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Avanzar el la unidad para la Movilizacion
Por Revista Insurreccion ELN -
Saturday, Jan. 29, 2011 at 11:27 AM
El movimiento social y político va coincidiendo en la necesidad de acelerar el diálogo entre sus diversas vertientes y expresiones para procurar armar una agenda común que proponga otros caminos mediante diversas acciones.
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En estos días el Congreso de la República, de mayoría neoliberal y de derecha, aprobó la Ley de reforma al sistema de salud, que fue sancionada por el Presidente Santos. Primera ley de una decena que debate el legislativo colombiano.
La ley de salud contiene los fundamentos políticos antisociales, que fueron echados atrás por la movilización popular de los usuarios, de la comunidad médica del país y una amplia franja de opinión en el año 2010, cuando el gobierno de Uribe expidió el decreto de emergencia en salud, que privatizaba y disminuía los derechos de los usuarios en todo el país.
Otro decreto firmado por el presidente, aprovechando la emergencia invernal y las fiestas de fin de año, fue la privatización de otro 10 por ciento de ECOPETROL, para completar el 30 por ciento de acciones en proceso de venta. Jugoso negocio de privatizar a Ecopetrol para engrandecimiento de los intereses privados, vaciando a Colombia de recursos económicos que pueden colocarse al servicio de su desarrollo. Este decreto es un atraco contra la soberanía nacional y un crimen de Lesa Patria.
Esta privatización de la empresa más rentable del país y patrimonio de los colombianos, forjado por sus trabajadores, es un contrasentido, opuesto a todas las dinámicas del continente donde todos los países vienen fortaleciendo sus empresas estatales de hidrocarburos como el caso del Brasil, donde el Estado es dueña del 62 por ciento de las acciones de Petrobras, después de tener sólo el 32 por ciento.
Con todo el paquete legislativo que se tramita, lo que el gobierno busca es neoliberalizar totalmente la Constitución y la vida de Colombia, negando lo esencial de un Estado Social de Derecho, para convertirlo en un Estado privatizado y mercantilista de hecho. También tiene como propósito acondicionar el país a toda la dinámica de explotación agresiva de los recursos mineros energéticos.
Además, las nuevas leyes pretenden someter los derechos sociales, económicos, culturales y ambientales, al criterio de la sostenibilidad fiscal, que no es otra cosa que aplazar para siempre la constitución de esos derechos y evitar el cumplimiento de todas las acciones de tutela, que obligan al Estado a cumplir con los derechos a los ciudadanos. La tutela es la principal herramienta jurídica que le ha quedado a miles de personas para reclamar sus derechos, por eso este gobierno se propone acabarla.
Un país más privatizado en los elementos esenciales que procuran la vida digna, es el resultado de las reformas constitucionales que se debaten en el congreso, que sin duda se van constituyendo en el centro y preocupación política del movimiento popular colombiano y que viene generando un debate en la sociedad colombiana desde principio del presente año.
El gobierno le ha puesto el acelerador a las sesiones del congreso que debe aprobar, según sus cálculos, todo este conjunto de iniciativas legislativas en este primer semestre, contando para ello con una mayoría neoliberal agrupada en la llamada unidad nacional, que aplica la aplanadora a los partidos de oposición y no deja que la sociedad pueda debatir y proponer alternativas a las políticas neoliberales en boga por el gobierno de turno.
Esta conducta antidemocrática del gobierno, unida al drama de la emergencia invernal con millones de desplazados que lo han perdido todo, es el fruto de una política violenta y usurpadora que ha obligado a los pobres a vivir en territorios agrestes e inestables del campo y la ciudad.
El movimiento social y político va coincidiendo en la necesidad de acelerar el diálogo entre sus diversas vertientes y expresiones para procurar armar una agenda común que proponga otros caminos mediante diversas acciones.
Es importante que desde la izquierda democrática se alienten procesos unitarios que fortalezcan la movilización y organización popular, no hay duda que la estrecha ligazón con las luchas del pueblo es el camino, porque sacude la dispersión y proyecta la unidad del movimiento popular.
Es imprescindible que desde el movimiento social de oposición y de izquierda se despliegue toda una campaña de sensibilización política acerca de los propósitos de toda andanada legislativa, para que Colombia y su Estado, no sean privatizados y se apunte a construir un verdadero Estado Social de Derecho, donde la lucha por la vida con dignidad, en armonía con la madre naturaleza, detenga el ecocidio que se cierne sobre ella con la depredadora locomotora de explotación minero energética.
Que junto a la movilización se abra un debate nacional sobre el país que queremos y nos merecemos todas y todos.