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Vivir y enfermar en La Primavera. Visita del EATIP a la comunidad Qom de Formosa
Por EATIP -
Monday, Jan. 31, 2011 at 12:40 PM
eatip@eatip.org.ar
Un grupo de profesionales de salud y derechos humanos realizaron un abordaje multidisciplinario y bio-psico-social en La Primavera para evaluar la salud comunitaria y los posibles efectos postraumáticos tras la represión del pasado mes de noviembre.
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Vivir y enfermar en La Primavera.
Visita del EATIP a la comunidad Qom de Formosa
Entre los días 17 a 21 de diciembre de 2010 el Dr. Daniel Kersner, médico psiquiatra miembro del Equipo Argentino de Trabajo e Investigación Psicosocial (EATIP) y de la Asociación de Psiquiatras Argentinos (APSA), junto a la Dra. Nerina Azpeitía, médica generalista miembro de la Federación Argentina de Medicina General, y la Lic. Nadia Rusconi, psicóloga clínica, realizaron una visita a la comunidad toba de La Primavera en la provincia de Formosa. El objetivo fue tomar contacto con dicha comunidad y su problemática de salud, tanto en lo referente a la salud física como al estado psicológico de las personas que allí viven, teniendo especialmente en cuenta la situación de represión policial del pasado mes de noviembre que, como es de público conocimiento, provocó dos muertes y numerosos heridos. Se realizó un abordaje multidisciplinario y bio-psico-social a fin de evaluar la salud comunitaria y los posibles efectos postraumáticos de lo ocurrido.
Por aquí el Estado no pasó
La comunidad de La Primavera se halla a unos 150 kilómetros de la ciudad de Formosa. En una extensión de unas 5000 hectáreas viven alrededor de 8000 personas. Estos datos fueron suministrados por los propios pobladores, ya que se carece de información estadística fidedigna. Gran parte de la población ni siquiera posee documentos. El idioma es el qom, siendo la mayoría de los hombres y muchas mujeres bilingües (hablan qom y castellano).
La población tiene una economía de subsistencia que se basa en el cultivo de la tierra. En algunos casos el cultivo se vende y suele ser el propio Estado el comprador. También pescan y cazan siempre para el consumo familiar y con un cuidado del ecosistema aprendido secularmente. En algunos casos producen artesanías y algunos hombres realizan tareas fuera de la comunidad, mayormente en la construcción, la limpieza u otros trabajos de baja calificación.
En cuanto a la educación, la mayoría de los niños abandona la escuela primaria alrededor del quinto grado. Contribuyen a esto la distancia a la que se encuentra la escuela, la falta de sistema educativo bilingüe, la carencia de maestros y de incentivo real para estudiar. Gran parte de la población, en especial las mujeres, no sabe leer.
En La Primavera la mayoría de las familias vive en chozas construidas con troncos de palma y barro. Existen aproximadamente cien casas de material construidas hace un año. Ni las chozas ni las casas de material poseen agua corriente ni de bomba. Se abastecen de manera precaria de agua de lluvia para beber y de agua de pozo para lavar. No existen medidas sanitarias en cuanto al agua: el agua de lluvia se acumula en cisternas y recipientes abiertos y no hay pastillas potabilizadoras ni otras medidas sanitarias. El problema del agua, su insuficiencia y nulas condiciones sanitarias, como se comprenderá fácilmente, es un problema capital para la salud de la población.
Si bien muchas viviendas tienen recientemente electricidad no hay heladeras, dejándose la comida durante el día o de un día para el otro sin ninguna conservación y con temperaturas ambiente que superan los 40 grados.
Abandono, desidia y represión
La comunidad presenta una gran cantidad de niños, las familias suelen tener muchos hijos. Los niños en su mayoría no han recibido ninguna vacuna. Los niños presentan en alarmante proporción cuadros respiratorios (bronquitis y neumonías). Hay numerosos antecedentes de tuberculosis, algunas tratadas, otras tratadas de modo insuficiente o incompleto, no se realizan los seguimientos o controles. Muchas personas, niños, adultos y ancianos, presentan sintomatología clínica de infección tuberculosa, todo lo cual hace pensar que un elevado porcentaje de la comunidad padece de tuberculosis y nunca ha sido tratada.
Muchas personas han presentado sintomatología cardíaca compatible con enfermedad de Chagas, siendo la zona endémica para esta enfermedad, lo que también indicaría un importante desarrollo de dicha afección en la población. Hemos observado al menos en un caso una niña con síntomas de inicio de Chagas.
Para todas estas afecciones la comunidad no cuenta ni con médicos ni con remedios. El acceso a los hospitales de la zona les es muy dificultoso, por la distancia, la falta de profesionales o especialistas, la demora de los turnos y, sobre todo, por el maltrato y la discriminación a la que con frecuencia son sometidos. Para acceder a los hospitales deben presentar su documento de identidad (como ya dijimos muchos no lo poseen) y una tarjeta del seguro social, sino no son atendidos. En los casos en que logran ser atendidos, si el hospital no les provee medicación ellos no pueden tener acceso a la misma por carecer de dinero para comprarla.
La comunidad “cuenta” con un CIC (Centro de Integración Comunitaria) construido hace varios años y fuera de servicio. La construcción se halla cerrada con candado. Los pobladores aseguran que hay una ambulancia asignada a tal centro y un médico, que se otorgó un presupuesto para esto. Sin embargo el CIC permanece cerrado, sin médico y sin ambulancia. Coincidente con nuestra visita a la comunidad una comisión del Ministerio de Desarrollo Social se presentó en La Primavera con el objeto de censar a la misma. Proponían realizar en el mes de enero conjuntamente con los pobladores una jornada de pintura del CIC.
Las secuelas de los pobladores
Los episodios represivos costaron la vida de Roberto y Mario López y dejaron numerosos heridos (de bala, contusos, fracturados, etc.). En las mismas circunstancias los policías quemaron casas y pertenencias de los pobladores (siendo estas siempre muy escasas y modestas), entre las que se encontraban sus pocos documentos de identidad. Junto con las casas perdieron bicicletas, motosierras y otros objetos de gran valor para sus posibilidades económicas. Son reiterados los testimonios de personas que relatan haber sido golpeados y agredidos verbalmente de manera cruel y humillante.
La población herida fue a atenderse a Jujuy, ya que se sienten perseguidos y discriminados por el gobierno y las autoridades de la provincia de Formosa. La represión sufrida, masiva y brutal, es un hecho político-cultural de muy difícil asimilación y elaboración para las pautas culturales de una comunidad rural sumamente pacífica como lo es la colonia La Primavera.
Como consecuencia de esta irrupción violenta de la policía se ha generado un clima de angustia y temor en la comunidad. Sentimientos depresivos, de rabia y dolor, de impotencia y humillación se presentan como consecuencia de lo vivido. Es frecuente la aparición de fenómenos de flash-back o reminiscencias de las escenas traumáticas vividas, como así también un estado de hipervigilancia o alerta, todas estas características del síndrome por stress post traumático. También hemos constatado trastornos del sueño, insomnio y pesadillas, y temores nocturnos y ansiedad en los niños.
Durante los días que el equipo visitó la comunidad los Dres. Kersner y Aspeitía y la Lic. Rusconi asistieron médica y psicológicamente a más de 50 personas, que presentaban todo tipo de afecciones orgánicas y psíquicas, brindaron medicación y llevaron solidaridad y apoyo a la población afectada.
La lucha no se abandona
El desalojo de La Primavera se produjo luego de cuatro meses de corte de ruta por parte de la comunidad toba, que reclama sus tierras ancestrales a la familia Celia, a la universidad de Formosa y a Parques Nacionales.
A casi un mes de la brutal represión sufrida, Félix Díaz, cacique toba de La Primavera, junto a otros integrantes de la comunidad inició una huelga de hambre en el centro porteño para reclamar por una reunión con la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Exigen justicia, tanto por la represión que sufrieron como por la quita de sus tierras.
La comunidad solicita que se cumpla con normativas como la ley 26.160, prorrogada por la ley 26.554 de Emergencia de la Propiedad Comunitaria Indígena, que prohíbe durante el término de la ley los desalojos a comunidades indígenas.
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El equipo del Dr. Kersner mantuvo varios encuentros con los pobladores de La Primavera
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Monday, Jan. 31, 2011 at 12:40 PM
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