Loreto Millalen: Tejedoras en la recuperación del arte textil Mapuche
Por Avkin Pivke Mapu-Komunikación MapuChe - Wednesday, Jan. 05, 2011 at 5:32 PM
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Loreto Millalen, Licenciada en Arte con mención en grabado, ha dedicado los últimos años de su vida a trabajar sobre papel y telas, haciendo grabados en pinturas y con diversos materiales ya sean tintas o lanas. Mujer tejedora y fundadora del taller de arte textil Ad Llallin, se inspira retratando paisajes y momentos de la vida cotidiana. Su trabajo se expresa tanto individual como colectivamente, siempre buscando la pluralidad del conocimiento y el aprendizaje en distintos escenarios y agrupaciones.

Por Macarena Reukan / Mapuexpress

-¿Cuál es el mensaje que quieres transmitir a través de tu trabajo, relacionándolo con la cultura Mapuche?

A través de mi trabajo, me siento conectada con la fuerza y con la energía del pasado, del futuro y del presente como devenir. Siento que el legado que tenemos como pueblo es inmenso, es mucho mas grande que el aquí y ahora. Me han preguntado otras veces porque no es, por ejemplo, evidentemente contestatario o revolucionario, pero la verdad es que para mi si es importante esa conexión, tenerla siempre presente, con la fuerza de la naturaleza. Últimamente me he dedicado a describirla, expresándola a través de mis manos es como he descubierto el movimiento del agua o el viento que están en constante ir y venir, energías que son subterráneas y están siempre con nosotros, presentes en todo lo que hacemos, en lo que hablamos y en esta lucha que es muy antigua, y que para nuestro pueblo por lo menos, esta hecha siempre a partir de la justicia. Nuestro pueblo no es un pueblo asesino, es un pueblo que ha luchado durante mucho tiempo y la forma de vencer no es la trampa sino que es todo el esfuerzo que implica vivir en una cultura que ha trascendido con todas las dificultades ya conocidas.

-En la esfera de tu trabajo ¿Qué es Ad Llallin, los talleres que realizas y tu conexión con el colectivo Ad Llallin?

Ad Llallin es un taller de arte textil que con el tiempo se convirtió en un colectivo, pero sigue siendo un taller, donde se practican, se siguen y comparten las técnicas ancestrales del textil mapuche. Desde un principio Ad Llallin ha estado abierto para todas las personas que lo requieran y durante sus encuentros de tejedoras asisten todas las personas interesadas. Últimamente ha estado dedicado y constituido sobre todo por lamngen, ñañas y papay que son mapuche, con o sin apellidos pero que se sienten identificadas y están dispuestas a permanecer en él. Algunas ya llevan años estudiando las técnicas textiles que son la representación concreta del arte de las redes que hay en el universo, de las conexiones y la conciencia que hay entre todos los pueblos originarios del conocimiento de su fuerza y su sabiduría. Así que Ad Llallin es una forma silenciosa, muy femenina de recuperación y de lucha de nuestro pueblo. Aquí en la ciudad las mujeres nos juntamos a recuperar nuestra memoria, hacemos historia, conciencia y nos fortalecemos, para recordarnos que somos mapuche, que tenemos una vida y una lucha en común. A través de este tejido y conocimiento de la técnica descubrimos la sabiduría, nos otorgamos mucha fuerza, alegría, unión y conciencia. Es un trabajo muy bonito, es un trabajo colectivo.

-En lo concreto y lo práctico del tejido, el witral, el trabajo de las mujeres, hemos sabido que has presentado trabajos en la Biblioteca Santiago y en distintas actividades en ese espacio, ¿nos puede contar acerca de eso?

Yo llegué ahí a través de la lamngen Karen -Ulkantufe- y Ana Mora que es la encargada de una de las salas de la biblioteca, ella ha estado siempre dispuesta a ayudar con la gente que es mapuche, entonces presentamos un primer encuentro que fue entorno al Ñimin que es el diseño mapuche, el dibujo, donde asistieron bastantes personas, la mayoría tejedoras de distintos lugares de Chile, del norte, del sur, de la V Región y la Región Metropolitana. Ahí se presentó un trabajo de investigación que se venía haciendo en el museo Precolombino donde hay una colección importante de textiles mapuche, una colección importante de piezas muy antiguas. Con las lamngen Eugenia Calquin y Yesenia Melinao, estamos yendo a ver las piezas hace un año y ¡contamos todo!, las hebras de las urdimbres y de las tramas, vimos los colores y analizamos todo tipo de elementos del textil, sobre todo nos hemos centramos en el diseño del dibujo y lo que ellos nos dicen. Como no hay ningún tipo de investigación en el museo que hable exactamente de eso, la interpretación también pasa por el sentido que tiene el Ñimin, que es un símbolo, un signo que quiere ser visto y leído con el corazón, con el rakiduam, con la mente y el corazón. Con toda la sabiduría de una persona. También el contexto tiene una connotación específica en su tiempo y espacio, en su lugar, así que nos hemos encontrado con cosas maravillosas, ¡increíbles!. Nuestras antiguas papay eran unas grandes artistas y sabemos que en todo el continente hay grandes tejedoras, así que con ese espíritu de fortaleza, ha sido el arte que ha permanecido a pesar de toda esta desmineralización que ha habido y de este tremendo genocidio cultural. Y bueno, luego tuve la oportunidad de presentar los grabados y pinturas textiles que son una mezcla, pintar y dibujar también se pueden a través del telar, de las telas y los pigmentos.

-¿Nos podrías contar con qué proyectos estás, de manera personal y colectiva?

Si, de manera personal estoy trabajando en un libro pequeño, en cuanto a formato, de grabados y serigrafía, sobre la descripción de las energías y fuerza de la naturaleza que están cerca de nosotros siempre, aunque estemos viviendo en la ciudad. La conexión que tiene eso con el descubrir y fortalecer nuestra identidad mapuche aquí en Santiago de forma individual y por supuesto, a través de ser gente, de ser comunidad; y bueno, como taller siempre está la idea de reunirse, de seguir estudiando, de hacer escuela y autonomía. Actualmente uno de los proyectos que tenemos con el colectivo es que podamos apoyar, participar y luchar a través de nuestro trabajo con las escuelas que son autónomas, también hacer escuelas autónomas e itinerantes por el territorio, porque el conocimiento que tienen los textiles es muy importante para nuestro ser. No hay ningún texto que lo traiga y nosotras a través de las palabras y del tejido lo podemos ir corroborando porque trae consigo meditación y unión necesaria.

El misterio y silencio del tejido trae consigo toda esa información que nosotras debemos recuperar, levantar y recopilar, además de sostener y proteger.-

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