Julio López
está desaparecido
hace 6401 días
versión para imprimir - envía este articulo por e-mail

Barreda desafía a la justicia al violar el arresto domiciliario
Por Marcelo Ricardo Hawrylciw - Friday, Jan. 21, 2011 at 7:52 PM
mrhawrylciw@yahoo.com.ar 155-751-5784

Las payasadas del caso Ricardo Barreda y la Justicia incoherente.

Es realmente increíble la actitud de algunos funcionarios judiciales cuando evitan hacer cumplir la Ley y envian un pésimo mensaje a la sociedad, especialmente cuando la inseguridad del día a día tiene como protagonistas a peligrosos delincuentes reincidentes.

Podría haber escogido la cómoda información del resto de los medios en cuanto a las imagenes que un canal de televisión (Canal 9) filmó del ex odontólogo Ricardo Barreda, fuera de su domicilio y que por esto, la justicia de La Plata lo ha citado para que el día lunes brinde su testimonio y junto con otras declaraciones de testigos e informes se tome una medida al respecto, casi todos titularon que Barreda podría volver a prisión, cuando Barreda debería estar nuevamente en prisión.

Soy un activo defensor del respeto de los derechos humanos, derechos que poseen todos los ciudadanos sin importar ideología, raza o religión, y sin embargo en nuestro país, se abusa a diario de los derechos básicos de los ciudadanos, el acceso a la justicia, a la salud, a la educación, el acceso al trabajo, la seguridad social y a la protección del Estado.

También todos los días miles de detenidos en el país son injustamente tratados, a pesar de que las estadísticas vuelven a mostrar que de los procesados con prisión más del 70% son inocentes y que de los sometidos a juicio oral las estadísticas de condena no llegan a un 10%, en el camino de una justicia tan deficiente, las culpas se reparten entre la pésima instrucción e investigación policial, y un trabajo judicial ocioso (jueces, fiscales y defensores), el resultado, inocentes y personas que por el delito acusado no deberían estar meses o años con peligrosos delincuentes terminan humillados, robados, golpeados o violados en los penales, para regresar estigmatizados y resentidos a una sociedad que está plagada de problemas. Entonces el sistema penitenciario lapidariamente ha fracasado, porque no solo no está cumpliendo el mandato constitucional de reinserción de los reclusos, sino que por el contrario termina "contaminando" a los inocentes procesados con largas prisiones preventivas, o bien mezclando todo.

¿Qué tiene que ver el caso Barreda con esto?, tiene que ver todo, mientras muchos desconocidos, pasan años en prisión por delitos estúpidos que se llevan adelante solo para poder armar estadísticas, peligrosos personajes como Barreda son beneficiados por la Justicia tomando siempre recursos jurídicos que están en el límite de las interpretaciones y que jueces que suelen rechazarlos en otros casos, los aceptan en estos.

Juzgar a Barreda, no es lo mismo que juzgar al desconocido X y Barreda esto lo sabe muy bien, de hecho inexplicablemente Barreda ha sido objeto de aplausos y gritos de admiración cuando concurría a la Universidad a rendir las materias de abogacía. Algo preocupante, si futuros abogados, con posibilidades de ser funcionarios judiciales avalan la conducta asesina de alguien que poco tiene de inimputable como lo planteara su abogado durante el juicio que lo condenó.

Por si alguien no lo recuerda o no lo sabe, Ricardo Barreda, el 15 de Noviembre de 1992, asesinó a su esposa Gladys Mc Donald de 57 años, con una escopeta calibre 16/70 marca Víctor Sarasqueta que le regalara su suegra Elena Arreche de 86 años al regresar de un viaje por Europa, y que también fuera asesinada además de sus dos hijas Adriana (odontóloga) de 24 y Cecilia (abogada) de 26, con quienes vivía en la casa de la calle 48 entre 11 y 12.

Luego de la matanza, Barreda recogió las cartuchos de escopeta, desacomodo los muebles y arrojó papeles para simular un robo, salió con su auto Ford Falcón y arrojó por una alcantarilla de la ciudad los cartuchos y la escopeta la arrojó en un canal cercano a la zona de Punta Lara, ya más tranquilo se fue a pasear por el zoológico de la ciudad, más tarde fue a visitar el cementerio, para terminar con su amante Hilda Bono, pasando dos horas y media en un albergue transitorio, por la noche salieron a comer pizzas, y acompaño a su amante hasta su casa, al regresar a medianoche a su domicilio, llamó a un servicio de ambulancias y a la policía le comento la teoría del robo. Trasladado al destacamento policial, el Comisario Ángel Petti, le acerca un Código Penal abierto en el Art.34 que establece la inimputabilidad de aquellos que no entienden lo que hacen por locura u otra causa, al parecer esto alentó a que Barreda confesara ante el Comisario, seguro de poder utilizar en su defensa esta excepción.

Jamás Ricardo Barreda se arrepintió de lo que hizo, y cuando hace días celebraba su posible libertad condicional, lo hizo con champagne y fumando puros, algo que demuestra su soberbia frente a la sociedad, no es como dicen algunos periodistas que él ya pagó su pena. Las penas además de tener un tiempo deben además devolver a un ciudadano útil, que comprenda que el delito tiene penas y consecuencias y no como parece en este caso privilegios.

Pocos son los detenidos que acceden a un arresto domiciliario en las condiciones de Barreda y menos aún con sus antecedentes, un sociópata como Barreda puede engañar sin problemas a los peritos, ya que las pruebas a las que se lo somete no son continuadas, sino meros trámites burocráticos.

Para ir concluyendo, en su testimonio en el juicio, uno de los peritos oficiales, Manuel Capurro, avalaba la teoría de ininputabilidad de Barreda con estas palabras: "Barreda estaba loco antes y cuando cometió los crímenes, seguirá estando loco, hasta que sea capaz de reconocer el carácter patológico de su idea delirante."

Es obvio, que Barreda no se arrepintió, bien por ser un asesino irrecuperable o como dice el perito un loco irrecuperable hasta que comprenda lo patológico de su accionar, nada de esta teoría tampoco ha pasado, Barreda no habla del hecho, ni se arrepiente, entonces cuesta comprender cuáles son los motivos de algunos funcionarios judiciales para evaluar su libertad condicional.

Ahora, más desafiante aún, Barreda, que sabe como atraer la atención de la prensa y utilizar como un medio de presión, viola su arresto domiciliario con una tonta excusa, ya que su real intención era ser filmado fuera de su domicilio y así apurar los tiempos de la justicia en busca de su libertad condicional definitiva. Está acostunbrado a "jugar" al límite.

Inexplicablemente un juez el Dr.Raúl Dalto, integrante de la Sala I de Apelaciones del Departamento Judicial de La Plata, sale en los medios para decir y no decir nada, para mostrar una vez más como la justicia aplicada por hombres se vedetiza y mientras Barreda se burla de todos mostrándose fuera de su domicilio, gozando como se ve en las imagenes de buena salud, se lo cita para el día lunes a que explique por qué violó el arresto domiciliario, así tendremos otra nueva historieta.

El hecho de haber violado su arresto domiciliario implica como mínimo su detención preventiva hasta tanto dé una explicación el lunes, no hay otra medida coherente, su arresto domiciliario no es una garantía sino un beneficio que se pierde al no cumplir con el mismo, esto es salir del domicilio, las excusas las deberá dar luego.

Son este tipo de dudas, desconocimiento judicial o vaya uno a saber que motivos, que llevan a mostrar a la sociedad, que un asesino confeso, sin arrepentimientos, ha tenido una condena con todos los privilegios posibles, muchos detenidos por delitos menores jamás obtienen beneficios similares y sin embargo ahí está Barreda nuevamente desafiante, rompiendo la Ley, mostrándonos que aún queda impunidad en su accionar y que lejos está de ser una persona apegada a respetar las normas, en medio, sigue su reclamo judicial por su libertad definitiva.

Mi reflección final es que Barreda se muestra como un tipo fuerte y desafiante, que cree que está por encima del resto de la sociedad y la Ley, pero en realidad es un pobre tipo, un asesino que necesitaba una escopeta para matar y luego buscar sexo en su amante. Barreda es lo que esta sociedad quiera que sea, es el reflejo de lo peor que tenemos, nos muestra gente capaz de festejar con él y aplaudirlo, pero no es más que eso un dependiente, solo no es más que un tipo atormentado por sus miedos, por sus obseciones, un débil que solo es fuerte cuando desafia y llama la atención.

Veremos si la Justicia sigue mimando a un pobre asesino o comienza a tratarlo con la igualdad que reza el artículo 16 de la Constitución Nacional y nos demuestra a todos los argentinos que los asesinos reciben un trato justo, pero con cumplimiento de la Ley. Debatimos leyes nuevas, imputar a menores penalmente, asistir a las víctimas de delitos y nos olvidamos de estos casos que son ejemplos de dónde estamos parados. Barreda no solo quiere salir o ir de viaje como dice, también pretende disponer de los bienes que por herencia le corresponderían, algo que no debemos olvidar para entender que a veces la Justicia también se compra.

Por Marcelo Ricardo Hawrylciw

agrega un comentario