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Vida y Obra de la Patrulla Juvenil
Por Indymedia La Plata -
Thursday, Dec. 30, 2010 at 9:13 PM
cmilaplata@gmail.com
En un par de días el programa de Prevención Juvenil, propiedad del Ministerio de Desarrollo Social y del Ministerio de Justicia y Seguridad, cumplirá cuatro meses de funcionamiento, cuatro meses de críticas y denuncias, que giran alrededor de un proyecto poco original en cuanto a políticas hacia la juventud.
La concepción
Para entender el surgimiento de las Patrullas Juveniles hay que remontarse al 28 de mayo de este año que concluye. Las rateadas masivas realizadas a lo largo y ancho del país despertaban la indignación, diarios y especialistas analizaban lo sucedido, mientras que jueces amenazaban con medidas contra los organizadorez. El día 28 fue el turno de la ciudad de La Plata, desde horas de las mañana cientos de jóvenes se encontraron con mates, termos, pelotas de futbol y música en la Plaza Moreno. Una rateada más.
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| Policías en acción en Plaza Moreno- 28 de mayo de 2010 |
El panorama cambió por la tarde cuando más de 50 policías, entre infantería, efectivos de civil y policías motorizados, reprimieron a los cientos de jóvenes que se encontraban reunidos. En total 13 menores fueron detenidos en la Comisaría Primera de La Plata, alojados en calabozos en clara violación a los derechos de los jóvenes. La represión no terminó en la plaza, de manera profética la policía continuó deteniendo menores en la intersección de las calles 8 y 48, lugar de encuentro de adolescentes. A partir de entonces, durante un mes los jóvenes que todos los viernes se encontraban por la tarde en la céntrica esquina eran proclives a ser detenidos, recibir palos o incluso balazos. También eran expuestos a ser portada del diario local "El Día", bajo el titular "Jóvenes violentos".
A raíz de estos hechos, el Ministro de Justicia y Seguridad, Ricardo Casal y el Ministro de Desarrollo Social, Baldomero Álvarez, convinieron "Poner en marcha el Programa Prevención y Asistencia Juvenil en la Ciudad de La Plata". El convenio pactado el 31 de agosto del corriente inicia su texto con una extensa consideración del riesgo que padecen los jóvenes en situación de calle, sus derechos, la responsabilidad del Estado, la protección y vulnerabilidad de los chicos. En su introducción, y especie de declaración de principios del convenio, la palabra policía sólo aparece en el último párrafo, mientras que "seguridad" en ningún momento.
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El otro programa Según la APDN, hace tiempo que se encontraba durmiendo en las oficinas del Ministerio de Desarrollo Social un proyecto de programa de abordaje para chicos y chicas en situación de calle. El mismo consistía en dotar a operadores de calle del Sistema Zonal de vehículos, ya que de esta manera podrían llegar más rápidamente a los lugares donde su presencia sea requerida. Sin embargo, cuando el proyecto llegó a la oficina de Álvarez, éste decidió darle una vuelta, y pensó que sería buen momento para implementar el trabajo interministerial. Bianco sostiene que debe haber un trabajo en conjunto de los distintos ministerios, ya que si la situación es de un chico que tiene problemas de adicciones, debe trabajar el Ministerio de Desarrollo Social con el de Salud. Pero "el sistema de la responsabilidad juvenil no está habilitado a abrir sus puertas, si el Estado no demuestra que antes probó otras alternativas", es decir que el uso de la fuerza, debe ser el último recurso. La decisión de realizar un trabajo del índole de las Patrullas Juveniles, afirma que implica la lógica de que "ante un conflicto la solución es el castigo, y el actor que ejecuta esto por parte del Estado es la policía", algo que implicaría no pensar el conflicto como una situación más compleja.
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A continuación, el convenio en dos artículos y un anexo de una página, brinda los argumentos que considera necesarios para que el programa salga a la calle. Estos puntos establecen que cuatro móviles, integrados cada una por un policía y un operador de calle, recorrerán las calles "a fin de intervenir frente a situaciones de conflicto que involucren a niños, niñas o adolescentes", por el plazo de dos años. También afirma que los policías sólo intervendrán en situaciones extremas, así como establece que los jóvenes serán llevados hacia el Centro de Atención Transitoria.
A la calle
A los pocos días de firmado el convenio se salió a la calle. Cuatro patrulleros (en realidad tres ya que el primero se rompió a los pocos días), seis policías y dieciséis operadores de calle empezaron a recorrer la ciudad. Sus lugares más frecuentes son las plazas, el parque Saavedra, y por supuesto, los viernes por la tarde la calle 8.
Desde temprano los móviles fueron rebautizados con el nombre de "patrullas juveniles", ya que su aspecto poco distancia del de un patrullero policial; a decir verdad, la única diferencia es su color, muy similar por otra parte al de los móviles de "la bonaerense 2". Las organizaciones que velan por los derechos de la niñez no demoraron en ponerse en alerta ante la noticia de que un patrullero, manejado por un policía, acompañado por un operador de calle, iban a ser los encargados de trabajar con menores en situación de calle.
Los organismos desde un principio alertaron que había poco y nada claro sobre los fines y límites de las patrullas, dotadas de un gran margen de discrecionalidad para su acción. Por su parte, el Juez Luis Arias dio lugar al pedido realizado por Julián Axat, defensor del Fuero Penal Juvenil, de que el ejecutivo presente un informe detallado.
Carola Bianco es abogada, docente en la UNLP e integrante de la Asamblea Permanente por los Derechos de la Niñez. Ella y otras integrantes de la asamblea fueron los primeros en presenciar a lo que venían hacer estas patrullas, cuando un viernes por la noche en la calle 7 y 76 un grupo de chicos fueron apostados por policías de la bonaerense contra la pared de una escuela, acusados de haber robado un gorro. La patrulla juvenil no se encontraba en el lugar, ya que según un oficial del operativo "me dijeron que llevaban a los chicos buenos a sus casas y nosotros nos quedáramos con estos".
La abogada señala que "El gran problema de la puesta en marcha de estas patrullas juveniles fue que no hubo un lanzamiento con objetivos concretos que al menos muestre como esto compatibilizaba los derechos de los jóvenes y el habeas cuerpo que estaba vigente, al intervenir un policía".
Los primeros pasos
Se puede pensar que lo sucedido fue un caso aislado, pero hay otros ejemplos sobre el comportamiento de estas patrullas:
Esquina de 10 y 53, en el playado del Teatro Argentino un grupo de chicos tira unas piedras hacia un precipicio. Llega la policía y luego dos patrullas juveniles. Los oficiales que manejan la patrulla no se mueven del móvil. Los operadores de calle se saludan con los chicos, quienes los identifican como alguien que viene a ayudarlos. Sin embargo, los operadores de calle se quedan en silencio cuando uno de los policías encara a un chico y le recuerda "ya te dije que no te quiero ver más por acá, andate." Al buscar el chico la mirada del oficial éste se hace el duro, "no me mires, mirá el piso". Para dejar en claro el mensaje el oficial aclara que "un día te voy agarrar, me voy a sacar el uniforme, la pistola y vamos a ver si te la bancás mano a mano".
Otra suerte corrieron unos chicos del barrio "el retiro", quienes vinieron al centro a comprar unas telas y se toparon con las patrullas juveniles. Desde la patrulla les comunicaron que no podían andar por el centro, pero como desconfiaban de que los chicos les hagan caso, se tomaron el trabajo de acompañarlos a la parada para comprobar que se marchaban.
Finalmente, uno de los casos más emblemáticos, fue cuando dos menores a los que se les negaba la venta de dos botellas de vino, dejaron la plata en la caja registradora y huyeron. No contaban con que a cinco cuadras se encontraba la patrulla juvenil, quien los agarró y llevó a la comisaría. A los mismos, María José Lezcano, Juez de Garantías del Joven, les dictó seis de meses de prisión preventiva.
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Viejo desde que nació
En la entrevista Bianco remarca lo poco novedoso que resultan ser estas patrullas " se inscriben en la misma lógica que venían las anteriores prácticas, si bien sacan la policía común, ponen otro policía, otro patrullero y lo que le agregan es un operador de calle, pero no van a favor la protección" .
La docente afirma que desde la APDN "la lectura que se hace es que viene a ser una solución totalmente superficial para dejar tranquila a la comunidad que la policía va a intervenir", y lo nefasto que realiza el hecho de que "han metido a policías en conflictos en los que debieran formar a los operadores para que tengan herramientas y programas concretos para intervenir".
Por más que en su discurso el convenio aparente ir en protección de los derechos de la niñez, en la práctica muestra algo completamente opuesto. Es que a pesar del reclutamiento de menores para robar, denunciado por Julián Axat, de las detenciones arbitrarias, torturas e incluso homicidios que recurre la policía hacia los jóvenes, se sigue confiando a la bonaerense el trabajo con la niñez. Aparte de esto, el marco de acción de las operadores de calle, se encuentra fuertemente restringido, ya que en el momento que un menor comete un delito, el mismo pasa a manos de la policía. Bianco afirma que la mayoría de los que trabajan con las patrullas son personas que no tienen la formación adecuada, y pocos casos tuvieron previo contacto con chicos en conflicto con la ley.
Otro ente que manifestó su preocupación fue el Concejo Local, quien a través de una gacetilla afirmó "que el dispositivo consiste en un procedimiento de captura y "entrega de menor", a través de la discrecionalidad y las lógicas de la derogada ley de patronatos. El mismo documento denuncia que se realiza una detención del menor, ya que el mismo debe permanecer alojado en el Cento de Atención Ttransitoria (CAT) hasta que el mayor lo retira. Dada la falta de programas por parte de los distintos eslabones responsables de la niñez, el concejo local sostiene que "resulta inquietante que el primer contacto del estado con los niños y adolescentes en situación de calle sea mediado por la institución policial".
La integrante de la APDN dice que "el gran debate es cuando un chico es amputado de un delito si la policía puede intervenir, y acá quedo nuevamente vacante ese debate, porque es tan confuso esto de las patrullas juveniles que teóricamente se incorpora un policía a una situación asistencial".Como si no fuera poco el hecho de quedar en manos de la policía cuando se trata de un delito, Bianco remarca que "las situaciones consideradas de delincuencia juvenil son terriblemente amplias, porque en realidad a lo que se le tiene miedo es a la juventud, y entonces cualquier situación en la que hay un joven implicado la gente considera que la policía debiera intervenir" .
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Nada que Explicar El 30 de octubre de 2008 la policía de Buenos Aires perdió su capacidad de detener menores de 18 años de manera indiscrecional debido a la presentación de un Habeas Corpus Colectivo, por parte del Defensor del Fuero Penal Juvenil, Julián Axat. La medida no fue recibida con mucha gracia por la bonaerense, ya que tras ser aprobado por el Juez Arias, el Ministro de Justicia de aquél momento, Stornelli, presentó un amparo. Luego de haber pasado por la Sala I de la Cámara platense y la Suprema Corte Bonaerense varias veces, la resolución final se encuentra en suspenso pero el fallo de Arias está vigente. Ante el amplio campo de grises que pretenden manejarse las patrullas juveniles, y con el fin de corroborar que el Programa de Prevención Juvenil no estuviese violando el Habeas Corpus Colectivo, Axat pidió que el Ejecutivo realizara un informe detallado sobre el programa : "se pidió al Ministerio de Justicia y Seguridad datos completos de las personas que conforman las patrullas, su capacitación, los programas en los que se enmarcan las patrullas, los objetivos, los alcances, convenios entre ministerios y las normas que facultan esa actividad horarios y lugares de los recorridos de las patrullas", comenta Arias. Nuevamente el Juez del Fuero Contencioso Administrativo aprobó este pedido, sin embargo el poder ejecutivo planteó un conflicto de poderes. Esto quiere decir que se negó a entregar el informe alegando que no le correspondía al juez realizar ese pedido. Según Arias este medida del ejecutivo: "es un recurso que muchas veces ha sido utilizado por distintos gobiernos para que la Suprema Corte de la Provincia de Buenos Aires de alguna modo evite que los jueces de primer instancia controlemos al poder político." Arias es tajante en el análisis a las medidas del gobierno hacia la niñez, resaltando que se deben tomar medidas de contención antes que violentas. "Tiene que acudir y diseñar estrategias de contención y de dialogo con los chicos para poder comprender acabadamente, tener un diagnostico primero y hacer un abordaje luego" señala. También cuestiona duramente las políticas represivas que decide toma, "Hay ciertos márgenes de tolerancia que hay que tener con los jóvenes. La autoridad siempre tiene que estar, pero qué autoridad, ¿una persona con un arma en la mano, un casco y un chaleco antibalas?". De esta manera afirma que hay una discriminación de trato hacia los jóvenes en situación marginal, "¿Así es como tratan a sus hijos en sus casas estos funcionarios?". Actualmente el pedido de informe realizado por Julián Axat se encuentra parado, el poder ejecutivo considera que "El magistrado pretende imponerle al Ejecutivo la obligación de brindarle explicaciones sobre una política reservada a su competencia", una manera delicada de decir "no tengo que dar explicaciones a nadie", similar a las palabras de la policía en Plaza Moreno: "no necesitamos orden de nadie para reprimir". Cómo análisis de lo que implica lo que plantea el poder ejecutivo, el Juez advierte que "Es terrible desde el aspecto simbólico, se lo corre al juez desde su lugar imparcial y se lo pone como un litigante más, es un disparate. Es una manera de disciplinar a los jueces que de alguna manera molestan"
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