron a la contradicción de que en el día más importante, hayamos tenido la movilización más pequeña. Desde Izquierda Socialista creemos que sostener durante tanto tiempo un proceso de lucha masivo es algo para lo cual no existen recetas preestablecidas ni manuales a seguir. Así como tampoco la profundización de la pelea depende única y unilateralmente de acciones más y más “radicales”. En cada momento es necesario parar la pelota, evaluar la correlación de fuerzas, el nivel de participación, las preocupaciones del movimiento de lucha y a partir de allí, definir la mejor táctica, la mejor medida y la mejor consigna en pos de avanzar hacia la victoria. Pero esto no puede ir hacia otro camino que avanzar en la construcción de esos espacios ganados como la movilización y las asambleas. Nunca nos podemos conformar con el nivel de participación alcanzado, y siempre tenemos que seguir apostando a sumar más y más compañeros, a ganarles los debates a las posiciones o sectores que quieren desmovilizar y no regalárselos. Es así que tenemos que saber priorizar en momentos vitales, la unidad con otros sectores con los cuáles no estamos de acuerdo en muchos aspectos, para realizar una acción puntual que fortalezca nuestra presencia y el proceso de lucha. Este es otro aspecto que tenemos que tenemos que evaluar para mejorar hacia el futuro

Porque si no logramos generar esa ampliación de los luchadores, la pelea por una educación publica, laica, gratuita, de calidad, y al servicio de los sectores populares termina siendo una abstracción. En este sentido, nuestra pelea no puede ser otra que construir la organización de los estudiantes, hoy llamada interestudiantil para desde ahí elaborar la política correcta para avanzar, y no en suplantar esa necesidad por acciones desesperadas, aisladas del movimiento estudiantil. No podemos hacer acciones que el único fin sea lo mediático y elaborar luego los balances en torno a que salió en los medios. Porque si eso no tiene una base de construcción real por abajo se cae luego por su propio peso. Los medios son importantes, pero lo principal es la organización y participación real y concreta de los sectores que están luchando. Y si una acción muy mediática aleja a más compañeros de la lucha, entonces no nos sirve.

En este camino esta la imperiosa necesidad, y la difícil tarea de encontrar la consigna adecuada, y con adecuada nos referimos justamente a la consigna que nos tienda puentes hacia el resto de la comunidad educativa que no va siguiendo los acontecimientos y discusiones al ritmo nuestro, con el objetivo de sumarlos plenamente a la lucha. Creemos que estos son aspectos que hacen en definitiva a la posibilidad de triunfar y son justamente aspectos que como movimiento de lucha tenemos que corregir.

.LAS NUEVAS TAREAS PLANTEADAS.

La situación que se abre con la aprobación de la reforma, nos ubica frente a nuevas tareas por las que deberemos salir a luchar. Y estas tareas radican en la pelea por su derogación, pero en primer término en la NO aplicación de esta ley. Que se haya votado no implica que se pueda aplicar fácilmente. La famosa LES (Ley de Educación Superior) fue votada en el Congreso, pero no tuvo la misma trascendencia en su aplicación. La lucha de los estudiantes de Bs. As, de Neuquén, de Córdoba entre otros, imposibilitó su aplicación. A los distintos gobiernos no le quedó otra que ir probando meterla en forma lavada y de a poco, cosa que tampoco le fue fácil, ya que ante todo intento, los estudiantes se levantaban nuevamente impidiendo algún aspecto de su aplicación como sucedió este año en Exactas de la UBA. La misma tarea es la que tenemos por delante. Hay que movilizarse ante cada intento de introducir la religión en forma “opcional” en cada escuela, movilizarse ante el intento de crear pasantitas, etc. Y en el camino de esta lucha, pelear por la derogación de la misma.

En esta pelea hay un elemento con el que no contamos y el cual tenemos que salir a conquistar. Nos referimos a recuperar los organismos reales del movimiento estudiantil, los Centros de Estudiantes, las Federaciones, crearlas en donde no existen aún, para ponerlas al servicio de lo que deberían ser, una herramienta de lucha. La traición de los sectores que hoy poseen las conducciones de los centros y federaciones, e incluso de los mismos sindicatos fueron un factor de gran importancia para que no hayamos podido imposibilitar votarla. Y esto lo que debemos salir a recuperar a la par de ir dando la pelea. Asimismo, junto a esto hay que empezar a establecer que educación es la que necesitamos, para lo cual la formación de un congreso educativo -bajo el nombre que sea- también se pone a la orden del día, para contraponer lo que no queremos a lo que queremos.

En una coyuntura marcada por fuertes acontecimientos como el asesinato de Mariano Ferreyra, la muerte de Kirchner, que debilita aun mas al gobierno, o los sucesos de Soldati y Formosa. Pero también las grandes luchas que se han ganado como los estudiantes de Bs. As., los terciarizados del Roca, etc. Son todos elementos que avizoran un 2011 de intensas luchas. A este proceso tenemos que aportar los estudiantes profundizando la pelea por una educación al servicio de los trabajadores y sectores populares.

Juventud de
IZQUIERDA SOCIALISTA
izquierdasocialistacba@yahoo.com.ar


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